-Se que estas triste -dice Liliana mi esposa-pero sabes aqui es muy lindo-su voz comienza a escucharse rara.
-Lili, mi amor donde estas-grito miro a todos lados y solo veo una luz al fondo de un pasillo
-Ven Papi, ella es muy linda con nosotras-ahora la voz era de mi hija
-¿Lia?-corro hacía la luz- Liliana, Lia-entro al cuarto y veo a las dos sentadas mirándome, van vestidas como si fueran sacadas del resplandor.

Comienzo a acercarme pero su mirada de ellas cambia, es malvada su sonrisa indica que hay problemas.

-¿Por que no me dijiste?-pregunta Liliana con una voz resentida
-Decirte que mi amor-tengo miedo, no se que esta pasando ni como llegue aqui.
-Papi-ahora era el turno de Lia-¿Por que no has llegado por mi antes?¿Ya no me quieres?-su cara se ve tierna pero su forma de decir esto hace que me de un escalofrío.

Doy un paso atrás y ellas se paran de sus lugares pero no se mueven, me giro y corro hacia la salida.

-Tu no te vas, no ahora que por fin estamos juntos otra vez-grita Liliana y me jala del suéter.

Caigo al suelo y todo se vuelve negro.

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Abro los ojos y estoy nuevamente en mi cama.

-Soñaste feo-escucho a voz de la niña que me atormenta

-Aun lo hago- me levanto y camino hacia donde ella esta-dime en donde esta mi hija

-Eso-señala la bicicleta de mi hija- te dará la siguiente pista

Desaparece nuevamente, ya estoy cansado de esto, quiero recuperar a mi hija cada minuto que pasa esta en juego la salud de mi niña. Estoy tan desesperado pero voy a encontrar a mi hija, tomo la nota que esta en la bicicleta y comienzo a leer.

"Donde aprendiste a correr y andar, esta bicicleta has de usar para poder encontrar lo que en tu pasado quieres dejar"