Capítulo 15
Elizabeth simplemente tomo aire inhalando profundo tratando de que las lágrimas no salieran de sus ojos, no podía llorar y verse vulnerable nuevamente ante esa persona por lo que simplemente se levanto con brusquedad de su asiento y se dio la vuelta aora encararlo, estarossa la miraba con una sonrisa entre pervertida y con rencor al igual que toda esa gente que había empezado a sacar sus celulares para grabar lo que harían.
—Que bajo has caído Elizabeth...—
—Mira quien lo dice! El que solo se salvó gracias a su hermano — estarossa simplemente gruñó con molestia dando un paso hacia el frente ante esto Elizabeth simple te tiro su helado y se alejó dándole la vuelta a la mesa donde estaba confundiendo a los hermanos — Aléjate estarossa, si te acercas a mi más de 10 metros irás a la cárcel —
—La tierna ahora coge con dos chicos, que bajo has caído Liones — ya se imaginaba que le fueran a decir eso por qué estaba saliendo con dos hombres al mismo tiempo, zorra, loca, interesada pero nadie podía comprender que los amaba a ambos al mismo tiempo, era un sentimiento que no tenía nada que ver con que tuvieran la misma cara sino que amaba lo diferente de cada uno — Y yo que creía que siempre serías una llorona—
—Si te sigues acercando llamaré a la p-policía...—
—¿Crees que a mi me importa la cárcel pequeña perra? Solo quiero terminar lo que deje inconcluso hace tres años — para ese momento los tres gemelos ya se habían levantado de sus lugares con enojo, meliodas y melia solo fueron hacia Elizabeth para resguardarla mientras que mael solo negó con la cabeza y alejó a su hermano con fuerza haciendo que este se enojara y se sacara de su agarre — Suéltame mael!!!—
—No hermano, se prudente esto no es...—
—Solo quiero que esa niña pague —
—¡¿Pagar que hermano?! Quieres que pague por la forma en la que la violaste y golpeaste o por la forma en la que la usabas como un objeto— todo el mundo ahí saco expresiones de asombro debido a la revelación de el gran mael un empresario como ningún otro que regía junto a ludociel — Aquí el que debe pagar eres tú así que si no quieres terminar en la cárcel vámonos de aquí —
—Y yo ya te eh dicho que no!! esa pequeña zorra...—
— No vuelvas a hablarle así a Elizabeth!!!— el grito de meliodas fue suficiente para que los gemelos goddess voltearan a el mismo tiempo mirando a aquellos rubios, ambos estaban protegiendo a la albina con sus cuerpos al mismo tiempo que fruncían el ceño con clara furia en sus miradas, pero a pesar de esto estarossa empezó a reírse mientras se acercaba a zancadas hacia ellos y se encorvaba para mirarlos fijamente
—¿Y que me van a hacer unos enanos? — la paciencia de los rubios se estaba gritando trayendo consigo un tic en sus ojos cosa que solo los hizo ver mucho más espectrales sin contar que desde que el video de su pelea dio la vuelta a la ciudad todos los conocían a la perfección— Son tan diminutos que no pueden hacerme nada —
—Solo deja a Eli y lárgate...—
—Oh ya entendí, esta mujer les pidió dinero a cambio de una cogida ¿verdad? Pues si ese es el caso yo tengo...— ya no pudo seguir hablando por qué al instante Melia le dio un fuerte puñetazo en la cara aprovechando que estaba enconrbado que lo hizo retroceder varios pasos y que un hilo de sangre saliera desde su nariz, estarossa simple te frunció el ceño hecho una furia y sin importarle nada solo se limpió aquella sangre y miró a los hermanos—Ahora si están muertos—ya no pudieron hacer más al instante aquel albino se lanzó sobre meliodas el cual no pudo hacer más que detener su avance golpeándolo en el estómago y luego pateandolo lejos de ellos, no querían armar un escándalo pero por Elizabeth harían cualquier cosa —Malditos hijo de perra—
—No vuelvas a dirigirle la palabra a Elizabeth— nuevamente el Albino se lanzó contra ellos más enfurecido que nunca, primero le dio un puñetazo a Melia el cual cayó de rodillas levantándose lentamente y le dio un puñetazo a meliodas en su mejilla que no lo tiró pero que si le dejo un hilo de sangre por el labio...el lugar se quedó en un silencio espectral mirando cómo aquellos hermanos se quedaban quietos y en medio de aquella tensión solo empezaron a reírse mientras una sonrisa torcida cruzaba su cara como la de dos demonios
