Cap. 11 ¿Amor?

Colette
Al entrar a mi casa, cerré la puerta y fui a mi habitación. Me dejé tumbar en mi cama y suspiré.

Puede que esté ebria, pero aún queda un lado consciente en mí.
Edgar es mi jefe, no se me tiene que olvidar nunca. Edgar es mi jefe. Mi jefe. No me debo involucrar con él. Es mi...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por culpa de mi laptop que se encendió de la nada. Tenía aún la carpeta de Borrador 1, pero en un momento de arrebato tomé la laptop y borré esa carpeta para entrar al que se llamaba Borrador 2.

Por primera vez... Me compadezco del señor Thomas, sí, puede compotarse como un patán siempre, pero sé lo que se siente un divorcio, no es nada fácil acabar un hogar... Por suerte, no tenía un hijo de por medio, pero no hay que malinterpretar, adoro a mi hija Selenna, sin embargo no fue bueno para ella que su padre y yo nos separáramos... Aunque no lo demuestra, ella quisiera que su padre esté a su lado cuando yo lo quiero como mínimo a un kilómetro de distancia...

Leí nuevamente lo que había escrito semanas atrás. Suspiré de nuevo. Seguí escribiendo:

Edgar, Edgar, Edgar... ¡¿qué me haces?! De un día para otro te comportas como un ángel conmigo... Un día eres uno, aquel que se la pasa gritándome y molestando y al otro eres lindo, amable y caballeroso que me oye cuando tengo problemas bklnbbkjuffygdkklllllllllllllllll

Lo último solo toqué el teclado al azar y lo dejé a un lado para acostarme.

Al día siguiente...

La alarma de mi celular me despertó justo a las 6:00 am., me dolía la cabeza y recordaba totalmente todo lo que había sucedido el día anterior con Edgar y me sorprendió, usualmente solo lo recuerdo poco a poco, no así de golpe. Me levanté de mala gana y Selenna no tardó en llegar porque debía prepararla para ir a la escuela. Le cocinaba unos huevos para que desayunara y ninguna decía nada, hasta que ella habló.

- ¿Edgar te dio un beso? -preguntó a lo que me sonrojé y casi dejo caer la espátula.

- No -negué inmediatamente- de todas formas tú no deberías estar preguntando por esas cosas, eres muy pequeña.

- Soy pequeña, pero no tonta. ¡Y sé que entre tú y él hay algo! ¡Pronto tendré un nuevo papi! -puse el plato de golpe en la mesa y serví la comida con mi ceño fruncido, eso le dio a entender que debía callarse.

- Selenna, es suficiente del tema -dije con voz autoritaria- es hora de que comas y luego que te pongas el uniforme. Así que si no quieres que te castigue has lo que te digo -comió rápidamente en cuanto dije eso y se puso de pie para irse a vestir con su uniforme escolar.

- Te enojas porque sabes que tengo razón... -murmuró y antes de que la regañara salió corriendo. Bufé y decidí no prestarle atención. La dejé en el autobús escolar y así debía prepararme para irme al trabajo.

El dolor de cabeza todavía estaba matándome sin piedad, por lo que me tomé unas pastillas y luego que quería arreglarme me vi en el espejo del baño y estaba hecha un desastre. Las palabras de Emz vinieron rápido a mi cabeza:

"Deberías ver mis grandes y famosas líneas de ropa..."

"Se nota que no estás a la moda, se nota demasiado para mi gusto..."

Gruñí recordando su arrogante risa. No pensé ni dos veces y marqué al número de Edgar esperando que estuviera despierto.

Por suerte, sí lo estaba.

- ¿Colette? -preguntó en la otra línea- nunca llamas, ¿sucedió algo?

- No podré llegar hoy, Edgar -dije con el celular en mi oreja.

- ¿Por qué?

- Me siento terrible, tengo náuseas y dolor de cabeza... ¿Podrá darme el día libre?

- Claro está bien, y por lo de anoche... No sé si lo recuerdas, pero...

- Adiós, señor Thomas -colgué con mis mejillas sonrojadas. Me miré una vez más al espejo y marqué a otro número. Una vieja amiga de la universidad, Shelly Durant, ella en verdad me ayudará y sé que sí.

- ¡Colette Anderson! ¡Cuánto tiempo! -exclamó en cuanto me contestó.

- Hola, Shelly... -dije con una sonrisa de lado- ¿recuerdas el día que te presenté a ese muchacho que te gustaba de universitaria? -escuché que rió.

- Sí, lo recuerdo muy bien.

- ¿Recuerdas que me dijiste que me debías un favor?

- Este... ¿Sí?

- Necesito que me devuelvas el favor hoy mismo.

- Oh, vamos... Ni siquiera me has preguntado cómo estoy... -dijo con sarcasmo- ¿qué necesitas? Dime cuándo nos encontramos y en dónde.

- Quiero que me ayudes a estar más a la moda, debe ser este mismo día y... ¿Te parece si nos encontramos en tu casa? ¿Sigues viviendo en el mismo lugar?

- Puede que hayan pasado los años, pero aún no he madurado. Sigo viviendo con mis padres -nos reímos- aquí te espero, Colette.

- Gracias, Shelly -nos despedimos y de inmediato me puse algo aceptable de ropa y fui en autobús hasta la casa que tanto visité cuando aún estudiaba.

Todo seguía normal, nada había cambiado. Toqué el timbre y Shelly me recibió, pero sus padres no estaban, ellos salieron a alguna parte que Shelly desconocía, por lo que la casa era toda suya ese día.

- Amiga, te ves desanimada -dijo Shelly tan pronto entré.

- Lo sé... -dije suspirando- ¿y cómo has estado estos últimos años?

- Nada interesante... Solo que he tenido varios novios y ahora estoy soltera con 25 años. ¿Qué me dices tú? ¿Cómo está Sandy y la pequeña Selenna?

- Sandy y yo nos divorciamos hace tres años y medio... -susurré dejando caer mi cuerpo en el sofá de su casa- y Selenna está bien conmigo, gracias.

- ¡¿Tres años?! ¿Hace cuánto no hablamos?

- No sé... Pero me alegra que no hayas cambiado tu número.

- A mí también me alegra -me dedicó una sonrisa para luego sentarse a mi lado y abrazarme -lamento mucho que te hayas separado, Sandy parecía quererte en verdad. ¿Qué hiciste después? ¿Has salido con alguien más?

- Tuve un novio que me duró seis meses enteros...

- ¿Qué pasó?

- Terminamos porque no me quería, él quería a alguien más...

- ¿Lo conocí? -asentí.

- Fue Spike -ella se sorprendió ante lo que dije.

- ¡No te creo! Cuántos chismes me perdí... -ambas reímos nuevamente- siento mucho que te haya sucedido todo eso, amiga... Y yo no estuve ahí para apoyarte en ningún momento, me siento la peor amiga del mundo por no haber llamado.

- Yo fui la que descuidó mucho sus amistades por el trabajo... Es que empecé a mantener una casa yo sola, cuidaba a Selenna con mi madre, entonces conseguí el mejor y peor trabajo de mi vida... -puse mis manos en mi cara desesperada.

- No entiendo, ¿cómo que el mejor y peor trabajo?

- Trabajo con Edgar Thomas, el cantante -ella abrió su boca y ojos exageradamente- soy su mano derecha, él es un tipo insoportable en todos los sentidos... Y creo que... Me estoy enamorando de él...

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