Capitulo 2: El mago encogido.

A la mañana siguiente Aoko había llamado a su amigo a desayunar, al no recibir respuesta fue a la casa vecina furiosa, paso la mañana tocando el timbre y la puerta, miro alrededor y noto todas las ventanas y persianas cerradas, extrañada, tomo la llave de repuesto que guardaba y abrió la casa ajena, todo estaba oscuro, asustada miro alrededor para ver algún indicio de robo, pero no había nada, se adentro aun mas hasta llegar a la sala, comenzó a buscar en las habitaciones algún rastro de su amigo, pero la casa estaba desierta; soltó un suspiro desganado, «Tal vez se fue a casa de Jii a pasar la noche», pensó para si misma en un intento de consolarse. Regreso a su casa desanimada, le tocaría desayunar sola.

Para la tarde, volvió a asomarse por la ventanas, encontrando intacto el lugar, llena de preocupación marco al celular de su amigo pero este siempre la mandaba al correo de voz, sin pensarlo muchas veces, comenzó a llamar a su lista de contactos para saber si lo habían visto pasear por las calles, pero no consiguió éxito, sin embargo logro que Hakuba llegara a hacerle compañía, intento contactar con la madre del chico por videochat, pero la acción también fue inútil, ya que Chikage nunca tomo su solicitud.

Cuando la noche cayo Aoko estaba demasiado preocupada, mientras tanto, el detective intentaba tranquilizarla y localizar al padre de la chica, pero al parecer estaba bastante atareado con el caso de Kid.

—¡Tranquilizate Aoko! — pidió mientras le dejaba una taza de té enfrente — Seguramente salió a algún lugar lejos de la ciudad.

—Seria la primera vez que se va sin decírmelo, Kaito no es así, el no haría algo como eso— dijo mientras se levantaba e intentaba salir de su casa, pero fue detenida por el rubio.

—¡Entiendo!, pero tal vez salió algo urgente y no te pudo avisar.

Ante esas palabras la chica negó con la cabeza, mientras agarraba con fuerza la taza de té. Por el contrario, Hakuba miraba de reojo la llamada saliente que estaba realizando en un vano intento de contactar con su compañero. Unos minutos después, el sonido del timbre de llamada de Aoko los saco a ambos de sus pensamientos, ambos dieron un pequeño brinco del susto, pero miraron el nombre en la pantalla del móvil, Hakuba pidió a Aoko que contestara en modo altavoz.

—¿Dónde demonios has estado Kaito? — grito colérica logrando un pequeño susto en su acompañante.

Un leve quejido se escuchó por la bocina del aparato y Hakuba presto mucha atención. Después de todo, estaba preocupado con la reciente noticia del asesinato de Kaito Kid y la repentina desaparición de su compañero. La voz de Kaito comenzó a escucharse.

—Eres una bruta Aoko— se quejó la voz. La chica no evito volver a gritarle y reclamarle por el insulto.

—Deja ya de jugar Kaito ¿Dónde estás? — pregunto ya más calmada.

Kaito suspiro. — Estoy en Francia, me ofrecieron una beca en una escuela de magia e ilusionismo, mandaron el boleto de avión y todo — comenzó a explicar. — Mi padre quería dar clases en esta escuela, así que me entro un poco la nostalgia, y como el boleto era para el día de ayer por la noche, no me dio tiempo de avisarte.

Hakuba se mantenía atento a la conversación de sus dos compañeros, enarco una ceja en señal de duda ante la explicación del mago, sus instintos y el extraño tono de voz que estaba utilizando le hacían creer que su compañero le mentía a su amiga, pero se mantuvo en silencio durante toda la conversación, no quería dar señal de su presencia. Aoko colgó después de unos cinco minutos de platica, miro a su amigo y se disculpó.

—Hakuba, ¡Discúlpame por haberte tenido todo el día conmigo! — hablo mientras se inclinaba, el rubio se puso nervioso y comenzó a negar.

—No te preocupes Aoko, me alegra saber que Kuroba se encuentra bien — dijo mientras le regalaba una sonrisa — además, no podía dejarte sola con lo nerviosa que estabas — dijo mientras se acercaba a ella tomaba su mano y depositaba un beso.

Aoko se sonrojo por la acción y retiro su mano rápidamente. — Ah, sí, lo siento — balbuceaba — entonces... creo que te veré mañana en la escuela — dijo mientras reía nerviosamente.

Hakuba asintió y sin decir más salió de la casa, ya afuera, miro por última vez la casa vecina de la que había salido, fue en ese momento donde juro que la cortina se había movido, dando un suspiro comenzó a alejarse mientras analizaba las pocas pistas que tenia con referencia a su compañero de clases.

