Capítulo 6

El rubio tan solo se quedó más tiempo despierto, ya no había cigarro en su boca o humo en el aire, una vez se acabó el último decidió guardar la caja nuevamente y quedarse mirando a la nada, estaba celoso de lo que sea que le haya hecho su hermano a elizabeth aunque no podía culparlo, el mismo sentimiento de celos que él sentía en esos momento seguro era igual a él que melia había sentido cuando la al una le había contado sobre el beso de la mañana con aquella mujer, se sentía culpable por haberlo golpeado pero simplemente había terminado con su paciencia definitivamente

Algo que lo tenía angustiado era que sí al día siguiente su hermano tenía algo de sangre seca en el labio por el golpe seguro tendría que también golpearlo debido a aquel estúpido tratado, ya era demasiado tarde para arrepentirse y a pesar de todo no quería hacerlo, quería a elizabeth para él, la necesitaba con él y no sabía  ni quería saber de él dolor tan inmenso que le causaría si su hermano termina quedándose con ella,  mejor ya no quiso pensar en eso, tan solo suspiro caminado hasta su cama y si pensarlo dos veces se recostó para dormir, ya había tenido suficiente cosas que soportar ese día

*

El desayuno fue realmente tenso, para suerte de meliodas no se notaba el golpe en el labio de su hermano pero si se notaba la ira contenida en sus ojos esmeralda, ambos estaban enojados, celosos y por sobre todo tenían miedo, aquel pensamiento de salir lastimados y derrotados los estaba carcomiendo por dentro, toda su vida fueron sólo los dos, meliodas y melia, juntos hasta el fin de los tiempos y ahora se trataban como dos desconocidos

Al despertar meliodas tuvo que lavarse los dientes para que no se notará el olor a cigarro proveniente de su boca, de todas formas no podía luchar contra un ataque de ansiedad por lo que si llegaba a pasarle de nuevo no sabía cómo se controlaría, mucho más por qué después de el golpe que le dio a melia dudaba que tratara de ayudarlo, aunque se lo merecía, no debió de estallar de esa forma

—Ya me voy... — meliodas tan solo se levanto de la mesa tomando sus cosas y caminando hasta la puerta con lentitud, con eso pudo decirle sin palabras a meliodas que no le daría ventaja, al menos no ese día, ya tendría que encontrar un momento en el cual hablar con elizabeth un rato, melia tan solo bufo molesto, al parecer las cosas iban de mal en peor con ellos dos ahí — Nos vemos allá —

—Si... — respondió este a secas mirando como su mayor se retiraba con calma de el lugar dando pasos largos y sosteniendo esa máscara de calma lo más que podía, tenía que admitir que fue su culpa que meliodas lo golpeara pues lo provocó mientras tenía ansiedad y eso lo hace ser violento pero no podía culparlo, así como meliodas tenía ansiedad él tenía asma y aunque hacía mucho ya que no le daba un ataque esa situación en la que se metieron hacía que tuviera su inhalador a la mano, no quería que por el enojo estuviera a nada de desmayarse o morir ya que el dolor en su pecho se había vuelto cada vez más insoportable 

*

Meliodas estaba sentado en su lugar relativamente tranquilo, un ligero y muy pequeño ataque de ansiedad estaba comenzando a brotar en su cabeza pero al ser la mínima cosa era capaz completamente de calmarlo antes de que eso lo hiciera perder el control y salir corriendo a los brazos de la albina, la miraba platicar con sus amigas lanzándole miradas de vez en cuando pero solo las ignoraba o hacía como que no la había notado aún, eso lastimaba a Elizabeth, mucho más por que asesar de todo Melia estaba a su lado hablando tranquilamente con ella haciendo que su corazón se acelerara, sus manos temblaran y se confundiera más ¿le gustaba meliodas o Melia? ¿De verdad le gustaban o solo era un sentimiento pasajero? quizá y solo los quería com amigos y en realidad su corazón estaba confundiendo la amistad con el amor...no...uno que solo busca ser tu amigo no te coquetea a cada rato ni te besa de esa forma, ambos hermanos le estaban dando indicios de que la querían eso ¿A quien? Quizá podría convivir con ambos y el que amara más al final se quedaría con él, no, no quería lastimarlos dándoles falsas esperanzas a ambos pero solo de esa forma ella podría salir de ese asunto doble. 

