Capítulo 22

Jayden Smith

A pesar de que han pasado dos días desde la fiesta, yo sigo atontado como si me hubieran golpeado con un ladrillo en toda la cabeza. Incluso intenté hablar con Joy y ella me trató como un completo desconocido. No vi ni un poco de piedad en sus ojos.

Lo peor de todo es que después Jasón pasó al lado mío y murmuró "patético" como si yo no pudiera recuperar a mi chica... O como si supiera algo. No, lo dudo, ese tarado sería acusado si se encontrara en una fiesta de jóvenes. No tiene sobrinos ni parientes jóvenes, no tiene a nadie, por eso me jode tanto.

Ni siquiera encuentro a Joy al final de las clases, así que acepto que Marcos me lleve hasta mi casa, evitando hablar de ella. No quiero que se entere que peleamos.

—Vaya pesado ese Jasón —suelta mientras le baja el volumen a la radio.

Así que quiere hablar de él, qué justo.

—¿Qué te hizo a ti?

—Dice tonterías frías, me cae fatal.

—¿Cómo cuáles?

—Ya lo conoces, no quiere hacer ninguna actividad que Heather propone y las tacha de "sentimental". También a veces dice cosas raras de ti.

Siento cómo se me empieza a acelerar el corazón ante esa mención. Jasón nunca había sido una amenaza tan grande como ahora, cuando tengo que sujetarme de mis propias rodillas para no empezar a temblar.

Mi peor miedo es que Marcos se entere. Él está criado en la calle y es sobreprotector con Joy. Yo no soy ningún adolescente, así que podría encararme a los golpes y dudo que esta vez la policía sea tan racista como para arrestarlo a él. Tendría razones para hacer eso.

Miro hacia la ventana y bajo el vidrio, incluso si entra un frío seco del que Marcos se queja con groserías.

—Obviamente no le hago caso, hombre —menciona y claro que me di cuenta, pero ¿qué pasará el día en el que Jasón empiece a sonar creíble?

—Haces bien, ese tipo tiene algo en contra de mí.

—Tiene algo en contra de cualquier persona buena.

—Seguro se la debe agarrar hasta con Ramish.

—Nah, ese no. Ramish ciertamente lo ayuda a controlarse.

—¿Sí? Bueno, ese hombre tiene experiencia. Ojalá algún día lo guíe por buen camino.

—Debe ser difícil de todas maneras.

Ante esas palabras contradictorias, observo a Marcos y noto cómo sus ojos marrones parecen tristes y sus manos aprietan el volante. ¿Qué sabrá? Bueno, mejor ni meterme, ya veo que lo desconcentro de algo importante.

Alguna vez, cuando estemos ebrios, le preguntaré sobre lo que esconde de Jasón detrás de ese odio injustificado.

Quizás le molesta gustarle.

Al final, Marcos es un homofóbico. Por muy buen tipo que se muestre, lo conservador nunca desaparece. Jamás podría estar cerca de un gay como Jasón.

En cuanto me deja en casa, yo lo saludo y le aviso que esperaré a Joy, algo que al parecer le alegra a juzgar de cómo sonríe y me levanta el pulgar. A él siempre le gustó que cuando no estaba cerca, yo estuviera al lado de Joy; cree que soy una buena influencia para ella.

Soy mucho mejor influencia que cualquiera de sus amigas, ese es un hecho. Y lo reafirmo cuando la veo llegando con Amber hasta su casa; claro tuve que espiarla desde mi ventana, porque de lo contrario ella se hubiera enojado de verme ahí y quien sabe cómo hubiera reaccionado.

Tan solo espero que Joy haya arreglado ese malentendido con la chica. Sino, lo mejor será alejarla de ella. Sabe que nos perjudicaría.

Salgo de mi casa solo cuando veo a Amber lo suficientemente lejos y garantizo que no recibiré ningún tipo de amenaza con escracharme en Twitter.

Queda en evidencia que quizás no es la mejor idea salir justo cuando Joy está entrando a su casa y cerrando la puerta con toda la furia de una adolescente. Sí, con estas cosas tengo que lidiar de vez en cuando.

—Joy, por favor, abre.

Golpeo un par de veces la puerta, pero sé que no causará resultado. Lo que más le aturde a ella es el timbre que está colocado justo en la zona en la que está obligada a oírlo desde donde sea que se encuentre.

—No me hagas hacer eso, Joy.

Soy tan bueno que doy tiempo a que conteste, pero nada, no hay indicio de arrepentimiento, y por eso mismo empiezo a tocar repetidamente el timbre, incluso llego a escuchar cómo grita que me detenga y es peor cuando se tilda y empieza a repetirse por sí solo de una forma muy bizarra. Amaba joderla a Heather así y ahora amo hacer lo mismo con Joy, porque su expresión es la misma e incluso se roba las palabras.

