Capítulo 19

Si sus besos eran capaces de volver loco a alguien entonces Elizabeth estaba al borde de la locura, sentía cómo los labios de su amante recorrían su cuello con hambre gimiendo contra su piel como si estuviera comiendo de alguna fruta afrodisíaca, sus manos seguían bajando el cierre de su vestido negro revelando de poco a poco su aterciopelada piel de perla, no sabía je le sucedía en la cabeza, tenía ganas de abrazarlo contra ella y obligarlo a hacerla suya mientras que por otra parte, un sentimiento en ella que aún no había sido adormecido por el alcohol le rogaba que lo quitara de su cuerpo...algo que no recordaba ¿Que se supone que tenía que saber? Recordaba cuando él se puso celoso y por eso los corto pero estaba tan ebria que eso no le importaba en ese momento entonces ¿Que se supone que debía de recordar?

—Eres tan bella...— susurro Melia contra su piel completamente embrujado por su delicioso olor a fresas y rosas que lo tenia a sus pies, sentía la cálida le guía de su amante pasando de arriba a abajo como si estuviera chupando algo de mermelada, estaba caliente, sentía su mente arder por la excitacion como si lo único q ur le importará en eso momentos fuera coger...¿con cuál de los dos estaba? ¿Meliodas, Melia? ¿A cual hermano amaba más? No lo sabía y sinceramente no quería pensar en eso, podía ver en sus ojos que era Melia y solo eso necesitaba saber 

—Ahhh mng — la estaba haciendo perder la cordura, no sabía si lo hacía intencional pero cada que estaba por recordar algo importante sus besos y lamidas la distraían, aún así no había mucho para hacer en realidad, bastaba con que le quitara el vestido y su interior y ya la tendría desnuda, estaba mojada con solo sus besos y seguro no dudaría en hacerla suya de inmediato —Ahhh ahh mel...—cuando al fin el cierre de su vestido llegó hasta abajo el rubio no tardó ni un momento en comenzar a hacerlo para abajo, lento, suave, lleno de lujuri a por cualquier lugar donde lo viera 

Dejo libres sus hombros pálidos algo fríos debido a el ambiente de la noche, poco a poco liberó sus daños aún tapados por el sostén y solo terminó por deslizar esa prenda por sus largas piernas pasando los labios por su abdomen besándolo y lamiéndolo en el acto, sus ojos oscuros estaban cerrados sus manos viajaron hasta su camisa solo para empezar a quitársela creando caminos sin terminar por todo su cuerpo y apenas sus labio llegaron hasta su intimidad aún cubierta por la tela abrió los ojos para mirarla, Elizabeth tenía la cara sonrosada mirando como él pasaba la lengua por su sexo aún cubierto y se quitaba la camisa lentamente, sentía la humedad debajo de su boca por sus caricias, podia ver cómo suspiraba y gemía algo fuerte por lo que le hacía haciendo que deseara solo hacerla suya y que gritara su nombre 

No puso soportar mucho tiempo el fuego que se extendía por todo su pálido y pequeño cuerpo incitándolo a la violencia contra aquella mujer que lo amaba, apenas se quitó la camisa la confundida mente de Elizabeth estuvo por completo segura de que si era Melia pues meliodas tenía un bello tatuaje de dragón en su hombro izquierdo, aquel que por una apuesta Melia le obligó a hacerse y era tan hermoso que cada que lo veía desnudo no podía evitar pasar sus dedos por el mítico animal, al menos con eso están segura de con quien estaba apunto de acostarse 

—Ahhh ngh ah mmm— sus gemidos fueron suficientes para hacer que olvidara todo nuevamente, las manos de el rubio algo despeinado pasaron por su espalda acariciando aquella piel de porcelana haciendo que el sonoro "Click" de su satén los dejará más excitados de lo que ya estaban, no tuvo que permitir que él se lo quitara, tan sonrojada como estaba Elizabeth llevo sus manos hacia atrás solo para quitar aquella ropa estorbos a dejando libres ese par de caramelos ante la vista de el rubio, prácticamente ya la tenía desnuda, solo le faltaban sus bragas negras por quitar para poder disfrutar plenamente de su cuerpo 

