Edgar
- Ahg... Colette... Me duele tanto la cabeza... -dije abriendo mis ojos y lo que me encontré me dejó boquiabierto: una Colette sin blusa y durmiendo sobre mí. No hice nada, solo la miré unos minutos.

¿Cuándo llegamos aquí?

Estábamos tristes... Bebimos y luego... Dije un chiste muy malo pero después...

Ah... Ya recordé... ¿Qué hora es...?

- ¿Señor...? -dijo ella despertando- ¡ahh...! -gritó y se puso de pie cubriéndose con las manos su pecho, aunque tenía aún sostén la avergonzó estar así- ¡¿cómo?! ¡¿cuándo?!

- Bebimos mucho y pues... Creo que hoy... No sé qué hora es... -miré mi celular y eran las 7:00 pm.- sip, bebimos demasiado el día de hoy.

- Ahh.... ¡Yo sabía que acabaría mal esto! Que vergüenza con usted, señor Thomas. No se volverá a repetir -miraba hacia todos lados buscando su blusa.

- Primero, ¿por qué no se tiene que repetir? Y segundo, tu blusa está aquí -la tenía detrás de mí y se la lancé. Tan rápido la recibió, se la puso.

- Primero, porque no sé de qué fui capaz de hacer mientras estaba ebria y segundo... Gracias -asentí y me puse mi camisa.

- No hicimos nada fuera de lo común, por si eso pensaste -me encogí de hombros y ella suspiró aliviada- ¿por qué? ¿Te da miedo a que te despida?

- Es obvio que sí, señor... -susurró guardando sus cosas en su bolso.

- Umm... -suspiré y me recosté en la pared- la verdad... Que si hubiera pasado algo más... No te hubiera despedido -se detuvo de guardar sus cosas y se puso roja como tomate- te ves tierna cuando te sonrojas, Colette... -le susurré al oído y pude ver que se estremeció- lo que sea... Te llevo a tu casa si quieres.

- N-no podría pedirle eso... -dijo sin verme a la cara.

- Vamos, no tengo nada que hacer de todos modos, ni a nadie que me espere... -suspiró y asintió cediendo a mi propuesta.

No dije nada más y nos marchamos. Ella me indicó en dónde era y el trayecto fue silencioso, al parecer ella seguía incómoda por lo que pasó. Al final, no fue para tanto.

Estacioné y cuando estuvo a punto de salir dije:

- ¿Qué voy hacer...? -ella se detuvo y me miró confundida- mi carrera está arruinada, con esas declaraciones de Bibi estoy acabado... -hice todo mi cabello hacia atrás dejando ver mis dos ojos- todos los periodistas vendrán por mí desde mañana y todo será un desastre... ¿Qué voy hacer...?

- ¿Me puede hacer un favor, señor Thomas? -preguntó Colette y la miré- levante la maldita cabeza y ponga su frente bien en alto. No quiero verlo lamentandose por su divorcio o equivocaciones, yo también me divorcié en un momento de mi vida y sé lo difícil que es, pero tenga fuerza porque cuando pregunten los periodistas con respecto a Bibi usted conteste con toda seguridad que se divorciaron porque no se entendían. Punto y final.

- ¿Estarás a mi lado?

- Como siempre, señor Thomas. Mi trabajo es estarlo y acompañarlo en las buenas y en las malas.

- Colette... -sonreí de lado- eres la mejor, ¿ya te lo había dicho?

- De hecho... Nunca, señor Thomas.

- Pues ahora te lo digo: eres la mejor -le dediqué una sonrisa- hasta mañana, Colette.

- Hasta mañana, señor Thomas.

- Ah, por cierto -agregué- por lo que pasó cuando tomamos demasiado... Puede repetirse y no me molestaré, lo prometo, me caes bien cuando estás ebria.

- Que tenga feliz noche, señor -dijo con voz molesta y le dio un puertazo a mi auto enfadada.

¿Y ahora qué dije?

Al día siguiente...

Llegué temprano al estudio de grabación como si ya fuese un hábito llegar a la hora esperada. Colette ya estaba ahí, hacía algo en una laptop que ella traía. Lo miré de reojo y decía una de las carpetas: borrador 1.

- ¿Qué es eso? -pregunté asustándola, parece que no me había notado.

- Oh, am... Es... Es... -ella hizo hacia atrás de su oreja un mechón de cabello- es un libro que llevo escribiendo hace... Mucho tiempo... Lo escribo solo por entretenimiento, no es nada serio.

- ¿Y cómo es tu escritura? Me gustaría que hicieras un libro sobre mí.

- ¿Sobre usted...?

- Sí, ahora que me divorcié, sacaré un álbum que se titule: Metamorfosis, para mostrar el cambio interno que me causó nuestra separación... Y quiero un libro también con el mismo título.

- ¿Metamorfosis? Ni que fuera mariposa...

- ¿Qué dijiste?

- Dije: ni que fuera ODIOSA Bibi para escribir algo en su contra.

- No es odiosa, de hecho, lo pensaré mejor. Buscaré otro nombre.

- De lo que se salvó... -no le contesté, pero me reí dentro de mí.

- Colette... ¿Selenna vendrá hoy? -pregunté de pronto a lo que me vio con sorpresa.

- Eh... Sí, creo que sí, ¿no hay problema, señor?

- No lo hay, ella se ha vuelto mi chica favorita. Y eso que no me agradan los niños y tú lo sabes.

- Por eso me sorprendo...

- ¿Cuándo vendrá?

- Luego de que salga de la escuela, la iré a recoger y estará toda la tarde con nosotros.

- Me parece bien... ¿Tienes mucho que hacer? Porque yo la puedo llevar a alguna parte con Bull, como al parque.

- No podría molestarlo con eso...

- Estará genial... Ya te lo dije, ella es mi chica favorita y disfruto de su compañía -ella me lanzó una mirada seria.

- No tengo mucho trabajo.

- Ahora lo tienes, necesito que le marques a todos los miembros de mi club de admiradores, les daré un regalo, un autógrafo y un disco mío, por supuesto quiero que también tengan unas camisetas originales de mi marca. Todo eso quiero que esté listo para mañana.

- P-pero contactar a todos para hacer lo que quiere me llevará todo el día...

- Exacto -sonreí con arrogancia y ella hizo una sonrisa forzada.

- Como desee, señor...