9. Dos Mexicanos con buen corazón.

Había escuchado el nombre de Simón por parte de Miguel, el padre de Luna.

Después ese mismo día su nombre salió de la boca de mi amiga, seguido de eso se comportó de una manera extraña y me di cuenta de que escondía algo.

Tiempo después ella misma me dijo quién era Simón, su mejor amigo.

Sólo tres veces había escuchado su nombre hasta hoy. Luna me citó en el Roller para pedirme un favor. Y aquí estoy yo. Esperando a que la mexicana llegue y deje de hacerme esperar.

— ¡No me puedes hacer esto! — escucho un grito e inconscientemente mis ojos buscan a la persona que lo ocasionó — ¡Necesito al menos una explicación coherente!

Pedro y Delfina están armando una escena frente a todos justo ahora, tal parece que tienen una discusión y no les importa que todos se enteren.

— Ya te dije, no podemos seguir juntos — le dice Delfina.

— ¿Es por ese tonto post que viste cierto? — le pregunta dolido.

El post, mi post. Tengo una mirada neutra pero interiormente estoy saltando de la felicidad, Delfina se sintió atacada por aquello que escribí y ahora está haciendo que mi objetivo se cumpla, se siente humillada y ahora está humillando a su querido novio, bueno, ahora ex novio.

No puedo creer que caiga tan bajo como para dejarse llevar por todo lo que opinen los demás, en verdad creí que de alguna manera había cambiado para bien. Me equivoqué.

Pero no importa, mi objetivo se cumplió y eso es lo que vale la pena.

— ¡Nina! — salgo de mi trance un poco asustada.

Es Luna la que me ha tocado el hombro, volteo hacia ella no sin antes dar una última mirada y observar el rostro dolido de Pedro al irse y la cara triste que pone Delfina cuando este se va.

Su relación se ha jodido. Su ilusión de estar con esa persona que en verdad quiere se ha ido a la mierda, así como se fueron mis ilusiones cuando ella me dijo que Gastón no podía estar con alguien como yo.

— Luna, tardaste demasiado — trato de olvidarme de lo que acabo de presenciar y me concentro en la castaña que está en frente mío.

— Es verdad, lo siento amiga. Es qué hay alguien que tengo que presentarte.

— ¿A mí? — pregunto y ella asiente — ¿Pero no se supone que vos no conoces a nadie aquí?

Ríe y me toma del brazo para que comencemos a caminar. Salimos del Roller y continuamos caminando hasta llegar a una plaza algo vacía. Logro ver a un chico sentado en una banca, a la cual nos dirigimos ambas.

— Simón, ya llegamos.

¡Simón! Entonces este chico es el mejor amigo de Luna, pero ¿qué jodidos hace aquí? Se supone que debe de estar en México.

— Ella es Nina, de la que te he hablado, se ha comportado muy bien desde que llegué aquí.

Y ni tanto, si supiera que al principio tan sólo la utilicé para poder entrar a la mansión Benson.

— Hola Nina, soy Simón, espero que Luna te haya hablado algo de mí.

Río tímidamente y asiento, que ahora sea una hija de puta que se dedica a humillar a las personas en un blog no hace que mi personalidad frente a las personas cambie, aún conservo esa timidez al conocer a nuevas personas.

— ¿No eres de hablar mucho verdad? — me pregunta el mexicano.

Luna suelta una carcajada y yo me sonrojo.

— Soy un poco tímida, creo que ya te diste cuenta.

Él ríe y la manera en que lo hace es tan contagiosa que al paso de unos cuantos segundos los tres estamos riéndonos hasta quedarnos sin aire, es ahí cuando tenemos que parar.

Pasamos la tarde hablando de cómo era la vida de ellos en México porque el hablar de mi vida no es nada interesante.

Me contaron que Simón está viviendo en el depósito de la mansión porque ahora no tiene en donde más quedarse, tomó el primer avión en cuanto pudo para estar cerca de Luna sin pensar en que pasaría cuando llegara aquí. Por eso es que Luna se comportó de manera extraña aquel día en el que estábamos haciendo tarea en la mansión, fue a verlo e inventó una cosa estúpida sobre ir en busca de cosas para el colegio. Ya sabía yo que no debí creerle, no es muy buena mintiendo.

Decidimos volver al Roller pero ahora con él acompañándonos y al llegar notamos a un Nico muy preocupado porque al parecer le falta un guitarrista para tocar en el open junto a su banda.

El open es un evento muy popular aquí en el Roller en donde cualquier persona que se anime sube al escenario y muestra su talento.

— ¡Simón puede ayudarlos! — dice Luna entusiasmada.

Nico mira a Simón y le pregunta que si puede hacerlo y este rápidamente le dice que si, ¿por qué Luna siempre tiene que ayudar a todos? Si fuera por mi mandaría a la mismísima mierda a Nico y a su banda idiota en donde sólo está él y Pedro, ugh. Los odio.

Con Luna nos sentamos cerca del escenario esperando a que Támara, encargada y dueña de este sitio de por comienzo el evento.

Támara anuncia a la banda que por el momento no tiene nombre y todos se unen en un aplauso, me incluyo.

Simón comienza a cantar y debo decir que tiene una voz muy linda, en un momento invita a Luna a cantar con él y ella sube al escenario para hacerlo.

Desvío mi mirada a Ámbar y me río por inercia, se debe de estar retorciendo por dentro al ver a Lunita teniendo toda la atención que tiempo atrás estaba en ella.

Atención que perdió por mi post hablando sobre su secreto.

A su lado está Delfina, observando con una mirada triste a Pedro mientras el toca la batería. Ahora su ex novio, gracias a mi post que leyó y por el cual decidió terminar con él.

Sonrío al darme cuenta de que mi plan está funcionando de a poco, pero sonrío aún más cuando mi vista se posa en esos dos mexicanos con buen corazón cantando en el escenario, mis nuevos y únicos amigos.

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