Capítulo 10

Leosville, 28 de Julio de 2015

—Últimamente estás muy alejado del apartamento—mencionó Gino luego de unos minutos de estar a solas en silencio con T.J en la misma habitación. Griffin estaba en su habitación terminando de vestirse para ir a buscar a Iris, mientras que Axel se encontraba en el estudio practicando su parte antes de la grabación del día siguiente.

—He estado un poco ocupado.

—Claro, con alguien—T.J lo miró y luego se echó a reír.

—Te ríes porque es cierto.

—No sé de dónde has sacado eso, G—respondió, le dio una mirada a su celular para responder un mensaje rápido, sin embargo Gino se lo quitó—, ¡Oye!

El mayor intentó tomarlo del brazo para quitarle su celular, sin embargo Gino logró levantarse del mueble para poder correr a través de la sala. Revisó la pantalla del chico para notar que estaba escribiéndose con una chica, no le pillaba el nombre.

—¿Quién es Chloe Madison?—se detuvo.

T.J se detuvo también y miró al chico con preocupación, desde que habían terminado, esa era la primera relación que T.J tenía, por lo que no sabía cómo Gino podía reaccionar. Siempre habían sido abiertos con eso, realmente no habían tenido ningún inconveniente y se habían mantenido siendo amigos pero en ocasiones dudaba de ello.

—Es una chica que conocí en la fiesta de Cecilia—respondió.

—¿Por qué no me hablaste de ella?

—No es nada serio.

Gino frunció sus labios y negó con la seguridad de que estaba mintiendo.

—Si no fuese nadie importante no me habrías perseguido para que no leyese—se acercó a devolverle el celular—. ¿Te gusta?

No tenía una respuesta o quizás no quería decirla para que fuese real. Desde que había terminado con Gino no había salido con nadie porque no quería involucrarse nuevamente en ese miedo de que algo le pudiese suceder a su pareja. No quería ser la razón por la cuál Howie interfiriera en la vida de esa persona, no quería que las cosas terminaran como habían terminado con Gino.

Pero Chloe tenía algo que le gustaba. Ella no era famosa, era una arquitecto que acaba de graduarse y estaba iniciando su carrera profesional, ella podía darle la paz que la fama no le daba y por eso estaba aterrado ante la idea de que podía gustarle. Gustarle sería el inicio pero T.J se conocía, cuando alguien le gustaba se metía de lleno hasta enamorarse.

—Woah, sí te gusta—le dijo Gino nuevamente.

—No sé cómo responder.

—La llevas conociendo desde hace unos días.

—Sí, y eso es lo que me asusta, no me he sentido así desde...—se detuvo, Gino lo miró—, desde que estuvimos juntos.

El chico sonrió y le tocó el hombro a su mejor amigo.

—Entonces será mejor que lo nuestro—le dijo—, no tienes por qué preocuparse, sólo ve conociéndola.

—Hemos estado saliendo esta semana y me acuesto tarde hablando con ella, creo que...creo que he hecho click con ella.

—Entonces no dejes que se te vaya—T.J le sonrió.

—Gracias G, por siempre escucharme.

—Sabes que estoy aquí para ti, siempre—le respondió.

T.J revisó su celular y leyó el mensaje que la chica le había enviado. Gino lo miró responder y cómo se le escapó una sonrisa al responderle; era extraño porque era la primera vez que T.J estaba interesado en alguien más, pero le daba una sensación de alegría, quería que T.J fuese feliz también y que no tuviese que preocuparse por nada.

Griffin salió de su habitación vestido completamente de negro, llevaba unos jeans y camisa de cuadros grisáceos y encima una chaqueta de jean negra. En la mano tenía una gorra también negra y su cabello estaba peinado sin ninguna crema ni fijador, lo llevaba suelto cayendo hacia sus ojos que estaban escondidos detrás de unos lentes de sol.

Ambos chicos lo miraron fijándose en la ropa que llevaba.

—¿Tú estás vestido para ir al cine o para robar un banco?

—¿Robar un banco?—preguntó Gino—. Tiene más estilo que nosotros tres juntos.

Griffin se subió los lentes y les sonrió divertido.

—Estoy guapísimo.

—No mientes—respondió Gino—, ¿por qué la gorra?

—Por si acaso, para pasar desapercibido.

—Imposible que pases desapercibido con todo lo que traes puesto.

Griffin se miró en el espejo del pasillo y no vio nada malo en él.

—¿Por qué dices eso?

—Estás todo de negro, llamas la atención

—Oh—dijo—, pero no tengo nada más limpio.

—Que mentira más grande—respondió T.J—, pero no tienes que cambiarte, ¿no vas tarde?

—Oh sí, ya debería ir saliendo—dijo y miró al chico—, cuando regrese hablaremos de Chloe.

Tomó sus llaves y cartera para salir del apartamento. T.J y Gino se miraron entre ellos dándose cuenta que Griffin había escuchado todo lo que habían hablado, lo que significaba que no pasaría mucho para que Axel también lo supiese.

...

Vincent estacionó el auto detrás del Cinema, Griffin había solicitado una sala exclusivamente para ellos y había hablado con la encargada para que lo ayudara a entrar sin problemas. Por la parte de atrás no había nadie que pudiese verlo, sin embargo se veía obligado a ir al área de las palomitas en donde Iris se encontraba esperándolo.

Ahí había un par de personas, pero todas se encontraban hablando entre ellas o haciendo la fila para comprar sus golosinas como para percatarse del Kloss que había entrado a la sala. Con suerte lo verían y pensarían que es alguien muy parecido a él.

