Capitulo XIII
Notas de autora:
Hola a todos y bienvenidos a mi historia les agradezco mucho sus votos y comentarios lamento la tardanza pero el trabajo no me deja jajajaja, como hoy comenzado mis vacaciones escribiré lo que mas pueda, espero que lo disfruten como yo estos capítulos.
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-Shu, detente.-Dijo la chica que lo empujaba con una sola mano, ya que la otra tapaba su boca cada jadeo que salia de sus labios, cada sensación que le hacia sentir el vampiro, que parecía animal en celo, que aprovechaba cada oportunidad para acorralarla llevándola al sitio de siempre "El aula de música" donde hacían sus cosas como pareja, ya no se negaba como solía hacerlo , pero aun le costaba acostumbrarse de lo brusco que era en el acto, apretando sus labios, no pudo contener más, su mano de tomó en las mangas del chico que apretaba con fuerza, sintiendo como su cuerpo se relajaba al sentirse en la gloria, odia que le hiciera sentir tan indefensa.
-Llevamos un mes haciéndolo y aun no te acostumbras.-Dijo acostándose aun lado de ella en el suelo.
-Si fueras más delicado conmigo señor brusco.-Le comenta, mientras se ponía su sostén.
-Y tu muy estrecha y no me estas escuchando quejarme.-Le dice a lo que le fulmina con la mirada.
-¡Idiota!.—Subiendo el calor en sus mejillas.
- Pues no pareces quejarte.
- Si no me das tiempo de hacerlo.-Le dice poniéndose la camisa.
-Por cierto quien te dijo que ya hemos terminado.-Le dice deteniéndola al vestirse tomándola del brazo y jalandola hacia, dibujando se una sonrisa juguetona, que se quedó boca abierta.
-¡Es...espera, déjame descansar unos minutos!.-Le pide alterada y empujándolo.
-Ya tendrás tiempo, cuando lleguemos a casa.
-¡Si ni me dejas dormir!
-Hace una semana me corriste de nuestro cuarto si te recuerdas.
-Como si me hicieras mucho caso a mis advertencias, ya ni bañarme puedo.
-Pero si te gusta tenerme a tu lado.—Le recuerda susurrándole al oido.—Tu misma me lo has dicho.
-¡Callate!-Le responde molesta a lo que se comienza a reír el chico de cabellos rubios.-Yo no le veo la gracia.-Se ruboriza desviando la mirada.
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Unos minutos mas tarde, metidos en la bañera donde se remojaba echándose agua, mientras con la esponja le tallaba el cuerpo despacio disfrutando cada parte que tocaba, admirando la belleza que tenía frente de el, y la atráccion de tenerla y sentirla, que solo mirar no podía contener las ansias, con sus labios rozo su piel de su hombro con suaves besos que fueron deslizando hacia arriba de su cuello.
Haciendo atrás su brazo, tocando su mano sus cabellos rubios para entrelazar sus dedos en cada mechón. Entre cerrando sus ojos, disfrutando cada caricia de su pareja que daba al tocar cada parte de cuerpo haciéndole arder la sangre y el podía sentirlo que no pudo contenerse mas en hacerla suya. Escapando de sus labios un jadeo, agarrándose del borde de la tina apretando con fuerza. Entre buscando sus labios para unirlos a los suyos atrapandolos en un beso apasionado descubriendose en cada sensación extraña.
-Sepqrandose para susurrale.—Eres una mujer muy obscena.
-N...No es verdad.—Dijo.
-Ya vistes lo que estas haciendo.
-Ca...lla...te, si tu haces que haga ese tipo de cosas pervertidas.
-Pues que buena esposa tan obediente, te enseñado bien.-Le susurra al oído para morderle el lóbulo de la oreja, y utilizar su lengua para recorrer cada parte de su piel hasta llegar a su espalda donde succiono dejando una marca y así sucesivamente, haciéndole saber que tenia dueño.
Unos minutos, saliendo de la bañera, antes de tomar la toalla pasa por el espejo donde mira como su cuerpo tenia pequeñas maracas rojas, que se puso pálida, que grito a todo pulmón por toda la mansión, que los sirvientes y la ama de llaves ya se había acostumbrado ese tipo de escenas.
-¡Que me hiciste!.-Dice golpeándolo con sus puños, en el pecho desnudo de este.-Como te atreves marcarme como si fuera un animal.
-La toma de las muñecas y la jala hacia el.-Eres mi esposa y marco lo que es mio.-Le dice mirándola fijamente, haciendo que se le erize la piel.
-Por eso mismo, soy tu esposa, debes darme un respeto, ¿y que quieres decir que soy tuya?-Le pregunta no captando el mensaje, a lo que Shu, intento desviar lo que dijo pero no sabia que no lo dejaría en paz y acabaría haciendo incoherencia como paso ese día.