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Kaito se había asomado por la ventana de su casa para verificar que todo en casa de Aoko se encontrara bien, sin embargo, solo logro ver como su compañero rubio salía de la casa vecina y miraba en su dirección rápidamente cerro la cortina y se alejo de la ventana, subió rápidamente a su habitación y entro al pasadizo secreto que se escondía detrás de la pintura de su padre. Llego al cuarto donde su fiel asistente realizaba ciertas tareas.

—¡Detesto a ese pomposo chismoso! — exclamo mientras tomaba asiento en una de las sillas vacías.

El anciano suspiro. —No cree que sería mejor comentarle al joven Hakuba lo que ocurrió. — opino el asistente.

—¿Y admitir que soy Kaito Kid?, ni loco — contesto el niño enfurruñado — mientras se levantaba y caminaba al lugar del anciano. — Sin embargo — continúo hablando mientras una traviesa y misteriosa sonrisa se revelaba en su rostro — no soy una persona que sepa esperar y quedarse sentado ante las dificultades, después de todo ... soy un mago, mi trabajo es impresionar a las personas — del escritorio en el que trabajaba su asistente tomo una hoja y una pluma. — Y un día de descanso es suficiente para mí, por lo tanto, creo que es momento de comenzar a descubrir lo que ocurrió anoche.

El adulto miraba al niño y asentía. — Termine de preparar todo lo básico para ello — comenzó a explicar — Prepare los documentos necesarios para su nueva vida, acta de nacimiento principalmente, hackear la base de datos de la escuela primaria de Teitan no fue difícil, aun así me asegure de no dejar rastro de mi estancia en ella, pero conseguí la información que nos interesa, en cualquier caso, si mañana no llegara a quedar en el mismo grupo que el joven Kudo Shinichi hare la transferencia entrando nuevamente al sistema con privilegios de administrador y colocarlo en el mismo grupo.

Kaito sonrió ante el plan elaborado de su asistente. — Significa que mañana le daremos una visita a la agencia del detective Mouri Kogoro — dijo mientras mostraba su típica tarjeta blanca con su firma de ladrón fantasma.

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Hakuba no había logrado conciliar el sueño en toda la noche y había estado tan ocupado apoyando a la policía con el caso que se había tomado el día libre de la escuela, desesperado de no poder encontrar respuesta a las incógnitas que aquejaban su mente, tomo las llaves de su casa y salió a dar un paseo sin tomar en cuenta la hora. No supo en que momento llego hasta Beika, pero solo se dejaba llevar, en especial por que aquel extraño presentimiento no abandonaba sus sentidos, algo malo le había pasado a su molesto compañero.

—¿Dónde rayos estás Kuroba y que haces para preocupar de tal manera a Aoko? — se preguntó mientras recordaba la cortina moviéndose en la casa de su compañero. Iba tan perdido en sus pensamientos que no ponía atención a su entorno. Salió de su estado de trance al sentir un leve golpe en sus piernas, un quejido de dolor y varias voces infantiles.

—¿Estas bien Conan? — pregunto una niña de cabello castaño peinado con un listón de color rosa.

Cuando fijo su vista en el piso pudo ver a un niño de cabello negro acomodándose los anteojos.

—Debería poner más atención al camino — dijo de forma recriminatoria un niño robusto y mas alto al promedio.

Hakuba parpadeo varias veces.

—No lo culpes tanto Genta —dijo el niño pelinegro mientras se levantaba — Yo también iba muy despistado, lo lamento mucho Hakuba niisan— se disculpó el niño con su voz infantil.

El rubio negó.

—¿Le conoces? — pregunto con curiosidad Haibara mientras se acercaba a ellos.

Conan asintió. — Por un caso con el tío Kogoro y otro más con Heiji niichan— explico.

—¿Podemos hablar niño detective? — pregunto Hakuba al menor.

Conan se sorprendió ante la petición, pero asintió. — Chicos, adelántese a casa del profesor, yo los veré en un rato allá.

—¡Mas te vale que no nos dejes plantados como otras veces! — exclamo Mitsuhiko.

El de lentes rodo los ojos e hizo una mueca de indiferencia.

—Si Edogawa no llega a casa del profesor le tocara comprarnos las entradas al evento de Kamen Yaiba de la siguiente semana— declaró Haibara.

Ante esas palabras los niños celebraron. — En ese caso es mejor si no llegas Conan— opino feliz Genta.

Conan frunció el ceño y miro enojado a la chica de castaño cobrizo quien bostezaba sin prestarle importancia a lo que ocurría a su alrededor. —No sean tontos, ya tenia planeado ir con el profesor. — dijo en un murmullo.

Los niños se marcharon mientras jugaban entre ellos, Conan al verlos ya alejados de su posición miro al mayor quien se había colocado a su lado, tenia las manos en los bolsillos del pantalón y se le veía cansado.

—¿Te apetece un café? — pregunto el rubio.

