Todos estaban reunidos en el castillo de la pesadilla, incluido; Dream, Ink y Blue por extraño que parece. Avían recibido la noticia de que Killer tendría un hijo, UN HIJO CON NIGHTMARE.

— ¿Quién diría que tendrías una abominación rondando tu castillo? — se burlo Error.

— Más bien tendrá un mini pulpo asesino. — se unió Horror ante la burla de su líder.

Killer y Nightmare intercambiaron miradas cómplice y con una sonrisa picara, le devolvieron la jugada a eso dos metidos.

— Dime Error. ¿Cuándo tendrás tu abominación con Ink? — le dijo Nightmare.

— Tu también Horror. ¿Cuándo dejaras a Lust embarazado? — se secundo Killer.

Todos ante aquella burla se rieron por serrarle la boca a esos dos, que no hacían nada más que molestar a la nueva pareja.

— Killer. ¿Sabes qué será? —le pregunto inocentemente Blue, quien trajo unos juguetes para el bebe.

— Bueno, Blue... Science dijo que es muy pronto para saberlo, pero con Nightmare decidimos que fuera una sorpresa, ya sabes.

— ¡Who, hermano! No puedo creer que ahora soy tío. —le sonrió Dream, con mucha emoción.

— ¡Agh! Me das asco tu aura... —le reclamo Nightmare, con nauseas. — Recuérdame, ¿Por qué estas qué?

— Bueno, Dust invito a Blue a venir y Blue invito a Ink e Ink a mí. —respondió recordando aquello. — Pero... De verdad estoy muy feliz por ti hermano.

Nightmare se enojo, pero era más por los sentimientos positivos que emanaba su hermano, que las palabras que este le brindaba. La verdad, el pulpo también estaba feliz, a su manera, pero feliz de tener una familiar con Killer.

Ahora le interesaba que Dream estuviera en ese lugar ya que quería arreglar una tregua, por lo menos hasta que Killer tenga a su hijo, su orgullo lo dejaría a un lado por ahora, ya que era más importante la estabilidad de Killer y su hijo que cualquier guerra o pelea, mas tarde se lo comunicaría a los suyos, por ahora solo se lo diría a Dream.

La fiesta o baby shower que planearon Ink, Blue y Dream, estaba yendo interesante mente agradable.

Horror, comía lo que veía a su paso. Blue, estaba hablando de lo más normar con Dust, como si estos fueran amigos de años. Error, discutí con Ink por cualquier cosa. Cross ayudaba a Dream con la comida, levando y trayendo nuevas bandejas de la cocinan, ya que Horror se lo tragaba todo lo que se servía.

Ya caída la noche cada quien se fue a su universo, Nightmare hablo con su hermano el cual no tuvo objeción respecto a la tegua e incluso se ofreció a ayudar a Killer en cualquier cosa que necesité. Cosa que Nightmare aceptaría, pero para darle tranquilidad o satisfacción le dice que si a su oferta.

Cansado de todo lo que paso, Killer se tenía su vientre, aun no podía creer lo que estaba pasando, todavía no caía en cuenta de que estaba esperando a un nuevo ser, una creación suya y de Nightmare, estaba que rebalsaba de alegría, pero también de dudas y miedo respecto a lo que venía.

— ¡Oye! Las energías negativa le harán daño a una criatura tan débil como el bebe. —hablo Nightmare desde el lumbral de la puerta. — ¿Se puede saber a qué le tienes miedo?

Killer lo miro, el pulpo se acerco a su cama en espera de una respuesta lógica a lo que lo estaba molestando y asustando.

Dejo escapar un suspiró, no tenia de otra que decirle lo que le molestaba.

— ¿Qué pasara con las misiones? —le pregunto sin rodeo.

Nightmare no espero esa pregunta, pero tampoco espero algo mas, solo tenía dudas de su él era el causante de sus miedo.

— Escucha, no soy Dream.— dijo entre dientes, ya que odiaba compararse con su hermano— No sé cómo ser alguien gentil o amoroso, pero lo que te diré es que las misiones estarán pospuesta hasta que nazca mi hijo. Mientras que tú, no aras nada que ponga en riesgo su vida o la tuya.

Perplejo era decir poco lo que sentía en ese momento Killer, las palabras de sus lides y ahora pareja le llenaron de alegría, estaba más que feliz de haberlo elegido al pulpo y no a otra persona.

— Sabes, eres más cariñoso y gentil cuando, estas ebrio.

Ante aquella burla, el príncipe de las pesadillas se quedo estático, después se acercó al Killer de forma coqueta y con una sonrisa le murmuro.

— A ver cómo me comporto sin estar bajo la influencia de alcohol la próxima vez.

Estaba más rojo que nunca, no esperaba aquella respuesta, pero aun tenía miedo de que la próxima vez que tenga intimidad, donde Nightmare este consiente lo deje en silla de rueda.