- Sin previo aviso la besa llena de pasión, aun siendo todavía una novata para hacerlo, para separarse enseguida de sus labios-Estoy comenzando a sentir algo por ti...contenta.-Sus ojos se abrieron tan grandes sin poder creerlo que la dejo perplejá, a lo que era ella quería salir corriendo.
-T...Tu no debes estar bromeando.-Tartamudeo poniéndose su rostro rojo, saliendole humo de las orejas.
-Esperaba otra reacción de su parte, pero solo tuvo su rechazo que no pudo contener sentirse enojado, poniéndose rojo , cuando se estaba abriendo lo que no es usual en el, su esposa lo toma como si fuera una broma.- Por eso no te digo nada, siempre lo tomas como juego, en eso eres idéntica a Reiji, siempre tomando las cosas a su conveniencia, orgullosos para admitir la verdad.-La regaña.-Para que me esfuerzo, era de esperarse de una mocosa inmadura que solo piensa en si misma.-Dice eso por último, desapareciendo dejándola sola.
-Soy egoísta.-Se dijo mirándose a si misma en el espejo, con tristeza.
La noche paso y Kikuo se encontraba durmiendo sola en el cuarto ya que Shu, le pidio que le arreglaran el cuarto porque ahora en adelante dormiría ahí, a lo que se quedo viendo vació donde se acostaba a su lado. entre tanto pensar recordó la ultima que convivió con su padre.
-Unas jóvenes gritaban como locas, Kikuo mira hacia la ventana, dónde ve, un grupo de chicas que estaban en un restaurante esperando afuera.- ¿Las jóvenes de ahora gritan por cualquier cosa?—Dice su padre rompiendo en silencio entre ellos.
-Bufo.-Son infantil se podría decir, como pueden ponerse felices por algo tan patético. -Dice con un tono frío y mirando con molestia a las chicas de afuera.
-Su padre se ríe. -Pero Kikuo, como puedes decir esas cosas, si tú también sueles comportarte infantil.-La niña aparece un leve sonrojo y desvía la mirada haciendo un puchero.
-Jorsh...
-Mph....
-Sé que aun soy aun estudiante de escuela media, pero me gustaría saber si pudiera trabajar.-Deja de comer y mira a su hija con mucha atención, recarga sus brazos sobre la mesa.
-¿Y de qué quieres trabajar?—Le pregunta.
-No sé cómo tutora, dando clases con las materias que no entiendan—Dijo algo animada, pero sin quitar su faceta seria—Soy excelente estudiante, tengo las mejores calificaciones de mi clase, así que no se me hará nada complicado explicar.
-Pero Kikuo, no te gustaría hacer otras cosas de tu edad.
-¿De mi edad?—Responde arqueando la ceja izquierda—-¿Cómo qué? —Pregunta.
-No sé, salir con tus amigos o amigas.
-Papa, sabes perfectamente que no tengo amigos, aparte no tengo tiempo para esas cosas absurdas, debo pensar en mi futuro, en como tener un empleo.
-Pero Kikuo, no te gustaría tener un novio, una familia.
-Sale un risilla de sus labios.-Para que luego me abandonen como mamá lo hizo contigo, prefiero quedarme sola.-Su papa agacho la cabeza, sabía que aquel pasado nunca lo olvidaría tan fácilmente.
Recordando la ultima conversación con su padre sintió un gran dolor en el pecho, el solo quería convivir su poco tiempo aunque fuera regañado por un molesto jefe que lo trataba como basura y el aguantaba por que estuviera bien, debía admitir que fue muy egoísta no darse cuenta de sus sentimientos, que no solo ella fue lastimada, si no también su padre, por la traición de su esposa en abandonarlos irse con alguien mas. Lo que la puso pensar que a sido muy dura con Shu, fuera como fuera estaba tratando hacer lo posible que funcionara y estar bien ambos, y que se declaro y lo rechazo, inconscientemente es como si se estuviera burlando de sus sentimientos, pero no sabia como tratar de llevara esta situación , si nunca había sido buena hablando con chicos, nunca había tenido novio en su vida, ni que era como expresando lo que sentía, siempre se lo guardaba y no lo tomaba tanta importancia , por esas cosas eran tonterías, pero la verdad era que tenia temor de ser herida y que dejasen como cuando era niña. Respirando hondo se tomo un minuto para tomarse de valor dejando su orgullo aun lado preguntándose cual era sus verdaderos sentimientos hacia el, cerrando sus ojos.
-"No lo dejes ir"-Dentro de si misma le dijo, para abrirlos y pararse de la cama dirgiendose al cuarto donde se encontraba, caminando por los pasillos , donde las luces parpadeaban.
-Los sirvientes hicieron notorio ese suceso pero mas la ama de llaves que se levanto de su asiento para irse directo a la habitación.
