Detente 🚫 | KookTae 국태.


√ Capítulo Único:


Vecinos nuevos, algo que para algunas personas es un tema irrelevante en sus ajetreadas vidas cotidianas, por supuesto, no para Taehyung, no luego de eso. El tema no le da igual desde la llegada de sus nuevos vecinos, la familia Jeon, no es la familia en sí que parece demasiado perfecta o que parecen estar forrados, eso le da igual, lo que despierta enormemente su interees es el pelinegro que habita en esa casa junto a la suya, Jeon Jungkook, el chico más lindo y caliente que sus ojos café han visto.

El hijo de los Jeon es alto y corpulento, de hombros anchos y duros como lo parece ser el resto de su cuerpo—un deportista tal vez— . El tipo tiene unos ojos oscuros precioso y la boca más pecaminosa que ha visto nunca, labios rosas apetecibles que te harían rogar por ser besado y una mandíbula firme, sus fracciones están bien colocadas y tiene en jodido abdomen de infarto.

Simplemente perfecto para cualquier gay con ojos funcionales, y Taehyung era uno de esos. Irónicamente fue como un flechazo apenas descubrió lo que había debajo de la ropa de ese chico, no habían hablado antes y apenas se habían topado, pero al descubrir que el tipo era como una versión del semental adolescente las cosas cambiaron. Puede que fuera suerte o alguna obra loca del destino pero ver a Jungkook paseándose distraídamente semidesnudo por su habitación frente a las ventanas abiertas, joder, eso era una gran sacudida para él. Y no, aún no había comenzado con su sección de acoso, era perfectamente inocente al repecto hasta que su polla registró que tenía a un tipo caliente como el infierno viviendo, literalmente, a su lado.

Todo comenzó cuando mientras arreglaba el desastre de ese lugar remoto llamado "habitación"─por obligación de su madre, cabe aclarar─se detuvo junto a la ventana de cristal para tomar una prenda de ropa que había caído cerca y entonces lo notó, el movimiento en la periferia causando que detuviera lo demás y su atención se dirigiera hacia ese lugar, que resultó, una habitación de la casa continua. La habitación de Jeon Jungkook.

El chico andaba en bóxer por su habitación, con el cabello húmedo creando risos oscuros que se le pegaban a la frente y los músculos contrayendose deliciosamente por sus gestos mientras buscaba algo en los objetos dejados en la cama.

La estructura del vecindario le permitía ver desde buena posición la habitación continua debido a la construcción de una casa junto a la otra y el gusto por los ventanales que parecían tener los ingenieros. Y oh Dios, que jodido que su habitación y la del tipo sexy quedaran frente a frente.

Taehyung observa ese cuerpo que a partir de ese momento protagonizará sus más oscuras fantasías, lo ve moverse de manera despreocupada por su habitación buscando algo, como un gato grande, haciendo que su boca genere saliva de más por semejante vista ardiente y ese abdomen que marcado y pecho firme que están por causarle un paro cardíaco.

Sus ojos siguen bajando por el cuerpo de su vecino exhibicionista hasta llegar al gran bulto que se marca en su boxer y puede sentir como la saliva se acumula, como cuando ves un platillo delicioso que necesitas probar, bueno, para Taehyung era algo como eso viendo el bulto cubierto por la ropa interior ajena. Puede que estuviera loco pero podía jurar ver el contorno de su polla, notable y orgullosa. Jungkook estaba duro y él lo estaba también con imaginarse llevándose el resultado de la exitación ajena a su boca y chupar fuerte.

Era injusto que el tipo estuviera tan bueno, ¿acaso había sido creado con la palabra perfección en mente?, porque ese chico definitivamente parecía sacado de una escultura o algún cuadro de los antiguos pintores, uno de esos en los que el modelo está completamente desnudo y posee un cuerpo perfecto. Sería demasiado duro si el tipo no era gay.

Jeon Jungkook pareció encontrar lo que sea que buscara, ni siquiera le prestó atencion a eso, estaba hipnotizado comiendose con la vista el culo musculoso y muslos firme del otro mientras se movía por la habitacion hasta desaparecer por la puerta, que si la casa era como la suya—que lo parecía—sería él baño.

Taehyung se quedó estático, firme en su lugar y recto como una flecha, firme en todos los sentidos en referencia a la dolorida erección que le ha dejado el hijo de los Jeon y ese calor pegadizo e incómodo que parece que va a consumirlo en cualquier momento. Se mantiene en su sitio por varios segundos, asimilando que ha visto casi desnudo al hijo de los vecinos que resultó estar más bueno que el pan y que lo ha dejado con la polla palpitando en los pantalones cortos que lleva, entonces se despega de la ventana casi de manera automática, sería bastante bizarro que alguien lo viera mirando a la casa de al lado como un obsesionado con una casa de campaña entre las piernas.

