cap 3

Estando en la habitación, Ryo estaba curando las heridas de Akira ocasionadas por la pelea que tuvo con los tipos de horas antes. El pelinegro estaba recostado en la cama.

─ Akira, dime ¿quiénes te hicieron esto? ¿cómo se veían? Dime de inmediato para buscar a esos imbéciles. ─ Hablaba Ryo mientras limpiaba las heridas de su querido amigo.

─ No es necesario saber eso Ryo... ya pasó, no te preocupes.

─ Bueno, si no me lo dirás tú lo hará el joven Jojo. Maldita sea, voy a encontrarlos y lo pagarán, te lo aseguro.

El rubio terminó de curar las heridas de Akira, lo único que este debía hacer era descansar un rato para que se aliviara el dolor.

Akira era todo un caso, si Ryo se descuidaba en cualquier momento Fudo podría acabar malherido, o para su mala suerte, muerto.

Ryo dejó la habitación para dejar descansar a Akira, dirigiéndose a la entrada principal de la mansión donde se encontraban los demás.

Cuando llegó, notó que el Señor Joestar se encontraba ahí, ahora, debería de darle una explicación sobre del por qué habían otros dos "metiches".

─ Ryo, ¿podrías decirme quién es la señorita?─ preguntó el patriarca.

─ No necesito que alguien tan grosero como él me presente, señor ─ habló Miki antes de que Ryo lo hiciera, lo cual esto le molestó ─ Mi nombre es Makimura Miki, y este es mi hermano menor Taro, soy amiga de Akira y él me invitó a pasar unos días aquí.

─ Un placer conocerlos, yo soy George Joestar, ¿cuánto tiempo planean quedarse? Es necesario saber.

─ Pues-

─ No se quedarán tanto tiempo, ellos tienen padres los cuales quieren bastante, no los pueden dejar solos como malos hijos ¿o sí?

Ahora el que interrumpió fue Ryo a Miki, quien se puso detrás de ella apretando sus hombros, ambos se fulminaron con la mirada, vaya que se caían bastante mal el uno al otro.

Los jóvenes Dio y Jojo notaron esto y sólo se limitaron a observar, mientras que Jonathan curaba sus heridas.

─ Como sea, usted no se preocupe Señor Joestar, le aseguro que los Makimura no se quedaran por tanto tiempo, mínimo como un mes, o si el universo lo permite, una semana ─ siguió Ryo.

─ Hmm, supongo que estará bien, mientras no causen problemas.─ aceptó George sin tener otra opción, tendrá que darles alojamiento.

─ Puede quedarse tranquilo, estaré vigilando bien de estos dos, lamento mucho su llegada inesperada.─ el rubio hizo una reverencia como disculpa.

─ No hay problema Asuka ─ el señor Joestar llamó a unos de sus sirvientes ─ Por favor, lleven sus maletas a su habitación y guienlos hasta ella.

Los sirvientes tomaron las maletas de los susodichos e indicaron a Miki y al pequeño Taro que los siguieran para que puedan ubicar su habitación que obviamente iban a compartir.

Mientras que George se llevó a su hijo Jonathan para curarlo como debía ser, ya que se puso una bendita mal.

Antes de que se dirigieran, Miki se volteó para sacarle la lengua a Ryo, para después irse.

Ryo chasqueó fastidiado, con sólo sentir la presencia de Miki ya comenzaba odiar su mera existencia.

Dio se rió de esto y se acercó al ojiazul.

─ Al parecer tienes competencia ¿eh?─ dijo en tono de burla.

─ Cállate, estoy teniendo un día de mierda como para que vengas con tus bromitas.

Dio río de nueva cuenta. ─ ¿Crees que esos dos se entrometan con nuestra investigación sobre las máscaras de piedra?

─ No, a Akira no le gusta meter a Miki en estos asuntos afortunadamente, ya lo tengo amenazado con eso.

Terminaron su plática y se retiraron a hacer cada quien sus cosas.

Pasaron unos días y todo estaba aparentemente tranquilo, las heridas de Akira como las de Jojo mejoraron bastante y gracias a esto lograron mostrarle la ciudad a Miki y Taro, quienes estaban completamente fascinados.

