La gata de pelaje oscuro y ojos color verde como los de su amo Rin; Haru, se puso a ronronear estando entre las piernas de Isagi, boca arriba esperando que le acaricien su panzita. Yoichi lo hizo encariñado, un poco desconcentrado por la situación actual pero disfrutando de verla y mimar a la gatita del Itoshi menor, quién observa la escena en silencio pero en el fondo bastante enternecido.

Muchos de sus compañeros o conocidos saben que tiene una mascota, pero no ha permitido a nadie verla o dejarla tocar, más que nada porque a ninguno a invitado a su casa. Isagi ha sido de los afortunados en serlo, tiene el privilegio de admirarlo él mismo.

En otra situación o circunstancias, Isagi hubiese jugado más con la gatita y preguntarle más cosas al Itoshi respecto a ella. Para él, el animal no le es tan desconocido ya que antes hablaba mucho con Rin por mensaje respecto a la gata. Cómo de dónde es, nombre, su edad y sobre si le ha hecho la esterilización.

Aunque en el pasado le mostró imágenes y vídeos privados de la felina, nunca había tenido la oportunidad de acariciarla, es su primera vez, y puede ser que incluso la última.

—Quiero presentarte con mis padres formalmente como mi pareja. — dijo desconcertando al Omega, quién dejó de acariciar a la gata por unos segundos.— Considero que será una gran oportunidad para oficializar lo nuestro tanto para nuestros conocidos y al público. Después de todo la boda de mi hermano no será un completo secreto para la prensa y el mundo del deporte. Especialmente si sabemos cómo es Shidou de intenso como indiscreto.— continuó explicando encogido de hombros y esperando alguna otra reacción del contrario, así como su respuesta.

—Eso es verdad...— aclaró su garganta. Realmente aquello lo había agarrado desprevenido y quiere mantener la compostura, no perder más la desconcentración.

A pesar que, lo de la boda le sorprendió como le pareció muy interesante, lo de Rin llevándolo para presentarlo al resto de su familia y oficializar lo "suyo" en público lo puso demasiado tenso como un tanto nervioso. Puede que hace todavía un mes la idea le hubiese parecido increíble y emocionado sin lugar a dudas, ahora ya no puede pensar lo mismo.

—Itoshi... Rin, la verdad que la invitación me ha sorprendido mucho y realmente me hace sentir muy especial. — volvió a tomar la palabra Isagi. Por un momento sintió que las palabras que quiere decir se atoran en su garganta y le es difícil sacarlas, su corazón va latiendo rápido poniéndolo más ansioso y nervioso.

Después de todo lo que le llevo tomar coraje para decirle al contrario sobre sus verdaderos sentimientos, sabe que una cosa es imaginarlo y pensarlo, pero otra distinta es hacerlo, decirlo en el momento.

—Se que hemos estado varios meses en este plan de amigos que lo han estado intentando, un proceso lento y luego pasaban hasta varias semanas sin vernos. Nadie más sabía sobre nuestras intenciones, pero por fin podemos formalizar lo nuestro y ponerle nombre a nuestra relación. Será lo mejor para nosotros dos, ¿No?— propone el Alpha, al suspirar sonríe levemente. Al menos Isagi puede decir que Rin realmente quiere aquello, y le pone feliz hacerlo.

Incluso esa pequeña y sutil sonrisa que casi nunca ve en el Alpha de orbes verdes, le hace sentir mal en el fondo. No debería ser así, pero no puede evitarlo.

—Realmente me agarraste desprevenido, y es muy bonito de tu parte, pero tendré que rechazarte.— dice de inmediato, notando cómo la expresión del Itoshi cambia, ni siquiera regresa a estar seria o neutral. Isagi deja con cuidado a la gata del Alpha a un lado, se pone de pie rápido y se inclina hacia él para disculparse apenado, pero no arrepentido.—¡En verdad, lo siento mucho!

