Confesiones


Takeru miró de reojo a Taichi mientras jugaba con Yoshino, el bebé reía libremente mientras lo elevaba haciéndolo girar en el aire. Ante los ojos de Takeru la escena se le antojaba un poco más que natural, sin duda llegado el momento Taichi se convertiría en un buen padre.

—Hermano, el agua ya está caliente —informó Kari llevando una toalla entre las manos y el shampoo que Tai compro para su "sobrino", además de varios juguetitos que sin duda le alegrarían la hora del baño a Yoshino.

—Sí, gracias a hora vamos... —dijo Tai tomando rumbo a su alcoba para sacar la ropita del bebé.

Tk dio un suspiro. Después de la pelea entre Sora y Matt, su hermano opto por dejar a Yoshino en casa de Taichi cada que tenía la necesidad de salir. Yamato no volvería a dejar a Yoshino y a Tai solos con Sora. Ya no quería más enfrentamientos entre ellos, además de que era una buena excusa para pasar tiempo en compañía de Taichi sino a solas, al menos en un ambiente más agradable.

Jordán por su parte no tomó a bien aquella decisión, sin embargo, se mantenía al margen en lo posible, y en momentos como este prefería salir a dar una vuelta para no entrometerse en asuntos que solo Tai tenía el poder de resolver.

Pero en específico, hoy le tocó a Tk llevar a su sobrino a la casa Yagami. Y ahí estaba. Observando con agrado la forma tan cariñosa en que interactuaban Tai y Yoshino.

—Creí que te mantendrías al margen —reclamó Kari al menor de los hermanos Ishida en cuanto Taichi entro al cuarto de baño dándoles un poco de privacidad.

—Lo estoy intentando, pero no es nada fácil... —acotó dejando salir un suspiro.

Hikari achino los ojos y bufó molesta e indignada por la contestación. Ella no estaba de acuerdo con la forma en que se estaban dando las cosas, nunca lo estuvo. Para Hikari, Yamato se estaba pasando de la raya, porque si tuviera un mínimo de sentido común, dignidad y valor, hacía mucho habría respondido con honestidad a los sentimientos de su hermano en vez de mantenerse en el: "somos amigos, pero nos comportamos como pareja"

Yamato no era tonto de eso estaba segura, pero al parecer al rubio ex-cantante le gustaba hacerse el ciego con respecto a los sentimientos de Taichi y eso era algo que ella no pensaba tolerar por mucho más tiempo.

—Si tú no se lo dices, lo haré yo... —gruñó Kari en advertencia y con gesto decidido intentó dar media vuelta. Amaba a su hermano, él era quizás la persona más importante en su vida y no estaba dispuesta a dejar pasar todo ese abuso a su persona.

—Esto es algo que solo les incumbe a ellos —afirmó Tk tomándola del brazo para detenerla.

—Lo dices porque no es Yamato quien llora por las noches. No es TU HERMANO quien a dejado de lado sus sueños e ideales en pro de un momento tan efímero como un suspiró. Tai no gana nada y si pierde mucho... ha dejado de lado hasta su dignidad. Es un hombre enamorado que está cuidando de un niño que no es suyo, solo por amor a uno de los padres. —La furia y el dolor asomaron en aquellos orbes color rubí que Tk tanto idolatraba y en los que aspiraba ver amor dirigido a él. Por ahora lo único que podía era seguir escuchando su reproche. —No lo vez, Taichi está sufriendo y a Yamato parece no interesarle.

—Yamato tampoco está en un lecho de rosas —respondió Tk indignado ante la forma en que ella veía a su hermano. —Tu no estas al corriente de todo lo que siente, el miedo y la culpa que carga, de aquello que no le permiten disfrutar de su hijo —argulló Tk poniéndose en pie y mirando a su amiga a los ojos.

—Y eso de que le sirve a Taichi —reprochó Kari sin dejarse amilanar. —Si de verdad Matt quisiera ponerle fin a toda esta maldita pantomima lo más fácil sería simplemente decirle a Sora que no la ama y preguntarle a Tai si está dispuesto a formar junto a él una familia. Una pregunta que está por demás contestada. Solo hay que ver cómo trata a Yoshino. Tai lo adora...

Tk bajó la cabeza, Kari tenía razón, la verdad es que no entendía porque Yamato no le había dicho nada Tai, ¿por qué desde que se enteró de la situación no habló primero con él, porque dejo que Jordán se inmiscuyera en su relación y tomara ventaja? ¿por qué permitió, si es que amaba a Taichi, que se alejara?

