»Especial II. Hogar«
Capítulo censurado
Yoichi no solo estaba a pocos días de cumplir su quinto mes de embarazo, sino también de que él junto a su esposo, tomarán la decisión definitiva de dónde vivir, cuál será su casa donde nacerá su bebé, el hogar de los tres.
Aunque el Omega realmente llegó a pensar que lo mejor sería que fuese en Japón más por el hecho de que sus padres aún siguen vivos ya que quiere visitarlos con regularidad y estos lo visiten para así ellos estén cerca de su nieto, además que Kaiser no tiene como tal una familia allá con él que se sienta a gusto, al meditarlo mucho seriamente y pensar las cosas desde otro punto, otra perspectiva como si fuese un tercero—teniendo que pedir opiniones de algunos amigos suyos—, se dio cuenta que realmente si le daba más peso e insistía en que vivieran en Japón, estaría siendo un total egoísta.
Kaiser ha sido en estos años muy complaciente con él y siempre ha viajado de Alemania hasta Japón quedándose algunas semanas con él, incluso la misma boda fue ahí. Si bien pensó que quizás al rubio no le afecte o le importe vivir en definitiva en Japón por el motivo o excusa de que no tiene una familia allá, se sintió como si ello no estuviera bien.
Aunque el alemán no lo exprese con palabras, sabe que esté si ama mucho a su país y no solo lo presume en cosas de fútbol. Aunque actúe y diga que no tiene problemas en quedarse a vivir en Japón porque adora su cultura, ahí están sus suegros y porque ahí “nació el amor de su vida; Isagi Yoichi”, la realidad es que le será difícil no extrañarlo. Y además aunque no tenga una familia ahí, tiene verdaderas amistades, además de su 'club de fans' y otros lugares a los que el rubio le ha hablado que son sus favoritos. Como un agradable restaurante al aire libre donde nadie lo hostiga por ser famoso o una cabaña en el bosque donde le encanta pasar la navidad, le es emocionante.
"Quiero crear nuevos recuerdos y momentos con él en Alemania." Son los pensamientos fuertes de Yoichi. Piensa con bastante emoción que, quiere que Michael amé mucho más su país si viven ellos ahí, junto a su bebé. Criando lo juntos como una familia.
Es obvio que tiene planeado que, en algún futuro no tan lejano, como en vacaciones de verano puedan ir de visita a Japón con sus padres por al menos durante un mes. Así pasar tiempo juntos con los "abuelos", estos vean como va creciendo su bebé y aproveché para salir o reunirse con sus amigos.
De lo que si está seguro el nipón es que su hijo crezca en ese ambiente en el que creció su papá Alpha, ésto sin olvidar sus raíces orientales.
Sabe que al nacer en el país europeo, y más en presencia del rubio, es muy probable que el primer idioma que aprenda hablar y entender cómo a escribir, sea el alemán. Además que luego la escuela le mete el inglés al ser el idioma universal. Yoichi tiene la esperanza que habrá tiempo para que esté aprenda japonés, tampoco quiere saturar al pequeño con tres idiomas a la vez, y ya de por sí él considera el idioma alemán muy complicado, la pronunciación tosca y ni hablar de lo escrito. Palabras bastante extensas en muchos casos.
Sumergido entre sus pensamientos, mientras mira televisión desde la comodidad de la recámara del hotel donde se quedan, su esposo quien recién sale de bañarse se acerca hasta él para acostarse a su lado, primero quitándose la toalla que lo cubre y sin pena ni vergüenza, desnudo y coqueto, se acerca hacia él.
El Omega no es tonto, al menos ahora las indirectas de su esposo son mucho más claras y puede captarlas más rápido, sabe que es lo que quiere. Pero antes de cumplirle su calentura, necesita hablar seriamente con él aprovechando el cómodo momento y que está de muy buen humor.
No es que estos días haya estado de mal humor o algo por estilo, simplemente que en estas últimas dos semanas le ha venido estresando un poco al igual que él, el tema de dónde van a vivir. Sobre todo ya que el rubio parecía querer ceder a instalarse en Japón, Saitama, dónde están los señores Isagi, sus suegros. Pero Yoichi ya tiene en claro su decisión y no quiere que Kaiser se sienta como obligado a que por su Omega deba quedarse en el país asiático.
—Kaiser, he tomado una decisión con respecto a dónde quedarnos a vivir.
—¿Qué decidiste, Yoichi?— pregunta intrigado, ya que su pareja está vez se dirigió por solamente su apellido.
En estos tantos años de relación tanto de noviazgo como las semanas de recién casados, solo le habla por su apellido cuando está muy molesto, irritado o quiere hablar de algo serio con él—no necesariamente malo—. Por ejemplo, de las pocas y más recientes cosas que puede recordar que le hablo por su apellido de manera seria como sentimental, es cuando le dio la noticia—hace ya más de tres meses—, sobre su embarazo.
