-Que puedes decirme al respecto sobre este tema—Dijo una voz femenina que le daba una miraba a la mujer que se encontraba encadenada de las muñecas, las prendasde esta estaban rasgadas y manchadas de sangre, sus pies descalzos tocano el suelo de las piedras del calabozo.

-Aun mas me tortures no hablare—Contesto con tanta firmeza mirándola fijamente sin quitarle la vista de encima.

-Es una tristeza de como acabará tu vida—Respondió para luego tronar los dedos dando ordenes a los guardias de llevársela.

Al cabo de segundos estaban el pueblo reunido mirando a las dos personas que estaban tapadas con bolsas de telas sobre sus cabezas y una mujer con una vestimenta elegante con una mirada llena de malicia y odio,a su lado estaba una pequeña quien presenciaba la escena.

—¡Hoy estamos reunimos para presenciar la muerte de estos dos demonios!—Les quitaron las bolsas mostrando el rostro de ellos, el pueblo llena de tristeza veían como morirían sus reyes en manos de la segunda reina, quien se acerca al rey, para susurrarle algunas palabras.

-Prefiero morir antes de soportar como muere mi reino—Responde para luego escuchar los gritos de su reina quien estaba siendo atacada con descargas—¡Quieres vengarte! ¡Que sea conmigo pero no con ella!

-La segunda reina cerro su quijada con fuerza al ver como aun estando apunto de morir protegía a la otra—La impaciencia querido de ser torturado llegará —Dijo, pasando el látigo sobre su mentón, el mueve la cabeza de lado mirándola con odio.

-Como puedes hacerle esto a tu propia hermana, tú sangré, no tienes corazón —Exclamo, esta se ríe al comentario de su rey.

-Mi majestad a olvidado que los demonios no tenemos alma, eso significa que no tenemos corazón así que no me diga que usted la tiene—Dijo acercándose a él para mirarlo frente a frente.

-Tienes razón—Responde—Pero... Eso no quiere decir que debes llevarle a la tragedia a tu hija—Dijo mirando a la niña.

-Dirías nuestra hija...

-Sale de sus labios una risilla—Me crees idiota, yo se que esa pequeña no lleva mi sangre.

-¡Mentira!

-¡Deja de mentir! Esa niña no lleva mi sangre, tu crees que no me daría cuenta de su infidelidad—Le da un golpe con el látigo en la mejilla de aquel hombre quien voltea la cara al recibirlo, este la ve—Tu enojo sabe que es verdad, no puedes ocultarlo aunque mas quieras el poder nunca podrás obtenerla, solo la heredera del trono lo tendrá.

-Entonces si para eso debo obtenerla, le robare el centro de su energía, que proviene de "su corazón" lo haré—Dijo con un tono de voz llena de odió, la niña veía y escuchaba cada palabra que decía de su madre.

-Suerte en eso—Dice la reina—Si la encuentras su corazón sera tuyo, y si no pasa preparate para que el reino sea devuelto a sus respectivos dueños, no olvides que existen dos reyes ahora—Dice, para luego convertirse en piedra ante los ojos de todos.

El rey derramo las primeras lágrimas por la pérdida de su reina, cerro sus ojos, para decir las últimas palabras para su pueblo y a su reina quien abrió los ojos al escuchar las palabras de aquel hombre quien solo sonrió, para luego convertirse en piedra y luego destruirse en pedazos convirtiéndose en polvo, los residuos fueron movidos por la brisa, llevándoselas fuera del mundo de los infiernos, hiendo aun lugar. Al llegar los polvos a ese sitio, la noche fría con la luna entorneciendose de un color lila, se adentraron por la ventana que estaba abierta.

Se fue directo a una persona quien dormía plácidamente. De repente despertó al escuchar voces en la habitación, se levanta y mira a los lados buscando de donde provenía, en eso ve como polvos se forman un remolino frente a él donde le decían «Encuentrala antes que la siguiente  puertas de las dimensiones  se habrá en la siguiente luna lila» el no comprendía que quería decirle, pero algo en su pecho algo decía que si.

Los polvos se juntaron formando un medallón con iniciales extrañas, cayo lentamente, al chico que la tomo mirándolo.

-Suerte...