Durante el transcurso de los días, ellos cuatro se habían hecho buenos amigos, aunque no todos podían llevarse tan bien con Dio y Ryo, eran algo... difíciles de lidiar. Aunque mientras no los hagan enojar todo estará bien.

Hoy día, Akira y Jojo estaban en unas colinas tranquilamente hablando de ciertas cosas, mientras que Miki y Taro jugaban con Danny no muy lejos de donde se encontraban estos dos.

A lo lejos, Miki se percató de la presencia de una chica rubia con una canasta de uvas en la mano que se acercaba a paso lento donde estaba Jonathan hablando con Akira. Por alguna razón, la chica se le hacía conocida.

Era bastante bonita, tenía unos bellos ojos azules junto con un vestido del mismo color. ¡Ya lo tenía! Era la misma chica que defendió de los matones.

Decidió acercarsele para poder hablar mejor con ella.

─¡Hola! ¿me recuerdas?─ Saludó Miki amistosamente. ─ Soy la chica que te defendió la otra vez, ¿recuerdas?.

─ Oh s-si, muchas gracias por esa vez, ¿cómo te llamas?

─ Soy Makimura Miki, ¿y usted es?

─ Erina, Erina Pendleton.

─ ¡Tu nombre es muy bonito, Erina! ─ exclamó Miki ─ Dime, ¿qué haces aquí? ¿para quién son estas deliciosas uvas?.

─ H-Hum, estoy buscando a Jonathan Joestar...─ habló Erina algo apenada.

─ Entiendo, entonces sigueme, él está por aquí cerca.

La joven Makimura guió a Pendleton hacia donde se encontraba Jojo, se le hizo extraño que una señorita como Erina buscara a Jonathan, aunque a su vez se le hizo tierno.

Llegaron al lugar, Erina sentía un poco de vergüenza, pero Miki le dió un pequeño empujon para que tomara la fuerza para acercarsele al joven Joestar.

El peliazul se percató de la presencia de Miki junto a la joven rubia, haciendo que Akira y Taro hicieran lo mismo.

Erina no pudo decir algo más por la pena que sentía, así que solamente dejó la canasta con uvas en un árbol y sin más se fue corriendo. Miki la llamó, pero ella no la escuchó y optó por irse, quizás después se vuelvan a ver.

─ ¿Quién es ella? Me pareció un poco familiar... ─ habló Jojo acercándose al árbol, para tomar la canasta y ver el contenido ─ ¡Es mi pañuelo!

─ ¿No será la chica que vimos la otra vez? Ya sabes, cuando nos dieron una golpisa ─ habló Akira.

─ Ah, es cierto. ¡Gracias por las uvas! ¡Estaré mañana en este mismo lugar!─ gritó Jonathan a Erina. ─ Que chica tan linda, y nisiquiera dijo ni una sola palabra.

─ Increíble Jojo, vaya que te va bien con las chicas eeeh!─ dijo Miki acercándose a ellos, tomando una uva de la canasta y comersela. ─ Por cierto, la chica se llama Erina Pendleton, de nada.

─ Erina... es un nombre muy hermoso.─ mencionó Jonathan.

─ Dios mío Jojo, como me gustaría tener esa suerte con las chicas, pásame tu secreto.

En eso, el joven Fudo recibió un golpe en la cabeza por parte de Miki, vaya que le había molestado lo que dijo.

─ ¡Agh! ¿y eso por qué fue Miki? ¡me dolió!

─ Para que dejes de decir estupideces, ninguna chica se te acercará por lo miedoso que eres!─ exclamó Miki cruzandose de brazos y quitando su mirada de Akira molesta.

─ Hermana, ¿acaso no quieres que a Akira se le acerquen más chicas?

─ No puede ser, ¡Miki está celosa!

Taro y Jojo se unieron a la conversación haciendo molestar mucho más a Miki, esta les terminó dando golpes en la cabeza a los dos.

Obviamente lo que habían dicho era verdad, pero no quería admitirlo.

