Un Nuevo Devilman

Aiko camina por las calles húmedas y algo oscuras de la ciudad, vestida con una gabardina y una bufanda que cubre su rostro, va rumbo a su misterioso destino, ella mira a su alrededor los puestos de comida, antros y club de caballeros, ve a chicas vestidas de forma muy provocativa que la llaman para que pase un buen rato con ellas.

Alcohol y vicios lascivos es lo que ven sus ojos, las luces de neón que hay en los edificios hacen que el lugar se vea algo más alegre, pero Aiko sabe que solo son carnadas para que todos vayan a desencadenar sus deseos más profundos y caóticos.

ella pasa por un club para caballeros donde ve a una hermosa bailarina hacer gala de sus movimientos más sensuales que pueden despertar el deseo más pecaminoso a la persona más pura.

Aiko se acerca a verla y la hermosa bailarina de cuerpo perfecto y hermosos cabellos rojizos se acerca y ella pone su mano en la vitrina, Aiko hace lo mismo pero ella levanta su brazo prostético y al ver esto, a la bailarina le sale una lágrima.

Aiko solo sonríe de forma tierna algo que reconforta a la bailarina, ella se marcha y se dice a sí misma que ellas son como hermosas muñecas que sólo puedes ver pero nunca tocar.

Ella pasa por un bar y ve que hay una pelea y ven como echan a una persona que ya está pasado de copas, este insulta de manera vulgar con un vocabulario de una persona corriente y sin educación.

El sujeto se acerca a Aiko para pedirle favores sexuales, ella le dice con cortesía que se aleje, pero el sujeto insiste.

Borracho: anda, déjame meter mi verga en tu vagina, te haré sentir bien, solo déjate llevar por tus instintos de puta.

Sin decir nada, Aiko somete a aquel hombre usando sus técnicas que aprendió cuando era policía, el tipo pide piedad al ver que está a punto de romperle el brazo, la gente que los está viendo se querrán asombrados por la reacción y reflejos de la chica.

Aiko: ¡Espero que hayas aprendido a no subestimar a la gente, no sabes con que te puedes encontrar!.

Borracho: ¡Está bien, entiendo, pero déjame ir!.

La chica lo suelta y esta se va caminando, pero el tipo se enfurece y saca una navaja y trata de apuñalarla, pero Aiko escucha las pisadas de su agresor y con una reacción casi sobrehumana desvía la navaja usando su brazo prostético para luego darle un fuerte puñetazo que le rompe la nariz y lo hace sangrar, pero también le logra tumbar unos dientes y este cae adolorido al suelo.

Aiko: Espero que hayas aprendido que nadie debe cabrearme, basura humana.

La gente de su alrededor mira con cierto temor a la chica mientras camina rumbo hacia su destino, pero lo que no sabe, es que un extraño sujeto con una capucha amarilla la está siguiendo usando a la gente de alrededor como escondite.

Otro encapuchado se acerca y le habla en un extraño dialecto inentendible para los oídos humanos, al final ellos se marchan y se pierden entre las sombras.

Después de una larga caminata, Aiko llega a su destino, ella mira la imponente puerta de madera de la iglesia de estilo gótico, apenas hay luces a su alrededor haciendo que luzca muy tenebrosa despertando una cierta inquietud en la chica.

Aiko: Es un tanto contradictorio que un lugar sagrado esté en el centro de un lugar lleno de pecado, es un tanto... Irónico.

La ex policía sube lentamente las escaleras, pero cada paso que da su corazón late de manera muy acelerada, incluso cuando llega a poner su mano en la gigantesca puerta de madera, sus instintos le dicen que algo no va bien.

Ella se queda por un momento parada y reflexiona todo lo que ha ocurrido, ella pone su mano en su rostro reflejando angustia y estrés, ella se sigue lamentando de no haber podido salvar a su compañero de una muerte tan horripilante en manos de una grotesca abominación de procedencia desconocida.