Tomo entre sus manos uno de sus senos para apretarlo levemente generando placer en ambos, era tan suave y cremoso, tan perfecto, Melia se lanzó al instante a su rodado botón solo para llevárselo a la boca de inmediato comenzando a chuparlo y succionarlo como un animal apunto de devorarla, su lengua rodear su aureola generándole espasmos  a la albina y sus manos bajaron directamente a el elástico de su braga para empezar a tirar hacia abajo de ellas, se sentía en la gloria, toda la culpa y furia de las dos semanas pasadas se disiparon al escuchar su suave gemir y sus caricias sobre sus cabellos rubios 

—Ahh mng Mel...ahh— algo en su voz no le gustaba, había algo en ella que comenzaba a cambiar pero no lo sabía exactamente estaba demasiado ocupado en chupar de aquel caramelo que tanto le gustaba, su cuerpo aprisionaba el la extasiada mujer como nunca antes lo había hecho y antes de darse cuenta ya estaba gruñendo su pezon sin importarle nada,— Ahhh mmm— necesitaba escucharla más, poder hacerla gritar, embestirla con rapidez y sentir su interior durante al menos unos momentos de paz, los últimos momentos de paz...

—Grr Elizabeth...Elizabeth— sus gruñidos la excitaban, sentía su intimidad más mojada que nunca completamente lista para recibirlo, pequeñas pulsaciones en su interior le decían que se detuviera, que lo aventara lejos y saliera rápido de ahí pero ya estaban tan avanzados que no podía parar más—Te deseo...te deseo demasiado— si boca pasaba de seno en seno mordisqueando levemente de vez en cuando bajando sus manos para empezar a estimular esa zona gloriosa para cualquier hombre en la une solo meliodas y él tenían acceso 

—Ahhh Melia mngh!!! Ahhh!!!—Sus mentes estaban nubladas por pequeñas nubes rojas de pasión, sus acciones ya solo eran controladas por sus demonios internos y cuando sentía que podría llegar a el orgasmo de sólo sentir cómo él chupaba sus pechos y masajeaba su perla de placer, su clitoris palpitaba por la excitation, el fuego en su vientre amenazaba con llevarla rápido a el orgasmo sin embargo cuando cerró sus ojos bicolores para dejarse ir sintió cómo el caliente cuerpo de Melia se alejó rotundamente de ella solo para llevar sus manos hasta su pantalón 

Elizabeth se quedó embobada admirándolo, esa sonrisa arrogante, esos ojos negro y su maravilloso cuerpo desnudo llamándola lentamente a un mundo entero de puro placer, no tardo mucho en reaccionar cuando sintió nuevamente su peso contra el suyo llevándola hasta el centro de la cama para mirarla a los ojos posicionándose en su entrada, sentía como su punta rosada acariciaba su intimidad como si tratara de hacerla rogar, solo se aferró a las sábanas ante esto, estaba desesperada, completamente excitada y lista para recibirlo

—Mngh ahhh ya solo... ahhh!!!—

—Creo que no te escuché mucho hermosa...— eso ya era jugar sucio, metía solo la punta para hacer que se arqueara y luego volvía a sacarla dejándola con frustración, se sentía realmente desesperada por su mal juego o tal vez enojada con el destino pro jugarle esa broma 

—Mierda solo entra ya!!!— Melia solo sonrió ante aquel grito de su bella mujer, la tomó fuerte de las caderas para poder impulsarse y al mismo tiempo que entraba en su interior le dio un fogoso beso en sus labios que la hizo salivar, en ese momento Elizabeth perdió la cabeza ya no le prestan atención a quien la estaba cogiendo o no, ya no sabía si eso era un sueño o era la realidad solo podía sentir como las embestidas empezaban y no eran lentas —Ahhhh ahhh kyaaa!!!— era demasiado rudos desde el primer momento había empezado duro y rudo, sus manos cálidas apretaban sus pechos, acariciaban su trasero terminando con acariciar sus muslos con fuerza como si fuera a romperla o hacerla pedazos, tan caliente y tan mojado en sus interior, Melia perdió el control cuando al fin entró en ella solo podía pensar en darle duro y que gritara su nombre —Ahhhh ahhh Mel...—

—Grr ah Elizabeth...— sus pechos bambolean tres iban de arriba a abajo rebotando con cada golpe de cadera, el sonido acuoso que hacía su vagina cada que el miembro de el rubio se impulsaba en su interior los tenía completamente extasiados y para finalizar la forma en la une sus padres lo apretaban y él palpitaba en ella les daba la señal de un orgasmo, aquel que ella no pudo disfrutar con meliodas pero que Melia si disfrutaría, no hubo visones ni calor en su cuerpo solo podía sentir la dureza y la lujuria –Mierda di mi nombre!!! Grítalo si es necesario pero que sepan quien te está cogiendo en esta cama!!!!— 

