Capitulo 12: Diana de Gales

Diana, princesa de Gales (Diana Frances Spencer; Sandringham, 1 de julio de 1961-París, 31 de agosto de 1997), también conocida como Lady Di, fue la primera esposa de Carlos de Gales, el heredero de la Corona británica, con quien tuvo dos hijos, Guillermo y Enrique.

Diana Frances Spencer nació en el seno de una familia perteneciente a la aristocracia británica, hija menor del matrimonio formado por lord John Spencer, VIII conde de Spencer y su primera esposa, la honorable Frances Ruth Burke Roche, hija a su vez de Mauricio Roche, IV barón de Fermoy. Diana nació en Sandringham, Norfolk, Inglaterra, el 1 de julio de 1961, a las 18:45 horas.

Bautizada en la iglesia de Santa María Magdalena por el reverendo Percy Herbert (rector de la iglesia y exobispo de Norwich y Blackburn), tuvo como uno de sus padrinos a John Floyd, presidente de Christie's. Fue la tercera hija de la familia, precedida por lady Sarah Spencer (1955), por lady Jane Spencer (1957) y por John Spencer (1960), y seguida por Charles Spencer (1964). En rigor, Diana no era de origen plebeyo (véase masas), como sí fue el caso de Catherine Middleton.

Las dos abuelas de Diana fueron en su momento Damas de la Reina Isabel, la Reina Madre.

A raíz del divorcio de sus padres en 1969, Diana, su madre y su hermano menor tuvieron que ir a vivir a un apartamento en Knightsbridge, Londres, donde asistió a una escuela regular. Su madre fue demandada por la custodia de sus hijos, y un testimonio de lady Fermoy en contra de su hija durante el juicio contribuyó a la decisión del tribunal de otorgar la custodia de Diana y su hermano a su padre.[cita requerida]

En 1976, John Spencer se casó con Raine McCorquodale, única hija de la novelista romántica Barbara Cartland. Durante ese tiempo, Diana viajó por todo el país, compartiendo tiempo con su padre en Northamptonshire y con su madre en la isla de Seil, frente a la costa occidental de Escocia. Al igual que sus hermanos, nunca llegó a vivir en compañía de su madrastra.

Diana se educó en la escuela Silfield Kings Lynn, en Norfolk; más tarde, en Riddlesworth Hall, también en Norfolk y en West Heath Girls' School, en Sevenoaks, Kent, donde la consideraban una mala estudiante. En 1977, a los 16 años, dejó West Heath y asistió brevemente al Instituto Alpin Videmanette, subsede de la escuela en Rougemont, Suiza. Fue entonces, mientras acompañaba a su hermana Sarah, cuando conoció en persona por primera vez a su futuro marido. Diana parece haber sobresalido en natación y en buceo, pero su deseo era convertirse en bailarina, por lo que asistió a clases de ballet durante un tiempo.

Antes de cumplir 17 años, se mudó a Londres, a un apartamento en la zona de Kensington y Chelsea, donde vivió hasta 1981.

El 29 de julio de 1981 contrajo matrimonio en la Catedral de San Pablo de Londres con el príncipe Carlos de Gales, trece años mayor que ella. Todas las casas reales asistieron al enlace, con excepción del rey Juan Carlos I de España, quien declinó la invitación, puesto que la luna de miel de la pareja incluía una escala en Gibraltar. En el momento de su matrimonio, lady Diana se convirtió en Su Alteza Real la princesa de Gales. A partir de entonces, fue un personaje muy popular, tanto por su colaboración en obras humanitarias como por su carisma. Su estilo de vestir y sus peinados eran imitados constantemente. El constante interés de la prensa por la figura de la Princesa la convirtió en una de las figuras más icónicas de la cultura popular a nivel mundial.

La relación con su esposo empezó a mostrar fisuras a finales de la década de los ochenta, y a comienzos de los años noventa hubo un distanciamiento entre ambos cónyuges.

La pareja real tuvo dos hijos: los príncipes Guillermo y Enrique.[2]​ Diana les inculcó una magnífica educación y valores humanistas, y con ellos realizó actividades que no eran típicas de la monarquía, con la firme determinación de que tuvieran una infancia como cualquier otra persona que no perteneciera a ese estatus: los llevó a restaurantes de comida rápida, parques temáticos o bien a centros de tratamiento para enfermos y a albergues de necesitados, procurando que sus hijos conocieran de primera fuente la situación de personas sin recursos.

Tras el divorcio, Diana tuvo que restituir a la reina la Tiara de los Enamorados de Cambridge, un obsequio de bodas que había utilizado en múltiples ocasiones. Desde entonces, Diana se centró en sus colaboraciones solidarias, y proyectó una imagen aún más carismática y cercana. También prestó su imagen pública a diferentes organismos humanitarios y apareció en multitud de actos en beneficio de los sectores más marginados de la sociedad. Por aquel entonces, ya era considerada un ícono de moda y elegancia a nivel internacional. Entretanto, la prensa sensacionalista continuó explotando todas las facetas imaginables de Lady Di.

A fines de la década de 1980, la princesa de Gales se hizo popular por su respaldo a causas humanitarias. Ayudó a niños pobres en África, figuraba al lado de personalidades como Nelson Mandela, el Dalái lama o la madre Teresa de Calcuta y también presidió numerosas fundaciones benéficas.

Diana decidió tomar un rol activo como princesa de Gales en lugar de pasar sus horas en palacio. Se involucró con diversas causas, entre ellas la de pacientes con sida, ancianos y personas con adicciones, con lepra y con problemas diversos de salud.

Su último compromiso de esta índole tuvo que ver con la erradicación de las minas antipersonales. Pocos días antes del accidente que le causó la muerte, visitó Bosnia, como parte de la Red de Sobrevivientes de Campos Minados, y se estima que su participación determinó varias acciones en contra del uso de este tipo de armamento. De hecho, en 1997, la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona obtuvo el Premio Nobel de la Paz, teniendo a Diana como uno de los personajes que más relevancia mundial dieron a la campaña.

El 31 de agosto de 1997, Diana murió, como consecuencia de un accidente automovilístico, en el interior del Túnel de l'Alma, en la margen norte del río Sena, en París, Francia. Fallecieron, en el mismo accidente, su pareja Dodi Al-Fayed y el conductor del automóvil, Henri Paul. El único superviviente del accidente fue el guardaespaldas de Al-Fayed, Trevor Rees-Jones: nadie excepto él llevaba puesto el cinturón de seguridad.

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