"Siempre y cuando el novio no esté borracho..."
Días después....
- Entonces, díganos Señorita Love ¿Cuál es el secreto para hacer la propuesta ideal? – Estaba siendo entrevistada en televisión nacional, por un guapo periodista que dirigía el noticiero de la mañana, un noticiero popular en todo el país por su estilo fresco y ameno.
- Bueno, en realidad temo desilusionarle, pero no hay secreto alguno.
- ¿Cómo es eso?
- Cuando una mujer está realmente enamorada y sueña con pasar el resto de sus días al lado del hombre que ama, no le importa tanto como es que le pidan matrimonio, si es de forma sencilla o elaborada, no importa, siempre y cuando el novio no lo haga estando borracho.
Lo último hizo reír al conductor del noticiero.
- Quizás no sea lo idóneo, pero ¿Y si se embriagó para armarse de valor?
- ¿Armarse de valor? Ni que fuera a tratar con tigres de la India encerrado en una jaula, el amor mismo debe dar valor suficiente, la embriaguez solo produce pésimas declaraciones de amor, créame. – Al decir lo último deseó haberse mordido la lengua.
- ¿Deduzco que habla por experiencia propia? – A ella no le quedó de otra que sonreír abiertamente.
- Lo dejaré con la duda.
- Eso es cruel.
- Soy Krista Love, soy todo menos cruel.
Luke estaba tranquilamente con una taza de café en la mano, en el área de dibujo supervisando unos planos, la política de la empresa era relajada y por ello había un enorme televisor en el área de descanso que quedaba justo al lado del área de dibujo, escuchó silbidos de algunos de los que degustaban un café antes de iniciar las labores del día que provenían de dicho lugar. Dio algunas instrucciones y fue hacia allá. Todos veían el televisor, y en cuanto él enfocó su mirada hacia allí, se quedó en blanco. Era ella, era Krista, tranquila y relajada mientras era entrevistada por ese famoso periodista que la miraba con apreciación masculina, ella contestaba sus preguntas y sonreía, apretó la taza de café con fuerza. Estaba tan bella. Iba vestida de color malva, no tenía ni idea de que hablaban, comprendía que hubieran silbado los chicos, ella en realidad lucía espléndida. Algo que ella dijo logró colarse en su mente y hacerlo escuchar lo que decía: Siempre y cuando el novio no lo haga estando borracho.
¿De qué rayos hablaba? Siguió el resto de la entrevista con avidez. ¿Habla por experiencia propia? Le preguntaron. Ella sonrió ampliamente y él tragó saliva. Lo dejaré con la duda, fue su enigmática respuesta. Finalizó diciendo que era Krista Love y no podía ser cruel. ¿Krista Love? No sabía que había formulado la pregunta en voz alta y le fue contestado por uno de los presentes.
Ella hace propuestas matrimoniales, es decir, ella las prepara a pedido del novio o novia. Es toda una empresaria por lo visto.
- Y muy guapa, por cierto. – Añadió otro. Pero él seguía como en shock. -¿propuestas matrimoniales?
- Creo que la contrataré. – Dijo Julio.
- ¡Que! – Fue la respuesta a coro de varios. - ¡Julio va a casarse! ¿Ya lo pensaste bien amigo? ¡Estás loco! – Y así siguieron diversos comentarios bromistas de todos, eso le permitió a él retomar el control. Krista...
No la veía desde aquella fatídica noche, pero no la había olvidado. Ella nunca aceptó escuchar explicación alguna, de hecho, se había ido al siguiente día y no le quisieron dar su nueva dirección, hacía dos años después de vanos intentos personales por localizarla se había decidido a contratar un detective, el cual le informó de su paradero. Vivía en la mismísima capital, en la misma ciudad que él y tenía novio. Un novio que la adoraba y con quien se casaría pronto, cosa que parecía no había pasado. ¿Y ahora se dedicaba a preparar propuestas matrimoniales para los demás? ¡Sí que lo odiaba, a él y a su horrorosa proposición de aquella vez! Pero, ¡qué demonios! ¡Tenía que verla!
*****
-Tranquilo, todo va salir bien. – Le decía Krista al nervioso novio.
- Sé que es la experta, pero, siempre algo puede salir mal.
- No veo qué.
- Que ella me diga que no, por ejemplo.
- ¿Duda de que ella lo ame? – Preguntó ocultando el destello de alarma en su voz, ella no perdía nada si la novia decía que no, ya había pasado dos veces, pero la derrota y el corazón roto no se lo deseaba a nadie.
- Sé que me ama. – Fue la respuesta, ella suspiró aliviada.
