Capitulo 18

Después de varias horas de viaje, Camilo y Bruno llegaron a otro pueblo muy alejado de donde antes Vivian.

En este Bruno y Camilo buscaron un trabajo y así con el tiempo lograron juntar suficiente dinero para comprarse una casa.

Tal como lo predijo Bruno, Mirabel salvo el milagro, y ahora todos estaban felices, el único problema fue sobre la desaparición de Camilo, pero con el tiempo pensaron que talvez lo había echo para buscar una vida más tranquila, así que después de muchos meses, finalmente lo aceptaron y solo desearon que Camilo sea feliz donde sea que estaba.

Por su parte Camilo ahora se había dedicado a cultivar verduras para venderlas en el pueblo junto con su tío Bruno, el negocio con el tiempo creció y ambos se volvieron muy conocidos en el pueblo.

Pero aun así mucha gente veía raro que ambos sean pareja, pero aun así a ellos no les importo mucho la opinión de resto, finalmente eran felices.

Así pasaron unos cinco años, Bruno y Camilo se casaron, aunque al principio la gente lo vio algo espantoso, con el tiempo lo tomaron como algo normal.

La gente no sabía que ambos eran familia, porque seguro con eso más, iba a ser tremendo problema.

Pero fuera de todo eso ambos eran muy felices, tenían su casa junto a un gran jardín, donde cultivaban sus verduras para venderlas.

Sin contra la gran paz que tenían, pues el lugar era muy tranquilo, ya nada podría salir mal.

Ahora ambos se encontraban en su casa descansando, pues recientemente habían hecho una entrega a una señora del pueblo y pues como eran muchas cajas se cansaron bastante por cargarlas.

Pero en eso escucharon que alguien tocaba la puerta.

Así que Camilo se levantó rápidamente para abrir, y para su sorpresa era toda la familia, esto lo deja atónito, ellos lo habían encontrado a él y a su tío.

El esperaba una regañada o algo por el estilo, pero en realdad simplemente se acercaron y le dieron un gran abrazo.

Bruno al ver que Camilo no volvía, fue a ver qué pasaba y cuando vio a Camilo abrazando a la familia se sorprendió mucho.

La abuela al ver a Bruno fue y le dio un gran abrazo mas un pequeño beso en la mejilla.

Abuela- Brunito- exclamó mientras lo miraba con una sonrisa.

Bruno estaba atónito, no entendía que era lo que pasaba.

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