Hubo un breve silencio, pero se sintió eterno para Isagi quién siguió en esa posición de disculpas. No se escucho nada más que los suaves pasos de la gata alejándose o dando vueltas por el lugar, y el sonido de sus respiraciones. Es obvio que Rin no le ha caído para nada bien aquel rechazo, siente incertidumbre y sigue sin poder creerlo. Ya que la boda de su hermano Sae, es la oportunidad perfecta para ellos dos, pero por alguna extraña razón, ¿Lo rechaza? No entiende, no comprende y quiere explicación alguna.

Yoichi vuelve agarrar valor para continuar hablando, parándose recto y mirando al contrario quién sigue sentado en el suelo bastante confundido como extrañado.

—Se que esto es repentino, se que hemos llevado varios meses acercándonos y haciéndonos más íntimos. Esto es algo que yo hubiera estado esperando ansioso y emocionado el formalizar lo nuestro y por fin conocer a tus padres.— admite con cierta melancolía. Suspira un poco triste.— Pero... No puedo hacerlo. No es correcto. — añade Isagi, sus palabras sinceras y dolidas solo confunden más al Itoshi.

—¿No es correcto?¿Por qué dices eso?— pregunta con suma intriga y preocupación.

Porque tiene miedo, se preocupa por lo que sea que Isagi quiera llegar con él.

A un fin.

—Realmente te quiero, pero decidí que será mejor que lo nuestro se siga manteniendo solo como amigos. — específica, aclarando que no quiere que uno al otro se ignoren, que a pesar de no querer que su relación suba de nivel, si desea que sigan llevándose bien.

Itoshi Rin seguiría siendo cercano a él, pero de otra forma. Cómo amigos, quizás como un hermano. Así ve a veces a Bachira. 

—¿Lo dices enserio, Isagi?— pregunta incrédulo, escucandose ligeramente molesto.

—Yo...— titubea un poco. Si no le dice la verdadera razón de porque lo hace, Rin nunca comprenderá y tampoco le creerá. Es mejor decirle a qué más tarde se entere de alguna u otra forma. Además que es lo menos que puede hacer, quiere ser sincero con él aunque sea una última vez.—Me he enamorado de alguien más. 

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Michael Kaiser suele ser de las personas que con cierta regularidad, habla en voz alta sus propios pensamientos. Ya sea estando completamente solo o con alguien más. Ya sea de él alardeando lo bueno que es o quejándose de algo. Además su club de fans dice que es un particularidad extraña pero increíblemente linda en él. ¿Isagi que pensaría de ello?¿La parecerá lindo también a él?

Hace años lo habrá hecho al menos una vez frente a Isagi luego de algún calentamiento o entrenamiento en grupo, pero como esté siempre lo veía con cara de pocos amigos o ignoraba, no tiene del todo claro si habrá pensando que es un bicho raro por hablar a la nada en voz alta.

Por quinta ocasión en una hora, revisa su celular. En correos y y chats, en el grupo que tiene con sus amigos le preguntan cuando volverá de sus vacaciones y si encontró algún ligue interesante allá. El más insistente en ello es su amigo Ness. Al ser su amigo más cercano, es el único a diferencia de los otros que sabe sobre sus intenciones de haber ido hasta Japón, él sabe a quien vino a buscar en especial. Aunque aún recuerda que en un principio esté no estuvo tan de acuerdo en que viajará hasta allá completamente solo, tampoco logró convencerlo de nada, a veces es muy molesto y hostigante. Especialmente por mensajes, en persona no tanto.

Por segunda vez llamó a Yoichi, no le responde los mensajes desde la tarde, lo último que supo de él es que si lo alcanzaría en el hotel donde se queda y sería mucho antes de que partiera. Pero a estas alturas, comienza a dudar.

—Se supone que nos veríamos para despedirnos y decirme lo que siente por mí, pero supongo que no llegará.— habla en voz alta moviéndose preocupado de un lado a otro con sus maletas fuera de lo que era su habitación. Dentro de unos segundos más tendrá que bajar a la recepción y ahí esperar algunos minutos su taxi.— Sé que dijo que tardaría porque tendría un asunto pendiente que arreglar personalmente pero...— se detuvo alarmado, pensando en que tal vez fue a ver a ese otro Alpha.