—Lo único que quiero es que mi hermano sea feliz y... —murmuró Hikari agachando la cabeza y conteniendo su llanto. —Yo... no voy a soportar verlo caer... él es muy fuerte, pero esto... esto podría destruir a cualquiera.

Todo había sucedido demasiado rápido. Tanto que cuando menos lo pensó su hermano se encontraba inmerso en ese vórtice de dolor y auto laceración. Y ella, ella no pudo hacer nada para evitarlo o intentar salvarlo.

Takeru asintió, eso era lo mismo que él deseaba para Yamato, que fuera feliz, y de sobra sabía que esa felicidad con tientes rosas y atmosfera diamantina como de cuento de hadas solo podía dársela Taichi Yagami. Sería engañarse a sí mismo el tan solo creer que Sora, a pesar de toda su entrega y cariño, llegaría a abarcar el basto lugar que el portador del valor ocupaba en el corazón de Matt.

—Sabes que daría lo que sea para evitar tu dolor y el de Tai, pero... —y Tk se mordió el labio inferior en frustración. —No puedo hacer nada. Yo no sé cómo se dieron las cosas o porque Matt se rehúsa a dejar a Sora. Esa verdad es algo que solo él lleva dentro y ha elegido guardar.

—Pero está destrozando a Tai en el proceso... —gimió Kari dejando por fin rienda suelta a sus lágrimas, al tiempo en que se desplomaba en el sofá más cercano para acallar sus sollozos evitando que Tai la escuchara.

Tk apretó las manos en puños, odiaba sentirse tan impotente ante las lágrimas de la mujer que amaba y el dolor de Tai, un hombre que fue en muchos aspectos un ejemplo a seguir. El miedo e inseguridad de su hermano estaban atrayendo desgracias.

Tk ya no era un niño, empero, en momentos como este volvía a sentirse tan inútil como la primera vez que vio morir a Patamon, completamente impotente de ayudar a Tai, Kari o al mismo Matt.

—Hablare con él —prometió en apenas un hilo de voz Takeru apretando las manos en puños.

Kari lo miró esperanzada regalándole una sonrisa agradecida antes de lanzarse a darle un abrazo necesitado al rubio.

—Si alguien puede convencer a Matt para que recapacite eres tu... seguro que te escuchará —murmuró Kari temblorosa y desesperada.

Tk afirmó con la cabeza rezando porque ella tuviera razón, con cariño apretó a la chica contra su cuerpo sintiendo el suspiro aliviado que dejó salir, tal vez, y solo tal vez Tk sufría del mismo mal. ¿Cuánto tiempo llevaba enamorado de Hikari Yagami? La respuesta más sincera sería... toda la vida. Y sin embargo nunca le menciono nada sobre sus sentimientos a pesar de que muchos daban por hecho de que ellos eran pareja.

La desventaja de ser su mejor amigo, pensó amargamente Tk.

Además de que durante mucha de su adolescencia se dedicó a tontear con sus conocidas y no tanto, así pues aquella liviandad no fue un atributo que ahora le inspirara mucha confianza a la Yagami. Ellos siempre fueron amigos y por eso mismo, Kari estaba más que bien enterada de todas y cada una de las chicas que pasaron por su vida. Un dato que, cuando Tk mencionaba alguna posibilidad de llegar a ser algo más que amigos, demeritaba su credibilidad.

"Si claro Tk, aceptaré ser tu novia cuando ya no me interese ser tu amiga, porque ser tu novia significa que en menos de una semana ya me habrás olvidado y eso es algo impensable porque te extrañaría mucho."

Y en cierta medida era cierto, nunca duro mucho con ninguna de sus novias, citas o amigas con derecho. Luego de romper simplemente las seguía tratando, pero nunca lograba recordar sus nombres, gustos o cualquier detalle que les dijera que fueron importantes.

—Gracias, gracias Tk, sabía que podía contar contigo. Eres mi mejor amigo —murmuró ella dejando que sus brazos se enroscaran en el cuello de Takaishi haciéndolo delirar de deseo.

Pero... ahí estaba, "su mejor amigo" solo eso.

Tk salió del departamento de los Yagami a eso de las seis de la tarde, hora en la que Matt se presentó a recoger a su hijo y hermano. Bajaron en silencio hasta la calle y abordaron el auto del mayor.

