13. ¿Alto a la lista?

RollerTrack no me ha escrito desde ese "tómalo como quieras" de su parte. Yo no quise contestarle porque simplemente no se me hizo necesario hacerlo y parece que ya se le quitaron las ganas de hablarme. Menos mal.

Jazmín y Delfina siguen aún en mi búsqueda, a orden de Ámbar quién lo único que hace es exigirles pruebas. Con esa amiga para que querría enemigas, aún no logro entender cómo es que pueden soportar tanto a la rubia. De cualquier manera no me preocupa tanto que sigan tratando de encontrarme, porque para ser sincera están demasiado lejos de hacerlo.

— Qué onda Nina, ¿todo bien? — escucho la voz de Simón entrando a la habitación de Luna.

Estoy en la mansión Benson, con Luna hemos quedado para hacer tarea y Simón prometió hacernos compañía un rato. Él aún sigue quedándose en el depósito, a pesar de ser descubierto por Ámbar, parece que llegaron a un acuerdo y todo siguen normal.

— Ya estoy terminando con estos problemas de Matemáticas, así que puedo decir que sí — le contesto — pero a otra personita no le está yendo muy bien.

Señalo a Luna, quien está recostada en su cama con un montón de papeles cubriéndole la cara. No le está yendo muy bien en la escuela, especialmente en esta materia. Está sumamente concentrada en la competencia del Roller que está descuidando lo demás.

La competencia del Roller es un acontecimiento importante, pero ya habrá tiempo para explicar después. Ahora lo que es necesario explicar son esos problemas de Matemáticas a Luna, si es que queremos ir un rato al Roller con permiso de sus padres.

— ¿Qué está mal Luna? — Simón le pregunta y se sienta a su lado.

Ella quita de su rostro algunos papeles y lo mira.

— Más bien sería, ¿Qué no está mal? Porque por más que quiera no entiendo nada de esto — Simón niega y ella me mira, esperanzada a que le ayude a resolver todos esos problemas que se encuentran en blanco.

— Dale amiga, yo te ayudo. No es tan difícil después de todo, ya vas a ver — Me acerco y me sonríe agradecida.

Es difícil de explicar siendo yo una persona que no ha tenido un amiga en prácticamente toda su vida, el sentimiento que está en mi ahora. Al poder llamarla amiga a ella, y que ella me llame a mí de esa manera. Pero es agradable poder compartir momentos lindos con personas que sabes, les importas.

No pasa mucho tiempo cuando las hojas en blanco ahora están llenas de lápiz y los problemas han sido resueltos. Luna me abraza y me agradece, Simón se une al abrazo y al separarnos los tres bajamos para ir de una buena vez al Roller.

Ahí nos encontramos con Ámbar, por pura mala suerte. Ella casi nunca visita la cocina, a menos que sea para pedir o más bien exigir algo de comida.

— Lunita, Guitarrista, Lila — Nos menciona a cada uno mientras nos señala.

Al menos los apodos que les ha otorgado a mis amigos son dentro de lo que cabe, buenos, en cambio a mí ni siquiera me llama por mi nombre.

Gracias Jazmín, por empezar esto.

Luna le sonríe, como es de esperarse y la saluda con la mano. Aún no logro entender cómo puede ser tan buena con todos, Ámbar ha demostrado que no la quiere aquí por ningún motivo y Luna aún así sigue siendo agradable con ella. Tal parece que Simón piensa igual que yo, pues niega con la cabeza pero después le sonríe a la rubia por pura educación. Yo me limito a bajar la cabeza, recordando que tengo un plan.

Un plan que sigue en marcha y por el cual tengo que llegar al Jam and Roller ya.

Ámbar se da la vuelta y nos deja solos en la cocina, en donde Mónica, mamá de Luna nos saluda.

— Mamá, iremos un rato al Roller — le dice Luna y antes de que su madre le diga algo sigue diciendo — Y si, ya acabe la tarea.

Los cuatro reímos y con mis amigos salimos de ahí. En el camino hablamos de cosas sin sentido para pasar el rato mientras llegamos a nuestro destino.

Al llegar Simón se despide de nosotras y va directo hacia dónde están Pedro y Nico. Insisto, no me agrada nada que hable con ellos, pero allá él. Luna tiene que ir a la pista, pues tiene que trabajar y yo en lugar de ir con ella como siempre hago le digo que pronto la alcanzaré.

Estando sola, me dirijo hacia los lockers, rogando porque se encuentren solos. Al llegar puedo ver que sí,  efectivamente no hay nadie ahí. Sonrío un poco y busco en mi mochila una llave que le he robado a Nico hace algunos días, para mi suerte es copia, así que no se ha percatado de que le falta una.