—Acabas de cometer un grave error— el chico de ojos azules ya no pudo reaccionar pues al instante fue constantemente golpeado por aquellos dos rubios que parecían unas fieras en la pelea, uno lo alejaba el otro atacaba y se intercalaban hasta que de plano lo sacaron de la tienda tirado en la calle con solo furia y algo de sangre en sus boca debido a los bolsones inútiles que les lanzaba aquel chico —No vuelvas acercarte o dirigirle la palabra ¿Escuchaste?—
—Malditos...—
—Mi heladería no es un circo de peleas— Cuando escucho todo el escándalo de aquel lugar una bella mujer de tamaño bajo juntito a un hombre de gran musculatura y ojos rojos como los de su amigo ban entraron a aquel lugar cruzándose de brazos y mirando todo con miedo pero enojo — Largo de mi heladería —
—Señorita gearhead —
—Salgan antes de que llame a la policía— a pesar de lo valiente que se había portado hasta el momento estarossa tembló ante aquel comentario por parte de la mujer enojada viendo el desastre en su lugar de trabajo pues ahora si se iba a cumplir lo que habían dicho, él iría a la cárcel por acercarse a aquella mujer que lo había dejado en la ruina y que solo su hermano había levantado, su maldito hermano, su maldito gemelo perfecto mientras el se pudría en la oscuridad por su actitud —Ahora!!!—
—Mierda!!!— ya no dijo nada más, tirado en la calle aquel lastimado hombre se levantó con ayuda de aquel chico que solo se despidió de su amiga con una disculpa sincera y se retiraron de el lugar dejando solo a los hermanos los cuales seguían Yam furiosos que simplemente se dejaron llevar por lo que sufrían, a Melia lo azoto un agudo dolor en el pecho que lo hizo caer a el instante buscando desesperado en la bolsa de su pantalón su inhalador mientras meliodas empezaba a hiperventilar y a temblar con tal fuerza que solo se tiro a el suelo sacando su cajetilla de cigarros junto a su encendedor prendiéndolo con sus manos te lo rosas maldiciendo debido a la forma en la que no dejaba de moverse y dándole una fuerte fumada que lo quemó debido a la rapidez con la que había fumado
—Dios tranquilos ya pasó por favor tranquilos— gritó la albina saliendo con ellos solo para abrazarlos debido a que gracias a dios estaban bien sonriendo al ver cómo a Melia ya se le había acabado aquel ataque de asma y meliodas dejaba de temblar con cada fumada que le daba a su cigarro —Idiotas ¿Por qué hicieron eso? Pudo matarlos —
— Pero no lo hizo...— Susurró meliodas sacando el humo de su boca lentamente completamente embelazado con la forma en la que la ceniza caía hacia la acera y el humo se iba volando lentamente alejando su estrés
—Pero pudo hacerlo—
—No lo hizo y es lo que importa, la próxima vez que se atreva a hablarte veremos quien acaba muerto primero — Elizabeth se asusto por el comentario de Melia el cual simplemente entro una vez más a el establecimiento disculpándose con la duela y dejando lo que era la paga y el cambio de lo que consumieron solo para después salir, levantar a su hermano de el suelo y tomar a la albina de la cintura con fuerza comenzando a caminar por la calle oscura siendo observados por todos los cuales no habían dejado de grabar lo que había sucedido ahí, maldita gente metiche
*
—Gracias por lo que hicieron amores, pero no me gusta que se pongan en peligro—musito esta con la voz cortada pasando un algodón con agua oxigenada por el labio partido de meliodas y luego pasando otro por la ceja de Melia el cual solo gruñó por el ardor que le dio sentir a aquel pedazo mojado sobre su cara la cual ya estaba un poco más sanada por la pelea con su hermano y por suerte no había salido tan mal de la reciente contra ese hombre —Por mi culpa otra vez se metieron en una pelea —
—No te preocupes linda, lo hicimos para protegerte — ese comentario solo hizo que ella suspirara y bajara la mirada, siempre era lo mismo, ella tenía que ser la princesa protegida mientras se quedaba mirando cómo los seres que tanto amaba salían lastimados por su maldita culpa, primero sus amigas al defenderla de ese hombre las puso en peligro y a los hombres de su vida los metió en una pelea que era suya — ¿Nena?—