Se desploma sobre las suaves mantas de su cama, sintiendo como le acarician la piel caliente y libera su miembro del encierro que se eleva impaciente por su atención. La mano diestra va hasta su glande, dejando salir un jadeo de satisfacción cuando su pulgar traza círculos lentos sobre él, deslizando la humedad por la cabeza sensible antes de comenzar un sube y baja lento mientras su mano izquierda tortura sus duros pezones. Una mezcla de sensaciones recorren su cuerpo haciendo que el líquido preseminal salga más de su glande, su mente volado en torno al hombre de cabello negro de belleza eclipsante. El sube y baja de su mano se relentiza sintiendo como sube los escalones de esa escalera del placer de la cual necesita desesperadamente llegar a la cima.

Se vuelve un mar de gemidos mientras aumenta el ritmo y se muerde fuertemente el labio inferior intentando hacer menos ruido. Cuando presiona fuertemente su pezón derecho, se imagina la boca de Jungkook torturando los duros botones y la imagen es suficiente para que se retuerce entre las sábanas blancas manteniendo los movimientos de su mano cuando siente esa sacudida tan cercana al límite.

Arquea la espalda elevando su cintura y se sacude tembloroso sobre las mantas, sudando, exhausto y con un pinchazo de insatisfacción latente que lo hace sentir estúpido porque no quiere un orgasmo en honor a su vecino, quiere uno con él.

~~~

Es viernes en la tarde, justo tres meses han pasado desde la llegada de los Jeon y del acoso involuntario de Taehyung que terminó con él gimiendo sobre su cama idealizando al otro hombre empotrarlo con fuerza, desde ese día su arrebato y extraña obsesión comenzó.

La única persona aparte de él que sabe de sus deseos turbios es su mejor amigo Jimin, ese rubio malhumorado extrañamente dulce a su propia manera.

—¡Kim Taehyung!—se estremece ante su llamado repentino, volteando a verlo con el ceño fruncido.

Jimin camina por la habitación, lanzándose sobre su cama como un peso muerto.

—Joder, me asustaste.

El rubio bufa volteando sobre su espalda y sacudiendose los zapatos de los pies.

—Deberías detenerte, pareces un psicópata total.

Observa como su mejor amigo ha puesto una mirada curiosa dirigida al escenario de las afueras de su ventana. La habitación de Jeon Jungkook.

—No estoy haciendo nada—su postura vacila, con su lenguaje corporal a la defensiva y sintiéndose avergonzado por eso.

—Si que lo haces—siseó—eres como el acosador personal de Jeon Jungkook y déjame decirte que eso es jodidamente lamentable. Ve a por él, Taehyung, si tanto lo quieres háblale al menos, mirándolo desde aquí como un tipo con un cuadro psiquiátrico en ascenso no vas a conseguir absolutamente nada.

—Estoy perfectamente bien así, muchas gracias—espetó, dejándose caer junto a su amigo que se enredó a él como un koala.

—Ya veré si dices lo mismo cuando te demanden por colarte a su habitación o algo así—Jimin rió y fue inevitable no sentirse tocado por su humor, sonriendo también.

—¿Acabas de darme la idea de que me meta en su casa?

—¿Estás bromendo verdad?—el tono ajeno vaciló y la diversión le calentó el pecho.

—Por supuesto.

Jinin gimió horrorizado a su lado.

—No tienes remedio, prefieres ser el tipo que se mete a hurtadillas, demonios, solo ve por ello.

Bueno, tal vez si lo haría después de todo.

~~~

La tarde era fresca y húmeda, con el viento suave acariciándole el cabello desordenado y el anochecer acercándose, dejando el cielo del bonito degradado naranja. Estaba en el jardín, supuestamente regando las flores de su madre, aunque podría decirse que estaba ahogadolas, con la mente ocupada en pensamientos y sin cerrar la llave del agua.

Ha tomado una decisión, ya ha estado bien de actuar como un niñato tonto que espía por las ventanas, es momento de tomar riendas en el asunto. Así que ahí está, esperando que Jeon Jungkook llegue por el sendero de su caminata habitual antes de entrar por la puerta del jardín, por eso está ahí, esperando que ese momento llegue e intentar hacer algo de conversación sin parecer un idiota total, ahora mismo tiene sus dudas sobre eso último por la manera en la que sus manos sudan y su corazón corre en su pecho.

