37.

Mark y Donghyuck le hicieron una visita sorpresa a Jungwoo y Yukhei, los chicos los recibieron dulcemente a su pequeño negocio con brillantes sonrisas, el lugar mágicamente estaba lleno, puesto que la publicidad que hacían últimamente era buena.

— ¿Necesitan ayuda? — Preguntó Donghyuck en el mostrador.

— No pequeño, tú solo permanece junto a Mark, nosotros nos encargamos de esto. — Dijo Jungwoo alegremente.

Donghyuck asintió y tomó asiento junto a Mark, el cual dejo el celular con el juego que le entretenía de lado.

— Hoy es el gran día cariño, estoy nervioso por ello.

— No debes estarlo, ya verás que será más fácil de lo que crees. — Dijo con una pequeña sonrisa besando sus labios rápidamente.

— Eso espero. 

...

— ¡Ay Mark! No puedo creerlo... Eso es muy grande. — Gritó sorprendido Donghyuck.

— Tú ya lo habías visto Donghyuck... No sé por qué actúas así.

— Aún así... Parece otro. — Murmuró con ambas manos sobre su cabeza.

— Déjame pasar a darle este regalo a tu madre antes de que se me caiga de las manos. — Pidió el chico en medio de la puerta.

— Ugh, bueno pasemos.

Mark terminó de entrar a la casa y siguió a Donghyuck por la misma hasta llegar a su suegra, la cual se encontraba preparando un estofado en la amplia cocina con un delantal puesto.

— Buenas noches señora Lee, soy Lee Mark el hijo de su novio... Digo digo el novio de su hijo.

Tanto Donghyuck como su madre empezaron a reír estruendosamente captando la atención de Jisung el cual se encontraba estudiando porque se había decidido a entrar en una universidad y dejar su trabajo de medio tiempo.

— ¿Qué sucede, cuál es el motivo de sus risas? Me han interrumpido ¿Saben?

— Lo siento hijo, es que el novio de tu hermano está muy nervioso, no es como si me lo fuera a comer.

Mark tenía sus mejillas sonrojadas debido a la pena que había comenzado a sentir desde el momento exacto en el que su suegra se burlo de su metida de pata.

— Dime jovencito, ¿Qué es lo que traes ahí? — Preguntó curiosa la señora Lee.

— Es un regalo que le traje. — Respondió el chico extendiendo la gran caja.

— Oh vaya, muchas gracias Mark, lo abriré más tarde, ahora debemos prepararnos para comer el delicioso estofado que he preparado yo misma. — Declaró con una sonrisa brillante en su rostro mientras sacaba las vajillas del sitio donde solían guardarlas.

Cabe destacar que la señora Lee no es muy reconocida por preparar platillos con un sabor agradable, tanto Jisung como Donghyuck se acostumbraron a pedir servicio a domicilio con tal de no comer de lo que preparaba su madre.

Donghyuck y Jisung observaban a Mark, el cual estaba a punto de dar una probada al estofado de su madre, al ver que el chico no puso ninguna cara de disgusto se sorprendieron al punto de quedar horrorizados, entonces ellos imitaron su acción y al probar la comida tomaron inmediatamente agua.

— Mmh, señora Lee esto está demasiado bueno. 

Mark no mentía, incluso repitió dos veces dejando petrificados tanto a Jisung como a Donghyuck, los cuales se excusaron con que habían comido algo malo y no tenían ganas de comer nada.

— Muchas gracias por la cena, tenía tiempo sin comer algo tan bueno como esto.

Como Mark vivía absolutamente solo, era sumamente descuidado con sus comidas, lo único que se dignaba a comer eran sopas instantáneas o enlatados, por eso al probar algo diferente lo sintió como una exquisitez. 

La señora Lee amó a Mark, eso lo supo el chico cuando fue invitado cada domingo a cenar en su casa.

— Yo debo retirarme mis amores — Declaró la señora Lee mientras tomaba su cartera — No hagan desastres, volveré mañana.