—¿Por qué soy tan inútil?¿Por qué no puedo ser capas de protegerme a mi misma?— los rubios se quedaron completamente callados ante esta declaración por parte de la mujer que los curaba, Elizabeth había empezado a llorar nuevamente debido a lo que le dolía verlos a ambos así de lastimados por su culpa, las lágrimas de plata se escurrían por sus bellos ojos bicolores mientras su cara de culpa brillaba más que la luna de esa noche que los cubría, de todas forma las almas de ambos hermanos le pertenecían por lo que no podían evitar querer protegerla pese a cualquier cosa, cualquier daño o siquiera cualquier peligro querían protegerla, ese sentimiento de tener a alguien a quien tener a tu lado los estaba consumiendo —¿Por que no puedo hacer nada por ustedes?—
—Nena no llores por favor...— comentó Melia suavemente acariciando la mejilla de la albina y poniéndola en medio de ambos para mirarla — Haces más de lo que crees—
—No es verdad, ya es la segunda vez que salen heridos por mi culpa, se han peleado y yo lo único que puedo hacer es llorar — la forma en la que se expresaba así de ella hacia que los corazones de los hermanos se rompieran con fuerza al instante, solo pusieron abrazarla contra sus cuerpos tomando la misma posición que cuando durmieron la noche anterior con Melia justo sobre sus senos abrazándola y meliodas colocó su cabeza en su hombro tomándola por la cintura amándola con todo su ser
—Eli nosotros te amamos, no importa si solo lloras aquí estaremos para limpiar esas lágrimas y consolarte —
—Pero yo no puedo hacer nada por ustedes —
—Haces mucho con solo amarnos — aquellas plantas dulce por parte de ambos hermanos fue suficiente para que ella sólo sollozara levemente limpiando un poco sus lágrimas disfrutando de la forma en la que aquellos hermanos la consolaban acariciando su cuerpo sin lujuria o tras intenciones de por medio y la forma en la que olfateaban su cabello y acariciaban esas horas platinadas que ella poseía, era simplemente exquisito cada escalofrío, roce deliciosa de aquel pequeño bulto en sus pantalones que no estaba efecto y cada susurro o aliento que sentía sobre su cuello, incluso logró sentir que a pesar de lo conmovedor de el momento como sus bragas se mojaban poco por esas acciones, odiaba que la estuvieran excitando sin querer
Simplemente suspiro evitando que lo que saliera de su boca fuera un gemido y los abrazo a ambos deteniendo aquellos roces y susurros al instante, los amaba a ambos cómo una verdadera loca tanto que solo dejó que dos lagrimas más se escaparan de sus ojos llenas de amor en vez de dolor y culpa, apenas su cuerpo se relajó solo se levanto con lentitud de el sofá en el que estaban e hizo lo mismo ie la noche anterior solo que en esta ocasión camino hacia la habitación de meliodas quitando su sostén por debajo de la ropa para no tener que desnudarse como tal y como por suerte llevaba un pantalón no dormiría incomoda aquella noche
Melia solo suspiró al instante parándose con desgana de el sofa con un claro dolor en su labio y ojo yendo hacia su habitación para poder ponerse su atuendo para dormir mientras meliodas solo seguía a la albina a su cuarto para colocarse la pijama y recostarse a su lado colocando su cabeza en sus senos con una mini sonrisa ignorando el dolor de su labio y completamente embelasado por aquella suavidad, se sentían como almohadas en las que podría descansar toda su oscuridad, quizá su hermano se moleste debido a que él ya le había ganado aquella posición pero aún así no le importaba en absoluto tendrían que intercalarse para seguir pacíficos
Justo como lo había pensado, cuando melia entro en la habitación soltó un bufido de molestia al ver como se había acomodado y tras rodar los ojos con fastidio se acomodo a el costado de aquella bella mujer abrazándola por la cintura e inhalando su olor
—Buenas noches... —
—Buenas noches linda— y tras soltar un último sollozo elizabeth cerró los ojos dejando que el calor de aquellos dos seres que tan amaba la guiará directo a el sueño profundo lista para recibirla una bella fantasía donde corría detrás de un pequeño niño de cabellos albinos y ojos bicolores que sólo reía mientras seguía huyendo de ella —Ya se ha dormido—