Sin vacilar más, ella abre la puerta, al ver el interior de la iglesia se queda impresionada por el estilo del interior, adornado con candiles dorados y alumbrados por velas, los imponentes enormes vitrales que muestran a santos y pasajes bíblicos transmiten misticismo al recinto, la luz que hay en el exterior hacen que se muestran en su máximo esplendor.

Ella mira el hermoso altar a cristo siendo cargado por María después de la crucifixión, en el centro del mismo se ve a una misteriosa mujer algo mayor vestida con elegantes ropas religiosas de color blanco y acompañadas de relieves dorados, ella es acompañada por sectarios demoníacos y sacerdotes católicos.

Engels: llegas tarde mujer, el tiempo no es algo que se deba desperdiciar en un mundo que está a punto de caer en el caos.

Aiko: ¿Tu eres la que me envió esa extraña invitación?.

Sasha: Así es, me presento, me llamo Sasha Engels, soy una representante del Vaticano y de su santidad.

Aiko: vaya, no pensé que había puestos importantes para mujeres en el Vaticano.

Pero al decir esto, uno de los encapuchados le recrimina y este mismo se quita la capucha revelando que es un sacerdote oscuro de largas barbas blancas y ojos de color rojo.

Señor: no es tiempo para chistes señorita Aiko, estamos en unos momentos cruciales que pudieran definir el futuro de nuestra misma existencia.

Aiko: vaya, parece que hoy en día los ancianos se han enloquecido.

Sasha: si fuera tu mediría mis palabras Aiko, no porque sir Conrad sea un anciano no lo debes subestimar.

El misterioso anciano mira con fiereza a la chica, al ver sus ojos directamente, siente un escalofrío recorrer su espalda al igual que siente su corazón latir de forma rápida como si estuviera en peligro.

Aiko: joder, esa mirada no parece la de un ser humano

Sasha: sé que todo esto es tan repentino para ti Aiko, pero eres nuestra última esperanza.

Aiko: vayan al grano, espero que todo esto no sea una pérdida de tiempo, ya tengo que lidiar con mucha mierda hoy en día.

Conrad: bien niña, te diré sin tapujos todo, te hemos estado vigilando ya que hemos visto tu potencial como agente y además de tener una gran fuerza y cordura mental.

Aiko: tengo mis métodos para lidiar con mucho estrés, es algo que tuve que aprender de huérfana.

Sasha: sabemos todo de ti Aiko, incluso de tu encuentro con esa abominación con esa horrible criatura en el edificio de apartamentos.

Al escuchar esto, Aiko se altera y le reclama a Sasha.

Aiko: ¡¿Ustedes saben que carajos era esa cosa?!, ¡Por qué no me ayudaron a salvar a mi compañero!.

Conrad se interpone entre Aiko y Sasha, algo que molesta aún más a la chica, que trata de quitarse al sacerdote oscuro pero este le detiene sosteniéndola de su brazo, ella trata de soltarse, pero Conrad la somete y la lanza al suelo son muchos problemas.

Conrad: ¡Compórtate mujer!, no estás con gente cualquiera, podemos acabar con tu vida si así lo deseamos.

La chica se sorprende ante la fuerza sobrenatural del anciano, pero cuando cae un relámpago en las cercanías, la silueta del anciano cambia a la de un horrible demonio de grandes cuernos y ojos sobrenaturales.

Aiko: ¿Qué carajos es esta gente?... ¿De verdad todo esto está ocurriendo?.

Sasha: ¡Basta Conrad!, tiene motivos para estar alterada, su compañero fue asesinado, es normal que reaccione así.

Aiko: ¿Qué rayos son ustedes en realidad?.

La anciana le toma la mano y la ayuda a ponerse de pie.

Conrad: no se Sasha, ella es muy inestable en su temperamento. ¿Estas segura que ella será digna de ser la portadora?.

Aiko: ¿Portadora de que?, ¡Ya me tiene harta de sus rodeos!.

Sasha: escúchame bien Aiko, lo que viste en ese edificio fue una anomalía del caos.

