Capitulo I
- Kamura...
- ¿Quien me llama?
- Eres el pecado.
- "¿Pecado?"
- Maldicion que te seguirá por la eternidad, tu salvación es sacrificando a "Hasumo"-Una voz de una chica de gabardina oscura y ojos rojizo lo miraba con seriedad, al mirarlo fijamente.
- ¿Sacrificar? No entiendo que quieres decir con eso.
- Recuerda...-Hizo una pausa.-Antes de que los rayos de la luna te toque,asi que tienes poco tiempo.-Dijo una voz femenina
-¿Pero que quieres decir con eso..?
Abrió los ojos de golpe, al mismo tiempo el escuchar del resonar del alarma , a lo que estiró su brazo para apagar el botón.
- La puerta se abre.- Buenos días hijo.-Lo saluda una mujer de cabellos oscuros acercándose a él para despertarlo pero al ver que le ganó antes de tiempo. -¿Ya estás despierto?-Le dice sorprendida acariciando sus cabellos castaños.
- Si.-Se talla los ojos.
- Te sientes mal.-Le pregunta poniendo su mano en la frente del chico.
- Estoy bien mamá no tienes nada de que preocuparte.—Dijo intentando tranquilizarla.
-¿Estas seguro, no es normal en ti, siempre cuesta levantarte? .-Su instinto maternal le decía lo contrario lo que el chico intento buscar calmarla.
- Solo que tuve un sueño extraño. —Le menciona.
-¿Sueño?
- Perdón mi cielo pero hablaremos más tarde debo ver que hicieron los mellizos.
- No te preocupes ya será en otro momento mamá.-Le responde con una sonrisa , para luego verla alejarse y después retirarse dejándolo solo en su cuarto, un suspiro salió de sus labios.- "¿Que es está sensación?"-Pone su mano en su pecho.
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La horas transcurrieron. Caminaban por los corredores del instituto un muchacho de cabellos castaños casi ambulando como alma perdida.
- Deja de andar paseandote.- Le dice una voz entre aguda y gruesa a la vez a lo que se le hizo muy familiar y se gira en su mismo entorno para toparse con un jovencito de ocho años.
- ¿Eres tú Yuki?
- Quien más podría ser.-Le contesta en un tono serio, y mirada fría.
- Se ríe.- Tienes razón, discúlpame.-Sonrie a lo que pudo notar.
- Estás bien.-Le pregunta.
-¿ Si porque?-Responde.
- Suspira -Detesto que hagas eso.
- Ahora que hice.
- Si no quieres decírlo, tampoco voy obligarte .-Se da la vuelta para irse pero lo detienen agarrandole del brazo.
- Perdón.- Le dice bajando la mirada.
En el instituto preparatoria "Ayame" el profesor de matematicas daba las clases apuntando en la pizarra el tema, mientras algunos ponían atención otros estaban su vista en otro lugar o más bien escuchando música.
- Alguien podría decirme cómo se resuelve esta operación.-Pregunta el maestro a sus alumnos que algunos levantaban la mano y otros se medio ocultaban para que no les preguntes en cuando su mirada se fue directa a un joven de cabellos rubios que tenía entre cerrados sus ojos dejando llevar por la melodía a lo que salió un suspiro y se dirigió hacia allá caminando todo derecho pasando aún lado de las butacas de los estudiantes que volteaban y siguiéndole con la vista, hasta llegar hacia a él , deteniéndose, casi parándose frente, a lo que dio un fuerte golpe a la mesa que llamo su completa atención al sentir el movimiento abriendo enseguida los ojos y vio la mano, que fue alzando un poco más la mirada hasta toparse con el rostro de un hombre de cabellos rubios ojos azules.
- Que voy hacer con usted joven Asaque.-Le dijo con seriedad.
- No se , dígame usted, es el profesor.-Le responde con tanta calma y seriedad como si la vida no le importarse lo mas mínimo.
- Lo quiero ver después del término de la clase.
- Como quiera , de todos modos no tengo nada que hacer.-Se aparta de el y se vuelve a su escritorio.
- El próximo que no ponga atención se quedara haciendo todos los temas que hemos visto entendieron.
- ¿Porque?-Dijieron uno de los alumnos, y quejas.
- Muchas gracias Yuzuke.-Le dice uno de sus compañeros molesto.
Pasando las horas ya era tarde y recargado en la pared mientras escuchaba la música teniendo su mirada atenta a los lados hasta ver una figura adulta acercándose a él y casi arrebatándole los auriculares de los oídos de un jalon.
- Sabe que ese tipo de actitudes no voy a soportar en mi aula.
- Luego que quiere que haga.-Responde sin interes alguno en lo que decía.
- Yo no te enseñado hacer un haragán.
- Lamento si lo e decepcionado...-Dice con un suspiro pesado.-No soy el hijo que esperaba que fuera.
- Yuzuke, yo no quiero que seas perfecto pero que si tengas un sentido de razonamiento, que ejemplo le estás dando a tus hermanos.
- Ahí está Jason es el mayor da mejor ejemplo a Yuki, yo soy la oveja negra de la familia.
- Que haré contigo.-Dijo en un suspiro.
- Maestro Shuki.- Le habla un profesor.
- Esto no se a terminado hablaremos en casa.
- Si...-Dice repetidamente retirándose.- Eso siempre dices y acabará olvidando de todos modos.-Murmurra para si mismo.