Todo se había vuelto confuso desde que los conoció ¿quien es meliodas? ¿quien es Melia? ¿quien la tenía loca o quien le gustaba? No podía pensar con claridad y por el simple hecho de que son gemelos y miso son totalmente idénticos la ponía más confundida ¿era posible enamorarse de dos a la vez? ¿podría estar con una relación de tres? no podía, no quería que la tacharan de puta o zorra por dormir con dos hombres que para colmo eran gemelos aparte de que no sería capaz de hacerlo, sería vergonzoso e incomodo que meliodas la vea cuando melia y  ella se besan o  que Melia vea cuando meliodas y ella se besen ¿por que tenia que ser tan confuso todo? 

—Eli!!! tierra llamando a Eli!!!— la voz de Elaine la trajo de nuevo a la realidad mientras se daba cuenta un Melia ya estaba en su lugar mirándola algo raro debido a que se perdió en sus pensamientos al igual que meliodas y a Diane y Elaine completamente preocupadas — Dios nena te perdiste en tu mente —

—L-lo lamento solo pensé en algo—las dos amigas solo se miraron cómplices, sabían en qué pensaban pero no creían que fuera malo o peligroso ¿que tan difícil era escoger a solo uno? No creía que fuera tan malo ¿o si? nadie podía salir herido de todos modos puede que solo uno la quisiera y el otro la mirara como amiga, dudaba que las cosas se salieran de control, lo que menos querían era que su amiga saliera lastimada pues Diane era capaz de golpear a ambos hermanos y Elaine no sabía de lo que era capaz, su ventaja era que eran familia y una llamada a su tíos sería suficiente para que meliodas y Melia se controlaran en el acto 

—Bueno ya,  será mejor sentarnos pues ya iniciaron clases —

—¿Ya?—

—Eli te quedaste mirando a la nada mucho tiempo!!!— exclamó la de ojos morados mientras reía y jalaba a su querida amiga hacia su asiento con diversión, al parecer Elizabeth estaba más concentrada que se costumbre mucho más debido a la actitud de meliodas, cara sería, ojos perdidos, su pierna con un tic nervioso y algo que parecía ser sudor en su frente, ¿que lo tenía tan nervioso? ¿Por qué parecía observarla y apartar la mirada rápido? seguro era por el beso pero no importaba en absoluto, bueno, si importaba, no se conocían en nada y ya lo había besado, sol que en cada beso había notado algo diferente, en el primero tenía sus ojos esmeralda brillando mientras parecía embobado mirándola mientras que el de el día anterior tenía sus ojos verde oscuros y opacos, no brillaron y parecía que estaba obsesionado con ella, como si diferentes personalidades la mirara, estaba más confundida que de costumbre 

*

¿Que era peor que  encontrase con tu peor enemigo? Pues para Elizabeth era trabajar en equipo con los dos chicos que le gustaban, los hermanos solo se miraban fijamente mientras la observaban de reojo y asesar de estar enojados entre ellos no podían evitar sentir la misma preocupación, ella en cambio seguía examinando a ambos, por su parte Melia se tocaba mucho el pecho como si le doliera mientras que meliodas cada vez tenía más tics y parecía querer salir corriendo,ambos estaban mal y ella no sabía que hacer empezando por qué una mirada de sus ojos la hacía sonrojar  y perderse en la luz o la oscuridad, a pesar de que los quería no podía confiar en ellos, no dejaban de ser hombres, uno ya la había lastimado tratándola como un objeto basura mientras que ellos dos a pesar de que eran raros la trataban bien, no quería confiar pero debía hacerlo sino nunca podría resolver esa duda que le indicaba a cuál de los dos seguir

