— Quisiera ayudarlos— murmuró Dren observando de reojo a los jóvenes que se mantenía en una mesa tomando una bebida en el Interespacio.

  Las cosas no habían salido como yo de verdad hubiera querido, simplemente algo en mi se molestó más de lo usual y lamentablemente no había medido las palabras que debía de haber dicho en ese momento. Me molesto bastante el hecho de que personas que no conocía criticaban mi estilo de batalla, más cuando más personas que tenía de años e incluso mi hermano estaban presentes y no decían absolutamente nada.

  Se que fue mi error desde el principio no haber pedido ayuda, lo hice para alejarlos del peligro que implicaba tener aquella fuerza del orbe sagrado. Quizás no había sido la mejor decisión de mi vida, lamento todo lo que había sucedido.

  Ayer por la noche había tenido una extraña visión acerca de una gran guerra que estaba tomando lugar en el planeta de Gundalia, lo cual era extraño debido a que se suponía que ahora mismo ese planeta hacia la paz. Pero sabía que se trataba del villano de MagMell, quién estaría  atacando el planeta.

  Según los datos que tenía de los peleadores, la nueva integrante de ellos se llamaba Paige y su planeta natal era Gundalia por lo que podría explicarle la situación.

— Yo también Dren— presionaste tus labios con fuerza—. Pero lo hecho, hecho está. Ellos no van a perdonar las palabras que dije, así que solamente les explicaré la situación e iré al planeta a ayudar en lo que pueda.

— ¿Estás segura de que ellos te creerán?— preguntó con un toque de inseguridad.

  Después de todo lo que habíamos pasado, la verdad es que no creerían nada. Teniendo en cuenta de las batallas en la que he estado y la credibilidad que perdí, lo más seguro que es que crean que me volví loca.

— No, pero no tengo ninguna otra opción.

  Mis pies se acercaron hacia el pequeño grupo de jóvenes que estaban conversando, es sumamente vergonzoso tener que explicarles la situación como si nada hubiese sucedido el día anterior.

  Cuando mi presencia llamó la atención de los presentes me había quedado paralizada debido al pánico, me aterraba el hecho de que ellos me ignoraran y siguieran con sus propios asuntos. Se que me lo merecía, después de todo lo que había hecho o mencionado por lo menos se que esto es algo que merezco.

— (T/N)— murmuró Marucho—. ¿Que haces aquí?

  El ambiente cambio drásticamente, la forma en la que Marucho trato de que sus palabras no sonarán tan groseras me daba a entender que nadie quería verme ahora.

— No he venido a discutir— deje en claro—. Solo tengo que decirles algo más...

— ¿Cómo qué? ¿Algo que se te olvidó decir ayer?— el joven de cabellos azules agregó con un toque de burla.

— ¿Quieres callarte?— pregunté de mal humor—. Últimamente he tenido visiones y una de ellas se manifestó hoy y es acerca de Gundalia, donde una guerra se hará presente debido a la invasión de los Bakugan caos.

— ¿Dijiste Gundalia?— repitió Paige un tanto desconcertada.

— ¿Viniste hasta aquí solamente para hablarnos de un sueño (T/N)?— cuestionó Dan, aún sin creer en mis palabras.

  La verdad considero que es algo traite debido a que él es mi hermano menor y es poco lamentable saber que no confía en mí.

— Una visión—  recalco—. Espero que me crean, se que hemos tenido problemas pero, no voy a poner la seguridad de un planeta en juego.

  Me había retirado de allí tan pronto como termine de hablar, mi próxima parada sería Gundalia si ellos no eran capaces de creer en mis palabras y no iban al planeta para ayudar, yo lo haría, no me importaba si tenía que hacerlo por mi misma.

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— Parece que han pasado años desde la última vez que estuvimos aquí— admitió Dren observando a sus alrededores.

— Es cierto— murmure con una ligera sonrisa.

  Cuando estaba a punto de dar un paso más me había detenido con brusquedad, todo esto debido a que la punta de una lanza de batalla se mantenía sobre mi cuello casi de forma amenazandora. Esto fue demasiado imprevisto y a decir verdad no había escuchado cuando aquellos soldados de Gundalia llegaron allí.

— ¿Quiénes son ustedes?— cuestionó uno de ellos—. ¿Acaso son los que trajeron a los Bakugan caos?

— En absoluto— respondió la Bakugan.

— Estamos aquí para ayudar— respondo retrocediendo un paso atrás debido a lo amenazante que era el arma—. Conozco a varios soldados de aquí e inclusive a la emperatriz también.

— Eso es cierto— una cuarta presencia apareció—. Por favor bajen sus armas.

  Reconocía esa voz a la perfección por lo que una sonrisa apareció en mi rostro una vez que mis ojos observaron aquellos cabellos platinados. Se trataba de Ren, quién le había pedido a los soldados que bajarán sus armas hacia mi.

