Capitulo VIII . Saikame
De pronto, noto a su hermano que caminaba junto a él en los pasillos...tratando de cubrir su rostro con su maleta lo hacía ver más patético.
-Saote, que ridiculez estás haciendo.-Le pregunta a su gemelo.
-Es que no quiero que me vean esto.-Señalando el mini granito que le había salido en barbilla, lo que le dio gracia. Carcajeándose, lo mira feo.-Esto es serio.
-Por un simple barrito andas así, no hora si me hiciste el día hermano.-Dice llorando de la risa.
¡Estas ciego! No vez el granisimo que tengo parece que fuera a explotar.
-Puff... pamplinas no estas exagerando.
-Ni hablar, yo sé lo que hago.-Dice continuando su camino.
-Saote.-Le quería evitar que tuviera un accidente.
-No te escucho.- Por su necedad, no se fijó del letrero del piso mojado fue a resbalar muy cómico hasta a chocar con el carrito pegándose en su entrepierna, una cara de dolor se pudo notarse entre los estudiantes.
-Eres tan terco.-Con un suspiro.
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-Kay, buscaba algo en su mochila.- Perfecto... lo encontré.-Dice colocándolo en la mesa el libro de niños, que pidió prestado para leer a su hermano pequeño, quien le encantaba que leyeran, podía mostrarse rudo, violento, hasta frio, pero cuando llego a su vida Lien, su corazón se derritió con tanta bondad e inocencia que prometió ser buen hermano, mostrándole su lado amable y cariñoso que podía ver esa faceta, que con los mayores no lo era.
- Bueno, creo que es hora de regresar a casa.- dijo sonriente mientras que se daba la vuelta.
Topándose con una chica muy atractiva, pero que se ocultaba la mitad de su rostro y solo se dejaba mostrar sus ojos color magneta, pelo largo que ataba una media cola por un lazo rojo, que vestía el uniforme de su mismo instituto quien no le quitaba la vista de encima y eso le incomodaba.
-Se te perdió algo niña.-Arqueando su ceja derecha.
-Lo lamento.-Baja la mirada.-Es que soy nueva en esto.-Dijo en un tono bajo que casi ni se podía escucharse.
-¿Qué?-No entendido nada de lo que había dicho.
- Es que yo...-Se comienza a poner roja casi apunto desmayarse pero si no la toma de la cintura rodeando su brazo, podía a ver ocasionado un accidente a sí misma.
-Eres tonta quieres lastimarte.-La regaña.
-Perdón.-sus ojos como vórtices por el mareo.
En un rato la llevo afuera de la biblioteca donde había unas bancas de madera que se podía apreciarse de lo arboles de cerezo, mientras Kay, venia por una latas de jugos.
-Toma.-Se lo agradece con una sonrisa.
-Gracias.
-No debí ser grosero contigo, discúlpame por mi comportamiento.-Destapando su jugo para poder beberlo.
-Discúlpame a mí, no debí haberte asustado.
- Fue raro, y más llevando el uniforme del instituto a la que voy se sintió incómodo.
-Si lo sé.
-¿Lo sabes?
-Eres el chico que siempre hablan en nuestra escuela, se nota que eres muy popular no solo con los chicos si no también con las chicas.
-La verdad no sé si lo soy, es no me interesa.
-Pero si lo eres-Dice parándose frente a el.- Defiendes a los débiles de los bravucones, eso te hace especial.
-No creo que sea algo bueno, pero detesto que se pasen de listos con los que no pueden defenderse por sí mismos.
-Eso es lindo.
-No creo que hayas venido a decirme eso. —Dijo pensativo.
-No...no, creas que te seguía, esperaba a mi hermano, mientras yo buscaba un libro, pero como nunca había venido a un lugar con este no sabía qué hacer, así que te vi... pensé que podrías ayudarme.-Dijo con rubor en sus mejillas, a lo que el castaño se sintió avergonzado de lo que había dicho.-Pero ya tardo, dijo que solo iría a comprar unas cosas.
-Si soy estúpido.-Se dijo así mismo mientras la miraba.
-¿Cuando llevas esperándolo?- preguntó
- No lo sé.-Alzo sus hombros con suavidad noto que se moría de vergüenza la chica.
-¿Se puede saber quién es tu hermano?
-Hazime Jiroka.-Su ojo hizo un tic, al oír ese nombre, no podía creerlo era su enemigo desde jardín de niños le hizo imposible en su niñez, y cuando se topaban siempre acaban golpeadose hasta casi de apunto de matarse con grandes heridas a lo que evitaba porque su madre, lloraba al verlo de esa manera, así que hacia lo posible no topárselo en los pasillos o hacer gran escándalo.
-Yo me retiro.-dijo él tratando de sonar indiferente.
-Está bien.-Responde.-muchas gracias por el zumo de naranja.-dice con una dulce sonrisa.
Se pone de pie, para caminar, alejándose, dando reojos hacia la chica que estaba ahí muy tranquila moviendo sus piernas hacia atrás y adelante en la banca, detestaba verla tan solitaria, pero ese no era su problema volvió su vista hacia frente, cuando en unos segundos escucho unos sujetos.
-Oye hermosura porque tan sola.-Le dijo el chico fachada de rockero con su cabello peinado hacia atrás.
-No quieres acompañarnos.-Decía un joven de complexión robusta y pelo muy corto.
-Yo...-No sabía con actuar este tipo de situaciones a lo que cerró sus ojos, cuando estuvo a punto de poner su mano en su hombro de la chica, fue detenido.