— Elizabeth, d-debemos comenzar — comentó sin mirarla meliodas al instante que miraba el problema que debían de resolver, el equipo que resolviera mejor aquel problema que involucraba empresas y muchos riesgos para el que los creo, si querían empezar bien el ultimo semestre necesitaban ser capaces de resolver eso — Eli...—

—S-si yo eh...— ya no dijo más, se acercó a ellos con lentitud mirando el problema y tratando de no estar nerviosa tomando de las manos a ambos acelerando el corazón de los hermanos — al vez si invertimos la jugada podamos detener ese movimiento —

—No creo, si alguien llega a mirar esos documentos la empresa caería y la familia de el empresario igual — respondió Melia controlando el dolor en du pecho y mirando a su hermano, pero meliodas ya estaba perdido, sentía celos, dolor, ansiedad y cariño hacia la albina, tenía que salir corriendo de ahí antes de que el ataque se volviera más fuerte, eso odiaba de él, una vez que le llegaba el primer ataque de ansiedad empezaban a darle varios con el paso de los días, quería ir corriendo a los brazos de su madre y abrazarla para que ella lo calmara hasta que se quedara dormido igual que como lo hacía de niño, ese sentimiento hizo  que su propia ansiedad aumentara a tal grado que todo su cuero temblaba — meliodas tranquilo...— pero el unió no le hacía caso a su hermano, tan solo se levantó rápido asustando a todos y salió corriendo en dirección a la sala o el patio, necesitaba aire fresco —Bueno, se fue—

—Meliodas espera!!!— la albina salió corriendo detrás de él como en una persecución, todos los equipos los miraron raro ante esto menos uno, el de Elaine, quien ya sabía loq ur le había pasado y miraba preocupada la puerta, aveces cuando meliodas se sentía muy presionado la ansiedad lo hacía ser violento con la gente, solo esperaba que pudiera controlarse a tiempo

*

El rubio seguía corriendo en dirección a el campus de la escdula, era mirado rato por todos pero mucho más raro era ver cómo es chica lo seguía de cerca intentando alcanzarlo, cualquiera se hubiera quedado pero ella decidió seguirlo y eso hacía que la miraran mucho más raro, los de nuevo ingreso no sabían lo que sucedía, los que los conocían levemente menos y por razones obvias empezaron a murmurar chismes sobre de que él la vio siéndole infiel con su hermano o algo similar, lo único que hace la gente  hablar es causar problemas 

—Meliodas!!!— por fin habían llegado a el área verde y cuando el aire fresco lleno las fosas nasales de el rubio este se detuvo en seco respirando con dificultad — Meliodas por que...—

—Lárgate Elizabeth— esa voz oscura y llena de maldad a le causo un escalofrío a la albina, a meliodas le dolía hablarle así pero si quería alejarla necesitaba hacerlo — N-necesito estar solo así que por favor vete— 

—No—esa respuesta hizo que se volteara explayado para mirarla fijamente a los ojos, no se esperaba que ella le respondiera de esa forma tan segura, podía mirara que le tenía miedo pero de la misma forma podía ver algo oculto que no comprendía o simplemente estaba demasiado nervioso para entenderlo — Déjame ayudarte—

—No puedes ayudarme, por favor vete — pero cada cosa que le decía se volvía una invitación a que se acercara más, no sabía que le pasaba, apenas y eran amigos, debería de odiarlo por el beso que le dio tanto él como Melia  y aúna si seguía acercándose con una sonrisa en el rostro, la ansiedad ke subió debido a eso, comenzó a sudar en frío, su cuerpo entero tembló y cuando las rodillas le flaquearon solo cerró los ojos dejando que el vacío lo tomara, se había desmayado...