- Entonces, adelante... Ya verá como todo sale bien. El hombre regresó a la sala de cine, donde le esperaba la novia, le entregó las palomitas que había ido a comprar pretexto que había servido para arreglar los detallitos finales con Krista. Las luces de la sala se apagaron y Krista por su transmisor se comunicó con Zulema otra de sus ayudantes. – Todo listo, que empiece la función. - Empezaron los clásicos avances de películas por estrenarse, y después los comerciales, en eso apareció el que había sido preparado por ellos, apareció el chico en cuestión teniendo el mar de fondo, la melodía favorita de la pareja sonaba suavemente. No era algo nuevo en realidad la pedida vía cine, pero seguía siendo emocionante para muchas novias.
- Desde que te vi, no pude apartar los ojos de ti. –Decía en su declaración, nunca lo había dicho en voz alta, pero ni una sola declaración de amor le parecía cursi y pensar así sí que era cursi, por eso Krista mejor se callaba. – después no pude apartar las manos de ti, y ahora no quiero mi vida lejos de ti ¿te casarías conmigo? – Suspiros por parte de las féminas se oyeron por todos lados, las luces se encendieron y la novia feliz aceptó. Una propuesta más que ha sido un éxito se felicitó Kris. ¿Qué más podía pedirle a la vida? Un trabajo que le encantaba, una excelente amiga y socia, tenía dinero, ¿faltaba algo para hacer la ecuación perfecta? No. Se dijo de inmediato, un hombre, NO. Con Luke había tenido más que suficiente.
- ¿Algo sencillo? ¿Alguna idea en particular? – preguntaba Nat al cliente que tenía delante a la mañana siguiente muy temprano.
Krista entró y esperó pacientemente en el sofá mientras mordisqueaba distraída una galleta de chocolate, últimamente llegaban más y más clientes, necesitaban una reestructuración completa para poder atenderlos a todos.
- No quiero nada demasiado elaborado ni tumultuoso.
- ¿Una cena romántica para dos en donde...?
- No tan simple...
- ¿Qué tiene en mente?
- Pues no sé, por eso vine.- Refunfuñó impaciente el hombre.
- Lo sé. Mire yo solo apunto datos que nos pueden servir para elaborar su propuesta, la de la originalidad está detrás suyo. Kris es todo tuyo.
- Está bien –Se incorporó y se sentó en una esquina del escritorio. - Dígame ¿duerme con su novia?
- ¿Qué clase de pregunta es esa?
- Una que servirá para lo que usted quiere.
- Sí. Si dormimos juntos.
- ¿Algún día en especial para proponérselo?
- Por mí, mañana mismo.
- OK, antes que ella despierte, ate a su dedo el extremo de una madeja de hilo.
- ¿El que?
- Una madeja, ovillo de lana...
- ¿Y luego?
- Mejor vamos a su edificio, espero viva en un segundo o tercer piso, si no esto no funcionará. Allí le explicaré con detalle.
El hombre si vivía en un tercer piso, la habitación daba a la calle y ella compró la madeja de hilo en tono púrpura ya que ese era el color favorito de la novia.
- Bien, lo que tiene que hacer es súper sencillo, escuche bien. Antes que despierte ate un extremo de la madeja al dedo de su novia. Aviente por la ventana la madeja hacia la acera, alguien de nuestro equipo la recogerá cruzará la calle y la enviará a la azotea del edificio de enfrente, para cuando eso suceda quiero que usted ya haya bajado y esté dirigiéndose a dicha azotea, allí se le entregará la madeja que quedará entre los dos edificios y usted simplemente la enrollará lentamente de tal manera que mueva el dedo de su novia y la despierte, una vez que ella lo haga obviamente se dirigirá a la ventana, ella lo verá, usted señálele la ventana que es donde pondrá por escrito su propuesta.
- Entiendo, ¿y luego?
- Cuando ella diga que sí, deslice el anillo a través de la madeja hasta que llegue a sus manos... y eso es todo.
¿Cómo verla? ¿Cómo acercarse a ella? Luke se paseaba de un lado a otro de su oficina, era socio desde hace tres años, tenía éxito, tenía todo lo que un hombre podía querer o eso parecía, salía con mujeres hermosas, era envidiado, pero no la tenía a ella...
Pareces león enjaulado. – le comentó Julio al entrar y verlo. – Harás un hueco en la alfombra.
- ¿Ya se lo propusiste a Emily? – Paró de pronto al recordar que Julio había dicho que se lo propondría, podría ser justo lo que necesitaba para llegar a Krista.
- No, aún sigo pensando en usar a Miss. Love, solo que tengo un tirano por Jefe y no me deja nada de tiempo para...
- Calla, yo mismo te acompañaré.
- ¿Qué? – La cara de Julio no tenía precio.
- Lo que acabas de oír. Así no dirás que tu Jefe es un tirano. ¿Podrías moverte y caminar?
No recordaba haberse sentido así de nervioso antes, pero es que ella siempre le había provocado las reacciones más extrañas. Luke aparcó en el estacionamiento del edificio, por lo que él había investigado, todo el lugar era de Miss. Love que era el nombre oficial de la empresa. El lugar era de tres plantas y ubicado en una zona excelente no muy lejos del centro de la ciudad. Llegaron a la recepción donde les preguntaron si tenían una cita.