—Ahhhh ahhhh Melia!!! AHHHHH— Debido a que habían empezado desde el inicio rápido ambos podían sentir como ese fuego se esparcía hasta llegar hasta la punta de sus dedos, sus cabellos estaban hecho un revoltijo, el sudor perlaba sus cuerpos y por la rudeza con la une la embestida la cama se sacudía levemente haciendo posibles sonidos abajo, a pesar de eso la mente de la albina se llenó de el recuerdo de una sola persona, un rubio igual a él que la estaba tomando con fuerza solo que ese le sonreía, sus ojos esmeralda brillaban, acariciaba su cuerpo y besaba cada parte de su piel yendo lento solo puso permitir que algunas lágrimas salieran de sus ojos debido a esto y el placer—Ahhhhhhh!!! Kyaaaa meliodas!!!!—

—Ahhhhhh!!!— un par de embestidas más y Melia se corrió con fuerza al mismo tiempo que la albina dejando caer su cuerpo desnudo sobre él de la mujer medió desmayada respirando con rapidez, la sensación de ser llenada solo hizo que Elizabeth arqueara la espalda por la deliciosa sensación, apesara de que al final había gritado el nombre de su gemelo a Melia no le importo mucho debido a la ebriedad, solo salió de su interior recostándose al lado de Elizabeth abrazándola por la cintura con fuerza hundiendo su cara en el vértice entre su cuello cerrando los ojos por el cansancio — Eli...— pero la albina ya no pudo responder, había caído en el sueño profundo con una sonrisa por los fuertes brazos que la rodeaban y le daban calidez

*

A la mañana siguiente Elizabeth podía sentir como algo le acariciaba el brazo y el cabello, sentía una respiración en su cuello y una presencia detrás de ella, los rayos de luz le molestaban para poder seguir en su sueño profundo y el interminable silencio solo le daba paz, hasta que los recuerdos de la noche anterior la anotaron por completo, solo abrió los ojos con rapidez poniéndose roja al instante por el bajo recuerdo de estar en la cama junto a Melia, se sentó con rapidez en la cama ignorando el dolor de sus caderas y apenas estaba por levantarse cuando sintió como unos brazos conocidos la tomaban de la cintura 

—No te vayas linda por favor...—

—Mel suéltame por favor —

—Pero nos divertimos mucho anoche— justo lo que esperaba no dijera, no recordaba más que estar gimiendo en sus brazos de ahí en más todo eran recuerdos borroso de la gente brillante por la pintura y accesorios y besos, solo eso podía recordar con exactitud 

—Estabamos ebrios—

—Pero te gusto...— Elizabeth solo suspiro pesadamente acariciando el brazo de el rubio el cual con cada segundo se negaba a soltarla con más intensidad apretando su agarre como un depredador ante su presa —Por favor quédate un rato más—

—No puedo...les dije que era mejor ya no vernos—

—No tienes idea de el infierno que han sido estos días sin ti —

—Melia suéltame no volveré a repetirlo— el rubio solo desvió la mirada algo triste ante esta situación, mierda de verdad la había cagado en grande, a pesar de lo sucedido ella seguía obstinada a no volver a cruzar mirada con ellos ¿Por que era tan terca esa mujer? Solo bufo molesto debido a su respuesta y la soltó con rapidez sentandose de el otro lado de la cama para poder tomar su ropa interior y comenzar a vestirse —Gracias...—

—Si...— el lugar entero se llenó de una vibra tensa y abismal, sus mentes solo odian divagar en lo sucedido en la noche anterior arrepintiéndose y a la vez sonriendo por la gratificante de el momento, recordar cada roce, cada impulso cada gemido todo era placentero aunque solo viviera en sus recuerdos, pero como todo lo bueno en algún momento debía de terminar dejando un vacío en el pecho de el rubio que él mismo causó para su final soltando un suspiro—Eli, nena yo de verdad lo lamento, no se que me paso pero de solo verlos en se estado perdí mi control— 