—¿Puedes parar de una vez, tarado?

Y es la primera vez que la escucho insultarme, pero es igual de impulsiva que su hermana cuando algo la harta. Quizás por eso consigo que se avergüence y que me invite a pasar a su casa para que "resuelva el problema del timbre". Es tan sencillo, pero prefiero no explicárselo.

Cuando logro arreglar el fallo, ella ni siquiera me invitar a quedarme, pero tampoco me abre la puerta como para irme, así que aprovecho para sacarle algunas galletas mientras prepara la comida para esta noche.

—Joy, ¿sigues enojada?

No contesta y me hace sentir un poco incómodo. No suele actuar de esta forma, pero ni siquiera fui tan bruto.

—Joy.

—No quiero hablar contigo.

—Sabe que no me gusta que seas así de orgullosa.

Ella de repente camina hacia la radio que está encima de la mesa y la prende. Escucho cómo pasan una canción de Coldplay: Sparks. Joy se la sabe de memoria y es el momento oportuno que tengo para tomarla entre mis brazos, incluso si ella está usando el cuchillo. Si se lastima, después la curo.

—¡A ver, Jayden, que estoy cocinando!

Did I drive you away? I know what you'll say

»You say, "Oh, sing one we know".

Canto cerca de su oído para que note que al final no soy tan malo, que sé de sus gustos, que me aprendo lo que le interesa para impresionarla. No es la única que ha probado hacer cosas lindas por mí, yo lo intento todo el tiempo, solo que me sale para la mierda y lo único en lo que me puedo considerar bueno es en cantarle.

Noto cómo sus manos se aflojan y se apoyan sobre mis brazos y yo me siento satisfecho. Al menos está tranquila. Es una chica joven, claro que le encantan estas clases de cosas. A todas les gustan que le canten un tema lindo mientras la abrazan por la espalda. ¿Cómo los demás no pueden notarlo?

And I saw sparks —murmura ella y me alegra que me siga el juego.

Tarareo la siguiente parte mientras beso su mejilla y la veo darse vuelta entre mis brazos. Da lo mismo que el agua esté hirviendo con el arroz puesto, si lo que importa es que me perdone. Lo otro puede esperar.

—¿Por qué te fuiste con otra chica?

—Al final no estabas tan enojada con mi forma de conducir.

—No confundas, estoy profundamente molesta por ello, pero me pincha que hayas salido con una chica y que me hayas mentido sobre ella.

—Joy, sabes que jamás saldría con otra que no seas tú.

—¿Y ella?

—Era uno de los ligues de Farid.

Me sorprende la rapidez con la que miento. Sí que he mejorado, antes hubiera tartamudeado un segundo más o hubiera desviado el tema. Ahora me estoy volviendo un perfecto mentiroso. Mi madre se enojaría mucho de lo manipulable que son las personas ante mis manos y más chicas como Joy, que necesitan tenerme en sus vidas para no desmoronarse por completo.

Claro que se da cuenta que esa chica era mi ligue y no el de mi amigo, pero una parte de ella que detesta a Farid la hace tomar una consciencia errónea y ese es un punto muy positivo.

—Seguro la dejó tirada —dice para convencerse a sí misma.

—Así fue, por eso la traje conmigo. Además, estaba totalmente ebria, me dio una pena.

Evito confesar que esa chica ebria luego me compensó con unas fotos extremadamente agradables. No es necesario decirle eso, ella está empezando a creerme, sería solo una pérdida de tiempo.

Yo solo quiero que nos amemos de forma sana mientras puedo seguir con mis necesidades sexuales.

—Escucha, seguiré contigo, no me importa qué digas, pero entiende que si me mientes, me enteraré. ¿Tú te estabas liando con esa chica?

—No —digo de forma determinante y veo paz en sus ojos.

Espero que nadie piense en culparme de algo, porque todos sabían muy bien lo que sucedía aquí y nadie le dijo nada a Joy. ¿O acaso fingirán demencia? Si pensaban que era malo con ella, lo hubieran dicho. Ya no hay tiempo para esa mierda.

Recibo su abrazo y le beso la cabeza cuando la escucho llorar.

Sabe que le miento, pero prefiere la rutina antes que la extrañez de quedarse completamente sola.

Además, ¿cómo piensa que se va a ir de mi lado? No hay posibilidades.

Soy la única persona que realmente le interesa saber de su vida, de lo contrario, ¿por qué estaría tras ella? 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top