- No, pero no creo que sea necesario. – Dijo él.
- Me temo que sí que lo es. – la recepcionista esbozó una sonrisa divertida. Aunque si por mí fuera lo dejaría pasar créame.
- ¿si? – No quería coquetear con ella, pero si así podía entrar... - Entonces ¿Por qué no lo haces preciosa?
- ¿LukeEvans? – Inquirió una voz femenina que le sonó familiar, se giró a ver a lamujer y se encontró con Natalia Jonas, mejor amiga de Krista y la que seconvirtió en su enemiga número uno después del incidente aquel. – Los años te han tratado bien... que mal.
- Yo también me alegro de verte.
- No me digas que cayó en tus redes alguna pobre ingenua y tonta chica y nos has buscado para la propuesta.
- Sí que le caes bien. – Le susurró Julio al lado aguantando la risa.
- Natalia, te presento a Julio. Él es el novio no yo.
- Hola. – Lo saludó amable. – Si no tienen cita no puedo hacer nada. – Les dijo a los dos.
- ¿Qué no eres una de las dueñas? – Preguntó Julio.
- Sí, pero eso no significa...
- Por favor no me hagas pagar por lo que este hombre te haya hecho. – Le dijo Julio y le puso su mejor cara de corderito degollado, eso pareció ablandar al menos un poco a Natalia.
- Está bien, pero solo porque aquí estamos a favor del romance. Pasen a la segunda planta y esperen, allí serán atendidos por algunos de los asistentes.
- Pero, queremos que nos atienda Miss. Love. – Intervino Luke con rapidez.
- Quieres verla, ¿verdad? – Natalia se acercó con paso decidió a él y le dijo con voz amenazante. – Ni en tus mejores sueños te ayudaría a lograr tal cosa.
- No podía esperar menos de ti. – Contestó Luke arrastrando las palabras. – Ella no es una niña ¿sabes?
- Suban a la segunda planta antes de que me arrepienta y, Luke... estás advertido. – Dicho eso Natalia se alejó de ellos sin decir adiós.
- ¿Qué le hiciste a esa mujer?
- Absolutamente nada. – Gruñó Luke.
- Me refiero a Miss. Love porque es a ella a quien se referían ¿no?
Olvídalo. – Volvió a gruñir.
- Esto se pone de lo más interesante.
*******
Este móvil es el que tienes que darle a tu novia. – Le decía Krista al chico que atendía, era bastante joven no pasaba de los 25 años, quería algo atrevido y diferente. – llámale e inicia la video llamada en cuanto te lances de la avioneta, haz todas las piruetas que quieras para entretenerla y tener toda su atención puesta en ti, mientras te observa abres el paracaídas segundos después, enfoca el móvil de tal manera que vea las letras que irán impresas en tu paracaídas por dentro ¿Cuáles serán, por cierto?
- Vivamos juntos siempre una aventura, cásate conmigo Ana.
- Perfecto, te esperan hoy a las 4:00 pm en la pista de aterrizaje.
En cuanto el chico salió, Krista se quitó la chaqueta y se soltó el pelo, le dolían un poco los hombros y la nuca, se quitó los zapatos y recordó que no podía tirarse a descansar un rato en el sofá puesto que recién lo había cambiado y estaban por traerle uno nuevo, pero estaba tan, tan cansada y la alfombra se veía tan apetecible. Sin detenerse a pensarlo más, se tiró a la alfombra y lanzó un suspiro de alivio.
- Quiero verla, eso ni tú ni nadie va a poder evitarlo. –Luke tenía delante a Natalia quien, dudando de él y con razón, les había alcanzado y le pedía se largara del edificio.
- ¿Para qué, Luke? Ella está bien, muy bien ¿Le quieres arruinar el día?
- ¿En dónde está?
- ¡Ni muerta te lo digo!
- Tercer piso, la última puerta yendo por el pasillo central. – Le dijo Julio quien llegó en ese momento con la información conseguida gracias a una secretaria.
Gracias. – Dicho eso, esquivó a Natalia y de un salto alcanzó el ascensor, lamentablemente vio que Natalia logró alcanzar el otro ascensor casi inmediatamente. Los dos llegaron prácticamente al mismo tiempo y ambos echaron a correr hacia la oficina de Krista. Obvio que él ganó. Abrió la puerta de golpe y se detuvo al verla tirada en el piso. - ¡Por Dios! ¿Krista, estás bien? – Corrió hacia ella.
Lo último que quería Krista era ser descubierta en el piso de su oficina, pero lo último que habría esperado y deseado en la vida era ver de nuevo a Luke, se incorporó de golpe y casi le dio en la mandíbula.
- ¡Luke! – Le dijo aun sentada en el piso. - ¿Qué rayos haces aquí?
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