Quemaría el mundo entero
Tae caminaba de la mano YeonJun a un lugar que visitaba por primera vez. La casa de YeonJun.
Se había excusado con Jang Hyuk y había fingido sentirse muy enfermo para asistir a detención. Ya le había contado todo a Yeon. Desde la pelea con Baekhyun hasta el beso de YoonGi.
Llegaron a la enorme mansión. YeonJun lo llevó hasta su cuarto y puso música. Tae estaba muy nervioso. No se sentía cómodo, sino ansioso.
Era la primera vez que estaba en ése lugar.
Dejó su mochila en cama de su novio.
— Entonces ¿qué quieres hacer? - Preguntó TaeHyung.
YeonJun se acercó a su pareja y lo besó agresivamente, tirándole sobre la cama. Lo tenía debajo suya. Tae rió nervioso, no sabía que debía de hacer.
YeonJun lo siguió atacando con besos y desabrocho los botones de la camisa del uniforme del otro. Tae entró en pánico.
— Jun, Jun - el otro se detuvo al oírlo -, déjame ir al baño.
YeonJun chistó con los dientes y se apartó. Tae, con media camisa
abierta entró al baño y respiró hondo.
Necesitaba ayuda. Sacó su teléfono y le envió un mensaje a la primera persona que sabía que le daría un buen consejo.
TAEHYUNG
Jimin
Jimin
Jimin
Responde por favor Jimin
Ayuda
Nada. No respondió. Mierda. Desesperado, abrió un mensaje que acababa de recibir.
YOONGI
¿Estás bien? Hyuk dijo que estabas enfermo.
No quiero que te sientas presionado por lo de ayer, ambos estábamos
alterados por las estúpidas gomitas de BamBam.
Lo siento.
Tae, desesperado, contestó.
TAEHYUNG
por favor, necesito ayuda
No tardó ni medio minuto en recibir la respuesta.
YOONGI
Dame tu ubicación. Ya.
Voy por ti.
Ahora, solo necesitaba tiempo. YeonJun tocó la puerta.
— Sal ya, joder - dijo Yeon suavemente.
Tae salió y YeonJun lo tomó de la cintura. Él iba a lo que iba. TaeHyung no sabía qué hacer. Lo acostó de nuevo en la cama. Sintió que le desabrochaba el pantalón.
— YeonJun, espera - dijo Tae.
— ¿Ahora qué pasa?
— No sé si estoy listo.
YeonJun se molestó y hubo un largo silencio.
— ¿Pero sí estabas listo para hacerlo con el otro tipo?
TaeHyung se sintió muy atacado.
— ¿De qué hablas?
— Por dios, TaeHyung, estaban en el gimnasio a oscuras.
— Sí - tartamudeó - pero, no iba a pasar nada.
YeonJun se levantó, bastante enojado. Tae sintió culpa. YeonJun se sentó en la orilla de la cama y se puso ambas manos en el rostro frustrado.
— ¿Soy tu novio o no? - Lo chantajeó YeonJun.
Tae se rindió, se movió hasta la orilla y se sentó sobre el otro.
— Sí lo eres - ambos se fundieron en un beso.
Entonces YeonJun volvió a desvestir a Tae, el otro cada vez estaba más y más inseguro. Cuando sintió que quiso bajar su pantalón se levantó de
golpe.
— No puedo - dijo en pánico -. No puedo hacer esto, Yeon.
YeonJun de nuevo se veía frustrado, sabía que Tae no iba a ceder. Se puso de pie y caminó por su cuarto. Tae solo lo veía, esperando que le respondiera.
— Vete, TaeHyung - le dijo calmado.
— YeonJun, yo...
— ¡Vete! - Gritó muy alterado.
TaeHyung recogió todas sus cosas rápidamente y salió por donde había entrado, no sabía regresar pero no le importaba, quería escapar de ahí.
Al salir vio a YoonGi, agitado, que corría a la casa de donde Tae salía.
Tae y él se miraron por segundos.