La llave sirve para abrir cualquier locker, supongo que la tiene para casos de emergencia. Busco un locker en particular, el de Ramiro. Y si, él es el próximo en la lista. Aún no sé muy bien que hacer para vengarme de él pero sé que buscando entre sus cosas encontraré lo que necesito para al menos darme alguna idea y empezar mi plan contra él.

Verificando que nadie venga, abro rápidamente su locker y comienzo a buscar, pasan algunos minutos y yo solo he encontrado audífonos, algunas fotos, sus patines, entre otras cosas innecesarias.

Y cuando estoy dándome por vencida, entre el montón de papeles que tiene hay uno que me llama la atención. Es una tarjeta de algún productor importante. Era de esperarse, es Ramiro de quién estamos hablando.

Le tomo una foto con mi celular y la devuelvo a su lugar. Pero antes de cerrar su locker encuentro una memoria y sin pensar mucho la tomo y guardo en mi mochila. Por último verificando una vez más que nadie venga, me voy de ahí.

Camino hacia la pista y puedo ver a Luna teniendo una discusión con Matteo, como ya vienen teniendo desde que ella llegó. Me causa gracia como alguien como Luna, que es agradable con todo el mundo, incluida Ámbar, discuta con Matteo. Niego con la cabeza y me acerco a ella para salvarla de ese ser humano tan desagradable.

~•~

Estando en casa de mi padre, tengo demasiada libertad. Y es que él aún no ha llegado de dónde quiera que se encuentre. Lo cual me parece magnífico, pues he decidido comenzar con el plan para vengarme de Ramiro.

Busco la memoria que he encontrado y la conecto a mi computadora, mis ojos no pueden creer lo que ven.

Son videos de Ramiro, lo cual era predecible pero lo que me llama la atención y hace que tenga un ataque de risa, es que en estos videos Ramiro prácticamente lo que menos muestra es talento, y es que es él haciendo el ridiculo. ¿Por qué guardaría eso en su locker? No tengo ni la más mínima idea, pero le doy las gracias porque me ha dado una idea increíble.

Tomo mi celular para buscar la foto que le he sacado a la tarjeta y anoto el número que se encuentra ahí, y los datos necesarios en un cuaderno. Después me armo de valor y hago la llamada.

Un timbre, dos timbres...

— Buenas tardes, ¿con quién tengo el gusto? — escucho una voz femenina en mi celular.

— Buenas tardes — digo tratando de cambiar mi voz — ¿Santi Owen?

Leo el nombre del productor en mi cuaderno.

— Oh, en un segundo la comunico con él.

— Está bien, muchas gracias.

Espero algunos minutos y de repente escucho otra voz muy diferente a la de la chica en el celular.

— Aquí Santi Owen, ¿con quién tengo el gusto?

— Clara, me llamo Clara. Soy muy amiga de Ramiro Ponce y él en verdad es un chico muy talentoso, quiero darle una sorpresa y hacer que un productor tan prestigiado como es usted pueda tomarlo en cuenta para alguno de sus proyectos.

— Me encantaría, y justo ahora estamos necesitando a chicos con talento para un proyecto nuevo, ¿cómo haría yo para saber que tipo de talento tiene su amigo?

Sonrío porque la parte difícil está hecha, no tuve que suplicarle ni nada por el estilo.

— Yo tengo algunos videos, se los podría mandar y así usted podría ver por si mismo ¿qué dice? — le pregunto.

— Perfecto, ahora mi secretaria te manda los datos, que pases buen día.

— Igualmente.

Después de eso vuelvo a escuchar la voz femenina de hace algunos minutos y me pasa los datos para contactarme con ellos.

Ramiro una vez me humilló porque arruiné una llamada muy importante con un productor, lo cual fue accidentalmente y sin ánimos de hacerle algún mal. Ahora no tengo motivos para hacer que esto sea accidental, al contrario.

Hago un correo electrónico nuevo y voy directo a un centro de computación para que nadie sospeche y pueda saber que he mandado los videos desde casa.

Estando ahí conecto la memoria y escribo el e-mail que enviaré adjuntando los videos.

Así que sin RollerTrack presente en mis mensajes, aún con su última amenaza para que pare con esto. Y recordando las humillaciones que he obtenido a causa de Ramiro, pienso:

¿Alto a la lista? Claro que no, Ramiro, sos el siguiente.

Y lo envío.

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Lo público en la madrugada porque recién lo he terminado de editar, ¿les gustó? ¿Se han dado cuenta de la nueva portada? Voten y comenten, ¡mil gracias por todo!