-Si fuera tú yo no lo haría.-dijo Kay con una mirada fría.
-¡Ah!-dijo molesto.
-Niñato, no te metas en lo que no te importa.-dijo el chico de complexión robusta que estaba propinarle un golpe a lo que esquivo, haciendo que este se fuera encima de su compañero, cayéndose encima.
Rápidamente la tomo de la mano de la chica jalando hacia él.
-Hay que irnos.-Le dice a lo que asiente.
-¿Dónde van ustedes?-Dijeron enfadados intentándose incorporar, a lo que comenzaron a correr a toda prisa.- ¡No huyan!
-Estas bien.-Le pregunta.
-Si.-Responde a lo que voltea hacia atrás viendo como los perseguían.
- Mirando desde su reloj de pulsera aquel chico de cabellos morados en un tono oscuro.-Ya se tardó.-Dijo Khorny.
- Ya sabes cómo es el que viene a su ritmo.-Respondió Yuzuke sentando butacas de la parada del auto bus.
-Haciendo unos movimientos de señas con sus manos Yuzheik como si hablara con sus labios.-Le habrá pasado algo.
-Eso es lo que me preocupa.
-Se suponía que iría solo dejar un libro.-Comenta Zhu.
Pisadas de dos jóvenes que corrían para escapar de los dos sujetos que los seguían, venían a esa dirección donde se encontraban los cuatro chicos.
-¡Miren ya llego!-Dijo Zhu con emoción mirando la figura de su primo a lo lejos.
-¿Espera?-Dijo Khorny viendo que no venía solo.
-Les dije que venía a su ritmo.-Comento esto Yuzuke entre abriendo sus ojos con pesades.
Llegaba hacia ellos pasando a un lado junto a la chica, y viendo que se acercaban los dos tipos Yuzheik y Khorny pusieron sus pies para que tropezaran aquellos con tanta torpeza.
-¡Ustedes verán!-Dijo furioso el bravucón de cuerpo complexión delgada.
-Pero que sorpresa.-Hablo Khorny ya preparado para los golpes tronando sus nudillos.
-Pensando que este día seria aburrido tendremos diversión.-Su sonrisa se dibuja llena de malicia del segundo hijo de Shu, a lo que palidecieron, ya que Yuzheik era el peor de los cuatro siendo hijo de Subaru tenía una fuerza increíble aun cuando no escuchaba y no hablara, podía leer bien los labios gracias a las clases que le daba su padre desde pequeño, preparado para darle la gran lección de su vida a esos dos que temblaban.
No paso un buen rato en acabar con ellos a lo que Zhu fue quien se apartó ya que evitaba los problemas y los pleitos, viendo a eso dos todo moreteados y golpeados, se fueron del sitio.
-¿Y eso granujas porque te perseguían?-Pregunto Khorny.
-Cuando iba a responder, lo interrumpido Zhu.- ¿Y esa chica?-Refiriéndose a la joven que aún seguía tomada de la mano, sin haberlo notado rápido la suelta.
-Es hermana de Jiroka.-Comenta a lo que se quedaron perplejos y sorprendidos.
-¡Ya dejen de mirarme de esa manera!
-Pero tú no lo soportas.-Dice Yuzheik.
-¡Ya lo sé!-Responde hecho una furia a lo que siente que lo jalan de la manda de su camiseta blanca.-¿Qué sucede?
-Gracias por protegerme.
-Eres un chica sería un idiota dejarte que esos imbéciles se pasaran de listos contigo, aparte... me enseñaron que debo ayudar a una mujer cuando es molestada.
-Aun así gracias por tu ayuda...-dice con gran amabilidad.
-¡Saikame!-Gritaba un muchacho con desesperación.
-¿Quién está gritando como loco?-Pregunto Zhu.
-¿Quién sabe?-Dice sin tomarle tanta importancia a lo que caminaron.
-Hasta que escucho claramente que la llamaban.-¡ Ese es mi hermano!
¡Que! Jiroka.-Dice Kay sorprendido.
-¡Hermano aquí estoy!
-¡Tu granuja...! ¿Qué haces con mi hermana.-Apartándolo de él.
-A ver si la próxima vez la cuidas mejor.-Lo empuja, casi apunto de haber problemas.
-No eres nadie para decirme como debo cuidar a mi hermana.
-¡Hermano! Kay me defendió cuando me molestaban.
-¡¿Qué dices?! Este idiota te...-Le costaba decirlo, lo miro con enojo, esto se rebajaba a su nivel que no le quedaba otra.-Gra...ci...as.
-¿Eh! Que dijistes que no te escuche bien.
-¡Gracias!-Grita que casi fue escuchado por la gente que pasaba.
-De nada.-sintiéndose tan bien verlo humillándose a Jiroka.
-Vámonos.-Tomándole de la mano.
-Si.-Le dice.-nos vemos Kay.-Se despide con un movimiento de la mano.
-Nos vemos.-Se despide.
-Nos vemos Kay. – Con un tono de burla para molestarlo a su primo, Kay bufo.
-Sigue burlándote y tendrás un ojo morado.
-Quien lo quiere al niño pequeño.-Dice Khorny abrazándolo con su brazo derecho, y con la izquierda le pellizcaba la mejilla a su primo menor.
-Como fastidias cuando te pones tan cariñoso.
-Se ríe.- Pero así me quieres.
-Idiota.-sonríe.
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