Aiko: ¿Anomalía del caos?.

Sasha: así es, en la anterior existencia se desató una guerra contra los seres del caos, dioses que existieron en la anda más profunda antes de la primera existencia, ellos gobernaban creando y destruyendo universos a su antojo, hasta que de una relación entre dos dioses del caos nacieron los nuevos dioses, ellos encerraron en lo profundo a los dioses del caos y a su grotesco padre conocido como El Grande.

Pensábamos que se quedarían allí para siempre, pero debido al caos que los nuevos dioses y sus creaciones hacían en las diferentes existencias, el sello se rompió, además que consiguieron corromper con sus voces de una lengua muy antigua, consiguieron tener adeptos en varias partes del mismo universo y la existencia.

Eso hizo que el sello se debilitara y varios dioses del caos cruzaran, fue una batalla encarnizada, pero si no fuera por dos grandes guerreros quizá ya estaríamos de nuevo en la nada, pero el sacrificio de un valeroso guerrero demoníaco fue lo que selló de nuevo el portal, pero tarde o temprano de nuevo se romperá, debemos acabar con los adeptos de ellos y los dioses del caos que aún siguen deambulando.

Pero en las condiciones actuales no podrás Aiko, es por eso el por qué estás aquí.

Aiko: ¿Y qué tengo de especial para que ustedes se hayan fijado en mí?.

Sasha: como dijo Conrad, tú tienes habilidades únicas para aliviar tu estrés mental como corporal, estos seres del caos buscan a gente débil para corromperla, ven sus peores miedo o sus pecados más oscuros hasta llevarlos a la locura total.

Conrad: solo hay pocas maneras de eliminar esto y digamos que los métodos son un tanto curiosos por así decirlo.

Aiko: ¿Y cuales son esos métodos para evitar ese estado?.

Sasha: vivimos en los años 80 querida, ¿Si sabes que es lo que dicen normalmente las canciones de la juventud de ahora no?.

Aiko: la verdad es que no soy mucho de música pero si se que dicen sus artistas, sexo alcohol y drogas.

Conrad: aunque te suene una locura, ese es el antídoto para caer en la locura al ver o luchar largos periodos contra esos seres.

Por suerte como somos ángeles y demonios, tarda un poco en surtir efecto, pero ustedes, los humanos son más fáciles de hacerlos caer en el miedo y locura total.

Pero hay casos raros de gente que tiene esa fortaleza, y tú eres de los pocos humanos que resistieron, y lo mismo digo de tu compañero.

La líder religiosa camina hacia el altar y en el mismo hay un artefacto cubierto por una manta blanca con el símbolo del Vaticano.

Sasha: quisimos ayudar a ti y a tu compañero, pero cuando uno entra al mundo del caos, ya no hay vuelta atrás hasta que el portal se debilite o el conjurador lo cierre.

Lo que hicieron en ese edificio fue atroz, eran unos acólitos que ya teníamos tiempo en seguirlos, pero jamás pensé que actuaría rápido para hacer el ritual.

La mujer le da unos documentos de la investigación y conoce la identidad de los autores de la masacre del edificio.

Ella se sorprende al ver que cada uno no tenía antecedentes penales, era una familia común y corriente.

Aiko: pero... ¿Qué rayos fue lo que pasó con esta familia?.

Conrad: fueron víctimas del caos, y todo por comprar una reliquia extraña en un bazar, supongo que lo viste cuando estuviste en la habitación de ellos.

La chica hace memoria y recuerda que debajo del sacrificio que hicieron había un artefacto extraño, pero no pudo analizarla bien.

Aiko: si recuerdo haber visto una extraña figura de barro en el altar del sacrificio, como pudieron sacrificar a su propio hijo casi recién nacido.

Eso es monstruoso.

Conrad: el caos no tiene respeto ni reglas, ellos solo buscan alimentarse de todo lo que ocurre en los universos y existencias. Ellos son seres de una moral muy ambigua, ni buenos ni malos, solo quieren sobrevivir.