—Lo hecho hecho esta Melia ¿Meliodas no tiene moretón?— 

—Por suerte no...— aún así ella no estaba tan convencida, camino solo en bragas por la habitación para tomar su sostén negro siendo observaba da por el rubio de ojos opacos el cual solo se dedicaba a admirarla cada que la ropa empezaba a cubrir su desnudes, esos caramelos se cubrieron rápidamente por el sostén, su abdomen y vientre fue cubierto por el vestido al igual que sus muslos ligeramente y luego si esperar mucho se colocó sus tacones sobando su oreja debido a lo que le había lastimado haber dormido con esos aretes largos —Elizabeth...—

—Ten buen día mel— musitó esta dándose media vuelta para mirarlo directamente a los ojos y tras disculparse con la mirada giró la perilla con su muñeca abriendo la puerta de inmediato y saliendo a el exterior con una lágrima resbalándose por su mejilla dejando que el gemelo solo suspirara resignado y terminara de vestirse, no tenía otra cosa más que hacer y aunque había disfrutado al parecer tendría que trabajar más duro en hacer que ella viviera a confiar en él

Elizabeth bajo las escaleras con la mayor rapidez que podía corriendo si era necesario esquivando los cuerpos dormidos de la gente borracha implorando a los dioses no encontrarse con el de es enfaldas brillantes, no tendría la cara para sostenerle la mirada después de lo sucedido con Melia, se sentía culpable por lo sucedido y avergonzada por la forma en la que había perdido su autocontrol ¿Cuanto había tomado? Para haber perdido incluso la noción de el tiempo quizá si había sido demasiado, sus manos le sudaban esperanzada de poder salir cuanto antes y tomar un baño caliente para poder olvidar todo lo pasado 

—¿Elizabeth?— Los dioses la odiaban sin duda, la dulce voz de la persona a la que menos quería ver la alertó de inmediato parando su mano la cual ya se encontraba en la perilla de la puerta—Eli...— ella solo tomó aire profundo para poder conseguir algo de valor y con lentitud se dio la vuelta para poder darle la cara, meliodas la miraba con una ceja alzada debido a la rapidez con la que parecía escapar de ese lugar y luego tras la confusión vino la emoción, sus ojos esmeraldas brillaron con fuerza ante haberla visto después de mucho tiempo y se abrazó a sí mismo controlando los impulsos de ir corriendo y abrazarla contra su cuerpo —Q-que bueno verte linda...—

—Meli...— no pudo engañar a su corazón, sin importarle nada Elizabeth solo corrió  hacia el para poder abrazarlo con fuerza dejando que una bella sonrisa pintara el rostro de el sonrojado meliodas y sin esperar ni un momento le devolvió el abrazo estrechando su cuerpo contra el suyo con fuerza disfrutando de su calidez 

—Te eh extrañado mucho Eli— 

—Yo también...a ambos pero— 

—Lo se...tranquila no te obligaré a estar con nosotros— Elizabeth solo trago el nudo que se le formó en su garganta al escuchar las palabras tristes provenientes de los labios de el rubio quien solo apretó su cintura levemente y metió más la cara entre sus senos para poder disfrutar de su suavidad, suavidad con la que no pudo convivir hace dos semanas y le estaba matando lentamente —Solo quería poder sentirte una vez más— para ese punto ella ya estaba llorando levemente contra el suave cabello rubio de meliodas ¿Por que por culpa de uno sufrían los tres? ¿Por que no era capaz de escoger a uno y darle final a ese asunto? ¿Por que no era valiente?— Creo que es momento de que te vayas...Diane parece querer matarme— Elizabeth solo se rio fuerte abrazando con más intensidad a meliodas quien también se rio entre su pena pues detrás de los dos la castaña se estaba tronando los dedos esperando paciente a poder golpear a el rubio quien no tenía la culpa de nada 

*dos meses despues*

El día era soleado, las lágrimas ya no salían de los ojos bicolores de Elizabeth quien ya había vuelto a salir con los gemelos solo como amigos, ya no se veían como antes, ya no dormían juntos solo cuando cruzaban caminos se saludaban y conversaban un poco aunque los tres Sabino bien que no podían verse como amigos, se amaban con locura y llegaría el momento en el que esa amistad se rompiera por el amor que le tenían a la albina, los tres lo sabían y aún así trataban de disfrazar su incomodidad con sonrisas falsas 