Los minutos pasan y la cabellera negra aparece en su campo de visión y se siente extremadamente expuesto por estar viendo al chico a solo unos metros de distancia y no en la protección de su habitación. Jeon Jungkook pasa frente a él y da un salto de la impresión. La manguera con ansias que sostenía en sus manos sigue el movimiento y termina apuntando el chorro al camino, donde está Jungkook.

—¿Pero que-?—Taehyung lo oye murmurar con los ojos muy abiertos, avergonzado de su terrible torpeza.

Podía sentir el calor extenderse por su cuello y orejas

—Demonios—gruñó. En un arrebato se acercó hacia donde Jungkook estaba, como un patito torpe—Lo siento mucho, me he distraído y no te he visto, lo siento.

Apenas podía mirarlo a la cara, había salido al patio para hacer conversaciones y romper el hielo, no era parte del plan quedar como un idiota total.

—Está bien, ha sido un accidente.

Taehyung se sintió deslumbrado por esa pequeña sonrisita condescendiente, era hermoso, con una imagen despreocupada y la fachada amable, su bonito rostro mojado y sus ojos grandes y brillantes enfocándose en él.

—Creo que es bastante obvio pero soy nuevo en el vecindario, soy Jeon Jungkook, ¿cómo te llamas?.

—Soy T-Taehyung, Kim Taehyung—se maldijo a si mismo internamente por su titubeo—¿Qué te parece el lugar?

—Está bastante bien, es pacífico y bonito—sus labios se ampliaron en una sonrisa que Taehyung correspondió, con el corazón palpitando—es un poco raro aún, me estoy acostumbrado. Que hay de ti, ¿siempre has vivido aquí?.

—Si, desde niño, fue un regalo por la boda de mis padres—se encogió de hombros y Jeon asintió.

—Ya veo—murmuró—es un placer conocerte Taehyung, ya nos veremos por ahí.

El se marchó sacudiendo su mano, con si figura grande e inmaculada alejándose poco a poco a la distancia y Taehyung quería treparlo como un árbol. Jodidamente le gustaba Jeon Jungkook.

~~~

—¿Realmente lo hiciste?.

La incredulidad cruda en el tono de su mejor amigo casi podía ser ofensiva, casi.

—Ya te lo he dicho, le he hablado y no ha sido el fin del mundo, ha ido bastante bien—bueno, se guardaría los detalles vergonzosos para si mismo.

—Eso debería decirlo yo, le has hablado como una persona normal, si desde que te interesaras en él en vez de acosarlo por las ventanas le hubieras hablado puede que ya estuvieran en algún punto de su relación.

Su ceño estaba fruncido cuando miró al rubio.

—¿Jamás vas a dejarme dejar ir esa estapa verdad?

—Ha pasado un día Taehyung, no lo digas como si fuera en el pasado lejano—siseó—y si, te lo recordaré hasta que estés profundamente avergonzado por ello.

—Creo que puedo vivir con eso.

~~~

Y otro mes se fue, el tiempo desplazándose como las olas secas barridas por el viento. Para la decepción de Taehyung, no había pasado mucho, puede que sea ingenuo pero esperaba algo, aunque no esté seguro de qué, no es como si luego de la primera charla iba a ser el mejor amigo de Jeon Jungkook pero realmente le gustaba y se estaba volviendo frustranrte. Ellos solo se saludan casualmente con sonrisas corteses y agitamientos de manos, no hay avance real en absoluto y Taehyung cree que va a volverse loco.

Por otro lado, ahí está Jungkook, acostado sobre su cama con los audífonos puestos y el celular en la mano mientras pasa una tarde tranquila de fin de semana luego de una ajetreada semana. Entonces una notificación llega a su celular.

Número Desconocido:
Hey chico guapo, ¿tarde aburrida?.

Frunce el ceño, sin saber exactamente que responder o quien es esa persona, antes de que pueda considerarlo correctamente otro mensaje llega.

Si sigues frunciendo así tu frente te arrugarás pronto.

¿Qué demonios?—gruñe incrédulo y sus ojos revolotean alrededor.

No estoy abajo chico listo.

Su mirada cae sobre él costado de la casa vecina y ve a Taehyung saludarle a través del vidrio antes de escribir algo en su celular, cuando el vuelve a mirarlo el aparato en sus dedos vibra.

