🝮11.

—¡Rin!

Se escuchó demasiado sorprendido como su voz temblorosa del susto. Es entonces que aclaró su voz, había sonado demasiado impactado para su gusto. Casi como si algún fantasma estuviese posado frente de él.

—¿Qué haces aquí?— pregunto, para salir él y cerrar la puerta detrás suyo intentando sonar más amistoso y despreocupado cuando por dentro se moría de nervios.

En otras circunstancias lo hubiese invitado a pasar, pero allá adentro aún huele un poco a sus feromonas mezcladas con Kaiser, a pesar de que abrió las ventanas y entre abrió algunas puertas. Él como se baño, y hecho desodorante en aerosol, no tiene ese aroma tan fuerte del Alpha, o por lo menos espera que no lo suficiente y que Rin no lo note o lo confunda al menos con algún perfume. Sin embargo, aún debe desprender algo de sus feromonas de Omega en celo.

—Me preocupe mucho por ti estos días. No respondías mis llamadas...— comentó serio como bastante preocupado, a pesar de que no se nota mucho debido a su expresión seria de siempre.

Se suponía que anteayer debieron haberse reunido para alguna cita que ya había quedado pendiente por bastante tiempo, como Isagi ni siquiera le respondió los mensajes debió estar muy preocupado y ansioso. Además de las cientos de llamadas que le dedicó, incluso se contacto con el entrenador de Isagi y compañeros, el único que supo darle una respuesta fue esté primero, diciendo que el Omega le aviso que no podría ir al entrenamiento por algo personal, de ahí no le dio más detalles al Itoshi.

A cualquiera lo suficientemente cercano a Isagi le hubiera asustado en su lugar no recibir respuesta alguna y es por ello que decidió venir hasta acá, hasta su departamento.

Llegó como siempre en su coche oscuro de vidrios polarizados, bajó y habló con la recepcionista para dar su nombre y así seguridad lo dejará pasar fácilmente. Después de todo es uno de los "amigos" a quien Isagi le dio autorización para que pueda subir hasta su departamento desde que se mudó ahí hace algunos años. Tomó uno de los ascensores y al estar en el piso seleccionado encontrándose con otros huéspedes que lo reconocieron le pidieron autógrafos y fotos, él solo accedió a las fotos de manera tan seria que parecía molesta.

No se encontró a nadie más en su recorrido, y es eso mismo lo que Isagi le preocupa. Si en algún punto se topa con Michael Kaiser, ¿Qué puede pasar? El alemán es un bocón, que ahora mismo debe apestar a su aroma.

—Hace media hora te mandé mensaje diciéndote que estuve en celo y por eso no podía contestarte.— explicó brevemente. Sabía que le había respondido muy tarde los mensajes de hace más de dos días, pero supuso que Rin los habría leído antes de pensar en salir para ir a verlo en persona, hasta su departamento.

—Apenas me doy cuenta, hace rato que salí de mi departamento.— dice revisando su móvil para verificar lo dicho por el Omega, cosa que es cierta.

Mientras conduce no suele atender su celular. No había revisado su celular en camino hasta acá. Suspiro un poco aliviado, ya que pensó que Isagi en realidad lo estaba evitando por algún mal entendido o ya no lo queria. También pensó en otra probabilidad que igual le preocupó mucho que es que se hubiese enfermado.

Al final resultó ser el celo, cosa que tiene sentido. Lo ve bien y tiene su cabello desordenado, a pesar de que huele un poco a lavanda por la ropa, también puede detectar feromonas de celo, no tan fuerte ya que como el mismo Yoichi dijo, ya terminó.

—¿Te encuentras mejor?

—Un poco.— contestó algo cortado, para rascarse su mejilla y añadir:—
Yo realmente lo siento, pero esté no es un buen momento para hablar, sabes. Pero te prometo que está misma noche te mandaré mensaje para reunirnos otro día y así poder hablar mejor. — se disculpó sinceramente para inclinarse hacia él. Necesita hablar bien las cosas con Rin, ya que no le gusta o le parece incorrecto querer algo con él pero tener a Kaiser del otro lado, le hace sentir culpable. Sin embargo, aún no está del todo decidido sobre a quien debe escoger.—Tengo muchas cosas que contarte, en serio.

Rin pensó que tal vez, se sienta cansado como tembloroso y no quiere correr ningún riego con él, sobre todo por ser un Alpha. Por lo que espera que pronto sienta mejor y puedan reunirse como se debe, todavía tiene tiempo para hablarle sobre la invitación a la boda de su hermano que será en un par de meses, así que puede esperar un poco más para hablar con él y así de una vez, formalizar su relación que en estos últimos meses no ha sido tan solida o bien puesta ni siquiera ante sus amigos y familia.