- ¿Que sucede Shinki-sensei?
- Venía a invitarte a tomar unos tragos con los muchachos.
- Eso me gustaría pero es que...-Lo interrumpe.
- No voy aceptar un no como respuesta, es hora que papá salga a divertirse un rato pídele a tu hermana que te cuide a los niños un rato de todos modos ahi están tus hermanos que les puede pasar un rato a solas.
- Si tienes razón.
- Entonces irás.
- Si tanto insistes.
En el bar Osama un grupo de ocho hombres reunidos comiendo y tomando sake entre risas recordando su tiempo de juventud.
- Quien diría que vería a Shuki como papá gallina.
- Es que el mandato lo tiene su mujer.-Se ríen.
- Pero si tú no te quedas atrás Takami.
- Te la aplicaron.
- ¿ A pasado casi un década que no nos vemos?
- Es que Shuki está siempre ocupado.
- Que quieren que haga tengo cinco hijos debo cuidarlos.
- Pues pareces conejo cuando ya te veamos vas a tener tanto como tú hermano Laito.
- Jhiun.-Lo silencian.
- Idiota quieres que lo descubran.
- Perdón es que cuando tomo se me sale la verdad.
- Pues que no se te salga.
- No pasa nada aparte ya a pasado casi veinte años no crea que nadie nos recuerde.
- Aún así por precaución.
- Oye Shu tú piensas que esa mujer sigue buscandolos.
- No lo sé.-Responde Shu , reflejandose en el vaso de cerveza un hombre de cabellos ondulados y apariencia madura.
- Pero lo han estado haciendo bien, ocultar su identidad hasta cambiar su nombre y apellido fue arriesgado
- Era eso o acabar con nuestra vida.-Responde Shu.
- Idiota.-Contesta molestó Shinki.
- Pero quien diría Shu Sakámaki como profesor cuando era todo un haragán.
- Cierra la boca Daichi, si tú no te quedas atrás si tú eras peor que el.
- ¿Hablando de ese tema como te fue con Yuzuke?-Dice Shinki.
- Siguiendo los pasos de su padre.-Responde Jabu.
- La viva imagen de Shu , son como dos gotas de agua ya lo vieron.-Contesta Daichi.
- Heredó los ojos de tu hermano mayor.-Dice Tai.
- Si, aunque lo que menos deseo que mi hijo sea como yo.
- Pues le tocó la suerte de convivir contigo a diferencia de Jason y Yuki fueron criados por tu cuñada Kamura y Millouri .
- Es el vivo retrato de tu esposa y tú hermano Reiji me refiero a lo especiales a los modales y madures.-Comenta Tai.
- ¿Eso fue un alago o un insulto?-Pegunta Kira.
- Lo digo como alago Yuki no necesita que estén atrás de él.
- Tiene ocho años es obvio que necesita atención pero tú qué vas a saber si no tienes hijos Tai.-Lo regaña Jabu.
- O perdón por gustarme la vida de la solteria todavía.
- Ya no discutan, y es evidente que la edad que tengan nuestros hijos siempre necesitaran nuestras ayuda, los padres nunca dejan de serlo, y es mi culpa que Yuki sea así.
- No tenías opción era eso o que siguiera con esos sucesos.
- Nosotros solo queremos darles a nuestros hijos lo que no tuvimos, una fámilia.-Se quedan en silencio.
- Si te vieras a ti mismo en tu ahora que te dirías.
- Es curioso , creo que nada , verme yo como padre responsable y llevarme bien con Reiji y mis hermanos hasta con los mukamis y tsukinamis sería raro , pasamos tantas cosás y yo tener esposa nunca me pasó eso en la mente .
- Hasta mismo Laito cambio.
- La pequeña inocencia de kamurita lo cambio bastante.
- No solo a él, a todos nos enseñó luchar lo que uno quiere, teniendo el poder de la madre de las dimensiones que tenía prohibido engendrar hijos y enamorarse , demostró que no había adversidad que pudiera con sus deseos y que todos tiene el derecho de amar sin importar que especie fueras.
- Quien diría que el mujeriego de tu hermano sería el rey de las dimensiones.
- Oye Shu.
-¿Que sucede?
- No extrañas tu vida de vampiro.
- En qué sentido.
- De que ahora envejeces y antes no tenías ese problema.
- Pero siendo demonio puedo hacer lo mismo de no envejecer y vivir muchas décadas.
- Mientras no te arrebaten tu corazón de cristal.
- Exacto.
- Creo que ya estamos muy ebrios porque estamos hablando muy quitados de la pena.
- Pero quien puede escucharnos-Decia Tai pero del otro lado de la habitación oía una hermosa mujer de cabellos rojizos que veía su taza de te.
- Se le ofrece algo más señoría
- Así estoy bien muchas gracias.-Dijo con delicadeza, la joven hace una reverencia y se retira deslizando la puerta.
- Quien lo diría los tres clanes dejando todo por amor, que hermosa historia , pero eso se les acabará, solo esperen y veran, su vida feliz será destruida y lo pagarán muy caro serán sus hijos, cada sufrimiento y dolor que me causaron lo pagarán ellos-Donde en el agua podía reflejarse a una mujer de cabellos rubios y ojos rosas dibujandole una sonrisa en sus labios color carmesin.
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