Mientras avanzaban en dirección al departamento de su padre y que actualmente ocupaban Matt y Sora, Tk pensó que era buen momento para sacar el tema pues Yoshino dormía en su porta bebés en la parte trasera.

—Deberías decírselo —mencionó como si nada Tk mientras su vista se mantenía fija en el panorama que pasaba a toda velocidad por la ventanilla del auto.

—¿Decirle qué a quién? —preguntó Matt con aire risueño pues realmente no entendía de lo que hablaba su hermano.

—A Tai... que... lo amas.

Yamato frenó en seco, sus ojos no se habían despegado del camino y Tk dio gracias a que ningún vehículo venía detrás de ellos o probablemente hubieran provocado una carambola. Las manos de Matt en el volante comenzaron a apretar dejando casi blancos sus nudillos debido a la fuerza que estaba aplicando.

—Matt... —llamo Tk con tiento y un poco asustado de la expresión casi aterrada de su hermano mayor.

Matt dio un leve salto en el asiento y luego hecho a andar el auto solo para estacionarlo de manera adecuada a un lado de la acera.

—Tk... —dijo apenas con voz audible Matt. —Yo... no sé si puedo decírselo. No sé si sería justo para él porque...

—Él también te ama... y a Yoshino así que... —se apresuró a decir Tk queriendo borrar las inseguridades de Yamato.

—¿Y que pasará con Sora?

Tk torció la boca, nunca pensó que su hermano de verdad estuviera considerando a la pelirroja, además, y por la forma en que se dieron las cosas Tk no diría, ni de broma, que Sora fue la víctima.

—Hay algo que no le he dicho a nadie y que me remuerde la conciencia... —se confesó Matt bajando la cabeza hasta casi dejarla caer sobre el volante. Lo avergonzaba lo que estaba a punto de decir, pero... si tenía que sincerarse con alguien pues prefería que fuera su hermano. —Yo te mentí cuando dije que no recordaba con quien me había acostado.

Tk se quedó sin palabras, ¿acaso Matt le estaba diciendo que tuvo relaciones con Sora sin sentir amor por ella? ¿Acaso solo fue una mera aventura? ¿sexo de una noche que tuvo desafortunadas consecuencias?

—Pero no es... no es que yo supiera que fue Sora con la que estuve esa noche.

Tk arrugo el entrecejo, no estaba comprendiendo nada y así se lo hizo saber a su hermano con un firme —explícate mejor —porque realmente lo estaba molestando las conclusiones a las que estaba llegando.

—Tk esa noche yo estaba muy bebido... no estaba pensando y como dije... la verdad no recuerdo ni como llegué a mi habitación. Pero hay trozos de esa noche que... como explicarlo, sé que fueron y no reales.

—Dime las cosas como son porque la verdad no te entiendo nada.

—Me acosté con Sora pensando en Taichi —se confesó al fin Yamato apenado. —Yo estaba demasiado borracho y... quizás "algo más". Recuerdo cuando lo vi entrar a mi recamara vistiendo esa maldita playera de su equipo de futbol que tanto me gusta y luego... luego le hice el amor como animal en celo. !Maldición! Creo que utilice todo el maldito Kamasutra.

Tk guardó silencio, esperando a que su hermano continuara.

—La mañana en que me ayudaste a limpiar casi de inmediato me di cuenta de que faltaba esa prenda. Era un recuerdo que Tai me dejo antes de irse así que la guardaba en mi armario para poder verla a diario, y no le di mucha importancia a su ausencia pues pensé que estaba entre la ropa sucia, luego con todo lo que pasó y que estaba por viajar a USA, pues la verdad se me olvidó. Cuando me vi forzado a regresar y hable con Sora sobre su embarazo, ella muy apenada me regresó la prenda. Fue ahí cuando me di cuenta de la verdad y también de mi culpabilidad. Puede que ella hubiera ido a incitarme, pero fui yo quien cometió en primer lugar el error de probar "COSAS" que no debía y de confundirla pensando que era Tai debido a mi frustración sexual. Estaba cachondo, ansioso como no tienes idea, lo estuve desde que supe que tenía posibilidades de viajar a E. U. desde que me enteré de que podía ir con Taichi y declararle mi amor, posiblemente solo era cuestión de tiempo para que nosotros...

Matt golpeo el tablero con angustia y dolor.