—Yo también. — hace una breve pausa para despedirse de él abrazándolo. Es lindo y acogedor tener el cuerpo del más pequeño entre sus brazos. Puede oler un poco las feromonas de celo, son tenues y dulces. Y también detecta otro olor que no es lavanda, quizás de algún desodorante o perfume.— Me iré entonces, espero te recuperes pronto.— le sonrió, e Isagi también le correspondió.

Yoichi mira algo nervioso como el Alpha se aleja hasta perderlo de vista al cruzar un pasillo y suponer que ya agarro el elevador, en vez de meterse a su departamento decide esperar ahí. No deja de pensar en la probabilidad de que Kaiser se encuentre en estos próximos minutos con Rin. Hay más de un elevador y aparte las escaleras, duda mucho que el rubio las utilice.

¿A qué le tiene miedo? No sabe si se reconocerán después de tantos años pero los dos son muy famosos a nivel mundial en el mundo del deporte, y aunque lo hagan, duda que se hablen o siquieran saluden. La última vez ni siquiera parecía dar importancia a la presencia del otro en BlueLock durante aquel partido amistoso.

Pero sabe que Kaiser huele mucho a sus feromonas, es imposible no darse cuenta. Y él al salir aunque se baño, aún huele bastante a él. No se hecho ningún perfume o desodorante especial para disimular un poco.

Tal vez no debería pensar demasiado las cosas, lo que tenga que pasar lo hará. Si no se encuentran estaría aliviado, pero si es así, no cree que suceda algo grave, ¿Verdad?

Son adultos civilizados que no se pondrían a pelear por una estupidez y menos en un lugar con bastante gente.

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Rin se aleja mirando al Omega de reojo por última vez, quién parece permanecer de pie esperando en el pasillo, quizás esperando a qué él se vaya. El Alpha de orbes verdes y pestañas largas como marcadas, se dirige al elevador hasta el primer piso.

Pasa alrededor de un minuto cuando las puertas se abren, no presta mucha atención a su alrededor más que al camino para salir de ahí, solo sabe que otras dos personas entran al elevador mientras él va saliendo.

Al pasar a lado de estos, saliendo de ese pequeño espacio, puede olerlo casi de inmediato luego de haberlo sobrepasado. Huele a vainilla y jazmín pero muy dulce, como a las feromonas de Isagi. No cabe duda.

A pesar de que las reconoció de inmediato y ya estando afuera del elevador, tardó un poco en reaccionar.

Cuando se percató de ello, rápidamente se giró para saber quién estaba en el ascensor. Pero las puertas ya estaban cerrando se.

Aún así, algo logró ver.

Dos personas, posiblemente huéspedes del lugar, una mujer con varias bolsas de compra y el otro una silueta más masculina quien casi nada pudo distinguir sus rasgos.

No se grabó a tiempo su mirada o algún otro rasgo del hombre más que es alto y de cabello rubio,

¿Debería subir de regreso solo para ver si de casualidad estos se dirigen con Isagi? Tal vez esté exagerando, pero no habrá sido su imaginación. Además son dos personas que no sabe si van juntos y quién de ellos tiene aquel aroma.

El aroma de Isagi Yoichi es único y muy difícil de confundir. Tiene sus dudas pero tampoco quiere hacer un escándalo o escenas de celos innecesarias, puede que todo sea un mal entendido y no quiere arruinar las cosas con Isagi, así que con este último pensamiento en mente, siguió su camino saliendo del edificio hasta caminar algunos metros hasta su coche, subir a esté y conducir de regreso a su residencia.

No debe alterarse por pequeñeces. Pero tampoco deja de pensar en ello, le provoca incertidumbre.

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Subió con una mujer que parecía venir de compras, otra huésped del edificio. Omega y con lentes oscuros, a pesar de que los traía pudo detectar que se lo quedaba viendo por mucho rato al entrar al ascensor.

Michael Kaiser a pesar de haber sentido intriga por aquella persona que los volteó a ver justo cuando las puertas del elevador se cerraron, no le dio mucha más importancia y olvidó ese momento casi al instante de regresar al departamento de Isagi, con el encargo en manos dentro de una bolsa que tiene grabada la marca de seguramente, la app de servicios que Isagi tomó.

Aunque debe admitir que por algunos instantes sintió bastante intriga ya que logró olerlo muy brevemente y podía jurar que ese aroma se le hacía familiar, quizás bastante. ¿Pero de dónde y por qué? No debe ser tan importante ya que lo recordaría mejor, pero al mismo tiempo le molesta no recordarlo tan claramente.