Es un recuerdo muy bonito y memorable, claro que la noticia le puso tan feliz que casi lloró, y para que Michael Kaiser llore enserio, debe ser por algo impactante que le cause tanta conmoción y le llene de mucho sentimiento como el día en que se casó con su hermoso Omega de ojos zafiros y oscuros.
El Alpha mira y escucha atentamente a su esposo. Para sus adentros decirle a Yoichi esposo, realmente le sienta muy bien, es agradable decirlo en voz alta sobretodo. Ya no solo es su amante o su novio, tiene un título más formal que la ley reconoce, que todo el mundo sabe. Lo mejor de todo, es que también le dará un bebé.¿Puede ser acaso más feliz?
Cree fielmente que, si hubiera sido más directo y menos "odioso" como describe Yoichi por aquella primera vez que se conocieron en BlueLock, tal vez esté hubiera sido su pareja desde mucho antes y no hasta la edad adulta de ambos. Pero aún así, está muy feliz de lo que son actualmente.
—Al principio estaba seguro de que es mejor que sea en Japón, ya que como me dijiste, no tienes a ningún familiar allá, solo algunos amigos.— comenzó a explicar el azabache.— Pero, yo creo que mucho hicimos con casarnos en Japón y tú siempre has ido para allá en toda nuestra relación, has hecho mucho por mi, y realmente aprecio que adores mi país, pero está vez, considero que es mejor y también quiero vivir en Alemania contigo.
—¿Estas seguro?— jadea sorprendido, con muchas emociones y sin saber cómo sentirse al respecto. No sabe todavía si la idea le emociona hasta gustarle, o todo lo contrario.—¿Qué hay de tus padres?— pregunta con recelo.
Uno de los principales y más fuertes puntos por lo cual ambos se fueron más por Japón es por los padres del Omega. Es obvio que los señores quieren tener a su hijo y dentro de poco a su nieto, tan cerca de ellos como sea posible. No es algo que oculten, realmente están tan ansiosos de que nazca.
—Siempre podré visitarlos cuando se dé el tiempo, tampoco los voy abandonar. — contesta con sencillez y sonriendo calmado. Solo debe calcular los gastos pero el dinero es lo que menos le preocupa, quizás solo el tiempo, el tema de los horarios a los que deberá acostumbrarse.
No solo en ello, también deberá tener la manía de las costumbres de allí y aprender alemán, aunque sea solo lo básico y hablado. Porque está seguro que lo escrito y la lectura ni de chiste lo logrará en años. Apenas puede con el inglés y le tomo su tiempo, lo que le ayudo mucho fue su relación con el Alpha.
Kaiser quién se mostró en silencio durante un breve rato, cambia su ensamble serio y de sorpresa por uno más de entusiasmo para buscar rápidamente entre sus cosas que tiene en unos cajones, su iPad y mostrarle a su pareja algunas imágenes que guardó de una página web de catálogo y confiable en Berlín sobre casas. Planos no tan complejos, los interiores y exteriores del lugar, el jardín, la ubicación y hasta el vecindario. Además del costo, lo cuál es el detalle menos importante para el Alpha.
—Si es así, tengo la casa perfecta para nosotros y nuestro bebé.— sonríe entusiasta, aquello realmente le contagia al Omega.
—¿Cuál es?
El nipón se fijo que su pareja busco entre varias opciones que guardó en archivos o carpetas en su galería, hasta encontrar una en concreto, la que más le convenció y gustó demasiado para empezar a formar una pequeña familia de tres integrantes.
Aunque para el azabache le parecía bastante grande para él, su esposo y su bebé. Siente que hay cuartos demás ahí pero jardín no es tan grande como el de su amigo Itoshi Rin, tiene una pequeña fuente a lado del sendero-camino que lleva hasta el enorme portón de acceso para el exterior de la casa. Porque si, la casa de dos plantas está rodeada de un muro de piedra, pero el portón es lo suficientemente angosto y alto para que un coche salga y entre por ahí hasta la cochera de la casa. Supone que debe ser normal tener tanta privacidad y poca visibilidad para mirar dentro de esté muro, debido a la fama que ambos tienen y luego ser precavidos con vecinos chismosos.
Lo que Yoichi no entiende nuevamente y se cuestiona si preguntar o no, es el porque hay tantas habitaciones. Puede responderse así mismo que, alguna debe ser para invitados en el futuro, otras se agarraran quizás para oficina o incluso una sala de juegos, de cualquier forma, le parece bastante lujoso y presumido por parte de su pareja. Aunque por otro lado tampoco es como que le sorprende tanto, ya que estamos hablando de Michael Kaiser.
A pesar de que hace poco el japonés no se preocupó por el dinero, al ver el costo del casa en una esquina en euros, siente que casi se le sale el alma.