— Es un gusto tenerte aquí de nuevo (T/N)— admitió una vez que alzó su mano en mi dirección, así que no dude en imitar su acción.

— Lo mismo digo— le di un gran apretón de manos—. De no ser por el Vortex dimensional no hubiera llegado tan lejos.

— Me alegro de eso, sígueme— ambos habíamos comenzado a caminar hacia una dirección en especial—. La verdad es que llegaste en un mal momento, pero tu ayuda nos servirá de mucho.

— ¿Es por los Bakugan caos?— ante tus palabras Ren había detenido su caminar, observandóte con impresión.

— ¿Cómo lo sabes?— cuestionó.

  Diste un gran suspiro, Ren a diferencia de los demás tenía la capacidad para razonar y entender, sabía más cosas de las que podrías imaginar debido a que el conoce un poco más acerca del orbe sagrado.

— Últimamente he tenido visiones acerca de lo que va a suceder, una de ellas fue la invasión de los Bakugan caos hacia Gundalia— bajaste la mirada tras recordar a tus compañeros—. He tenido esto desde que Dren absorbió los poderes de Código Eve.

— Eso es nuevo— expusó con un toque de sorpresa tras escuchar tus palabras—. ¿Cómo has estado al respecto?

— No tan bien— observó a mi alrededor—. Es por esa razón que he venido en solitario.

— Todo se va a solucionar (T/N)— pronunció Ren observandóte de reojo—. No sé que cosas tengas con los peleadores ahora mismo, estoy seguro de que ellos entenderían tu situación desde el comienzo. Solo dales tiempo.

  Observo su espalda con tranquilidad, quizás sus palabras eran ciertas.

— Llegamos— unas grandes puertas de habían abierto, dejando a la vista una enorme sala de reunión—. Sabíamos que alguien llegaría aquí, por lo que mis soldados y yo hemos estado buscando.

  En una de las paredes de la habitación se encontraba una joven con la apariencia Gundaliana que anteriormente había formado parte del grupo de Barodius, se trataba de su hermana menor Dwight. La última vez que nos encontramos todos juntos, ella había decidido tomar el lugar de Barodius como Emperatriz, para mejorar Gundalia acerca de todo lo que había sucedido.

— Es bueno verte de nuevo (T/N)— formuló la emperatriz con una sonrisa—. Tu presencia nos será de mucha ayuda.

— Digo lo mismo Dwight.

— Me gustaría que hubiera sido en mejores circunstancias.

  De pronto el pequeño círculo que parecía ser una videollamada se había dividió en dos, mostrando la imagen de una fémina de cabellos azules y orbes de color jades, la persona que anteriormente había formado parte de los peleadores como una guerrera de atributo Haos.

— Muchas gracias por venir— generó con una sonrisa observando mi presencia.

— ¿Fabia?— cuestionó con sorpresa y alegría—. ¿Eres la nueva reina?— observo la vestimenta que usualmente tenía su hermana mayor, Serena.

— Cuando terminó la guerra, la reina Serena se convirtió en la embajadora de las dos naciones y mantiene vivas las tradiciones del orbe sagrado— expusó Ren observando a la reina Neathiana—. Es lógico que Fabia tomará el lugar de su hermana.

— Felicidades— observó a la joven con un toque de orgullo, pero sabía que debía de concentrarme en la situación actual—. pero regresando al tema importante...

— Con respecto a lo que sucedió todo había pasado muy rápido— continuó Dwight con seriedad en su rostro—. Un misteriosos ente que se hace llamar MagMell llegó junto con su brutal Bakugan llamado Razenoid, antes de que nos percatamos de la situación envío a demasiados Bakugan caos a causar estragos atacando a nuestras ciudades y gente. Tenemos que contratacar con todas nuestras fuerzas para defender a nuestra gente del peligro.

  MagMell había sido el responsable de muchísimas cosas y ahora mismo se me hacía confuso que dejará el Interespacio Bakugan para venir a Gundalia, lo cual está un poco extraño mas que nada porque se suponía que estos planetas eran desconocidos.

— Estamos preparando a los caballeros del castillo para enviarlos como refuerzos y ayudarlos— expusó la joven reina de Neathia.

— Muchas gracias reina Fabia, mientras tanto nuestros guerreros tomarán el frente— aseguró Dwight—. Solo espero que lleguen más integrantes a la batalla, para lograr terminar con todo lo lo maligno.

  No sabía si de verdad los peleadores habían escuchado mis palabras después de todo, se que ellos ahora mismo no tienen la confianza suficiente hacia mí pero, quisiera que me creyeran cuando hablo del destino de un planeta.

— Te aseguró que así será— Fabia corto la transmisión con una sonrisa en su rostro.