La chica policía se queda abrumada por tanta información, y se cruza de brazos mientras mira el altar y lo que está encima del mismo, ella siente algo que la llama con murmullos, esos murmullos crecen hasta sentir que su corazón late en sincronía con otros latidos provenientes de lo que hay debajo de la manta blanca.

Tanto como Sasha y Conrad se dan cuenta de ello, el trance en el que está Aiko es demasiado profundo y Sasha la despierta chocando sus dedos frente al rostro de la chica.

La chica mira a su alrededor con una mirada perdida y confusa, ella solo se recarga en un pilar y se da cuenta que caminó unos pasos hacia el altar, ignorando a todos a su alrededor.

Aiko: ¿Qué rayos ocurrió?, ¿Cuándo fue que me moví?.

Sasha: parece que la conexión con el artefacto contigo es demasiado profunda, bien, recuerdas que te conté que hubo una guerra muy sangrienta ¿No es así?.

Aiko: ¿Y qué carajos tiene que ver eso con lo que me acaba de ocurrir?.

La sacerdotisa se acerca hacia el altar, ella observa el objeto tapado, pero ella pone sus dos manos en el altar y muestra una reverencia.

Sasha: así que usted ya sabía de lo que Aiko era capaz de hacer, bueno, es cuestión de que ella acepte.

Aiko: ¿Con quién habla?.

Conrad: con uno de los últimos supervivientes de la gran guerra, o bueno, lo único que queda de él.

Sasha. así es, lo que está dentro, es lo único que logramos recuperar de su cuerpo, el sacrificio de él nos sirvió mucho para acabar con un gran ejército, pero ahora que ellos han vuelto, él necesita la ayuda de alguien para poder usar todo su poder.

Aiko: ¿Y quien es el superviviente?.

Conrad: es uno de los demonios más peligrosos y fuertes del infierno, incluso hasta el mismo Satán le temía y respetaba, su nombre es Abadón.

Con solo escuchar su nombre, el mismo universo temblaba, es de los pocos que pudo usar el caos a su favor durante la rebelión de Satán.

Pero los seres antiguos parece que no perdieron el tiempo en entrenar y mejorar sus habilidades en su largo encierro.

Él luchó con gran valor y determinación, no por proteger a los suyos o por que sintiera empatía por alguien, él solo lo hizo por saciar su sed de sangre.

Liberar su poder lo hacía sentir bien, pero al final sintió empatía por los dos guerreros que encerraron al caos de nuevo.

Usó su mejor técnica para acabar con un gran número de ellos, pensábamos que no había quedado nada de él, pero al revisar el campo logramos recuperar algo de él, una parte de su cuerpo.

Puedes destaparlo ya Sasha.

La sacerdotisa destapa el objeto y Aiko ve una especie de cápsula de conservación, dentro del mismo ve un grotesco brazo, siendo el izquierdo, palpitar y moverse de una manera perturbadora, dando a entender que está vivo.

Aiko nota el monstruoso aura de caos y negatividad, el mismo se lanza contra ella atravesando su cuerpo y al ocurrir esto, un tornado de emociones despiertan dentro de la chica, ella puede ver los recuerdos del infame demonio de cómo mataba sin piedad a todo lo que se cruzaba, incluso de como violo a una hermosa mujer sin piedad hasta matarla.

La voz de Abadón se manifiesta dentro de su mente, la chica se encuentra desnuda frente al temible demonio que se manifiesta como una gran sombra en forma de dragón.

Sus ojos brillantes miran con ciertos deseos lascivos y de profunda excitación.

Abadón: no puedes huir de tu destino niña, ya todo está marcado para que seas la portadora de mi poder, no hay tiempo para pensarlo, el tiempo se acaba, además no somos tan diferentes, siento que deseas acabar con ellos por lo que hicieron a tu amigo.

Con mi poder podrás derramar la sangre de tus enemigos, entrégate a tus deseos más pecaminosos, entrégate a la sed de sangre.