En esos momentos ella estaba metida en su baño con sus dos amigas a sus lados junto a un tic en sus piernas pues Elizabeth no había dejado de vomitar en todo el día, apenas y desayuno, no quería levantarse de la cama y cuando la linda rubia les había preparado su lasagna especial de amigas la albina ya no lo soporto más y salió corriendo hacia su baño para inclinarse contra la taza, al principio Elaine creyó que quizá le había quedado mal pero tanto cuando ella como Diane supieron que la comida estaba exquisita la sospecha les llegó hasta la cabeza 

—Ya Eli ya pasó...perdón quizá le puse demasiado condimento y...— 

—No la comida estaba deliciosa Elaine perdón solo se me revolvió el estomago un poco — eso lo llevaba diciendo hacia ya días y ya no se le creía esa mentirita de que solo era un dolor de estómago, había tomado pastillas para los mareos y los ascos para poder controlarse y ahora ya había llegado a un punto crítico, querían descartar la santa bendición de sus cabezas pero para ese punto ya era algo que podría ser verdad —Disculpen chicas creo que ya— musitó está bajándole a el baño a el instante e inclinándose a el lavabo para poder enjuagarse la boca un poco, odiaba haberles arruinado la comida a sus amiga y mucho más a la rubia pues estaba tan deliciosa la lasagna como para que ella terminara por vomitarla 

—Bien me harte!!!— grito Diane al ver cómo Elizabeth están tan relajada al salir de el baño, la tomo de los hombros con rapidez asustándola, la sentó en su cama con cuidado y se paró frente a ella junto a Elaine para mirarla a los ojos — Elizabeth no creas que no lo hemos notado —

—¿Que cosa?—

—Tus cambios de humor, tus ascos, tus mareos, la falta de energía y principalmente que no te a bajado en dos meses — Elizabeth se quedo completamente muda ante esas declaraciones, debido a su trabajo no había notado en ningún momento ese tipo de cambios en ella empezando por el más importante para la vida de una mujer, solo empezó a reírse nerviosamente ante las sospechas de sus mejores amiga y negó con la cabeza completamente decidida 

—No chicas se están equivocando, no estoy en una relación quizá solo es por algún cambio hormonal y...— 

—Vamos Eli no nos digas eso puede ser una opción — a pesar de eso la albina simple bite se levantó con rapidez de su cama colocando sus manos justo sobre su vientre para mirarse a el espejo, a decir verdad si había engordado muy levemente casi nada pero no podia ser verdad, no tenia sexo con nadie desde que se acostó con Melia hacía ya dos meses...rápidamente se volteó mirando a sus amigas con lágrimas en los ojos —¿Vez? Lo mejor es estar seguras y descartar que estes embarazada—

—N-no un bebé ahora...no lo quiero Diane y menos por qué— 

—¿que Eli? ¿por qué no lo quieres? Será un pequeño Eli un sueño tuyo y...—Elaine ya no pudo terminar de hablar por que al instante la albina las volteó a ver con lágrimas en los ojos y se abrazó aún con más fuerza poniendo presión contra su vientre plano deseando con todas sus fuerzas no estar embarazada...no lo quería!!!

—No por que el padre es Melia!!!— el grito que denotaba sus sospechas se vino acompañado con el fuerte llanto de la albina, nunca pensó en eso por ningún momento y mucho menos hasta ahora, se sentía mal por eso, Melia no quería ser padre pero quizá por qué la ama está dispuesto a criar a ese bebé, ese que él mismo creo y así ya no estar tan preocupada, solo se tapo la cara con las manos, un bebé ahora no era de mucha ayuda para su corazón indeciso, mierda, mierda,mierda!!! Ojalá ese momento nunca hubiera existido y ahora no tendría esa preocupación de ser madre de un bebé a el que no quería tener 

...

Así es la verdadera tormenta es Tristán, se que no es mucho pero les aseguro que será algo que para muchos los dejara mal o bien

La tormenta ah llegado o mejor dicho yo ya llegue...

Ya de aquí yo ya no dire nada por qué cualquier cosa que se me escape puedo revelar el final 

Solo dire que se vienen muchas lágrimas por parte de meliodas así que empecemos q rezar por nuestro bebé UnU

Decidí subir un segundo capítulo por que tengo mucha tarea así que me dedicaré todo el día a hacerla por lo que para no dejarlos con la duda pues...Actualización doble >:3!!!

Sin más que decir nos veremos después 

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