Aunque para ti definitivamente lo estoy.

Jungkook se queda de piedra y voltea a mirar donde su vecino sonríe juguetonamente.

¿Acabas de hacerme una broma sexista?


Lo ve sonreír a la distancia y negar con diversión mientras escribe en su teléfono, segundos después el suyo vuelve a la vida.

¿Qué te hace pensar que es una broma?

Sus dedos se disparan sobre el teclado.


¿Entonces no lo es?

No.

¿Qué se supone que estás haciendo Taehyung?


¿Ahora mismo?, me quito la ropa.


Sus ojos se abren de más y observa atento a la figura al otro lado, lo ve lamer sus labios con una sonrisita y parpadea repetidas veces para asegurarse que no es su imaginación y relamente Kim Taehyung está quitándose los pantalones. Prácticamente, en frente suyo.

¿Por qué te quitas la ropa donde pueda verte?.


¿Y por qué no?.


Vuelve a mirarlo, tragando saliva y sintiendo la boca como si hubiera comido arena, su corazón saltando en su pecho cuando ve al contrario desenredar los pantalones en los tobillos y lanzarlos lejos, luego comienza a quitar lentamente los botones de su camisa. Taehyung se detiene y está en el teléfono otra vez y Jungkook se encuentra a si mismo observado la pantalla del suyo con impaciencia.

¿Te gusta lo que ves?.


¿Qué se suponía que iba a responder a eso?, sentía las mejillas rojas y la piel caliente mientras su vecino le deba todo un espectáculo.

¿Por qué haces esto?

Porque estoy caliente.

Y quiero que estemos calientes juntos. Preferiblemente con las lenguas en la garganta del otro. ¿es un buen plan de seducción para ti?.

No seré tu experimento ni nada por el estilo en esto.


¿De que hablas?, no tengo un propósito oculto más allá de que me jodas.

Su respiración se trabó.

Entonces detente..

Deja de "seducirme" para que te joda, no estoy en ello.


¿Estás seguro?, porque puedo estar algo lejos, pero puedo ver el contorno de tu polla dura entre tus piernas desde aquí.


Antes de poder responder, la siguiente notificación lo aturdió.

Estoy yendo, abre la puerta.


¿Qué?, ¿te has vuelto loco?

No hubo respuesta, solo el movimiento perceptible en la otra habitación y en parpadeo Taehyung ya no estaba. ¿Qué se suponía que haría ahora?, todo se había girado muy repentinamente pero siendo sincero, había estado mirando a Taehyung, era guapo y bueno, puede que si estuviera en ello, pero solo un poco.

Abre la puerta trasera, estoy en tu patio.

Bueno, era momento de coger la sartén por el mango.

Bajó las escaleras de dos en dos, con el corazón martillándole en los oídos tan fuerte que abarcaba toda su audición. Sus manos están temblorosas cuando abrió la puerta, encontrándose con la mirada de Taehyung del otro lado, se había puesto una sudadera varias tallas mayores que la suya que le cubría hasta la mitad de los muslos. Tenía el cabello revuelto y las pupilas dilatadas mientras respiraba agitado.

Con un gesto lo invita a entrar y este lo hace, siguiéndolo tranquilamente por el recorrido hasta su habitación.

—¿Casa sola verdad?—Jungkook murmuró en afirmación—perfecto. Por cierto, bonito cuarto, muy organizado.

—Gracias.

—Oye Jungkook, esto no tiene que ser incómodo o algo así, si has cambiado de idea y no quieres hacerlo me iré, yo–

Bueno, lo estaba besando, callando lo que sea que iba a seguir murmurando con su boca. No había podido esperar más, necesitaba poner su boca sobre ese chico castaño o perdería aún más la cabeza. Los dedos de Taehyung se deslizaron hasta su nuca, aferrándose a parte de su espalda y hombros con suavidad mientras dejaba salir un gemidito ahogado.

—Wow, eso ha sido inesperado—murmuró sobre sus labios. La respiración agitada, sus pechos moviéndose juntos frenéticos.

Jungkook se rió—Pensé que estabas seduciendome para que te jodiera.

—¿Y vas a hacerlo?.

—Por supuesto que voy a hacerlo.