—No creo que quieras hablar de Kaito Kid mientras tomas un café con un niño de primaria.

Saguru se sorprendió ante esas palabras, pero asintió dándole la razón. — En ese caso seré breve, estoy seguro de que estas al tanto de la situación que concierne a Kaito Kid, es fácil deducirlo por la relación que existe entre Mouri Kogoro y la policía, sin embargo, si tengo una duda— dijo mientras comenzaba a andar al parque que estaba cerca, Conan lo miro curioso. — ¿Cómo supiste que quería hablar de Kid?

Conan miro al mayor analizándolo, parecía bastante cansado, suspiro y le sonrió. — Te involucras en sus robos siempre que puedes, eso me hizo pensar que no querías perder contra él, pero después noté un patrón, evitabas asistir a todos los robos que involucraran a la empresa Suzuki, así que pensé que es posible que tengas a algún sospechoso de la identidad de Kid y necesitas pruebas, las cuales no puedes encontrar en los enfrentamientos de Jirochiki y Kid.

Hakuba estaba impresionado, no era la primera vez que aquel niño lo dejaba sin palabras, recordó el caso de la mansión del crepúsculo y el plan que les había propuesto para reconocer al asesino y aquel caso de la mansión de lavanda y el como ayudo a Heiji Hattori, sin duda era un mocoso bastante inteligente y astuto para su edad.

—¡Ya veo!, en ese caso no haré el cuento muy largo — dijo antes de dar un suspiro. — Resulta que mi principal sospechoso desapareció desde la misma noche del ataque a Kid.

Conan se sorprendió ante la información. —¿Estas seguro de eso? — pregunto

—El día de ayer fui de visita a la casa de su vecina la cual me llamo preocupada por la falta de presencia de su vecino, unas horas después recibió una llamada de el diciendo que había ido de viaje al extranjero, pero esa excusa no me la trago por completo, ya que para el es imposible dejarla sola, aunque ese no es el caso— explico el rubio

—¿Tienes miedo de que esté en peligro de muerte? — pregunto el niño.

Hakuba suspiro. — Ya estaba en peligro de muerte — comento sorprendiendo al niño nuevamente — así que si, pudiera decirse que tengo miedo de que sea un peligro mayor al que está acostumbrado.

—¿Qué quieres decir? — pregunto realmente curioso Conan, sin embargo, el rubio negó con la cabeza, dando a entender que no tenía los detalles. — La policía aun no ha encontrado nada, además si lo conoces tan bien sabes lo escurridizo que puede ser ese ladrón, así que confiemos en que se encuentra bien y planeando su siguiente movimiento — dijo mientras se daba media vuelta — con el tiempo obtendremos noticias suyas, solo tenemos que esperar.

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Ran había llegado corriendo a la agencia después de la escuela, reviso el buzón y bufo en frustración. El tiempo paso y media hora después revisaba desde la ventana si ocurría algo afuera, Kogoro se mantenía sentado en su silla atrás de su escritorio mientras leía el periódico y miraba a su hija dar vueltas en la pequeña sala que poseía su agencia.

—¿Podrías tranquilizarte Ran? EL paquete llegara cuando tenga que llegar — dijo el mayor. La chica solo lo fulmino con la mirada. El detective solo se encogió de hombros sin poder comprender la desesperación de su hija.

De pronto el sonido de un motor los alerto a ambos, la chica corrió hasta la ventana solo para mirar como el cartero se alejaba en su motocicleta. A la chica se le iluminaron los ojos y salió rápidamente de la oficina de su padre para bajar por su ansiado paquete, al abrir el buzón noto la caja de cartón y también un sobre color blanco que estaba en la parte superior de la caja, sin prestarle mucha atención, tomo ambos y subió entusiasmada a la agencia.

—¿Y...? — habló el hombre al verla entrar — ¿Llegó lo que tanto esperabas? — pregunto el mayor. La chica asintió, pero no dijo nada— ¿Ocurrió algo?

—Hay una carta para Conan, pero no tiene remitente— dijo con preocupación mientras le mostraba el sobre a su padre.

—No creó que al mocoso le moleste si la abres, además no quitarás ese humor hasta saber que no es nada malo.

Ran asintió y comenzó a abrir la carta, el mayor se acercó, también tenía curiosidad de quien, y que le habían mandado una carta al mocoso, ya que ni sus padres le mandaban cartas o le hacían llamadas.

—¿Qué es lo que dice Ran? — preguntó con interés el detective al ver el desconcierto en la cara de su hija.

—"Sigue el juego"— contestó en voz baja la chica y miro a su padre con duda.

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Finalmente, un nuevo capitulo. 

Espero que les haya gustado. Sin mas que decir, me retiro a dormir que estoy actualizando a la 1:28 am, pasen excelente noche, bye bye.