—¿No crees que es algo cara?
—Tengo dinero suficiente para pagarle, no te preocupes por ello.— contestó encogido de hombros.
—Yo también puedo aportar económicamente...— se quejó frunciendo los labios, tampoco quiere depender de Kaiser económicamente, él igual quiere aportar.
—Lo harás, pero no en la casa.— le comentó, el contrario no se sintió tan seguro con dicha respuesta.—Será un regalo para ti, para nuestra familia.— se acercó para darle un beso cariñoso en sus labios, corto pero sonoro.—Además, no quiero que gastes en esto.
—Yo no quiero que pagues todo tú, dije que es algo cara, es mejor dividirlo.— insiste cruzándose de brazos, un poco molesto porque su pareja no le dejé aportar aunque sea un poco.
—Amor, tener a mi bebé en este punto de tu carrera...— toma la palabra con una expresión seria, dejando su iPad a un costado y acariciando el todavía pequeño vientre de su esposo debajo de las sábanas.— Sé que no es fácil que hayas tomado está decisión de dejar el fútbol indefinidamente por mí, por nuestro hijo. Lo menos que puedo hacer y ya que te nació escoger Alemania, es que la pague por completo.— explicó sus pensamientos.
Claramente está muy agradecido y enternecido porque Yoichi haya escogido su país natal, una decisión fuerte considerando que tendrá que vivir muy lejos de sus padres y sus amigos, en otro continente donde no sabe las costumbres y mucho menos hablar el idioma. Lo mínimo que quiere hacer Kaiser, es encargarse del pago de la casa. Esto considerando que incluso los gastos de la boda japonesa tradicional, quién dió más económicamente fueron los señores Isagi y Yoichi, mientras que a él apenas le tocó pagar un treinta por ciento de los gastos, concentrándose más en los trajes de ambos y los anillos. En cuanto al viaje de luna de miel que están haciendo, ambos se dividieron los gastos.
—Los dos somos futbolistas, te dejé embarazado, y aún así yo puedo seguir jugando, a diferencia de ti.— le recordó el doloroso detalle, a lo que Yoichi le dio la razón con un simple gesto de cabeza.— Esto me hace sentir culpable porque ya no jugarás profesionalmente este deporte que tanto amas por algún buen tiempo.
Es obvia la gran diferencia entre dos futbolistas; uno siendo Omega y otro Alpha. El Omega al quedar embarazado, no puede jugar profesionalmente, tampoco ir a sus entrenamientos tan exigentes. Mientas que un Alpha al embarazar a su pareja no le impide a él continuar. Solo pedir un tiempo para cuando el bebé nazcan y solo le dan pocas semanas libres para que la pase con su pareja e hijo.
Por lo que si, Kaiser adora que su pareja le dé bebés, pero igual sabe que eso impide que Yoichi pueda continuar jugando como tanto quiere el deporte que desde pequeño le ha apasionado.
—¿Puedes por favor, aceptar que cubra el gasto de la casa?— pide en un tono bastante atractivo y lastimero que hace que su Omega no pueda negarle, menos cuando ya le habló sobre porque quiere cubrir los gastos.
—Esta bien, solo porque me estás rogando. — bufó resignado, ¿Cómo resistirse si le pone cara de cachorro abandonado y es tan malditamente honesto y dulce con él?
—La casa te va a encantar, tiene un gran y bonito jardín, dos cocheras, y— comenzó a contar tan contento, siendo interrumpido apenas a la mitad de su explicación a detalle de lo que puede ser su nuevo hogar.
—Quiero que sea sorpresa cuando esté allá, ¿Bien?— le calmó, el Alpha luciendo tan emocionado como exaltado le divertía.—No comas ansias, Kaiser.
—Al que quiero comer es a ti. — dice para deslizar una de sus manos y tocar debajo de la ropa de su pareja.
—Definitivamente no tienes llenadero.
Π Ω μ
Regresaron a Japón para arreglar la mudanza de las cosas de Yoichi que definitivamente no pueden acaber en un avión, también para que esté aprovechará en despedirse de sus padres y amigos al darles la noticia de que decidió quedarse a vivir en Alemania pero promete que cuando se costumbre a allá y todo este en orden, vendrá sin dudarlo a visitar Japón.
Los padres de Yoichi claramente pensaron que de verdad su hijo junto a su pareja al final se quedarían en la ciudad de Saitama, así visitarlos sería mucho más fácil como rápido y podrían presenciar el nacimiento de su nieto, pero de cualquier forma aceptaron de buen ánimo que hayan decidido quedarse en Alemania, y solo piden que apenas nazca el bebé se lo digan para ir lo más pronto posible al país europeo a verlo, ya que las fotos y videollamadas no serán suficiente para ellos. Realmente quieren cargarlo, tenerlo entre sus brazos y consentirlo a pesar de que sea un recién nacido.