La sombra le extiende la mano, pero Aiko no sabe qué hacer y ella sale corriendo hasta volver a su mundo.

Ella vuelve en sí, pero respirando de manera agitada.

Sasha: ¿Qué ocurre Aiko?.

Aiko: lo vi, vi a ese tal Abadón, es la misma voz que escuche en mi cabeza, esos extraños murmullos.

Ocultista: Ellos están aquí.

Conrad: ¿Qué dices?. ¡¿Cómo carajos nos encontraron?!.

Una risa maníaca se escucha en todo el recinto, Sasha busca de donde viene la risa, una risa que le es bastante familiar.

Sasha: joder, esa risa la conozco. ¡Muéstrate de una maldita vez Perkell!.

Todos miran hacia un candelabro de la iglesia, y ven a una especie de gato antropomórfico de pelaje naranja y vestido de un traje elegante con un fino moño rojo en su cuello, y un sombrero de bombín, él los mira con una sonrisa perturbadora, el aspecto del mismo no concuerda al estilo de los demás presentes, pareciendo de venir de un mundo de dibujos animados.

Los ojos de Perkell reflejan locura, el brillo del mismo no parece algo natural, el poder que emana abruma a los presentes.

Perkell: vaya, vaya, si son mis amigos los que custodian que mis padres de nuevo lleguen a su mundo.

Parece que una de nuestras grandes amenazas aun sigue con vida, no voy a dejar que le den su poder a esa chica.

Acólito: ¡Señorita Sasha salga de aquí junto con Aiko y Abadón, nosotros los distraeremos!.

Perkell: ¡No dejaré que se escapen!.

El extraño ser, saca de una maleta un gran martillo de madera y aplasta de forma grotesca pero a la vez cómica al acólito como si fuera una mosca, una pantomima sale del mazo describiendo el sonido que hizo al aplastar al Acólito.

Sasha y Conrad salen del recinto junto con Aiko y llevando el brazo de Abadón consigo, Perkell al ver esto suspira de forma cómica y saca un reloj de bolsillo mientras que los acólitos y ocultistas lo rodean.

Ocultista: ¡No dejaremos que te vayas sin pagar lo que has hecho Perkell.

Los ocultistas y acólitos se quitan sus capuchas, Perkell ve como los ocultistas se transforman en devil mans y bestias oscuras de diferentes aspectos, mientras que los acólitos en ángeles.

Devilman 1: aprenderás a no subestimarnos.

Ángel 1: Así es, ya los hemos derrotado una vez, lo volveremos a hacer.

Perkell: por su culpa no llegare a mi cena, pfff, bueno, si quieren que juegue rudo, jugaré rudo.

Perkell chasquea los dedos y los vitrales se rompen en mil pedazos, el grupo mira como seres de aspectos horribles y deformes entran y comienzan a luchar, Perkel solo se ríe y camina con gracia mientras persigue a Aiko y a los demás.

Pero al salir, una voz le dice que pare.

Voz: espera Perkell.

Perkell: ¿Qué ocurre?.

Voz: hay sellos arcanos en todo el lugar, nos van a debilitar, yo me haré cargo de capturar a esa chica y evitar que se haga con su poder.

Tu encárgate de Conrad y de Sasha.

Perkell: siempre quieres el platillo fuerte, bueno, haz lo que te plazca, yo me encargaré de esos dos, buena suerte.

Perkell se marcha del sitio corriendo de forma muy cómica y delirante, en una sombra que proyecta una lámpara, unos grandes ojos rojos brillan.

Sombra: bien, es hora de la cacería.

Aiko se separa de Conrad y de Sasha, pero ella lleva en sus brazos el brazo de Abadón, ella respira agitada y se esconde en el laberinto del jardín de la iglesia, ella mira a su alrededor para asegurarse que no la sigue nadie, pero ella mira el cielo que se torna de un color rojo como aquella vez en el edificio de apartamentos.

Abadón: no bajes la guardia niña, uno de ellos está cerca.

