Cap. 8 Promesa
Edgar
Sé que a Colette no le gustó para nada la tarea que le dejé, pero vamos, quiero hablar personalmente con Selenna para saludarla.
En cuanto llegó le ofrecí que fuéramos al parque, cosa que obviamente tampoco le gustó a Colette, y accedió de inmediato.
- Solo no regresen tarde -nos dijo a los dos y asentimos- espero que no se topen con los periodistas, aún es reciente tu problemita con Bibi... -me dijo a lo que rodé los ojos.
- Estaremos bien... Igual, los periodistas no molestarán si no nos ven. De todas formas, Bull nos acompañará.
- Ok... Si usted lo dice, señor Thomas...
- Te dejé mucho trabajo, así que vuelve a hacerlo -ordené y tomé de la mano a la niña y pude ver que Colette apretó su mandíbula.
- Espero que les vaya bien... -pude notar de inmediato que hablaba con sarcasmo. Lo que sea, salí con Selenna y Bull hasta el parque.
- ¿Te gusta el color rosa? Es mi favorito -dijo Selenna en cuanto nos sentamos en una banca del parque.
- Mm... No es mi favorito específicamente, chica...
- ¿Por qué no? Es lindo. Mi abuelita siempre dice que el rosa es un color sin igual. Si no te gusta el rosa... ¿Cuál es tu color favorito?
- Bueno, tal vez sea... -traté de contestar pero me interrumpió.
- Mami rompió con su novio -eso lo dijo tan de pronto que me sorprendió con la simpleza que lo dijo- él dijo que mami era asfixiante, que no la amaba. ¿Qué significa asfixiante?
- Asfixiante es... -me rasqué la cabeza tratando de pensar mi respuesta- es cuando un hombre o una mujer molesta mucho a su pareja, ya sea por celos...
- Mami no es celosa.
- O puede ser que era muy cariñosa, tanto que ya no le gustó a su novio...
- Mami sí es cariñosa, pero no es malo serlo... ¿Verdad?
- No, no es malo... Es solo que a veces serlo demasiado... Bueno... No sé cómo explicarte, niña... -suspiré- ¿quieres helado?
- ¡Sí! -exclamó.
- Bull, compra dos helados y algo para ti -asintió y se fue.
- ¿No le vas a dar dinero?
- Ya lo tiene, él lo puede pagar -me encogí de hombros.
- ¿Eso no es de mala educación? ¿Dejar que alguien más te pague el helado?
- Yo le pago, o sea que si paga con su dinero está pagando con mi dinero, ¿entiendes?
- No, de hecho no -volví a suspirar. Nos quedamos en silencio un momento.
- Dime... -dije de pronto- ¿cómo ha estado tu mamá con respecto a su novio?
- Mal... Siempre llora, la he escuchado. Aunque cuando está con mamá o conmigo trata de ser la de siempre.
- Supongo que es así conmigo también... -Selenna asintió.
- ¿Puedes hacerme un favor?
- Depende, ¿de qué se trata?
- Primero quiero que me prometas que sí lo harás -sonreí de lado.
- Ok, ok, lo prometo...
¿Qué puede pedirme? ¿Que siempre la lleve al parque o que le compre siempre helados? Puedo con eso.
- Quiero que seas el nuevo novio de mi mami -casi me caigo de la banca en cuanto me dijo eso.
- Espera, niña. Yo no puedo prometerte nada de eso, yo no le gusto a tu madre y ella no me gusta a mí. Además de muchas razones más...
- ¡Lo prometiste y no puedes retractarte!
- Lo sé, pero pensé que me pedirías algo más fácil... -me rasqué la cabeza hasta que noté que me empezaba a sonrojar todo el tema.
- Por favor... Te lo suplico, necesito que mami ya no esté triste, abuelita tampoco quiere eso. Entonces, pensé que mami era feliz con su novio y ahora que Spike ya no es su novio, puedes serlo tú... Tú eres el único hombre que conozco que sería bueno para mi mami...
- Mira, Selenna, me agradas al igual que tu madre, pero no puedo darte lo que quieres -bajó la mirada- como lo siento...
- ¡Mentiroso! No quiero volver a salir contigo...
- Selenna, escúchame...
- ¡No! Eres malo -la niña empezó a llorar casi que a gritos y trató de irse, pero la sostuve del brazo- ¡no quiero! ¡Déjame!
- No seas terca, Bull ya te trae un helado y te hará feliz, ¿no?
- ¡No! -siguió llorando y ya toda la gente nos estaba viendo, por lo que suspiré y agregué:
- Muy bien, muy bien... Lo prometo, seré novio de tu mami...
Si así salgo de esto...
- ¿De verdad...? -dijo limpiando sus ojos y nariz.
- Sí, es verdad, tranquila... -ella se me acercó y me abrazó.
- El berrinche siempre funciona... -murmuró a lo que la vi desconfiado.
- ¿En verdad solo lo hiciste para que dijera que sí? -abrió su boca para hablar, pero un flash de una cámara nos asustó.
- Señor Edgar -dijo una mujer con una libreta y una cámara dando a entender que ella nos tomó la foto- ¿qué tiene que decir con la declaración de su exesposa Bibi?
- Ahora no... -dije rodando los ojos- vámonos Selenna... -tomé de la mano a la niña.
- ¿Quién es ella? ¿Es su hija? -dijo otro periodista que salió de la nada.
- ¿Qué diablos? Dejen pasar... -intentamos salir, pero nos detuvo otro periodista. Y otro, y otro más y otro más...
- ¿Por eso su relación con la supermodelo Bibi acabó? ¿La niña es fruto de una infidelidad?- dijo otro.
- Basta, ni una cosa de las que dicen ustedes es cierta.
- Entonces díganos qué pasó, señor Edgar.
- Lo voy hacer, esta misma noche daré una entrevista en el mismo programa en que estuvo Bibi -dije frente a una de las cámaras y me largué con Selenna de ahí.
¿Dónde está Bull cuando lo necesito? Ni que los helados fueran tan difíciles de comprar...
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