Los dos estuvieron charlando un rato más en aquel lugar, hasta que se dieron cuenta que estaba anocheciendo, y posiblemente la familia regresaría.

Ambos volvieron a la casa, y para su suerte aun no había llegado la familia.

Bruno entro al pasadizo junto con Camilo.

Bruno- la pase muy bien contigo- exclamo

Camilo- yo también tío, podemos ir a ese lugar cuando gustes.

Bruno- gracias sobrino

Camilo- ¿Qué cenaras el día de hoy?

Bruno- tu tía Julieta de seguro dejara una que otra arepa por ahí, entonces hare que uno de mis ratoncitos me la traiga

Camilo- ¿no es muy poca comida?

Bruno- es todo lo que puedo conseguir, sin contar que siempre había días en los que no comía, ya que no siempre logro conseguir las sobras- exclamo en tono desanimado

Camilo- bueno, yo podría traerte un plato de comida todos los días, así no tendrás que pasar hambre.

Bruno- no es muy seguro hacer eso, pueden descubrirte

Camilo- no lo harán

Bruno- ¿seguro que quieres hacerlo?

Camilo- lo hare, no permitiré que te quedes con hambre

Bruno- está bien, pero como te digo, ten cuidado

Camilo- de todos modos, no creo que noten algo raro, debido a que como bastante

Bruno- eso si

Camilo- te traeré tu cena en unas horas, hasta entonces nos vemos

Bruno- suerte sobrino, que no te descubran

Camilo- ya verás que no