Al escuchar la advertencia del demonio, ella mira de nuevo a su alrededor, pero nota como el piso se llena de un extraño líquido oscuro, pero al analizarlo descubre que es sangre, una sangre muy oscura.

Aiko: esto... ¿Es sangre?. Joder esta pasando como aquella vez.

Voz: En efecto señorita Aiko, debo reconocer que su función como policía ha sido muy eficaz, usar la violencia para el orden y no para el caos es algo que su especie perdió hace años.

Aiko: ¡¿Quién está por allí?!, ¡Muéstrate maldito!.

Voz: ya no hemos visto las caras, quizá desde que nacistes, el concepto de mi existencia es gracias a la sed de sangre y poder de los seres que habitan en esta existencia y en las pasadas, pero yo nunca tuve una forma física, solo era un... Concepto por así decirlo.

Aiko: solo hablas pura basura, ¡Deja de esconderte y muestra tu cara maldito infeliz!.

La chica mira como del extraño líquido comienzan a salir varios soldados con sus respectivos uniformes pero todos tapados con una máscara de gas y su casco, luciendo como los soldados de la segunda guerra mundial, Aiko se aterra porque son los mismos soldados que vio en el incidente del edificio hace años.

Aiko: Esto debe ser una pesadilla, esto no está bien.

Del centro de los 15 soldados que están frente a la chica, sale otro, siendo en sí como una especie de "Líder" para ellos, el aspecto de su uniforme es demasiado descuidado y maltratado, demostrando que es un soldado veterano que no ha cambiado su equipo durante mucho tiempo.

La respiración del ser inquieta a la chica, pero Abadón trata de calmarla, pero el soldado hace el gesto de silencio.

Abadón: Jin, maldita comadreja, nunca pensé que siguieras con vida.

Jin: silencio Abadón, los caídos de las guerras quieren descansar.

No puedes matar a un concepto que está en la naturaleza de cada ser vivo de la existencia, la guerra y la violencia está en sus genes, solo son simples peones que sirven a cobardes llenos de ambición, pero debo agradecerles que gracias a su estupidez, ahora yo existo.

Aiko: ¿De qué rayos habla?.

Jin: cada dios del caos representa los deseos más impíos de cada ser de la existencia, nuestro padre, El gran Antiguo ve sus mentes caóticas y sus deseos más profundos y usando toda esa masa grotesca nos moldea.

Yo represento la guerra, la sangre, y la violencia, todos somos una legión de soldados que luchamos en guerras para proteger a nuestro padre, y no voy a permitir que traigas de regreso a Abadón, Aiko, debes morir aquí y ahora.

Aiko: grrr, no dejaré que mis miedos de nuevo me ganen, no importa lo que pase, no voy a dejar que se salgan con la suya sin pagar las consecuencias. ¡Vengan malditas basuras, pagarán por lo que le hicieron a Amano!

La chica saca un arma y dispara a los soldados, Jin corre hacia ella esquivando las balas y comienza un combate cqc, el soldado del caos trata de apuñalarla con su cuchillo, pero mientras ocurre esto, en una calle transitada, Conrad y Sasha creen que están a salvo, pero preguntan dónde está Aiko.

Conrad: ¿Dónde está Aiko?.

Sasha: pensé que te estaba siguiendo.

Perkell: no se preocupen por ella chicos, Jin se hará cargo, en cambio ustedes... ¡Morirán de la forma más cómica y sangrientamente posible jajajajaja!.

El infame ser, transforma sus manos en ametralladoras de diferentes tamaños y calibre de balas, este comienza a disparar sin piedad acribillan a toda la gente que se le cruza de una manera horrible y sangrienta.

Sasha se cubre al igual que Conrad, pero ven con impotencia cómo la gente muere destrozada por las balas.

Perkell ríe de forma sádica mientras baila de forma cómica, este sonríe de forma siniestra y usa su aliento para quitar el humo de sus armas.