—Meliodas!!!— la albina rápidamente lo tomó en brazos sentándose en el pasto con él, posó su mano en su frente asegurándose  de que no tuviera fiebre tocándolo con cuidado, pues a pesar de estar caliente no tenia fiebre  eso la calmo, solo lo recostó en su pecho mirando que literalmente nadie podría ayudarla y comenzó a oros Uc parse, tendría que esperar a que despertara para llevarlo a la enfermería pero mientras ¿que hacía ? — Tranquilo mel no te dejare —

Mel...— pensó el rubio aún entre los brazos de la mujer que amaba y los ojos cerrados, había despertado apenas escucho su voz pero no quería separarse de esas colinas y de el calor tan bonito que inundaba su pecho, se sentía tranquilo y poco a poco comenzó a sentir que la ansiedad se vaporaba de su cuerpo, ya no necesitaba medicamento,cigarro o botellas de alcohol la necesitaba a ella — maldito Melia le dijo su apodo— 

Por favor despierta, déjame ayudarte Mel— el rubio de verdad quería dejar de preocuparla pero se sentía tan bien que no podía, tuvo que resignarse y abrir sus ojos esmeraldas de una vez, de poco a poco dándole a la aluja una sexy y tierna vista, primero los entreabrió ligeramente y miró su mano haciéndose el confundido 

Parpadeo un par de veces adaptándose a la luz y cuando alzo la mirada para observar a la albina se sonrojó con fuerza y se quedó estático mirándola, en eso ya no estaba fingiendo, de verdad no tenía fuerzas en el cuerpo como para moverse, aún así apartó la mirada con el ceño fruncido y juntos los labios en una línea fina, no estaba molesto pero se sentía mal, la ansiedad se fue pero aún así no dejaba que su corazón siguiera latiendo y algo de miedo brotara de su pecho 

—Meliodas ¿qué pasó?— ¿debería decirle la verdad? ¿Era buena idea decirlo? no lo sabía pero de verdad quería decirlo aparte si quería conseguir su confianza debían de contarse todo ¿no?—Mel ¿que sucede?— 

— Sufro de un transitorio de ansiedad, no se por qué pero en la clase me dio un ataque y tuve que salir corriendo, tiendo a ser violento cuando me dan esos ataques y por eso te pedí que te fueras, no quería lastimarte — esa revelación la dejo en shock, nunca se imagino que una persona como meliodas que era guapo, lo tenía todo y tenía buenos amigos sufriera de algo así, no se imaginaba estar en los zapatos de una persona con ansiedad, para su mala suerte meliodas ya había recuperado la fuerza por lo que con algo de esfuerzo se levantó de su pecho sentándose en el suelo y mirando hacia el cielo —Lamento si te preocupe hermosa —las mejillas de Elizabeth enrojecieron al instante 

—N-no te preocupes, ven vamos a la enfermería— meliodas solo sonrío agradecido y se levanto con lentitud de el suelo, seguía débil pero al menos podía mantenerse de pie, estaba por avanzar cuando las piernas le fallaron y estuvo a nada de caerse, para su suerte ella lo tomó de el brazo con fuerza y lo levantó con cuidado ante de caer — Cuidado —

—Perdóname...—está avergonzado en exceso, ella colocó su brazo alrededor de su cuello para poder ayudarlo a caminar y se sentía tan inútil que literalmente era una molestia para ella, no podía permitirse que ella fuera así con él, no le gustaba sentirse una carga y lo que menos quería en estos momentos era alejarla a pesar de todo — Ve a clase nena, yo iré solo a enfermería — Elizabeth no sabía por qué estaba diciéndole esos apodos pero a pesar de que le gustaban no podía evitar sentirse avergonzada 

 —Te acompaño —

—Elizabeth no lo hagas...—ella paró en seco mirándolo atentamente— Por favor ve a clases, yo iré solo, No hagas esto—

—¿Hacer que? ¿Ayudarte?—fue entonces que nuevamente sus ojos esmeralda se iluminaron con fuerza, la tomó de la cintura, acarició su mejilla y cuando parecía que haría algo más, solo quito su brazo de el cuello de la chica y empezó a caminar 

