Colette
En cuanto dije las palabras: enamorando de él, Shelly me vio aún más confundida.

- ¿Le estás diciendo insoportable y me dices que te estás enamorando?... No comprendo lo que sucede en esa mente tuya -dio unos golpecitos en mi cabeza con su dedo índice.

- ¡Eso lo sé muy bien! Yo tampoco me entiendo a mí misma... Es que ayer... Sucedió algo entre los dos... Me gustó cómo se portó conmigo y estuve a punto de besar a ese imbécil -me cubrí la cara con ambas manos y solté un grito, pero se ahogó por mis manos logrando que se escuche solo un chirrido.

- ¿Así que por eso vienes conmigo? ¿Necesitas un consejo?

- Necesito mucho más que eso, también necesito estar a la moda como te dije por teléfono.

- ¿Y eso es para...?

- La ropa es porque lo quiero impresionar, nunca le ha gustado cómo me visto, en estos dos años me ha dicho: Colette, ¿dónde compraste esa ropa? ¿En el basurero? Colette, cámbiate esa blusa, está horrenda. Colette esto y Colette lo otro... ¡Odio tu forma de vestir! -intenté imitar la voz de Edgar mientras decía todo eso.

- ¿Cómo rayos te estás enamorando de ese idiota?

- ¡No sé! Ahora quiero que me ayudes también con eso... ¿Cómo me puedo estar enamorando del mismo tipo que siempre dice cosas como esas? El mismo que no sabe decir gracias o por favor, hasta ahora que sí sabe decirlo. Que me dijo que yo era la mejor, también que dijo que no se molestaría ni siquiera si llegara ebria al trabajo, el mismo que dijo que no podría hacer nada sin mí... -sonreí casi involuntariamente y sentí mi cara roja- el mismo que cuando se divorció buscó ayuda en mí... -suspiré de forma extraña.

- Oh, carajo... Te estoy perdiendo, Colette -pasó su mano frente mi cara para que reaccionara, pero mi mente estaba en el rostro de Edgar y su sonrisa de lado- ¿Colette? ¡Colette! ¡Depierta!

- ¡¿Sí?! ¡Sí, ya desperté! ¿Ves lo que te digo? Me siento enferma...

- Tienes razón, te estás enamorando. Ese amor de seguro seguirá aumentando, por lo que debemos actuar... Dime, ¿crees que él siente lo mismo?

- No estoy segura, él acaba de terminar su relación con su esposa no hace mucho... ¿Qué pasa si eso de besarme ayer fue solo un arrebato por el despecho?

- Si es así, no dejes que juegue contigo.

- Yo también acabo de terminar mi relación con Spike no hace mucho... ¿Y si solo estoy confundida?

- No lo creo, en verdad pareces embobada con Edgar y no te culpo... Digo, es todo un galán, tiene a varias chicas adolescentes y adultas babeando. Con decirte que aún escucho su música también.

- Él frente a las cámaras es un atractivo hombre dulce y amable... Pero nadie lo conoce como yo, su exesposa también conocía su otro lado... -ella asintió.

- Comprendo... Lo primero que debemos hacer es lo siguiente: veamos si siente lo mismo que tú sientes por él.

- ¿Y cómo lo haremos?

- De la manera que tú dijiste, niña: cambiáremos tu estilo. Lo notará de inmediato si siente algo por ti -miré hacia el piso.

- ¿Qué sucede si no presta atención? -Shelly colocó su mano en mi hombro.

- No podemos hacer nada, no será la primera vez que tengas un amor platónico -me sonrió mientras que yo no pude cambiar mi expresión de tristeza y cierta melancolía- vamos al centro comercial, compraremos ropa que te quede fantástica -asentí sin decir nada.

En verdad me estaba sorprendiendo a mí misma. Quiero decir, ¿yo? ¿Intentando sorprender a Edgar con mi ropa? Lo repito, me siento muy mal y enferma.

Al otro día...

Después de haber ido al centro comercial ayer, fuimos al hospital, incluso mi madre quedó asombrada de cómo iba vestida. Ella nos dijo a Shelly y a mí que yo no me vestía así de bonita desde la universidad, no lo voy a negar, aunque sí dolió un poquito. Selenna me dijo que me veía excelente y que a Edgar le iba a encantar, me hice la molesta con ella, pero debo decir que espero lo que ella dijo.

Hoy iba al trabajo con un vestido carmesí que a Shelly le gustó bastante y también dijo que se me veía muy bien. Me llegaba hasta las rodillas y también traía unos tacones altos, por primera vez me sentí como una secretaria o eso decía el anuncio cuando hice mi entrevista con Edgar y mejor no recuerdo ahora mi entrevista con Edgar, ese día se portó como un idiota.

Iba por todo el estudio y pude sentir la mirada ya sea de admiración o de envidia de todos los trabajadores cuando pasaba a su lado.

Mis tacones sonaban por doquier y estoy segura que Edgar lo escuchó, porque al abrir la puerta su mirada estaba puesta en mí. Para mi asombro, él estaba ahí antes que yo. Me miró de pies a cabeza con sus ojos bien abiertos, me sonrojé y miré hacia la izquierda nerviosa.

- Buenos días... -murmuré y solo asintió como respuesta sin dejar de mirarme. No sabía si eso era bueno o malo, lo que sabía era que su mirada me estaba poniendo muy tensa.

- Colette... -me llamó y alcé la vista- te ves... Muy linda... -susurró a lo que mi corazón empezó a latir a mil por segundo. Mi cara me ardía, no me había sentido así desde hace mucho.

- Gracias, Edgar -dije con una sonrisa sincera sin perder el sonrojo y me di cuenta, que él también se había sonrojado.