Después de todo eso, siguieron haciendo algunas cosas, haciendo que el cielo comenzara a oscurecerse, gracias a esto regresaron a la mansión, Jojo aún sostenía la canasta con un poco de uvas, ya que la mayoría ya se las había comido con los demás.

Dio y Ryo estaban paseando por la mansión, mientras hablaban de lo poco que habían descubierto de las máscaras de piedra, pero se percataron que el grupo ya había llegado y decidieron terminar su plática.

Dio se percató de la canasta que llevaba Jonathan en sus manos, así que se le acercó para saber algo sobre ello o molestarlo.

─ Jojo, ¿de dónde sacaste eso? No vi que llevaran alguna canasta cuando se fueron.

─ ¡A-Ah! Lo siento Dio, esto nos lo dió un conocido del pueblo, ¿quieres una uva?

─ ¡Mentirosooo! Una chica muy linda le regaló a Jojo estas uvas junto con su pañuelo que se le calló ─ interrumpió Taro ─ No entiendo por qué mentir, ¡deberías sentirte orgulloso de eso!

Al oír esas palabras, Dio sintió una extraña sensación de enojo, ¿cómo es posible que una mujer se le acercara a Jojo? Es que no se lo podía creer.

Y, por alguna razón, Jojo no quería que Dio se enterara sobre Erina, no sabía del por qué pero quería mantener a la rubia lejos de Dio.

─ Taro, creo que no debiste dar esa información...─ mencionó Fudo tapándole la boca al menor con sus manos junto con Miki.

Ryo no entendía nada, pero prefirió seguir observando.

─ No deberían recibir cosas de desconocidos, Jojo, no saben las cosas que se podrían estar comiendo.─ habló el de ojos carmín intentando esconder su molestia.

─ Lo sé Dio, pero fue un regalo, no podía rechazarlo...

─ Ajá, pero no sabes por donde habrán pasadoesas uvas, seguramente las sacaron de un basurero.

─ ¿Qué estupideces dices Dio? Si eso fuera verdad nos habríamos dado cuenta enseguida.

─ Lo que digas, pero cuando sufran de algún dolor estomacal no quiero escucharte, sabrás que tenía razón.

Jonathan ya se estaba molestando de más con las plabras de Dio, no entendía del por qué esa "preocupación" tan de repente, aunque probablemente lo quería era molestarlo, como siempre.

Pero no, lo que decía le parecía más como un ¿berrinche? ¿reclamo?, Dio no suele ponerse serio cuando lo molestaba, algo no le cuadraba.

─ Lo mismo va para ti, Akira.─ habló Ryo ─ Miki y Taro no me importan en absoluto, que hagan lo que quieran, me da igual, pero tú debes tener mucho cuidado, esas uvas pueden tener algo peligroso y hacerte mal, no voy a permitir eso.

Miki se sintió muy molesta al escuchar las palabras de Asuka, sabía que a él no le interesaba en absoluto su bienestar o el de Taro, pero no tenía que decirlo abiertamente.

─ Idiota...─ susurró Miki para ella misma.

─ Pero Ryo, no deberías decir esas cosas delante de Miki, ella es mi amiga ¿sabes? Ella también me preocupa.

─ No voy a mentirle, ella no me importa, tú sí.

Akira, no entendía del por qué Ryo solamente le importaba él mismo, ¿qué tenía de especial? Sabe que son mejores amigos pero aún así, no debería tratar tan indiferente a las demás personas.

La tensión ya se sentía demasiado, Akira sentía que en cualquier momento alguien se iba a pelear, ya sea Miki contra Ryo o Jojo contra Dio.

Para su suerte, el señor Joestar los llamó para cenar, rompiendo así ese silencio tan intenso que estaba por la habitación.

A la mañana siguiente.

Jojo se había bañado y vestido lo mejor que pudo, ya que, hoy vería a Erina donde le había dicho.

Akira, Miki y Taro decidieron no interferir entre ellos dos, ya que apenas se estaban conociendo y prefirieron darles su espacio, ya tendrían otro momento para pasar tiempo todos juntos incluyendo a Erina.