No evito en pensar que quizás Isagi no quiera ni verlo, que lo dejará plantando y ahora este con ese otro Alpha que sabe lo anda pretendiendo. Lo que más recuerda es el aroma a menta y que tiene cabellos oscuros, no es tan alto como el mismo. De cualquier forma no cree que el Omega lo dejé sin al menos despedirse apropiadamente de él, incluso debió de haberle respondido alguna de sus llamadas.¿Tendrá el celular descargado? Definitivamente no las cuelga, solo no contesta. Es demasiado extraño. Aunque si lo piensa mejor, es muy probable que Isagi tenga el celular en silencio cada vez que salga algún lado.

Estos días se ha dado cuenta de ello. 

—¿Quizás me alcanzará en el aeropuerto?— se dijo para si mismo, aunque le pone algo triste que Isagi no esté ahí como prometió. Suspiró pesado como un poco enfadado.

Son las seis cuarenta de la tarde. No hay señal alguna de Isagi. Habían quedado que se verían mucho antes de las siete de la tarde, se supone que a más tardar el Omega estaría ahí a las seis y quince.

Después de unos cuántos segundos pensando, su celular suena lo cuál lo pone ansioso y contesta sin pensar lo, hablando en inglés como ya es costumbre desde que vino a Japón, hasta que del otro lado de la línea escucha que hablan en alemán.

Suspira decepcionado, no es su lindo Yoichi, es su entrenador.

—Si, ya dije que si regresaré está vez. Mi vuelo sale hasta dentro de dos horas más, apenas saldré del hotel, la maletas ya las tengo listas.— contestó a las preguntas que con tanta insistencia le hace.— El taxi solo demora treinta minutos aproximadamente o menos y ya lo he pedido.— concluye él.

Al colgar, sube al ascensor con sus dos maletas y una mochila. Cuando baja y sale de esté, su celular vuelve a sonar pero debido a que trae las maletas no contesta, supone que debe ser otra vez su entrenador o algún otro compañero así que decide no molestarse en apurarse. Su celular deja de sonar en un rato. Se dirige hacia la recepción donde tomó asiento para esperar a que su taxi le avisará que ya está afuera.

Después de algunos minutos, le llega la notificación de su taxi que lo está esperando afuera, sin fijarse de la llamada perdida. La recepcionista se despide de él agradeciendo su estadía ahí y que los recomienden a sus amigos la próxima vez que vaya a vacacionar ahí. Kaiser asiente fingiendo una sonrisa, para después salir con sus maletas hacia afuera donde el taxi lo está esperando.

Al final Isagi no llegó para despedirse de él en persona y ya son justamente las siete de la noche.

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18:20 p.m

Itoshi Rin siente un mar de emociones desagradables en su interior. Aún así, mantuvo la calma lo mejor que pudo intentando verse frío por medio de sus expresiones faciales.

—Isagi, ¿Hace cuando que conoces esta persona de la que tú dices estar enamorado?— pregunto con intriga y una pizca de remordimiento. Claramente no tiene ni idea de quién puede ser. Solo puede pensar en los amigos del Omega, ¿Será alguno de ellos?¿O tal vez alguien que no tenga nada que ver en el fútbol?

La curiosidad lo carcome, le duele saber que a Isagi le guste alguien más después de todo este tiempo que han pasado juntos. No le parece para nada justo, pero tampoco puede hacer mucho al respecto. No es como que, negándose a la decisión que tome Yoichi algo cambie, porque no lo hará. Tampoco puede obligarlo, su única opción es aceptarlo. 

¿Por qué Isagi dejó de gustar de él? Es la pregunta que más se repite en su cabeza.

—Si hablamos de conocer...— suspira pensativo, vuelve a tomar asiento con calma.—Diría que ya hace bastante años. Habíamos perdido el contacto últimamente, pero lo conozco desde el proyecto de Blue Lock, dónde te conocí a ti también.

—Asi que es alguien que posiblemente haya visto en más de una vez, algún jugador profesional como nosotros.— dice pensativo. Que Isagi no le haya dicho directamente su nombre le hace pensar que no es ninguno de sus amigos.—¿Cuánto tiempo llevan desde que empezaron a salir?