Olía a menta, pudo distinguir ello en esos breves segundos. No le vio tan bien la cara, porque estaba distraído entre sus propios pensamientos.

Aún así no se enganchó mucho con esos pensamientos de porque otra persona volteó tan abruptamente hacia ellos para mirarlos y siguió su camino. A lo mejor estaba mirando a la mujer de a lado.

Al reencontrarse con el japonés esté le hizo unas cuantas preguntas sospechosas sobre su regreso, cosa que le confundió y extraño, pero no sé prolongó ese momento por lo que cambiaron de ambiente rápido y naturalmente.

Isagi se tomó la pastilla luego de leer cuidadosamente la caja para después preguntarle a Kaiser que le gustaría de desayunar. El rubio se ofreció a cocinar está vez para darle una carga menos a Isagi y porque según él, quiere demostrarle que tanto de amante como pareja es realmente excepcional y puede prepararle muchas cosas. Mientras que el azabache se sorprendió un poco pero después se pusieron de acuerdo en algo para así preparar un desayuno un poco elaborado que les llene, pero hacerlo rápido dividiéndose las tareas porque ambos tienen mucha hambre, especialmente el Omega.

El Alpha preparara un delicioso y gran omelette con vegetales salteados —como zanahoria, calabaza y papa—, mientras que el Omega se encargará del arroz con pequeños granos de maíz y tocino, también prepararía de tomar jugo de manzana.

Kaiser nunca había comido omelette con arroz, no es muy común allá. Pero supone que aquí en Japón debe ser de lo más normal, había oído sobre que en el país oriental les encanta mucho el arroz.

En un ambiente bastante calmado y cómodo, cada quien haciendo lo suyo pero soltando uno que otro comentario bastante trivial sobre sus entrenamientos o futuros proyectos en sus equipos, en la mente de Isagi le parece intrigante el pensar o cuestionarse si Kaiser es tan amable y servicial cada que se acuesta con alguien. Si fue así con todos su ex's, es algo que nunca sabrá y obviamente no quiere preguntarle. Es un momento bastante cómodo y natural de una pareja de novios que a Yoichi le sigue pareciendo extraño e increíble. Aún le cuesta digerirlo, cuando vuelve a recordar todas esas escenas de ellos dos follando debido a celo, se sonroja y vuelve a pensar mejor en otra cosa.

Todavía recuerda hace años cuando se conocieron en BlueLock, Kaiser no dejaba de decirle el "payaso" de su obra, su marioneta y de vez en cuando el apodo acosador. No entiende en qué momento exacto le estuvo mandando indirectas o coqueteando como le comento alguna vez. Para él, Kaiser solo quería burlarse de él o hacerlo de menos si es que no lo hacía brillar a él durante los partidos de entrenamiento.

Pero igual tiene muy presente aquella vez que, en uno de los partidos amistosos contra el equipo donde estaba Reo y Nagi, dónde uso su meta visión a un nivel superior y al terminar el partido se sobre expuso, cansando se a tal punto de caer rendido al césped, pero Kaiser quién se encontraba cerca con su amigo Ness, lo dejó para ir a sujetar lo de una manera peculiar.
Al despertar de aquella vez, se enteró que Kaiser lo cargó hasta llevarlo a un mejor lugar para que descanse. Se sorprendió pero no pregunto más por ello y siguió agotado por un tiempo más.

Eso fue lo más humano y considerado que había hecho Kaiser en aquel entonces, al menos lo que puede recordar. Ha pasado mucho tiempo desde entonces.

Es por ello que ahora sigue preguntándose sobre estar ¿Juntos? En un ambiente cómodo y hasta acogedor de manera cursi, se le hace tan increíble, como una fantasía que ni en sus más locos sueños pudo haberse inventado, menos con el alemán. Pero debe admitir que justo esté momento no le desagrada, solo le causa conmoción y curiosidad, no sabe que tanto le puede llegar a gustar compartir este tipo de momentos en el día con el Alpha.

Mientras tanto con Michael, esta oportunidad de cocinar junto a Isagi en un ambiente de tranquilidad mañanera le resulta bastante gratificante. Él no es de cocinarle a nadie, literalmente a nadie. Solo se ha cocinado así mismo a excepción de una vez hace muchos años cuando perdió una apuesta, pero ni siquiera con sus antiguos amantes llegaron a conocer este lado de él. Más aquí está, queriendo probar una técnica que desde hace mucho tiempo ha escuchado que tiene cierta fama, y es sobre "conquistar a la persona con el estómago", presumiendo así también un poco sus dotes en la cocina. Aunque por otro lado igual quiere probar algo preparado por Isagi, a pesar de que solo es arroz con tocino lo disfrutará.