Cómo cualquier pareja de padres obviamente lloraron al ver partir a su único hijo, la despedida fue larga y melancólica. A pesar de que su Yoichi ya es todo un adulto en sus treinta años que literalmente en unos meses tendrá un bebé, formando así su propia familia con su esposo extranjero, no evitan sentirse muy apegados a él y llorar. Deseándole que sea muy feliz con la familia y el hogar que tendrá, y si tiene dudas—cosa que así será— sobre la paternidad, como seguir cuidándose y ese tipo de cuestiones, pueden consultarle a ellos quienes ya han pasado por todo eso de ser padres primerizos en su época.
Para la compra de la casa y la firma del contrato a los nuevos propietarios tuvieron que ir en persona con el vendedor, y no tardaron casi nada en instalarse en su nueva casa manteniendo algunos muebles con ellos y esperando a que la mudanza llegará hasta allá, sabiendo que tardará algunos días más.
Lo único que si tienen el lujo de comprar allá en Alemania y pueden ir llenando la casa, son las cosas para el bebé como; una cuna espaciosa con un mini pabellón, carriolas, almohadas, mantas, biberones, algunos juguetes no tan pequeños ni tóxicos que a cierta edad (meses) podrán dárselo para que se entretengan un rato, mucha ropa desde gorritos hasta calcetines.
Al menos durante el primer año de su hijo tienen planeado que duerma en la misma habitación que ellos, luego le darán la habitación que queda justo a lado de su recámara donde tiene una puerta que conecta directamente con está y así puedan ir fácil y rápido si escuchan a su bebé llorar en la madrugada. Ya cuando sea mucho más grande, le darán otra habitación más espaciosa de acuerdo a su edad y necesidades y no tan cerca de la recámara de sus padres para que exista esa privacidad.
Por obvios motivos desde que se mudaron el urólogo tuvo que ser cambiado. Cuando Yoichi cumplió aproximadamente veintidós semanas de embarazo, sus pechos comenzaron a producir leche, algo que si bien tenía cierta noción de que es normal, aún así es algo que le avergüenza e incómoda mucho. Sobre todo ya que no creyó que realmente él pudiera lactar, ya que es bien sabido que los Omegas varones se les suele dificultar está tarea y en general no ocurre esto por lo que cuando tienen un bebé esté toma leche en fórmula muy pronto y tratan de conseguir una madre nodriza que les ayude en esta tarea. Muy raros y poco comunes son los Omegas hombres que no tienen dicha dificultad y pueden amamantar a sus hijos ellos mismos, que su leche es abundante.
Después de algunas recomendaciones y chequeo del médico experto, Yoichi tuvo que aguantarse y conformarse con usar pañuelos especiales para posicionar los en la zona de su pecho y no tener más accidentes, ya que sus pezones al escurrir mucha leche suelen manchar y traspasar la camisa o playera que esté utilizando, siendo bastante penoso para el Omega, sobre todo cuando sale más allá de la casa y su esposo no deja de hacer muchos chistes de índole sexual al respecto.
Sus pechos crecieron notoriamente pero tampoco de manera exagerada o tanto, no es igual a una mujer. A veces le irrita un poco esa zona que la tiene tan sensible como cuando sus días de celo llegan, necesita masajearse ahí de vez en cuando para calmarse y aliviarse, lejos del pervertido de su esposo o cuando esté no se encuentre en casa.
Hablando del celo, de las cosas más ventajosas del embarazo es que, mientras en las mujeres les para la menstruación, en los Omegas les detiene sus temporadas de celo. Sin embargo, algo que sigue existiendo es el fuerte libido que suele ser más controlado y no tan desequilibrado como el celo. Pero a Yoichi al menos, si le da cierta pena hacerlo con Kaiser en este estado; con una panza grande y sus pechos escurriendo leche. Literalmente maldice porque sus músculos y cuerpo en forma como bien ejercitados se fueron a la mierda con el embarazo. Apenas puede hacer algo de yoga y caminar sin mucha prisa ni por tanto tiempo. Lo que le creció aparte de sus pechos, son sus caderas, las cuales se hinchan debido al bebé y toda la grasa o calorías que consumen se van a sus glúteos y piernas.
Con el paso del tiempo ahí haciendo las compras y acomodando las mudanzas, siendo más notorio la pansa abultada del Omega, Kaiser no permitía de ninguna manera que esté hiciera mucho movimiento al momento de agacharse o cargará cosas pesadas. Michael contrato a dos mujeres mayores pero saludables para que ayuden con el aseo de la enorme casa y el jardín, también a realizar las compras y a acompañar a su pareja para salir a realizar algún mandando o simplemente dar un pequeño paseo, además que al ser una abuela y otra madre, tienen bastante experiencia con la gente embarazada y después del parto, así serán de mucho apoyo cuando nazca el bebé.