La necesidad cruda palpitó en su piel y se extendió como una explosión, se abalanzó sobre el chico sensual en su habitación, aferrando las manos al hueso de sus caderas, agarrándolo como si fuera a escaparse a algún lado en algún momento. Lo hizo retroceder hasta que Taehyung cayó de sentón sobre el colchón de su cama. Se miraron mutuamente, con la lujuria bailando entre ellos como un choque de electricidad que envió escalofríos a su espina dorsal, tuvo que morderse los labios ante la vista, Kim Taehyung estaba ahí, en su espacio, con sólo una sudadera holgada que se le deslizaba por el hombro dejando ver esa bonita piel acaramelada que se moría por lamer, sus clavículas delgadas marcadas y la sombra estilizada de ese cuello que necesitaba chupar, preferiblemente con el chico a horcajadas sobre él, saltando sobre su polla.

El pensamiento hizo que su pene se pusiera condenadamente duro en sus pantalones y se sentía como un hombre al que se le ha sido negado algo muy necesario por gran parte de su vida. Fue sobre él de vuelta, tomándolo del cuello y empujándose contra su boca, le metió la lengua lo más profundo que podía, desesperado por más, por explorar, por tomar todos los gemidos que ese chico tenía para darle por el placer y joder, necesitaba joder a Kim Taehyung. Se separó del beso, los labios le hormigueaban y su estómago era una locura cuando sus miradas se encontraron.

—Ven aquí—gruñó, con la voz sonando extraña, casi como si no fuera suya. Apenas tomó asiento en el colchón Taehyung trepó sobre él como un hombre desesperado, dejando caer el culo justo sobre si polla dura, sacandole un gruñido que se quedó en el fondo de su garganta.

—Veo que estoy abajo entonces—su voz era tan suave, grave y con los matices graves justos para crear un caos en su polla. El movió las caderas sobre su dolorida erección y en respuesta le dió una nalgada, enterrándo los dedos en la piel de sus nalgas.

—Si está bien para ti—apenas se las había arreglado para modular las palabras con el chico moviendo las caderas sobre él, en una deliciosa tortura.

Indirecta captada.

Su mano se deslizó por toda la piel expuesta de sus muslos suaves, disfrutando del tecto a la piel caliente mientras recibía las descargas de placer en la polla, joder, podría correrse así y sería malditamente glorioso, pero la expectativa de estar dentro de su vecino hizo que se guardara el orgasmo con ropa para la próxima vez. Si, definitivamente habría una próxima vez.

Sus manos serpentearon por la piel y se colaron bajo la sudadera, acariciando el estómago con las puntas de sus dedos. Lo acarició por un tiempo, de arriba abajo y con suavidad cosquilleante, con el hombre manteniendo el ritmo sobre él, su mano izquierda se deslizó hasta los pezones que acarició y pellizcó, en respuesta, Taehyung dobló la espalda y tiró la cabeza hacia atrás, jadeando bajo con la boca abierta y apretando las manos apoyadas en sus hombros para mantener el equilibrio. Su diestra corrió hacia el sur entonces, apretando la polla dura del contrario que hacía un desastre húmedo en su ropa interior. Incapaz de contener su propia ansiedad, si mano se deslizó dentro, tomando con firmeza la carne caliente y rígida que lo recibió, bombeando lentamente, arriba y abajo, las uñas picaron en su hombro a través de su propia camiseta de algodón y los gemidos que brotaban de la boca inflamada del contrario eran como música para sus oídos. La carne palpitaba en su mano y Taehyung se había detenido de restregarse contra él y había entrelazado los dedos detrás de su nuca, jadeando y estremeciéndose sobre sus muslos.

—Para o voy a correrme—jadeo, volviendo la cabeza hacia él e inclinándose para chupar en una esquina de su mandíbula. Gruñó en respuesta—Fóllame, quiero venirme con tu polla enterrada en mi.

Bien, era el final de los juegos previos, él estaba tan caliente y ansioso como Taehyung, goteando cantidades de presemen dentro de los pantalones. Se separó, quitando su camiseta sobre su cabeza de un tirón.

—Joder, Jungkook—gruñó, con sus dedos deslizándose sobre su abdomen y pecho recién expuestos—podría estar lamiendote todo el jodido día.

Fue su turno para gruñir, joder, le parecía una idea maravillosa pero no en ese momento.

—Podrás hacer todo lo que quieras. Pero tengo que follarte primero.

—Entonces hazlo de una vez.

En su arrebato se las arregló para deslizar sus pantalones los suficientemente para sacar su pene que agradeció la liberación aún con Taehyung encima de él y de alguna manera logró quitarle los bóxers. Se colocó el condón que atrapó del cajón de la mesita de noche bebiendose esa imagen del chico solo vistiendo una sudadera sobre el, con la polla haciendo una casa de campaña en la tela de algodón. Inconscientemente jadeó.