Actualmente hay gente que todavía le sorprende que haya Alphas que sepan cocinar más allá de un sándwich, la parilla y un plato de cereal, personas de pensamiento retrógrada aún dicen el "eso es cosa de omegas". Solo estupideces de gente conservadora.

Quiere hacerle saber a Isagi sin ser tan directo, que él no es así.

Una vez que terminaron, hicieron la mesa y se sirvieron, mientras desayunan Kaiser miro atentamente a los gestos de Isagi, esperando alguna reacción maravillada o un comentario positivo hacia su comida, algún halago. A él le salen muy bien sus omelettes.

Pero el Omega solo parecía comer en calma y un poco distraído por sus propios pensamientos. Por lo que el alemán para romper aquel silencio que le generó un poco de conflicto, pregunto en un tono humorístico:

—¿Y mis palillos?

Isagi lo miró confundido al principio. Puso cubiertos como tenedores y cucharas. Isagi con el arroz si está comiendo con un par de palillos de madera.

—¿Por qué quieres palillos?¿Sabes usarlo?— pregunto intrigado. Claro que tiene varios palillos guardados pero está seguro que el rubio no sabe manejarlos.

—No, pero siempre he querido intentarlo. Me parece increíble como los usan.

—Puedo darte un par que tengo, pero no prometo no burlarme de ti intentando usarlos. — agregó con un tono burlón al final, se paró para buscar otro par guardados y se los entregó.

Aunque Isagi le dio unas demostraciones aún se le hizo complicado. Se le cayó más de una vez el arroz fuera del plato haciendo un poco de desastre. Rápidamente pareció rendirse.

Kaiser aprovecho el buen y relajado ambiente entre los dos para sacar cierto tema que le inquieta bastante y por lo tanto necesita hablarlo con Isagi.

—Yoichi, quiero hablar contigo sobre mi regreso a Europa. — mencionó yendo directo al grano.

Aquellas palabras fueron suficientes para llamar la total atención del nombrado quién, recuerda que cuando su celo apenas estaba empezado aquella noche de hace tres días, le había pedido vergonzosamente que se quedará más tiempo por él, de tan solo recordarlo le hace sentir un poco ridículo y tonto. De esas cosas en las que uno se arrepiente de haber abierto la boca.

Intentando no pensar mucho en ello, decide hablar al percatarse de lo angustiado que se ve el rubio.

—Oye, no tienes que ponerte tan serio.— suspira un poco despreocupado.—Es algo que tenía que pasar, eres extranjero, eres de otro país y juegas para otro continente. No es como si no pudiéramos seguir en contacto por mensajes o llamadas.— añadió para no extenderse demasiado.

Las cosas entre los dos ahora sin duda es muy distinta a diferencia de hace varios días cuando Kaiser vino y que ya sabe que ha sido por él. Ahora ya no puede decir que son solo conocidos y decirle amigo también le resulta extraño.

Entonces, ¿Qué son ellos dos ahora? Nunca lo han dicho formalmente en palabras. Es más, incluso si son algo como novios, eso significa que mantendrán una relación a distancia cuando Kaiser regrese. Europa, ¿Podrían siquiera con eso?¿No caerán ante la tentación y el aburrimiento al no tener al otro por mucho tiempo indefinido?¿No habrá engaños o se perderá el interés?

Esos y más pensamientos carcomen a Isagi, le angustian un poco y al parecer, no es el único de los dos que piensa igual.

—Tengo miedo de que, cuando regresé a mi país, me cambies por alguien más.— se sinceró el alemán, haciendo al nipón jadear bastante sorprendido como conmovido.

Un breve silencio inundó por completo el lugar, solo sus respiraciones se escuchan mientras la intriga invade sus mentes a la espera de algún comentario o respuesta. A pesar de que a Isagi le toca hablar, realmente quedó mudo por varios segundos pensando en que decirle, en qué contestarle.

"¿Pero que hay de Rin?"

"¿Crees que es justo para él llevar meses saliendo contigo para que luego lo dejes?"

"No puedes andar con los dos."

"¿Quién de los dos Alphas te gusta más?"

"¿Crees que tus padres prefieran que salgas con un extranjero?"

"¿Crees que realmente Kaiser quiera algo serio contigo?"

"¿Ya es seguro confiar en él?"

"No te habrás enamorado en una sola semana, ¿Verdad?"