La pareja de diferente nacionalidad cómo la nueva familia, es bastante popular en redes y les siguen llegando muchas como buenas ofertas de marcas y patrocinio aprovechando que están en temporada de "padres" y lucen perfectos comprando las cosas para el bebé o simplemente teniendo momentos lindos juntos.
En las redes no dejan de envidiar la suerte que tiene dicho bebé por tener a dos padres futbolistas y ser la descendencia de dos culturas distintas.
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La casa—que posee distintas tonalidades cafés y blanca—, tiene dos plantas; en la primera una sala amplia que orienta hace el jardín posterior, en la parte frontal que tiene vista hacia afuera un cuarto para ver televisión con la familia y amigos, con un baño en la primera planta con regadera y el wc. A lado del cuarto de tv está el pasillo que dirige a la entrada, al otro extremo el enorme garaje que cuenta con dos cocheras.
La cocina ubicada en el centro de la vivienda, a lado de esta habitación el comedor donde también se encuentra las escaleras de caracol que llevan a la segunda planta.
El segundo piso cuenta con cuatro dormitorios, dos de ellos con baño propio y la recámara principal que es la más grande donde será la habitación de los esposos, cuenta con un balcón.
El lugar le ha encantado al Omega, aunque le sigue pareciendo demasiada grande para apenas tres personas que serán él, su esposo y su hijo.
Descubrió al revisar la descripción de la casa en la carpeta que tiene Kaiser en su iPad guardada, la cual dice: “esta casa es perfecta para una familia en crecimiento.” Aquello le hizo pensar sobre si el alemán quiere tener más hijos con él.
Al estar acostumbrado a ser hijo único y que varios de sus amigos también lo son, no sabe si será todo un reto pero lo sospecha. Aunque la idea tampoco le disgusta, no quiere que su primer bebé sea hijo único, quizás se sienta tan solo y quiera hermanos.
Entre más lo imagina, más intenta dejar de pensar en eso porque lo pone bochornoso. ¿Por qué piensa demasiado en ello? Debe concentrarse solamente en su bebé, no en nada más o se volverá loco. ¿Es normal que le emocioné tener más hijos?
Quizás sean las hormonas del embarazo que le hace pensar en aquello, es demasiado vergonzoso.
Π Ω μ
Yoichi está en su séptimo mes de gestación. A pesar de que desde hace tiempo siempre quiso saber el sexo del bebé, al final tomo la decisión junto a su esposo que mejor sea sorpresa hasta el día en que nazca, total ya tienen las opciones de nombre en caso de que sea varón o niña.
Para este entonces, la casa ya está llena de la cosa de ambos. Ropa, muebles, trofeos, medallas, cuadros y fotografías enmarcadas, así como de productos de comida. También tienen un horario fijo para las dos mujeres que vendrán a trabajar a la casa, esto sin contar la seguridad, porque es obvio que Kaiser necesita guardaespaldas que vigilen la casa y sepan defensa. Los contrato para que vigilen la zona y también para cuándo él tenga que salir.
Ambos están en su dormitorio descansando mientras miran la televisión. Yoichi aflojando su bata de dormir que le queda ya un poco apretada—a pesar de que está holgada y estirada—, quejándose medio adolorido por la hinchazón de sus pies y buscando una nueva posición de dormir, ya que su panza realmente lo limita demasiado.
—Mi pansa está demasiado grande...— bufa incómodo. Sus mejores ropas ya no le quedan, la ropa para gente embarazada es demasiado adorable para su gusto. Al estar parado no puede verse los pies.— Siento que en cualquier momento va a explotar.
Su pareja mira detenidamente la pansa de su Omega, puede entender que se sienta incómodo e irritado por el tamaño, pero está seguro que la pansa no es tan grande como dice, después de todo, aún le faltan varias semanas en las cuales crecerá todavía más. Seguro Yoichi se volverá loco.
—¿Quieres saber que está más grande?— formula en un tono juguetón para distraer a su esposo y que no se estrese más por el tamaño de su vientre. Aunque visiblemente con ganas de hacerlo con él.
—Eres un pervertido. No se si a estas alturas siga siendo seguro hacerlo...— comenta no tan convencido.
Aunque Yoichi quisiera negarse, él realmente quiere hacerlo. Las hormonas del embarazo son peligrosas, su libido es fuerte y hay ocasiones en que se pone húmedo tan rápido. Por ciertas razones no es como que se le acerque a Kaiser a decirle que lo folle, en ese aspecto sigue siendo tímido, peor aún en su estado.
Antes al menos se sentía muy bien con su cuerpo ejercitado, pero ahora le da pena y no se siente tan atractivo con ese enorme vientre, pechos hinchados, caderas grandes, además que sus muslos y piernas se hicieron más rellenitos. Ya no se siente tan provocativo o sexy para su esposo, y se cansa muy rápido.