Se sentía un puto retrasado y un desagradecido con YeonJun. No había podido darle nada de lo que buscaba en una pareja y encima se iba con el mismo tipo con el que lo había engañado. Sintió sus ojos aguarse. YoonGi caminó hacia él y lo abrazó al notar como se quebraba lentamente.
No quiso verle la cara y lo oculto en su pecho, Tae se escondía en él, avergonzado de todo. Se agarró del uniforme del otro, se sentía, de alguna forma, protegido. Como si nadie pudiese verlo mientras estuviera oculto de esta forma.
— Te llevaré a casa - le dijo YoonGi -, andando.
Tae se apartó y asintió. Deseó, por un buen rato, que la vida fuese como una película y pudiese saltar hasta el momento en que llegaban a su casa, pero tuvo que tragarse quince minutos andando con YoonGi.
Se preguntaba por qué no le cuestionaba el faltar a detención, por qué no quería saber dónde o con quién estaba, o que sucedía. YoonGi no preguntó nada. Al ver su casa de lejos, revisó su celular, faltaban 20 minutos para que acabase, en teoría, la detención. Si volvía antes sus padres podrían sospechar.
— ¿Qué sucede? - Preguntó YoonGi.
— ¿Podemos hacer algo antes de regresar? La detención aún no acaba y...
— Vale - respondió YoonGi.
Caminaron hasta un parque cercano, intentando no alejarse demasiado de su casa. Tae decidió hablar.
— Estaba con YeonJun.
YoonGi lo miró atento, ¿qué habría pasado para que terminase así?
— Sabe del beso.
Mierda.
— Pero me perdonó.
— ¿Entonces está todo bien o no?
TaeHyung negó con la cabeza y se rió, harto de sí mismo.
— Volví a arruinar todo, sólo me pidió una cosa...
YoonGi casi comprendía, y, de ser cierto lo que pensaba, iba a regresar a casa de aquel hijo de puta y lo iba a matar a golpes.
— No pude hacerlo - dijo TaeHyung tratando de mantener su voz tranquila -, nunca puedo hacer nada para él.
— ¿Quiso tener sexo contigo?
TaeHyung no respondió, sentía que la garganta le ardía y no podía hablar.
— ¿Por qué soy tan jodidamente inútil?
YoonGi, exasperado, se puso de pie y caminó en círculos, necesitaba calmarse. Tenía que hacerlo o el alcalde terminaría sin hijo.
— Pero vamos a ver, gilipollas - le dijo a Tae, en un tono de regaño -. El hombre te dice que te perdona si le das algo a cambio ¿no te suena de nada?
— No, no fue así...
— ¡¿Cómo coño no va a ser así, puto subnormal?! - Gritó. - Y tú, como el imbécil que eres, vas a su puta casa como si no fuera a hacerte daño.
Tae finalmente entendió a lo que se refería. Joder.
YoonGi tronó sus dedos para que volteara.
— Como te vuelva a ver cerca de ese capullo, te reviento a ti por idiota y a él por ser tan cabrón.
— ¡¿Por qué a mí?!
— Because you are a fucking moron!
— ¡No sé Inglés, joder!
— That's not my fault! Fucking idiot.
Tae bufó. Estaba cansado. Muy cansado. Volvieron a silenciarse.
Curioso, Tae nunca se había sentido incómodo en silencio con YoonGi. Lo miró de reojo.
— Gracias por venir por mí - dijo -, no sabía a quien más llamar.
YoonGi suspiró y se volvió a sentar, encendió un cigarrillo y se relajó.
— Supongo que te debo una - dijo Tae amistoso.
— Nada. Hice lo que cualquiera habría hecho.
— Yo creo que no. Te necesitaba y ahí estabas.
— Tae.
— ¿Sí?
— Tú también hiciste lo que cualquiera debería haber hecho - dijo YoonGi soltándole un pequeño beso en la frente. Se puso de pie y tomó su mochila.
Era hora de marcharse.
Tae sonrió. No sabía en qué momento se habían hecho amigos, si solo se conocían desde hace cuatro días, pero si ese tipo en frente de él se lo pidiese, quemaría el mundo entero.
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