Los hermanos se despidieron de su madre, la cual ha estado teniendo citas con un hombre misterioso, a ellos les agradaba aquello, que su madre disfrutara de ser una adulta y no solo trabajara para mantener el hogar.

Cuando la señora se terminó de ir, Jisung se fue a su habitación y se cambió la ropa para irse, Donghyuck se llevó a Mark a su cuarto quedando completamente solos en la casa.

— Sabes... — Empezó a hablar Donghyuck — Puedes quedarte a dormir hoy conmigo, no quiero estar solo en esta casa.

— No sé si sea lo mejor... ¿Y si tu mamá llega más tarde?

— Créeme, ella no llegará hasta mañana así que puedes relajarte, no te preocupes por nada, ¿Sí? — Dijo sentándose encima de su novio para robarle un beso.

— Ah Donghyuck, quieres matarme. — Dijo apresando sus labios con los ajenos logrando sacarle un suspiro de lo apasionado que estaba siendo con sus manos sobre su cabello.

— Vamos a... Darnos amor esta noche, ¿Sí? — Susurró Donghyuck en el oído de su amado mientras le quitaba la camisa, dejando a la vista su torso blanquecino expuesto — Delicioso...

Mark no supo nada más de su cordura cuando el menor empezó a lamer su cuello a medida que succionaba suavemente sin marcarlo, la lengua de Donghyuck iba bajando hasta que llegó a sus pezones, con los cuales jugueteó un rato usando tanto manos como dedos, dejándolos erectos y enrojecidos.

— Donghyuck... — Jadeó el pelinegro intentando alcanzar la camisa del nombrado — Quítate la camisa, deseo verte.

Donghyuck lo hizo, no sin antes acercarse a los labios de Mark y devorarlos hasta dejarlos hinchados.

Entonces el mayor de los dos tocó curioso todo el abdomen del chico contrario con sus delgados dedos, lo observó con su mirada llena de lujuria por un buen rato y se esmeró en llenarlo de besos mojados por todos lados, disfrutando de las cosas que murmuraba Donghyuck en el aire.

— Eres maravilloso Donghyuck. — Dijo quitándole los pantalones para observarlo mejor, tomó el elástico del bóxer ajeno y lo quitó para poder tener el gusto de ver a Donghyuck completamente desnudo.

— Hyung... Pruebe todo de mí.

Y Mark lo hizo, con una mano tomó el miembro del menor y lo masturbo lentamente, luego dirigió su boca a el y lo engulló por completo, provocando que Donghyuck se volviera loco al ver directamente a los ojos a su novio devorar su pene con una mirada llena de lascivia, el chico llevo sus mano al cabello del mayor y lo acarició, dejándose llevar por las sensaciones del momento.

— Me encanta... Me encanta... Mierda se siente malditamente bien — Decía cada vez que Mark aumentaba el ritmo de la mamada.

Pararon en ese momento y volvieron a besarse, solo que esta vez fue un poco más sucio debido a los ruidos que provocaban ambos, en un abrir y cerrar de ojos Mark ya había sido despojado de sus últimas prendas siendo invadido por las manos curiosas de Donghyuck que iniciaron un vaivén lento sobre su hombría, todo su cuerpo amaba las sensaciones que era capaz de sentir con Donghyuck, para cuando este llevó su boca hasta el lugar que estuvo manipulando por un buen rato con su mano, soltó un gemido seguido de una maldición, Donghyuck metía y sacaba su pene de su boca y de vez en cuando se dedicaba a darle lengüetazos.

El menor de los dos se sentía a explotar, por ello sin dejar de ver al mayor se dedicó a prepararse él mismo para transmitir seguridad delante del pelinegro.

— Ya estoy listo, hazlo.

Donghyuck pegó su rostro al colchón y alzó todo su trasero, dándole una mejor vista a Mark, quien se dedico a tocar el culo de su novio sin vergüenza alguna, sus ganas de morder ambas nalgas estaban ahí, sin pedir permiso llevó sus dientes y mordió ambas con fuerza y las succionó dejando marcas dispersas, su mano las masajeó por un buen rato y dijo:

— Jodido culo, es tan hermoso, me encanta. — Dijo propinando una nalgada suave.

