Segundo plano, a la derecha
Desde que lo había visto por primera vez, Kim SeokJin supo que lo iba a amar por el resto de su vida. Quizás era un poco apresurado, pero para el era la verdad y sólo la verdad.
Sus ojos morados, el cabello negro, su sonrisa, todo era simplemente perfecto.
Habían estado hablando desde que había llegado a la escuela. Estaba obsesionado, le había contado todo.
Jin era alguien que no se callaba y actuaba impulsivamente, NamJoon era más bien la clase de persona que hablaba de cosas superciciales y pensaba dos veces antes de decir algo personal.
Era curioso. Si lo pensaba, no tenían nada en común. SeokJin era un cómico natural, Nam mantenía la seriedad. Jin estaba obsesionado con enamorarse y NamJoon dejaba fluir el romance.
No, NamJoon no estaba enamorado como tal, no se cerraba a la idea de hacerlo pero tampoco lo esperaba. Solo le importaba una cosa: quitarse a Baekhyun de encima. Técnicamente no estaba haciendo nada malo. Sólo salía con alguien nuevo.
Eso pensó hasta que, aquel viernes tuvo una pesadilla. Se vio a sí mismo en su casa, con Jin delante de él, asustado. Era la situación de YeonJun y
TaeHyung.
Al despertar le fue imposible mantener su paz interna. Estaba manipulando a Jin y, aunque siempre había sido consciente, se sentía terriblemente culpable. Decidió enviar un mensaje.
NAMJOON
Necesito tiempo para pensar.
SeokJin, al recibir el mensaje intentó llamarlo mil veces y las mil veces fue mandado a la mierda.
¿Qué demonios estaba pasando?
Si apenas unas horas antes se estaban besando. Todo estaba bien y ahora lo ignoraba completamente. Intentó enviarle mensajes, todos los que pudo.
SEOKJIN
Por favor, responde
No sé que hice mal, pero dame una oportunidad
NamJoonie, te lo ruego, no sé que pasa
Pero nada, no respondía. Fue una noche de mierda. Era un infierno. Sus pensamientos recaían en cómo quizás la había cagado y no tenía idea de cómo lo había hecho. Decidió enviar un último mensaje, si no respondía, no volvería a intentarlo.
SEOKJIN
Sé que es difícil deshacerte de BaekHyun. Lo siento si no soy igual a él.
Pero sé que tengo la razón si te digo que eso es lo que hace que quieras estar conmigo.
Sí, soy idiota y a veces pesado contigo, pero tengo estoy segurísimo de que a ti te gusta eso. No quieres a un Baekhyun 2.0 que entienda todas las
cosas que dices.
Quieres a alguien que sea real contigo.
Me quieres a mi ¿o no tengo razón?
Al recibir eso, NamJoon no podía decidir qué responder. Por eso, el fin de semana, decidió no encarar al otro. No contestó ni un solo mensaje, ni de él ni de nadie. Cuando llegó el lunes, hizo todo lo posible por estar fuera del aula. Solo estuvo un rato dentro y justo después del almuerzo, vio a YeonJun, bajando las escaleras con debilidad. Estaba destrozado. Su cara tenía sangre seca, NamJoon corrió a ayudarlo.
Quería que le dieran su merecido pero no así. Él pensaba en lograr hacer que lo echaran en algún momento, pero esto era demasiado intenso.
— Suéltame — pidió YeonJun casi sin energía.
— No quiero pelear, quiero ayudarte.
— Siempre dices la misma mierda pero cuando te necesito estás de lado de alguien más.
— Déjame llevarte a la enfermería.
— Puedo caminar.
— YeonJun.
— Vete a la mierda, hombre — contestó YeonJun alejándose.
TaeHyung.
Tendría algo que ver con todo sí o sí. No quería entrar al aula, no quería ver a SeokJin así que tenía que comunicarse con él de otra forma. NamJoon envió un mensaje a TaeHyung pero no parecía recibirlo. Envió otro y otro.
Nada.
Quizás era buena idea entrar.
— NamJoon — lo llamó SooBin, probablemente lo iba a regañar por no tener un pase para estar en el pasillo — , ¿haz visto a YeonJun?
— No — mintió. Sabía que SooBin adoraba a YeonJun, si le contaba todo lo que estaba pasando iba a darle un infarto — , ¿por qué preguntas?
SooBin suspiró.
— Confío en ti, así que te cuento — se acercó a NamJoon y sacó de su chaqueta un anillo con una piedra roja de él — estaba patrullando y encontré esto afuera, tirado.
— ¿Se le habrá perdido a alguien?
SooBin negó con la cabeza.
— YeonJun lo compró este fin de semana, no creo que lo haya perdido.
— ¿Por qué lo dices?
— Era un regalo para TaeHyung, dijo que aún son amigos y le quería dar un regalo.
NamJoon sintió un escalofrío. Algo andaba mal. Alguien no estaba diciendo la verdad.
— No lo he visto. Lo siento, SooBin.
En cuanto se fue SooBin, NamJoon se quedó sentado en las escaleras, tratando de aclarar su mente. Era demasiado. Cuando sonó la campana espero a que SeokJin, BaekHyun y Sehun se fueran a entrenar para ir por sus cosas al aula.
Al llegar se encontró a Baekhyun aún ahí.
— ¿Baek?
— ¿Qué hay NamJoonie? — Saludó el otro sonriendo ampliamente.
¿Por qué demonios estaba tan feliz?
— ¿Sucede algo?
— Ah, qué te digo... el amor.
— ¿Amor...?
— Conocí a alguien — dijo orgulloso.
NamJoon le sonrió. Era maravilloso. Por fin pudo quitarse de encima el peso de la relación.
— ¿Y quién es?
— Nadie que conozcas... está en el tercer aula.
— ¿Cómo lo conociste?
— Es un secreto — dijo BaekHyun.
NamJoon notó que sus amigos no estaban.
— ¿No irás a entrenar hoy?
— Ah, eso... estoy en detención por unas semanas.
— ¿Cuántas?
— Las necesarias — para que YoonGi se enamorara de él.
NamJoon le sonrió a Baekhyun y viceversa.
— Estoy feliz por ti.
— Y yo por ti, aunque SeokJin no es alguien que yo esperaba que fuera de tu tipo. Es algo...
— ¿Tonto?
Ambos rieron.
— Lo sé, pero es gracioso — dijo honestamente.
— Se lleva bastante bien con Sehun — le contó Baekhyun.
— No sé si sea una buena o mala noticia.
— Para mi es genial, quizás sea una fuente de estrés más para ti y HyeongDon.
YoonGi pasó de largo, NamJoon vio los ojos del albino iluminarse. ¿Así que era ese?
— Me tengo que ir — dijo Baek apurado en salir.
NamJoon recogió sus cosas mientras pensaba en SeokJin. Era honesto cuando decía que lo hacía reír. Jamás se había sentido tan cómodo con Baek, mantener la apariencia para ambos fue tan importante que terminaron perdiendo la química. En cambio, Jin era genuino en cada
cosa que decía o hacía.
Tenía razón.
Salió corriendo del aula y de la escuela, buscando al otro. El
entrenamiento había terminado y SeokJin no estaba en ningún lado ¿Cómo caminaba tan rápido? Corrió en dirección de casa del otro mientras pensaba en el texto que había recibido de su otra parte y encontró su
respuesta:
SeokJin tenía razón.
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