Aún así, Kaiser parece no tener molestia alguna de hacerlo en su estado, obviamente siempre con precaución de no hacerlo rudo ni tan fuerte para no lastimar al bebé ni pedirle demasiado a su pareja.
—Supongo que no será nada malo...
—Eres tan hermoso, Yoichi. — dice entre jadeos el Alpha mientras le besa la parte de atrás de su cuello, con una de sus manos aprieta uno de sus pezones que reacciona al tacto caliente del rubio. — Te amo tanto.
Ya haya sido la intención o no del alemán, el pezón comienza a escurrir bastante leche tibia, avergonzando al azabache y que esté se queje entre suspiros de placer.
—Deja de apretar ahí...— le "regaña".
Siente que su mente se nubla y pronto llegará al orgasmo.
—Eres caprichoso, cariño.— le dice al oído.— Tienes a nuestro cachorro dentro de tu vientre y me pides por dejarte lleno de mi semilla, que erótico te ves, me encantas.— jadea de placer para pronto correrse.
Cuando el desenlace de su amorío llegó, justo sucede algo inesperado que, en ese momento ninguno de los pensó que sucedería ya que al haberse tardado, creían que quizás jamás lo verían ambos a la vez, menos después de haber tenido sexo.
—¡El bebé está pateando!— gimió conmocionado el japonés, haciendo que el contrario se detuviera en seco, para poco después salir del interior de su esposo reaccionar de la misma manera.
Michael comenzó a tocar el vientre con ilusión, pero después de un rato no sintió nada.
—¿En qué parte se movió?— insistió.
Pasaron algunos segundos más para que el Omega le guiará al sentir otra patada justo en el momento.
—Realmente patea fuerte...— gimió adolorido. Cómo si sus tripas se reacomodan. Pero ver a su pareja tan feliz y concentrado, acariciando esa zona que le señalo con una sonrisa enternecida, además que el aroma del lugar camio de ser fuerte a más suave y adormecedor, le hace sentir tan feliz y que vale la pena soportar el dolor por dicho momento.
—De seguro despertamos a bebé con tanto movimiento.— bromeó sin dejar de acariciarle. Realmente no quería apartar sus manos de su enorme vientre. El Omega solo se enternece y enamora más de la escena, es mucho para su nada cursi corazón.— ¿Quieres que te ayude a limpiar?
El azabache bostezó bastante cansado y negándose, apenas puede pararse para orinar pero aún es capaz de limpiarse solo, aunque le cueste un poco más. Solo que ahora realmente quiere dormir.
Por lo menos las patadas cesaron para cuando Yoichi se quedó completamente dormido junto a su esposo.
Π Ω μ
No es como que Yoichi se acostumbré de la noche a la mañana de su nueva vida en un lugar completamente diferente y muy lejos de sus raíces. Pero es optimista y recibe mucha ayuda tanto de sus fans, las redes, amigos, su esposo y de las mujeres del servicio que poco a poco le enseñan algunas palabras y frases en alemán para comunicarse, quienes saben inglés y por eso pueden hablar con él fácilmente. Mientras está ahí haciendo yoga, como pidiendo algunos antojos dulces y picosos, tomar decisiones de que se comerá el día de hoy, revisando sus redes sociales y mensajes de sus amigos y familia, también se pone a estudiar mucho acerca del lugar donde vive. La moneda, el idioma, la cultura, comidas típicas de ahí y recomendaciones para ir a comprar ropa o comida.
Michael de momento salió fuera del país para ir a jugar una copa de la liga europea que se hace en Francia, tan solo lleva un par de semanas y le aseguro que muy pronto volvería. En estos días no ha dejado de mandarle mensajes y llamarle para saber cómo está, si no siente algún malestar fuera de lo común, decirle cuánto lo extraña y que "papá" está ganando mucho dinero para sus amores.
Aquel medio día lo recuerda tan bien. Apenas había salido de bañarse, se puso una ropa cómoda y limpia, bajo la escaleras con sumo cuidado agarrándose del barandal, ésto para ir hacia la sala de TV, y terminar de ver el partido donde juega su esposo acompañado de unas deliciosas palomitas de maíz con un toque picante.
En lo personal nunca ha sido fanático de lo picante o el chile en sí, tiene cierto grado de tolerancia, tampoco le desagradan los platillos de este estilo a pesar de no consumirlos seguido en el pasado. Sin embargo, parece que apenas se embarazo, sus antojos se conectaron explícitamente en lo picante y a veces en algo dulce.
El nipón concentrado en el partido a través de la enorme pantalla, se puso a celebrar al ver qué el equipo donde está su pareja jugando ha ganado y él pudo meter hasta tres goles.
Fue tanta su felicidad y emoción, que sintió que algo allá abajo se removió.