En el desayuno, Jonathan se veía muy emocionado, comía con muchísimas ganas y se le veía con una sonrisa.

Dio se preguntaba, ¿a qué se debía esa emoción? ¿qué estará pasando por su mente?. Intentaba disimular pero todo el tiempo lo estaba mirando. Aún no sabía el por qué de eso.

Miki y Akira tenían planeado salir por la tarde, con Taro obviamente, pero Akira decidió invitar también a Ryo ya que no lo quería dejar de lado, Miki no estuvo de acuerdo pero no tuvo otra opción más que aceptar.

También invitaron a Dio, pero éste se negó, ya que según él tenía mejores cosas que hacer.

Cuando Jojo estaba caminando hacia el lugar indicado, Dio lo detuvo a medio camino.

─ ¿A dónde vas con tanta prisa?

─ Iré a ver a alguien y no quiero que se me haga tarde.

─ Es la chica de la que hablaron ayer, ¿cierto? Que bajo haz caido Jojo, yendote con la primera mujer que te regale unas insignificantes uvas, se ve que eres patético, seguramente es una bruja y te hizo un hechizo como para que sientas tanto interés en ella.

─ ¡Ya cállate Dio! ¡Ni siquiera la conoces como para decir esas cosas! ─ exclamó el peliazul, ya se estaba hartando de las horrendas palabras que decía el rubio.

─ ¿Y cómo vas a estar seguro de que no es una bruja? Tú tampoco la conoces muy bien que digamos.─ Dio se cruzó de brazos ─ Créeme Jojo, esa mujer no será lo que aparenta ser.

─ Agh! ¡Ya déjame en paz! ¿por qué tienes que hablar así de una chica inocente? Yo lo único que quiero es ser su amigo y ¿sabes qué? ¡Apartate de mi camino, no quiero llegar tarde!.

Jonathan empujó a Dio haciendo que éste se cayera al césped y ya no le estorbara, Jojo ya había empezado a correr para no seguir con esa plática tan absurda.

─ ¡HAZ LO QUE QUIERAS JOJO! ¡EN EL MOMENTO QUE TE DES CUENTA QUE ESA MUJER NO TE CONVIENE VAS A SABER QUE SIEMPRE TUVE RAZÓN! ¡JODETE MALDITO IMBÉCIL!

Gritó Dio, Jonathan logró escucharlo pero decidió ignorarlo completamente, sólo era Dio queriendo arruinar su vida de nuevo.

Mientras tanto, el rubio se levantó y estaba demasiado furioso, estuvo pateando el suelo y un árbol, quería llorar de la rabia que sentía, ¿cómo es posible que alguien como Jojo no le creyera al gran Dio y encima lo tirara al piso como si fuera basura?.

Aún así no sabía exactamente el motivo de su enojo, no sabía si estaba enojado porque Jonathan lo había empujado o...

Porque estuviera viéndose con una chica.

Cuando logró calmarse un poco, decidió seguir a escondidas al joven Joestar, esto no se podía quedar así, los iba a vigilar todo el tiempo para demostrar que él estaba en lo cierto.

Jonathan se encontró con la joven Erina, fue ahí que Dio vió a esa mujer por primera vez aunque fuera desde lejos, pensó que era linda, pero, no merecía para nada a Jojo.

No podía oir bien de lo que hablaban esos dos, pero podía observar que Jonathan estaba bastante nervioso y la jovencita Erina también.

Mientras tanto

El grupo de Akira se encontraba en un lindo lago, decidieron nadar un rato y remojarse, había un clima espectacular y no siempre es así.

Además, les serviría para relajarse y descansar un rato, ya que horas antes habían pasado por una feria y compraron algunas cosas.

Miki, Akira y Taro estaban en el lago con sus trajes de baño puestos. Mientras tanto Ryo no quería meterse, se quedó sentado observando como su amado Akira la pasaba tan bien con la joven Makimura.

Ryo realmente odiaba la relación de esos dos, no sólo su relación, sino que también odiaba a Miki Makimura con toda su maldita alma, es que con sólo mirarla ya le provocaba una sensación de asco, y esa sensación incrementaba más cuando la veía cerca de Akira.