Encontró a Iris sentada en una de las mesas de espera, estaba de espaldas a él, por lo que caminó para colocarse detrás de ella y taparle los ojos como broma, se le acercó a la oreja y le susurró:

—Aquí estoy, linda—le dijo. Iris volteó a verlo y le sonrió emocionada.

—Sí, estás aquí.

—Claro que iba a estar aquí—respondió, le dio una mirada a las personas que no se habían percatado de él todavía—. ¿Vamos por las palomitas?

Ella asintió y se levantó para tomar su mano y así caminar hasta la barra de los dulces. Se colocaron detrás de una pareja que estaba esperando a pasar, Iris miró a Griffin y no podía creer que él se encontrase ahí con ella, haciendo cosas de un chico normal haría con su novia.

—¿Cuándo fue la última vez que viniste al cine?—le preguntó ella.

—Mmm, cuando tenía diecisiete—respondió—, en un cine público, he ido a estrenos.

—Entonces tienes seis años sin hacer algo que haría una persona normal.

—Soy una persona normal.

—Claro, con millones de seguidores.

Griffin sabía que Iris lo decía para bromear con él, sin embargo no le había parecido gracioso su comentario. Ella sabía perfectamente que él no estaba acostumbrado a salir al público porque siempre corría el riesgo que lo reconocieran y lo siguieran. No esperaba que ella pudiese entenderlo, sabía que sólo alguien que pasase por lo mismo podía entender, pero no le gustaba cuando las personas hacían bromas de eso, recordándole que no era una persona común, recordándole que tenía que ser Griffin Arlen.

—Nos da dos refrescos y unas palomitas grandes, por favor—pidió Iris al chico que estaba atendiendo.

—Y un chocolate savoy, por favor—agregó Griffin.

—¿Te gusta ese chocolate?

—Sí, es bueno, me gusta comerlo con palomitas.

—¿Qué?

—¿Qué tiene?

—Es raro.

—Tú eres la rara—se rio y se inclinó hacia la barra para entregarle al chico su tarjeta.

—¿Qué película veremos?

—Me dijiste que querías ver Ant-man—le mencionó—. se acaba de estrenar así que tampoco la he visto.

Griffin miró hacia los lados revisando si alguien estaba mirándolo. No quería estar de esa manera, pero se le hacía imposible relajarse. Iris pudo notarlo.

—Nadie nos está viendo, tranquilo.

—Lo sé, sólo quiero asegurarme—tomó la pendeja con los refrescos, las palomitas y el chocolate—, gracias—le dijo al chico para luego irse junto a Iris hacia la entrada de las salas.

Ahí se encontraba una chica que al ver a Griffin le sonrió amable.

—Buenas noches, bienvenidos—les dijo a ambos.

—Gracias—le dijo para luego saludarla. Tengo entradas para Ant-man, Griffin Arlen.

—Correcto, déjeme acompañarlos.

—Puedes darnos el número de la sala y vamos, no hace falta—dijo Iris, la chica miró a Griffin y este asintió.

—Vale, sala cinco, Disfruten de la película.

Griffin caminó junto a Iris hacia la sala que le habían indicado, Iris pasó primero para luego ser seguida por el chico. Al entrar a la sala, pudo percatarse que no había nadie en ella.

—Todavía no ha llegado nadie, ¿cuáles son nuestros asientos?

—Cualquiera, tengo la sala para nosotros.

Iris lo miró con el ceño fruncido.

—¿Por qué?

—¿Cómo que por qué? No puedo estar en una sala con un montón de personas que pueden verme.

—Te dije que quería una cita real.

—Esto es una cita real.

—Ningún chico reserva toda la sala para ver una película, esto no es normal, Griffin.

El chico suspiró, ¿qué quería que él hiciera?

—No puedo darte la cita normal que quieres, pero puedo ofrecerte este rato juntos, ¿no es lo que quieres? Yo lo quiero, ¿tú no?

—No es igual.

—¿Por qué no lo es?

—Porque no te siento real—le dijo ella—. Cuando estoy en esta habitación sola contigo, cuando la chica de los tickets te quiere acompañar exclusivamente a la sala y que te trate con sumo respeto. No puedo sentirlo como algo real, no me hace sentir parte de ello.

Sabía que eso podía suceder, pero no esperó que ella reaccionara de esa manera. ¿qué esperaba de él? ¿Qué era lo que esperaba de estar con un famoso? No podía ofrecerle la paz que le podía ofrecer otra persona; una persona normal como ella decía, una persona que pudiese acompañarla a cualquier lugar y a cualquier hora.

—¿Qué esperas de mí, Iris?—le preguntó.

—Quiero poder estar con Griffin, quiero conocerte.

—Este es el Griffin que puedo ofrecer, el que debe de esconderse de las personas porque sino será el blanco de los medios. No puedo ofrecerte esa tranquilidad a la cuál estás acostumbrada, pero aun así quisiera...—sonó su celular, lo sacó y se dio cuenta que era Vincent—. Debo atender.

Dio un paso hacia atrás y atendió la llamada.

—¿Vincent?

—Creo que se han dado cuenta que estás aquí.

—¿Qué?

—No hay fotos, pero es tendencia qué te vieron aquí con una chica.

Era justo lo que no quería.

—¿Qué debo hacer?—miró a Iris.

—Quédate ahí, no salgas. Ya resolveré cómo sacarlos de ahí.

Ese era el Griffin que podía ofrecerle, ese que traía incomodidades y estados de alerta. No podría salir con ella si Iris no aceptaba eso.


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Las cosas que le pasa a Griff :c

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