Capitulo V
Mirando desde el espejo los moretones de los lados de sus costillas, era tan doloroso, se alegraba usar camisetas de mangas largas, que le quedaban muy grandes, que ocultaba con facilidad.Sin darse cuenta que había dejado la puerta media abierta, donde pasaba muy alegre una mujer de cabellos rubios, llevando en sus manos la ropa limpia y a punto de tocar, miro una escena que la dejo sin palabras, no era la primera vez que lo veía , pensando que era golpes de niños por caídas, pero esto era mas grave de lo que pensaba si era para preocuparse .
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-Podemos hablar.-Dijo una voz masculina atrás de puerta, a lo que enseguida se bajo la prenda rápidamente.
-¿Si?-Dijo sin entender nada, a lo que abre sin hacerlo esperar.-¿Sucede algo?-Dejando pasar aquel hombre de cabellos oscuro , y anteojos.
-Creo que es un tema delicado.-A lo que trago saliva, con el tono de voz de su padre no parecía nada bueno.
-¿Hice algo malo?-Pregunto con temor que comenzó a sudar la frente.
-Tu no hiciste nada malo.-Negando con la cabeza.-Pero alguien a ti si.
-¡Claudio no me a hecho nada?-Dijo hiendo a su defensa de su hermano mayor, a lo que sonrió Reiji, por dentro, se alegraba del gran corazón que tenia el menor, era lo contrario a el, siempre tan humilde pero muy consentido y muy miedoso a todo.
-No vengo hablar de tu hermano.-Le comenta, dejándolo confundido cambiando su faceta.
-¿Entonces?
-Quiero que me digas, sobre los moretones que tienes en los brazos.-Abriendo sus ojos en par, a lo que no sabia disimular nada , era como un libro fácil de leer.-Negar.-Lo llama.
-Me caí.-Se rasca la cabeza y agachando la mirada.
Sabia que no cooperaría en decirle la verdad a lo que debía ser estricto
-¡Me crees idiota!- Alzando su voz a lo que lo asusta con ese tono.-¡Quiero que me digas, quien te hizo eso!-Lo tomo de los hombros.
-Nadie me hizo daño.-Le dice cerrando los ojos, para comenzar a llorar.
Sin previo aviso rodea sus brazos al cuerpo de su hijo, acercándolo a su pecho, sintiéndose tan inmune, detestaba sentirse de esa manera, como podía protegerlo si no hablaba, ni para preguntarle a Kamura y Yuki, nunca le dirían nada, se protegían el uno al otro.
Sentándose en la orilla de la cama, mientra el pequeño se sentó de lado izquierdo quien lo observaba muy diferente de lo usual, como si quisiera decirle pero algo lo detenía.
- Negar, ¿Necesito saber si alguien te está lastimando?—Pregunto nuevamente buscando respuesta.
- Apretando los labios queriendo salirle las palabras pero siempre lo detenía esa palabras de amenaza.—Estoy bien papá.—Dice con una sonrisa en sus labios.—Ya sabe que soy muy torpe y siempre tropiezo con cualquier cosa por esos los moretones.
Reiji, no le creía esa mentira, pero forzarlo haría peor la cosa seguiría negandolo, era su padre lo criado desde que nació así que lo conocía como la palma de su mano, aún cuando lo castigara para que se lo diría.
-Sabes que puede confiar en mí.—Le da una caricia en su cabeza con ternura, nunca se imagino ser ese tipo de padre, ni siquiera le paso por su mente en tener hijos, pero por ellos haría cualquier cosa hasta desaparecerlos de este mundo quien les hiciera daño a su familia.
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- Tocan la puerta.—Adelante.—Dice, a lo que se abre. Estando tan cómodo acostado en su cama y escuchando música con lo auriculares puesto mientras mantenía los ojos cerrados, fue interrumpido al ser apago el aparato, que lo tomo extrañeza, cuando alza la mirada ve la figura de semblante sería dejándolo sin palabras.
- ¿Ese milagro que se encuentre en mi habitación padre?-Contesta Claudio poniendose de pie para sentarse en la orilla de la cama.
-Necesito hablar contigo.
- Soy todo oidos.
-Olvidare lo sucedido de hace una semana.
- ¿Así de fácil?—Pregunto desconfiado arqueando la ceja izquierda.
-Intentando mantener la calma.—Te daré los boletos para ese concierto que tanto anhelas en ir.
-Pero si dices que esos lugares son de mala muerte, para gente vulgares.
-Si los quieres o no.
-¿Claro que los quiero con que condición?-Pregunto sabiendo que Reiji, no se lo daría solo porque si.
-Que listo, se nota que eres mi hijo.
-Sé que no me los darás gratis porque si.-Cruza los brazos poniendo la expresión seria que su padre.
-Quiero que vigiles los pasos de tu hermano, y me des todo detalle lo que pasa a su alrededor.
-¡Vigilar a mi estúpido hermano llorón!
-Cuidado con ese vocabulario, que es tu hermano te guste o no.-Dice en un tono enojado.
-¿Por cuánto tiempo?
-Un mes.
-Estas mal de tu cabeza, no lo haré.-Se da vuelta y casi a punto de retirarse.
- Te comprare la guitarra que tanto quieres.-Chantajear a su hijo de esa manera no era el modo, pero no le quedaba otras opciones Negar, no cooperaba y conociéndolo no diría nada por el miedo de sus agresores, si fuera por él ya los hubiera matado Reiji, pero por suplicas de su mujer debía hacer bien las cosas, no como hace tiempos atrás cuando paso lo mismo con Claudio cuando era pequeño, que ni se acuerda, por los poderes de su cuñada Orami "La Reina de las memorias" que podía retener cada recuerdo y guardarlos o destruirlos pero siempre había consecuencias, pero la mejor parte de esto, la sensación era retener sus almas por las eternidad, eran los beneficios como "El rey de los títeres" poder crear nuevos muñecos y utilizarlos a su antojo como escudos , si se rompían o eran absorbidos no eran reparados y así los traía para que sintieran el mismísimo dolor como castigo eterno.
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