"No tienes tiempo para pensar, tienes que decidirlo ahora."

Yoichi sabe que es demasiado pronto para estar completamente seguro de sus sentimientos hacía Michael, pero tampoco le parece mal querer intentarlo, una relación a distancia estará bien para saber si el rubio realmente quiere andar enserio con él. Además, ya se besaron de manera muy pasional aquella noche que hizo temblar al propio Isagi e incluso ya tuvieron sexo recientemente, tampoco han ido para nada lento en su relación estos días. Aunque al final si lo analiza mejor, el celo del Omega es quien terminó por darles ese pequeño empujón.

—¿Cuándo te marcharas?— pregunta Isagi lamiéndose brevemente sus labios un poco secos, ansioso.

—Mañana por la noche sale mi vuelo.— contesta mirándole, bastante serio.— Pero quiero saber si sientes algo por mí, porque quiero venir en mis vacaciones a visitarte o cuando tenga varios días de descanso libre, no quiero ser solo tu amante, quiero más de ti, Yoichi.

Isagi aún recuerda con amargura para su mala suerte y justo en esos momentos, lo difícil que le hizo la vida Kaiser hace años durante los partidos. Las burlas, sus gestos engreídos y comentarios ofensivos hacia sus amigos y demás compañeros. Le costó más de un partido amistoso ganarse algo de su respeto y que lo mirara cómo a un igual. Un digno oponente y rival.

Por lo tanto, se le complica hacer caso omiso a aquella experiencia del pasado, a pesar de que actualmente Kaiser ha dado un gran cambio sin dejar a un lado su esencia, su actitud que lo caracteriza y todo para acercarse a él.

Siente nervios hasta el punto que juega con sus manos debajo de la mesa, además que aún tiene ese pendiente de Rin que también le cuesta en darle una respuesta firme y sincera al contrario.

Sabe que tiene que escoger a uno.

Con Rin igual tuvo sus malos entendidos y muchas peleas en el pasado, pero desde hace casi un año que comenzaron a frecuentarse cómo algo más que solo amigos, le agarró mucho cariño y se enamoró de él. A pesar de que últimamente había estado pensando que quería que su relación avanzará más rápido y a veces no estaba seguro si el Alpha de apellido Itoshi gustaba tanto de él como Isagi del contrario, aún si puede decir que pasaron muchos buenos momentos juntos que le agrada recordar y nunca cambiaría.

Si hablamos de Kaiser, su primera impresión de él fue poco común, sorprendente pero igual le cayó mal casi al instante. No se sintió atraído por él en sus primas semanas de haberse conocido, a pesar de que en más de una ocasión le miraba en las duchas debido a su tatuaje y físico. Al paso de los años y su regreso a Japón, ha sido toda una caja de Pandora, evento tras otro inesperado y su forma de acercarse a él tan directa y coqueta le llamó mucho su atención, además que no recordaba que el aroma de esté fuese tan encantador como seductor.

Luego de un par de minutos tensos con misterio, Isagi le pregunta:

—¿Qué quieres exactamente de mí, Kaiser?

—Quiero todo de ti, Yoichi.

El Alpha no duda, y es eso mismo lo que hace temblar el corazón de Yoichi pero se llena de inseguridad. Nunca ha sido bueno ni experto en estos temas de relaciones románticas, es por eso que incluso con Rin igual no ha sabido expresarse muy bien con él sobre que siempre ha querido más afecto de él. Que venga Kaiser a hablar con él directamente diciendo que es lo que busca y quiere de él, lo deja sin aliento.

Chapter 203

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Palabras: 3,707
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Domingo 15 de enero del 2022
Fandom: BlueLock
Nota del escritor:
No tenía pensando actualizar hoy a media noche sino hasta el martes, pero el capítulo del manga de ayer me dejó muy uff.
Isagi desmayandose y Kaiser sujetando lo del cabello fue muy XD, rezo porque en el siguiente se vea que Isagi está tan cansado que no pueda ni moverse y Kaiser lo cargue, eso sería muy gay y no creo que pase, pero se vale soñar JAJAJAJA
P

ara aclarar en mi fic: Si Kaiser le hubiese visto bien la cara a Rin y no andara distraído, si lo hubiese reconocido y no precisamente por ser un jugador de fútbol.
En el futuro también agregaré a Ness, a este wey lo llevo pensando mucho tiempo para que salga pero lo tengo preparado para otro momento mejor en mi fic, por eso no ha salido y ha sido muy poco mencionado.
Esta vez no creo actualizar tan rápido el siguiente capítulo.
En fin, nos vemos hasta la otra!

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