— Mmgh, Mark...

El pelinegro masturbo su miembro y lo introdujo al ano de Donghyuck suavemente con ojos dilatados de placer, el menor era un desastre de gemidos a la vez que intentaba callarlos contra el colchón.

Para cuando logró entrar por completo los dos suspiraron, el menor se aferró a las sábanas y Mark a sus caderas para poder embestirlo lentamente al inicio.

El sonido de sus testículos chocando contra las nalgas de Donghyuck y los gemidos de ambos era lo único que se lograba oír por toda la habitación, haciéndolos sentir orgullosos en cierto modo.

El pelinegro paró y se salió del interior de Donghyuck para poder besarlo, este lo obligó a acostarse sobre la cama para así poder ser él quien esté arriba.

Con cuidado devoró el pene de Mark y empezó a dar pequeños saltos que fueron aumentando a medida que pasaba el tiempo, cada estocada era concisa dando en el punto de Donghyuck, olas de placer se fundían en sus cuerpos, llevándolos a la cima a ambos, los cuales solo se encargaban de gastar sus energías disfrutando del buen rato que se propinaban juntos.

Los dos estaban a punto de llegar al clímax y lo sabían, por ende Mark aferró su agarre a las caderas del menor e impulsó las suyas hacia arriba fuertemente cuando Donghyuck saltó por última vez viniéndose en su abdomen.

Un último gemido de sus bocas fue lo que se escuchó después de las respiraciones pesadas de los dos.

— Ah... Eso fue magnífico... — Dijo Mark levantándose de la cama — Vamos a darnos un baño juntos, ¿Sí?

Donghyuck hizo lo mismo pero con cierta dificultad al caminar, se acercó a su novio y le dio un suave beso.

— Me encantas. — Dijo tomando camino al baño.

...

— No creí que tu cuerpo fuera tan hermoso sin ropa Donghyuck. — Dijo el chico que enjabonaba la espalda del nombrado.

— ¡Hyung! No diga esas cosas. — Contestó el chico girándose para ver de frente a su novio.

— Solo digo la verdad, no sabes cuánto me pones al verte con el cabello mojado. — Dijo atrayéndolo a sí mismo para besarse una vez más en esa noche.

— Me encanta cuando es así de atrevido — Contestó tomando la punta del miembro de Mark.

— Donghyuck...

— Tranquilo hyung, no me sobrepasare esta vez. — Dijo agachándose para quedar arrodillado frente al mayor.

— No me provoques...

— Ya lo estoy haciendo. 

Donghyuck masturbo el pene dormido de Mark para después lamerlo de arriba a abajo provocando que este se endureciera.

— Cuando me meta su gran polla por completo a mi boca lo veré a los ojos y quiero que usted me tome del cabello y tire fuertemente de el para controlarme a su gusto, ¿Bien?

Al mayor no le costó seguir aquellas instrucciones, no había palabras para demostrar lo sorprendido que estaba de conocer aquel lado de su novio, el cual metía todo su pene por completo a la boca con la mirada oscurecida.

Para cuando terminaron de darse el baño quedaron completamente rendidos encima de la cama, abrazados inhalando el olor que desprendían ambos, siendo invadidos solo por la luz de la luna, la cual se colaba sin permiso por la ventana de Lee Donghyuck.

Al día siguiente los felices novios se encontraban con el mejor humor del mundo, se despertaron como una pareja casada y salieron de la casa por el desayuno ya que ninguno de los dos tenía ganas de cocinar.

— En un futuro me gustaría despertar todas las mañana contigo a mi lado. — Confesó Donghyuck sorbiendo su café.

— Pensamos igual Donghyuck, no me gustaría que fuera otro el que tenga ese privilegio, quiero ser yo y solo yo, de verdad.

— Ah, ¿Por qué tendré un novio tan lindo?

— No lo sé, será porque... ¿Tu novio tiene el mejor novio del mundo y debe comportarse así porque le sale natural?

