Nunca había sentido tanta rabia dentro de mi, solo quería que las cosas volvieran a ser como antes, como cuando cenamos aquella noche, cuando te prometí que iba a cuidarte, y ahora tú mismo estás buscando que rompa esa promesa, no logro comprender qué pasa contigo

-¡Eres un maldito enfermo! ¡Acaso crees que debo darte las gracias por todo lo que haces por mi! ¡Pudrete!- lo miraba con odio alejándose más para evitar contacto alguno 

-Cariño por favor no levantemos la voz, mira estás bajo mucho estrés y deberías descansar, recuerda que estás delicado de salud- trataba de dar un paso, pero le dolía ver esos ojos molestos 

-Cariño esto, amor aquello ¡todo lo quieres solucionar con tus malditos apodos de mierda! ese no es mi nombre imbecil, si fueras tan bueno como crees que eres hubieras investigado mi vida antes de decidir mi maldito futuro imbécil- chocó contra la pared, pero eso no evitó que cambiará de expresión 

-Yo te salvé, por mi tienes todo en tu vida, porque no eras nadie antes de esto ¡solo un vil perdedor fracasado! - se sintió herido, sentía que perdería el control 

-Si un vil fracaso que al menos era libre, al menos podía decidir que haría por mi mismo, y ahora tengo que esperar a ver qué quiere el lunático que me secuestro- mientras apuntaba a la ventana 

-¡Yo no te secuestre! ¡te salve!... esto, es nosotros, no lo comprendes aún ¡nacimos para estar juntos! - termino con la distancia colocando ambos brazos alrededor de su cabeza mientras apretaba muy fuerte sus puños 

-Me secuestraste, me has mantenido preso por mucho tiempo, crees que con cambiar de habitación se me olvida que soy un preso de esta casa, se que tú sabes muy bien que no me atrevería a escapar, no llegaría lejos, me alcanzarás porque no estoy bien, me siento débil, ni siquiera me dejas decidir cómo morir, qué más quieres de mi, ya lo tomaste todo- su voz se había calmado, tragaba saliva por verlo de esa manera, nunca lo vio tan molesto 

-¡Cállate! ¡no vuelvas a mencionar esa palabra! ¡¡¡aquí ninguno va a realizar ese acto!!! ¡¡¡¡te lo prohibo!!!!- golpeaba la pared mientras le gritaba en la cara 

Fue ahí que todo perdió sentido, cuando sentí como algo me golpeó el rostro mirando aquel pequeño objeto, se trataba del anillo que con tanto esmero conseguí para ti, ahí fue cuando por fin pude volver a centrarme en lo que realmente pasaba, llore, llore por todo lo que había realizado, no podía creerlo, no quería creerlo, pero la realidad se encontraba frente mío, y no me gustaba, aún así yo seguía amándote y no podría dejarte ir, lo lamento, pero tú eres todo lo que tengo en esta vida, por ello no puedo perderte 

-Lo siento, realmente lo siento amor- levantó el anillo para ir donde el 

Solo te abrazo mientras ambos lloramos, siento como me abrazas, aún con esa plática se que me quieres, quizás no me amas, pero me quieres, porque sabes que yo también soy todo lo que tienes en este mundo 

-Pero…amor, te amo tanto- lo seguía abrazando más yaz fuerte 

Ambos seguimos llorando, solo queremos desahogar todo lo que está mala racha nos está ocasionando, sé que esas palabras no son reales, se que pronto volveremos a lo de antes

-¿Me perdonas por romper mi promesa? solo por esta ocasión - no lo soltaría, seguís con aquel abrazo 

Las lágrimas ya se han calmado, ambos estamos tranquilos, me separó para ver tu rostro, me sonríes y vas a recostarte a la cama, solo te sigo para acomodarnos, te abrazo nuevamente, solo quiero escuchar ese si

-Perdón por todo cariño, sabes que no he estado bien últimamente, no quería sonar grosero - busco esa mirada, sentía que era su culpa 

-Sabía que todo era producto de tu enfermedad, descuida, iré a buscar medicina para que te sientas mejor y cuando el invierno termine podremos volver a nadar en el lago - pego su frente con la de él mientras le besaba la nariz 

-Nada me haría más feliz que eso, oye gracias - colocó su cabeza sobre ese hombro 

-Porque me dirías esa palabra, yo soy quien debe decirla, tú al final me salvaste - lo abrazo de una manera más tierna 

-Tu también lo hiciste, yo no era nada, ni tenía a nadie, contigo eso cambio, gracias por no huir como todas las personas que han estado en mi vida - quería reír, pero era de alegría al haberse dado cuenta de esa realidad

-Jamás huiré, estaré aquí siempre, aunque tú no quieras que esté a tu lado - busco su rostro para besarlo 

Te abrazo más, no quería admitirlo, pero me sentí humillado con tus palabras, porque me dije que no lo estaba haciendo bien, que no era un buen esposo, que no podía mantener este lugar como lo que era, un hogar, pero trataré de ser mejor a partir de ahora, se que todo va a mejorar 

-Que hermoso y perfecto día nos espera mañana, dulces sueños amor- solo lo miraba mientras dormía, le gustaba verlo tan tranquilo, ese era su medicamento, el era su calmante