Isagi no está tan seguro si responder aquello, pero tampoco le ve el problema además que Rin se está mostrando demasiado calmado de momento. No está reaccionando de manera violenta o algo similar.

Isagi piensa que no necesariamente se necesita de meses o años para que uno se enamore, incluso a veces, basta con tan solo un instante para ello. Con algún gesto, alguna acción o un par de palabras, una mirada o el aroma para cautivar. Con el tiempo, vas conociendo más de la persona y quedas todavía más fascinado con ella.

—No mucho, realmente. Más que salir, diría que es la convivencia.— aclaró su garganta.—Algunos cuantos días...

—¿Días?— repite incrédulo. Isagi asiente, parece que Rin se siente indignado por la respuesta.—
O sea que te gusta más alguien por tan solo algunos días que llevan.

Aquello último se escuchó molesto. Isagi ya puede apreciar lo es que escuchar a un Rin molesto en algo que no sea fútbol. Decide no perder la compostura y seguir manteniéndose calmado y serio.

—Se que debes estar muy enojado conmigo, por lo tanto lo mejor será que me vaya y dejemos las cosas por la paz.— comenzó a explicar. Rin frunció el ceño ante lo que dice. Isagi continúa hablando.—Si decides o no volver hablarme por tiempo indefinido, lo entenderé. Pero prefiero que las cosas se queden de buen modo y que no haya más odio o rencor entre tú y yo. Si quieres que sigamos siendo amigos, podemos serlo, puedes enviarme mensaje si gustas o nunca más volver a vernos, tu decides. — dice mirando fijamente al contrario que se le ve bastante pasmado como dolido.

La habitación no tenía un olor en especial antes. Solo a madera por los muebles y ese olor a cojines, quizás un poco a aromatizante de flores. Pero casi de impacto, las feromonas del Alpha Itoshi comienzan a sentirse en todo el lugar. Aquel aroma a menta se vuelve picoso, molestando el olfato. Es obvio que se debe a las emociones de Rin en esos momentos, enojo, furia y tristeza. Se siente como si hubiera sido abandonado.

A pesar de que la potencia de las feromonas de Rin se vuelve irritantes, Isagi puede soportarlas sin mucho problema al menos por un tiempo. Él se sigue manteniendo sereno, esperando a que Rin le diga algo.

—¿Quién es?

Es lo único que pregunta, mirando hacia abajo. Sus ojos cubiertos por su flequillo oscuro y largo.

—Si te digo ésto, es porque tarde o temprano el resto se enterará. Pero quise que seas el primero en saberlo, Itoshi Rin. Porque no quiero engañarte ni jugar contigo. Yo estoy siendo sincero contigo y conmigo mismo.— comenta, a lo que Rin chasquea la lengua para nada contento.

—Ser el primero es una mierda.— suspira, aprieta sus nudillos para después decir, y en el fondo deseando no conocer a la persona de ningún lado:— Dime su nombre...

—Es Michael Kaiser.

Si eres muy fan del fútbol y sobre todo laboras en este campo, es imposible que no sepas quién es él.

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Palabras: 2,588
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado
Fandom: BlueLock
Nota del escritor:
Se me fue el internet por dónde vivo por más de un día así que esté cap me veía publicando lo hasta el domingo en la noche, pero por suerte hoy al medio día regresó, así que en lo que me tardaba en terminar este capítulo, editarlo, etcétera, pues he terminado y si los he traído.
Mis vacaciones ya están a nada de terminar, y a este fic le quedan muy pocas partes para que igual finalice.
Gente, ustedes creen que si BlueLock tiene más temporadas, si da chance para que Kaiser salga?(⁠☞ﾟ⁠∀ﾟ⁠)⁠☞
Porque siento que saldría hasta una 3 o 4 temporada con chance. Quién sabe~
No se porque ahora veo a BlueLock como un manga infinito, tengo ni idea de cuándo y en qué momento podría acabar.
Nos vemos la próxima!