Aquel par enamorado terminó de comer su desayuno y se dirigieron juntos a una cabina de fotos que quedaba cerca del lugar, se tomaron varias fotografías y las recogieron.

— Nos vemos tan lindos juntos, ¿No lo crees? — Preguntó Donghyuck sonriéndole a la foto.

— ¡Donghyuck! — Gritó Jisung con Kun al lado — No sabía que estarían por estos lados.

— Bueno Sung, no estaríamos todo el domingo encerrados en casa. — Declaró Donghyuck con obviedad, ganándose una risa ahogada por parte de su hermanito. 

— Yo que ustedes me hubiese quedado todo el santo día en la cama haciendo lo que de seguro hicieron toda la noche... Como sea — Dijo cambiando de tema al ver la expresión de la pareja — ¿Van a algún lugar? — Preguntó curioso tomando del brazo a Kun.

Donghyuck miró a Mark sin saber que contestar, puesto que ninguno había planeado absolutamente nada para hacer durante ese día, por ende fue el mayor de los dos quien terminó contestando a esa pregunta.

— Podemos ir con Yukhei y Jungwoo, ellos abren su tienda los domingos pero la clientela es mínima, supongo que podríamos hacerles compañía un rato, ¿Se animan?

Los tres asintieron y fueron hasta ese lugar en el carro de Kun, el cual estaba estacionado a una cuadra del lugar en el que se encontraban juntos.

En el camino, Jisung se tornó curioso por como le había ido a su hermano en la noche anterior con Mark, el cual nunca en su vida había experimentado del sexo con un hombre, por ello aprovechando que Kun y el novio de su hermano estaban distraídos con una conversación que no le interesaba en lo más mínimo preguntó:

— Hey, Donghyuck — Dijo susurrando — ¿Cómo te fue anoche?

— Fue de maravilla Sung, no me quejo de nada, de verdad se esmeró para bien. — Contestó con las mejillas encendidas.

— ¿Tanto te ha gustado? Creí que sería bien inexperto. — Dijo burlándose.

— ¡No te daré detalles! Solo confesaré que tengo ganas de mucho más...

Cuando llegaron al lugar, la feliz pareja se encontraba gustosa de recibirlos en su establecimiento, como en esos momentos no había nadie haciendo pedidos cerraron el negocio y jugaron Jenga hasta aburrirse, contaron anécdotas y salieron cuando ya era medianamente tarde a un lago que se encontraba sumamente cerca.

El lugar estaba lleno de parejas que no paraban de abrazarse o darse besos, para ninguno era incómodo ya que estaban acompañados.

— Este lugar es hermoso. — Dijo Donghyuck observando el cartel de bienvenida con luces llamativas.

— Sí, lo es, aquí venimos Yukhei y yo cada vez que deseamos estar lejos de las personas. — Comentó Jungwoo tomando la mano de su novio.

Tanto Mark como Donghyuck observaron a la feliz pareja, deseando en un futuro ser así como ellos, unidos y amorosos en todo momento sin que nadie lo arruinara.

Las tres parejas se distanciaron y fueron a recorrer el lugar, cuando Mark y Donghyuck encontraron un lugar cómodo se sentaron y no pararon de decirse lo bien que se sentían el uno con el otro.

— ... Estoy muy feliz en este momento, no quiero pensar en nada más que en el presente estando contigo siempre, me gustas mucho Lee Donghyuck. — Dijo Mark acariciando los suaves cabellos de su pareja.

— También me gustas Lee Mark, mucho, y no quiero estar con nadie más que no seas tú. — Contestó finalizando con un beso dulce, lento y tranquilo.

Que hermosa la sensación que eran capaces de sentir dentro de sus corazones, ambos estaban bien juntos, estaban seguros que de no ser por Yerim jamás hubiesen acabado de tal forma, probablemente Mark seguiría en citas con chicas buscando a la indicada y Donghyuck solo le dedicaría tiempo y alma a su ex amiga y universidad.

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