—Hermano no quiero perderla— el susurro por parte de melia hizo que meliodas volviera a abrir los ojos sólo para observar a su gemelo, se veía tan vulnerable y temeroso, justo como cuando eran pequeños y él lo protegía de todos aquellos que los molestaban por ser de estatura baja, no recordaba que fue lo que hizo que melia cambiará y que él se volviera tan tímido pero lo que sí sabía era que esa mujer los estaba devolviendo a lo que realmente eran —No se que haré si llego a perderla—
—No la perderemos...al menos puedo estar seguro de que si no cometemos ninguna estupidez no la vamos a perder—el rubio de ojos oscuros simplemente sonrió nuevamente debido a el apoyo moral que le estaba dando su gemelo y tras soltar un último suspiro más se pego aún más a el cuerpo de aquella albina cerrando los ojos —Buenas noches hermano—
—Descansa... —
*
A la mañana siguiente todos estaban levantados desayunando en el comedor de los hermanos en silencio pero en un ambiente tranquilo, era obvio que ninguno de ellos quería prender la televisión o siquiera hablar de lo sucedido ayer pues seguramente igual que la vez pasada su video de como habían golpeado a aquel empresario de segunda ya había dado la vuelta volviendo los tendencia, lo peor de la situación era que tenían lo que aquel hombre hiciera por venganza sólo esperaban que la golpiza de él día anterior fuera suficiente
Pará su suerte las heridas de su pelea ya habían disminuido, en sus ojos ya sólo había un moretón pequeño, en sus pómulos ya no había moretón alguno salvo el de la pelea contra estarossa y fuera de él labio partido ya estaban bien, otra vis que era para su suerte era que era sábado, tenía un día laboral pequeño por lo que saldrían temprano y quizá podrían ir en una cita a algún lugar, de todas formas, meliodas ya quería llevar a eli a el parque de diversiones hace mucho
—Ya me voy a casa, gracias por el desayuno meli— el llamado de la albina solo hizo sonreír a aquel rubio que nuevamente les había hecho el desayuno con la única diferencia de que en esa ocasión los tres ayudaron a hacer la comida, por suerte melia no quemo nada pero fue divertido verlo tan asustado al momento de acercarse al menos un poco a la estufa empezando a negar con rapidez saliendo de la cocina y mejor colocando los platos sobre la mesa
—Espera eli! —el grito me melia hizo que la albina se detuviera en el acto solo dándose media vuelta para poder ver a aquel rubio de ojos opacos quien jugaba nerviosamente con sus manos y mantenía el ceño fruncido— Yo iré por tu ropa y zapatos...puedes duchar te aquí — eso si que los dejo sorprendidos, estaba haciendo un esfuerzo por dejar de lado esos celos que lo consumían para que eso funcionará y ella estuviera feliz, no tuvo tiempo de reaccionar cuando rápidamente la albina se lanzó a sus brazos con una sonrisa abrazándolo por el cuello y estruja dolo contra su cuerpo por la felicidad que le daba escuchar eso
—Gracias mel — este solo asintió en medio de el abrazo hundiendo sus dedos en aquella larga cabellera platinada que lo tenía encantado y tras sentir que tenía el valor para dejarla sola con su hermano se separó de él abrazo, la miró a los ojos y le dio un intenso beso en los labios saboreando aquella suavidad rosada con cariño dejándola encantada y luego tan solo tomó sus llave saliendo de él departamento
Elizabeth camino feliz hacia el baño que ya conocían el cual era de la habitación de su amado meliodas, se quito los zapatos con cuidado siendo observada por el rubio, se empezó a levantar la camisa y cuando dejó ver su espalda baja las manos de su rubio la pararon súbitamente mientras le sonreía desde atrás y le respiraba en el cuello dándole escalofríos
—Dejame ayudarte... —
—Creo que se bien como desnudarme sola— dijo esta con una sonrisa soltando su camisa al instante y dándose media vuelta para que aquellos ojos brillantes se quedarán clavados en los suyos
—Pero yo lo hago mejor—
Y ahora si ya UwU, doble capítulo por que se me dio la gana, estoy contenta ya que las desveladas dieron frutos y también nerviosa por que el profe de tecnologia está haciendo de las suyas otras vez QuQ
En fin, ¿Que le apareció? Así es hay lemon en el siguiente UwU
Pará los que se lo pregunten, no...estarossa solo hará pequeñas intervenciones pero no es la tormenta, él solo es un peon de el verdadero caos >:3
En fin, si les ah gustado voten y comenten, saben que adoro leer sus comentarios y nos veremos después
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