Perkell: mmm, parece que se esconden de mí, pero eso me gusta, el miedo me alimenta, adoro escuchar los gritos de la gente por la mañana, jajajajajaja.

Escucha como viene la policía y esto enfurece a Sasha y a Conrad.

Conrad: ¡Maldita sea, solo van a estorbar!.

Sasha: ¡Debemos regresar a Perkell a su mundo!.

Conrad: solo espero que no esté en problemas Aiko, si de verdad dijo que Jin iba tras ella, debe si o si aceptar unirse a Abadón si no quiere morir.

Aiko se encuentra en aprietos, todos los soldados atacan sin piedad a la chica, ella es golpeada sin piedad y de manera brutal, Jin logra cortarle el ojo derecho dejándola tuerta, pero ella no se rinde.

Tal acción sorprende a Abadón que no deja de ver como ella sigue peleando a pesar de las circunstancias.

Abadón: esa chica, se parece tanto a...

Aiko: ¡No me dejaré vencer tan fácilmente malditos imbéciles!.

Jin: qué necia eres.

Uno de los soldados le rompe la prótesis dejándola más vulnerable, todos atacan apuñalándola miles de veces en una escena horrible y grotesca.

Ella se encuentra en un gran charco de sangre mientras ve el cielo rojo, su corazón comienza a latir de manera lenta y reflexiona todo lo que le han dicho.

Ella recuerda a Amano y su escuadrón que murió en ese edificio, ella sonríe y comienza a reír de forma sarcástica.

Aiko: ¿Este será mi fin?. ¿De esta manera tan lamentable?.

Abadón: no lo será si aceptas un trato conmigo, tus deseos de venganza son fuertes Aiko, debes entregarte a mi y que nuestra alma y mente se vuelvan uno solo.

Cuando eso ocurra, Aiko ni Abadón ya no existirán, un nuevo ser nacerá, el Devilman definitivo.

La chica voltea a ver el contenedor con el brazo del demonio, mientras Jin se acerca al mismo.

Aiko: dejar mi humanidad para volverme una bestia de destrucción...

La chica recuerda todo lo que le contó Sasha en la Iglesia, sus recuerdos se tornan confusos y escucha su corazón latir de nuevo de manera rápida.

Ella ve la silueta del dragón frente a ella, la chica estira su brazo para tocar la gran sombra.

Aiko: jure proteger a los inocentes de los criminales de todo el mundo, jure que nadie pasaría por lo mismo que yo, acepto el caos y la oscuridad que hay en mi corazón, acepto a Abadón que entre a mi cuerpo y alma.

La gran sombra abraza a Aiko y la hace suya mientras la chica lanza un gemido de placer y dolor.

Jin al casi tocar el contenedor, este brilla y se rompe, una onda expansiva lanza por los aires al soldado y un rayo de color carmesí con negro sale disparado hacia el cielo.

Jin: ¡Maldita sea, he llegado tarde!.

Tal es el poder que regresan al mundo real y Sasha y los demás ven el rayo.

Perkell: oh cielos esto no tiene buena pinta.

Conrad solo sonríe y Jin mira el rayo aún brillando, pero en un ataque sorpresivo, una sombra sale del mismo y mata de una forma horrible a uno de los soldados, cortando su cuerpo en dos usando su gran fuerza.

Parte de su máscara se baña de la sangre de su compañero y ve el nuevo aspecto de Aiko, una hermosa demonio femenino de grandes pechos y escamas que cubren ciertas partes del cuerpo, unos grandes cuernos adornan su cabeza al igual que una imponente melena de color carmesí como si fuera un fuego traido desde las entrañas del peor de los infienros.

Una gran cola de dragón lanza por los aires a los otros soldados y mira con una mirada penetrante a Jin, su rostro femenino pero demoníaco hace temblar a los otros soldados haciendo que retrocedan.

Jin: maldita sea, ¿En qué rayos te convertiste Aiko?.

Devilman Caos: no soy Aiko, pero tampoco Abadón, ahora soy... ¡Devilman Caos!.

Continuará 

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