Cerca de SU Akira.

Durante toda la salida, Miki no se quería despegar de Akira, y a Ryo obviamente le molestaba eso, así que en ciertos momentos el rubio optaba por robarse al joven Fudo para poder tenerlo un rato para él sólo.

Pero ahora veía como Akira y Miki la pasaban tan bien, mojandose con el agua cristalina del lago, tan felices y sonrientes, a Ryo le llenaba de celos ver esa escena.

─ ¡Hey Ryo! ¿por qué no vienes y te mojas un rato? El agua está bastante refrescante hoy. ─ se le acercó Akira, haciendo que Ryo saliera un poco de sus pensamientos.

─ No quiero, el sol me pone mal.

─ ¡No seas ridículo Ryo! ¡Ven aquí antes de que te empuje como la otra vez!.

El joven Fudo tomó el brazo de su amigo obligándolo a levantarse, Asuka estaba haciendo lo mejor posible para safarse de su agarre pero no lo logró.

Ryo terminó metiéndose al lago, esta vez Akira se había apartado un poco de Miki y Taro para poder hablar con él un momento.

Akira comenzó a tirarle agua, al principio Ryo se enojó, pero después le siguió el juego, haciendo que el pelinegro se pusiera más feliz que antes.

Eso alegró un poco al rubio, ver a Akira feliz lo ponía de buen humor, era como su serotonina.

Estuvieron así un buen rato, después se sentaron en la orilla del lago mojando solamente sus pies.

─ Hmm... Ryo...

─ ¿Qué sucede?

─ ¿Crees que siga siendo buena idea seguir buscando "Eso"? No lo sé... no quiero que el Señor Joestar, Jojo y los demás se involucren en esto o les pase algo...─ habló Akira preocupado.

─ Si vinimos en busca de, es para salvar a la humanidad, tienes que estar seguro de que nada malo va a pasar, al contrario, le haríamos un gran favor a todos. No tienes que preocuparte.

Akira seguía con miedo, le dijo a Ryo que iba a ayudarlo con su búsqueda, pero aún tenía mucha inquietud de lo que pasaría después.

Pero, Ryo tenía razón, si están metidos en esto es porque les importa el destino de la humanidad, bueno, Ryo no lo demuestra mucho, pero Akira piensa que en el fondo si se preocupa por los demás.

Aunque aún faltaba tiempo para que todo ocurriera, así que consideraba que era mejor disfrutar del presente lo mejor que pudiera.

Los chicos se secaron bien y se pusieron sus ropas, de paso tomaron las cosas que compraron y se marcharon.

En el camino se toparon a Jojo que discutía con Dio .

- Dio! No es de un caballero espiar a las personas - jojo estaba enojado

- Jojo! Acaso no vez que me preocupo por ti , es una bruja mira como te pones , eso es brujería .

Ryo miraba atento la situación y era muy obvio lo que estaba pasando Dio estaba celoso ese sentimiento humano , esa repulsión que sientes cuando alguien más se acerca a esa persona especial para ti ,  ryo de detuvo en seco el estaba celoso y también tenía envidia de Makimura ahora lo entendía mejor .

Akira , miki decidieron acercarse a jojo para evitar una pela y Dio se quedó atrás , asuka se acercó

- eso era lo importante que debías hacer ?- cuestiona el rubio al de iris carmín

- Esa mujer no merece a jojo . Dijo mientras veía alejarse al peliazul

- Ryo ... ¿Tu haz sentido esto no de cómo explicarlo. Dio sentía la confusión a no más poder

Asuka suspiró rendido palmeo la espalda de Dio para soltar un cansado :

- Son celos , estamos celosos Dio . Asuka comenzó a caminar seguido de Dio .

- Que estupidez , lo mío es un Odio injustificado no celos creí que era un genio .

La silueta de los hombres se perdió en el horizonte ...



















Traemos nuevo cap el capítulo fue escrito x moriarty-yoske

Yo Solo agrege lo último gracias x leer nos vemos la próxima

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top