—No sabía que tenías ese tipo de fetiches—una sonrisa descarada adoranaba su rostro—Pero no me–¡ah!.

Su mano se deslizó y su dedo medio rozó el agujero entre sus nalgas. Kim maldijo y su dígito siguió burlándose de él, bordenando el centro y luego pasando sobre el en un amague de entrar, retrocediendo justo al final antes de que pudiera resultar más que una caricia pecaminosa.

—J-joder, mételo de una vez—su dedo se introdujo de un tirón hasta el primer nudillo y Kim jadeó, retorciéndose sobre sus muslos—Dios.

—No creo que Dios apruebe que estés por correrte solo con la punta de mi dedo en ti—siseó, con una mano golpeando una de los deliciosas nalgas, apretandola y haciéndola a un lado para facilitar su acceso al centro.

—Cállate, m-mierda.

—Tienes una boca tan sucia—disfrutó del chico perdiendo el control sobre él, con su dígito deslizándose lentamente en su interior cálido, pulsando con suavidad dentro y fuera de sus paredes aterciopeladas.

—Hazlo, lo quiero ahora—las manos se apretaron en sus hombros y las uñas le arañaron la piel ahí.

Asintió, no podía esperar más, se moría por sentir ese interior caliente rodeándolo, con el pensamiento se acomodó, alineado su polla. Se dió un par de bombeos, antes de sostenerse a si mismo y presionar en su agujero. Se deslizó lentamente, con la perfecta succión cálida casi haciéndole rodar los ojos ante el delicioso placer. Se introdujo lento hasta estar enterrado en él hasta las pelotas, con Kim sobre él quieto como un campeón y apretando los labios para no quejarse, en respuesta lo besó y le acarició los muslos, jugando con los pezones bajo la sudadera basta sentirlo relajarse y adaptarse en torno a él.

—Si estás listo salta para mi, Taehyung.

Y él lo hizo, elevó la cadera y se dejó caer, enterrandose su polla al máximo y sacándole un gemido sonoro a ambos.

—Eso es, lo haces tan bien.

Las palabras se deslizaron por su boca con una facilidad extraordinaria y como si fueran su kriptonita, Taehyung repitió la acción, otra vez, y otra, dando saltos deliciosos sobre su polla y haciendo que gimieran sonoramente son inhibiciones.  Se obligó a mantener los ojos abiertos sin querer perderse de cómo tenía al hombre soltando hermosamente sobre él, con el cabello castaño sudoroso pegandosele a la frente y el sudor bajando eróticamente por su garganta. Se tiró hacia delante, sus brazos apresandolo de las caderas y su lengua recogiendo la gota que explotó salada en su lengua. Sus manos se apretaron en torno a la cintura y lo ayudó a moverse, más firme, más fuerte, ayudándolo al dejarse caer sobre su polla con fuerza una y otra y otra vez, acabando con su poco sentido común.

—Oh mierda—gruñó sintiendo la garganta seca y rasposa.

La presión sobre su polla lo tenía casi levitando, joder era tan buena esa manera en la que se levantaba casi hasta sacar todo su falo de su interior y luego caía, succionandolo todo hasta las bolas de una manera increíble. Sus antebrazos se deslizaron bajo las articulaciones de sus rodillas, manteniendo a Taehyung en su lugar mientras sus propias caderas se sacudían descontroladas, taladrandolo con fuerza desde abajo con embestidas que los sacudian a ambos y la cama bajo ellos chirriaba en repuesta.

—M-más. Mierda, me voy a correr—Taehyung tiró su cabeza hacia atrás nuevamente, arqueado la espalda y con los muslos temblando. La piel brillante por el sudor y el cabello un desastre.

Atendiendo a su pedido, lo acomodó sobre él, embistiendolo y sacuandiendo su polla al ritmo de sus bombeos, en respuesta Taehyung gimió alto y se deshizo en gemidos, llevando su culo al encuentro con su polla y las penetraciones y podía sentir su propio orgasmo escalando por él.

Una, dos, tres embestidas más y Taehyung se estaba corriendo, retorciéndose casi frenético y gritando su nombre con la voz ronca. Su mano que no se detuvo sobre su polla se encargó de ordeñar su corrida y sentía como la presión en su polla palpitaba y lo apretaba y entonces, se estaba yendo también.

Temblando se derramó dentro del condón, jadeando y aturdido, con los oídos pitando ausentes como si estuviera en una piscina y los músculos picando en el orgasmo más intenso de su vida.

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