-Mi señora se encuentra bien.-Pregunto desde la puerta a lo que no recibió ninguna respuesta, que no espero mas y abrió, para encontrar una cama desatendida y sola.-¡Mi señora!-Grito pensando en lo peor.
-Kikuo.-Dijo una voz ronca y aterradora en la nada, a lo que voltea a los lados.
Desde los corredores se escucharon los gritos de la mujer, que llamo la atención de Shu que salio a ver.
-¿Que sucede?-Le pregunto a la ama de llaves que tenia una mirada de preocupación.
-La señora no esta en su cuarto y la busque por todo lados pero nada.-A lo que provoco una sensación extraña y fue a buscarla sin pensarlo dos veces, olvidándose que estaba enfadado hace unos minutos.
-Búscala antes que la encuentren primero.-Dijo una voz cálida y dulce de una mujer susurrándole al oído del Sakamaki.-Y acaben con su existencia.
Corriendo desesperadamente parecía no tener fin, la voces se hacían mas profundas y cercas esta sensación era idéntica como ese momento en su hogar.
-¡SHU!
No se le ocurría otro sitio donde buscar que en la mansión donde vivía antes con sus hermanos , a lo que pregunto que si no lo habían visto, por lo que la respuesta fue un "No" a lo que Reiji se propuso que ayudaran a buscarla por todos los alrededores del lugar, hiendo por los jardines, Shu, la neblina apareció de repente y extrañamente una voz lo llamaba.
-¡SHU!
-Continuo caminando siguiendo el sonido.- Donde quedo ese amor eterno que me tenias, fue tan poco tu paciencia que no pudiste soportar mi frio corazón.-Dijo una voz de una mujer, provocando un fuerte dolor en el pecho.-Me juraste que si volviera a reencarnar me buscarías hasta el final del mundo.-Poniendo sus manos a su oídos haciendo caer de rodillas al suelo.
-¡Callate!
- Tan poco signifique para ti.
-¡Porque eres tan molesta! tan orgullosa, siempre debo ser yo quien te busque sabiendo que soy que soy el que te amo mas. ¡Maldita sea! ¡KIKUO! -Cuando los recuerdos vienen de golpe el pacto de su compromiso, el reencuentro el momento del despertar, uniéndose de nuevo uno solo, El incendio viendo como se desvanecía en sus ojos envolviéndose en la locura, la llegada de esa chica, el raro sentimiento como si ya se hubiera conocido antes, esa arrogancia, esa obediencia a las reglas, esos ojos, ese sentimiento.
- Sin importar que lejos estemos, aunque yo ya no se quien era antes, mi corazón siempre te buscara a ti.-Recordando esa palabras, tranquilizando y poniéndose de pie, para seguir con su camino siguiendo la voz de a pasos lentos a rápidos.
-¡KIKUO!
Desde la dimensión de las almas, en el sótano de la mansión lo que quedaba un cristal resplandeció a la vida dando vueltas a lo que se escucharon sonidos de paso entre los escombros.
-A despertado uno de los reyes.-Dijo una voz femenina de una pequeña al mirar como alumbraba como nunca.
- Sabia que estarás aquí.-Le dijo una voz de una chica de túnica oscura.
-Mira a despertado pero como es posible, no se supone que con la sangre despertaría.
-Eso solo lo dijeron para distraer al enemigo, el día que despierte nuestro rey, guiara el camino de nuestra reina protegiéndola hasta que se el momento de despertar de su sueño eterno de la siguiente "Luna lila"
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-Salva a nuestra reina.-Susurros en medio de la neblina.
-No permitas que muera.
Comenzando a correr mas rápido y una linea de luz oscuras aparece guiándolo hasta donde se encontraba, llevándolo al otro lado de la dimensión alterno de este, viendo criaturas malignas, quedando impactado esto era mucha emoción volver sus recuerdos pero volver a ver los espíritus era demasiado, sabia que si un mal movimiento que acabaría muerto seria el.
-No preocupes por ellos yo los distraeré.-Dijo una mujer de cabellos rojizos, ojos oscuros.
-¿Usted es?
-Ella sigue en la mansión.-Señalando el lugar.- Búscala antes que ellos lo hagan y acaben la vida de ella y la criatura.
-¿Criatura?
-No te habías percatado verdad de que esta esperando un hijo tuyo, por esa razón atrajo mas a las criaturas y la trajeron hasta esta dimensión para que fuera mas difícil en ayudarla, y seguirá aumentando, esta vez no dejes que su terquedad acabe con su vida de nuevo.-Apretando sus manos se fue rápido a ese lugar sabiendo que su poder como vampiro eran bloqueados en el mundo de los demonios, aun cuando a despertado su poder era débil, pero eso no le importaba tenia que rescatarla aunque le costara la vida y hacer lo que debió haber hecho ese momento.
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