Al principio se sintió despreocupado, ya que creía que se trataba de alguna flatulencia, un gas de su cuerpo que quiere expulsar pero está un poco atorado. Algo completamente natural en el ser humano, hasta que después de un rato se dio cuenta que se equivocó completamente.
Su ansiedad y preocupación le hizo pensar que a lo mejor se orinó, no logro aguantarse. Pero aquello no tiene sentido porque ningún líquido salió de su miembro.
Bajo a verse avergonzado, poniéndose de pie lentamente y con cierto temor, hasta darse cuenta de que es lo que realmente le sucedió.
Romper fuente es la experiencia más estresante y llena de pánico de la que Yoichi puede experimentar.
Sus inquietudes y miedos se abrieron en esos justos momentos, grito por ayuda y rápidamente los trabajadores y amas de casa fueron a su cuidado, así como un par de guardaespaldas para cargarlo con mucho cuidado y agilidad hasta la camioneta para conducir hacia el hospital.
En el camioneta aparte del embarazado está una de las mujeres del servicio que se ha sentado en el asiento de atrás junto a él, y dos guardaespaldas, mientras que uno conduce el otro está en el asiento copiloto llamando a su otro jefe como lo ordeno el Omega, para avisarle que su pareja ha roto fuente y lo están llevando al hospital.
Esto mientras se hace el traslado, yendo con velocidad pero precaución. El hospital no queda cerca, pero tampoco demasiado lejos. Pudieron llegar incluso en catorce minutos, no hubo tráfico a esa hora para su suerte.
Yoichi ya se había mentalizado por varias semanas sobre el dolor de las contracciones, los mareos e intenta no desmayarse, aunque el fuerte dolor de las mismas contracciones y la humedad desastrosa entre sus piernas se lo impide de igual forma. Sin embargo, realmente se le dificulta no soltar gemidos y quejidos de dolor y frustración. Incluso cuando por fin llega al hospital y es llevado hasta el cuarto donde dará a luz, no deja de pensar con tanta urgencia en que realmente quiere que nazca ya porque no puede soportar más el dolor.
Lo más difícil viene en las siguientes horas. Ya que primero debe pasar por algunas cuántas horas para la dilatación, mientras intenta mantener la calma antes de comenzar a pujar en una buena y cómoda posición.
Sus emociones y sentidos lo nublan hasta el punto que incluso hablar inglés le es casi imposible, suelta varios alegatos y maldiciones en japonés que nadie entiende, tampoco saben exactamente que es lo que quiere. El doctor junto a unas enfermeras le explican en inglés que debe mantener la calma y buscar un lugar como recordarle una buena posición también para que dé a luz sin complicaciones.
El doctor encargado de su caso, le pidió a los enfermeros que fueran calentando el agua en una tina que ya tienen lista en una habitación cerrada, aromatizada con flores y una pequeña ventana donde puede ver el exterior pero allá afuera no ven el interior. Explicó que hace unos meses Michael Kaiser le dio estás indicaciones el día que Yoichi este en el hospital y haya roto fuente, ya sea que él se encuentre o no en esos momentos, tienen que tener lista, arreglada esa habitación durante el tiempo que el Omega esté en preparación.
No es algo muy común pero si efectivo el parir bajo el agua. Se dice que es relajante y un poco más fácil. Además que el agua estará tibia, y la habitación es especial debido a los aromas a su alrededor para que calmen al japonés y sea lo menos doloroso posible.
Yoichi antes de llegar al hospital logró hablar con Kaiser por teléfono, diciéndole que no se preocupara o alterará, y que no sea tan impulsivo al volar de Francia hasta Alemania con mucha urgencia.
Obviamente el rubio no hizo mucho caso de eso y tomó el primer vuelo hacia Berlín. Porque es claro que no se perdería el nacimiento de su bebé, además que debe estar junto a su esposo en un momento tan importante, especial y angustiando para él, ya que dar a luz es demasiado doloroso.
Algo que no entiende el Omega es el porque dará a luz naturalmente y no por cesárea, realmente él esperaba con más ansias la segunda opción. Un enfermero le comentó que la cesárea solo debe ser utilizada en casos especiales donde sea muy complicado para la persona dar a luz naturalmente, y de momento, este no parece ser su caso.
Esta claro que el miedo y preocupación albergan la mente del japonés, en esos momentos solo puedo tener en mente que quiere ver a su esposo.
Π Ω μ
Michael Kaiser si llegó justo a tiempo, o al menos minutos antes de que empezará a nacer el bebé.
Cuando llegó al hospital y dijo por quién venía—aunque para los trabajadores de ahí es obvio ya que conocen a la famosa pareja conformada de dos deportistas—, lo guiaron al cuarto donde está su esposo en una tina grande llena de agua que le llega a mitad del pecho, quién ya se encontraba en labor de parto pero todavía no se asomaba nada por ahí abajo.