—Deja de hacer que me enamore más de ti...—esas palabras la dejaron en shock 

*10 meses después * 

El tiempo había pasado, cosas buenas y malas habían pasado, lo bueno de todo era que al fina estaban graduados, adiós escuela y hola a el trabajo y una vida laboral, todos los amigos estaban muy contentos por eso, se veían todos los días horas antes y después de su trabajo algunos tuvieron suerte de que los contrataran otros no tanta pero no dejaban de ser felices, lo malo que había pasado o al menos para Elizabeth es que su sospechas se hicieron claras, estuvo conociendo a ambos por igual y había caído enamorada de ambos, sospechas de una conspiración entre ellos le llegaban a la cabeza pero no lo creía en absoluto, había empezado a salir con meliodas apesar de que también quería a Melia y aún así había algo misterios en ello, un día su amado hirvió tenía los ojos brillantes pero después completamente oscuros, dudaba que Melia se esté haciendo pasar por meliodas ¿o no?

Por su parte meliodas y Melia peleaban más, ahora que meliodas había empezado a salir con Eli Melia se sentía en desventaja, aún así disfrutaba de sus besos y roces cuando se disfrazaba de su hermano gemelo pero no podía evitar sentir unos horribles celos, meliodas podía tocarla en público, besarla mientras que él tenía que esperar hasta que no hubiera nadie para poder tocarla, eso le molestaba, pero para su suerte Melia estaba trabajando en esos momentos eso quería decir que la casa estaba sola 

—¿nena? ¿Estas bien?— en esos momentos meliodas y ella estaban viendo una película pero debido a sus ofensa mientas no le restó atención hasta que esté le hablo, su dulce voz fue suficiente para que sonriera y le diera un beso en su mejilla 

—Si estoy bien, solo pensaba— un silencio algo incómodo se extendió entre ellos debido algo que pensaban, Elizabeth seguía dudando, ellos o eran capaces de hacer eso ¿o si? No, lo dudaba, mientras tanto meliodas estaba tan nervioso que básicamente había empezado a temblar, lo que llevaba en el bolsillo de su pantalón eran esas bragas blancas que le robo la primera vez y esa vez estaba dispuesto a regresarse las, incluso si terminaba arruinando la velada

—E-Eli yo quería regresarte a-algo...— la mencionada sólo le puso pause a la película y miró directamente a el rubio mientras se sonrojaba debido a la hermosa timidez que mostraba, no sabía que ocultaba esa cabecita tan hermosa pero lo que pensaba lo ponía muy nervioso — P-perdón yo no se que me paso y lo tome sin querer y me dio miedo regresarlo por lo que...soy un idiota —

—Mel?—

—Toma...— Elizabeth ya no pudo responder por qué al instante miro como es prenda blanca que ella misma estuvo buscando durante mucho tiempo aparecía en los brazos de su novio, así que con él estuvieron todo ese tempo, podía ver el miedo en su mirada, las ganas de sacarlo de ahí estaban ahuyentando cuando de la nada sus ojos chocaron, azul y verde, un mar profundo con el paisaje tan verde que te hipnótiza, cada pizca de furia se desvaneció para dar paso a una pasión incontrolable que aceleró sus corazones, ¿que sentía? no lo sabia pero quería pasar sus manos por ese cuerpo pequeño que la tentaba tanto — ¿Eli?—

—Meliodas...por favor se mío —


Y hasta ahí lo dejo ÙwÚ en el próximo hay Lemmon y el próximo de el próximo también, uno será con meliodas y otro con Melia, habrá muchos encuentros de ahora en adelante pero, eso también trae la verdad consigo así que los problemas se acercan :/

Ahora me voy a ir a escribir gambits de dama y luego un one-shot atrasado que teng en borrador, aprovechando que regrese a la escuela escribiré muuucho UWU 

Sin más que decir nos vemos después ^w^/


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