Un momento tenso, de dolor donde Kaiser lo único que pudo hacer fue acercarse hasta su amado y tomarle de una de sus manos que esté le dió, sintiendo como el azabache le aprieta con fuerza y puja.
Sabe que Yoichi es muy fuerte tanto física como mentalmente, saludable y lo está dando todo. Las gotas de sudor en su cuerpo desparecen al descender y hacer contacto con el agua de la tina. El aroma del Omega se vuelve agrió debido a su estado, pero es soportable al menos para él.
—Kaiser no puedo... Duele mucho... Es desgarrador. — dice adolorido. A pesar de que hay dilatación abajo, no se asoma nada todavía.
Se le hace tan difícil, los latidos de su corazón golpean hasta su cerebro, cree que va a morir o si cabeza explotará. Los oídos le zumban entre ratos.
El nombrado lo mira muy preocupado. Su esposo nunca se ha rendido, y que lo haga en estos momentos le pone alerta y asusta.
—Le diré al doctor que mejor aplique la cesárea. No quiero que sufras más.— le dice para tranquilizarlo, pero antes de hacerlo, su pareja lo detiene.
—Tengo miedo.— confiesa entre lágrimas y sudor.
—¿De qué?— expresa confundido, solo se le puede ocurrir que dice eso por la situación actual.— Yo estoy contigo, no te abandonaré. No me iré de tu lado.
—Tengo miedo de no hacer bien las cosas, de ser un mal padre.
Aquello dejó sorprendido a Kaiser, como también le puso a pensar que, nunca han hablado mucho al respecto de las inquietudes y preocupaciones del otro acerca del embarazo o de traer a alguien a la vida, a pesar de que lo desearon y así quisieron.
Se siente egoísta por no haberlo hecho antes. Si bien ambos estuvieron de acuerdo con la idea tener al bebé, de formar una familia, esta claro que las ansiedades y diversas preocupaciones ahí están y no se pueden ignorar. Preguntas como: "¿Seré buen padre?¿Y si mi hijo me odia?¿Debo ser muy estricto o consentirlo?", Es imposible no pensarlas en más de una ocasión.
Ambos son adultos, pero eso no quiere decir que no le tengan mucho miedo a algo.
Michael se acerca para besarle en sus labios, algo tierno pero duradero, con su mano libre le acaricia sus cabellos negros para distraerlo y calmarlo aunque sea un poco.
—Nadie nace sabiendo ser padre, Yoichi. Yo estaré contigo y ambos aprenderemos cómo estaremos ahí para nuestro hijo.— le dice, el contrario se queda en silencio.— Yo también tengo miedo.
—¿Tú?— expresa confundido como sorprendido. Nunca había escuchado a su esposo antes decir que le tiene miedo a algo.— ¿Miedo de qué?
—De perderte.
Kaiser sabe de muchos casos donde alguien muere mientras da a luz. Obvio siente mucha ansiedad y miedo de que eso le pase a su amado.
No le importó venir lo más rápido posible de un país a otro solo para estar ahí con él en ese momento crítico e importante de sus vidas.
Yoichi al escuchar tal confesión junto a otra contracción, solo le quedó pujar muy fuerte está vez, lo cuál fue ventajoso ya que el doctor aviso que está saliendo la cabecita del bebé. El Omega continúa pujando más y más hasta que en cuestión de segundos sale el resto del cuerpo entero.
Kaiser lo mira a través del agua, quiere desmayarse por la cantidad de sangre pero también la emoción al ver al bebé, quién lentamente es sacado del agua para limpiarlo, escuchando su llanto.
Michael regresa su mirada y atención a su esposo para besarle, decirle que puede estar tranquilo porque todo marchó bien, pero Yoichi cayó dormido. El rubio lo tomo de sus hombros para que no se hundiera en el agua, pidiendo ayuda de los enfermeros y esperando que aquello no haya sido el último aliento del Omega, que solo esté exhausto.
El doctor le pregunto al Alpha si quiere cortar el condón umbilical.
También se le dijo que el bebé es una niña.
(2/3)
Π Ω μ
Palabras: 6, 872
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Martes 21 de febrero del 2023
Nota del escritor:
Esta parte me estaba quedando demasiado extensa, literalmente llegué a las 9,000 palabras y aún le faltaba, así que decidí volver a cortarla y dejarla en casi 7,000.
Pero ahora sí en definitiva la parte que sigue será la última del fic y tal vez sea la más corta.
Aquí los fans de Kaiser con gafas🔥
Bendito sea el puente por el carnaval, aunque ni siquiera fui.
Próxima actualización? No tengo idea! Si puedo hacerla este domingo bien! Y si no, será hasta la próxima semana
Nos vemos ~
Comenten me que les pareció el nuevo CAP del manga
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