—Me avergüenza pensar que ella solo tuvo que ponerse esa maldita prenda para que yo le saltara encima completamente urgido. ¡Maldición! Yo... yo herí a Tai al haber fantaseado con él mientras estaba retozando con ella, y lastimé a Sora cuando seguramente grite el nombre de Tai en cada gemido. No tengo ni idea si ella recuerda todo o solo supo que Yoshino era mi hijo porque despertó desnuda en la misma cama. Cada vez que la veo solo puedo pedir internamente que ella haya olvidado esa noche. Que no recuerde esa faceta tan lujuriosa de mi persona.

—Sora es una mujer fuerte, si tú le dices la verdad...

—Dime Tk, ¿cómo te sentirías si Kari, la mujer a la que amas, a la que has adorado durante tanto tiempo te dijera?... Sabes, esa noche cuando hicimos el amor estaba pensando en una amiga, la amo a ella y por eso quiero llevarme a mi hijo, sé que ella puede darme la felicidad que tu no.

—Supongo que sería duro... —murmuró Tk mordiéndose el labio inferior guardándose de imaginarse realmente en esa situación porque seguro que después de esa declaración él no sería el mismo. Perder a quien amas y encima que decida llevarse al hijo de ambos es como firmar su sentencia de muerte.

—No solo sería duro, sería... devastador —confirmó Matt realmente afligido. —Primero golpearía su orgullo como mujer, como persona pues la estaría tratando como a una cualquiera y no contento con ello le arrancaría a SU HIJO. Ella no dejará ir así como así a Yoshino y pensar de otra manera seria tacharla de mala madre. Nadie merece ese trato. Además. Taichi ahora esta con Jordán. Y hablando con Jordán y tomando en cuenta su actitud debo admitir, muy a mi pesar que... lo adora. Jordán ama a Taichi con intensidad y estaría dispuesto a todo por él. Jordán puede darle a Tai todo lo que yo soñé un día poner a sus pies y que ahora está lejos de mi alcance debido al sufrimiento que acarrearía y que Tai se culparía por hacer pasar a Sora, pues estaría anteponiendo su felicidad al bienestar de ella.

Tk asintió ante esta última afirmación. Conocía lo suficiente a Tai para saber que él jamás se desentendería del sufrimiento de un amigo, y cuanto menos del de Yamato quien tampoco podría soportar por mucho tiempo la culpa de saberse el motivo del dolor de Sora.

—Pienso, quiero creer que Tai fue consiente de todo esto mucho antes de que incluso yo terminara de aceptar el lio en que estaba, y por eso creo un muro que nos separó, una barrera que me impidió pensar siquiera en la posibilidad de estar a su lado hiriendo sin querer a Sora... —una sonrisa irónica escapó de los labios de Matt antes de agregar —... y a pesar de ese impedimento ninguno de los dos ha podido arrancar de raíz este cariño. Taichi regresara a Yale con Jordán y yo he asumido que cuando lo haga me daré por vencido e intentare ser un buen padre para Yoshino. Me dedicaré a mi hijo, y cuando crezca un poco más y Sora este mejor establecida y menos susceptible entonces podre hablar con ella con calma, esperando que comprenda mis motivos y disculpas para buscar rehacer mi vida... y aunque desearía que fuera con Tai, estoy consciente de que hacerlo esperar sería no solo egoísta, sino desconsiderado tomando en cuenta que existe alguien que lo ama tan intensamente.

—Entonces... ¿Estas bien con eso? —cuestionó Tk completamente derrotado por los argumentos.

—No se trata de estar bien... sino... de que es lo correcto, si nuestro destino es estar juntos entonces... algún día, de algún modo lo lograremos....

Tk apretó los dientes tragándose varias cosas que deseaba decir cuando vio rodar una solitaria lágrima por la mejilla de su hermano, a esa le siguieron muchas otras para terminar en un sollozo lamentable y doliente que le estrujó el corazón.

No estaba del todo de acuerdo, pero entendía las razones de su hermano y lo difícil que debió ser para él enfrentar todo eso. A final de cuentas, Matt comprendía que, si bien Sora fue responsable, él compartía mucha de ella porque como dijo Taichi.

"El gusto es de dos"

Lamentablemente Yamato no estuvo del todo consiente de quién compartió su lecho, aunque sus ganas hubieran sido genuinas. Y aunque sabía que lo dejo sobre entendido, Yamato quería gritarle a Tk el único recuerdo completo, la mentira más clara y el golpe más fuerte que podría destrozar el corazón de Sora.

El indescriptible momento en que llegó al orgasmo y gritó el nombre de Taichi con todo su deseo y pasión viéndolo sentado sobre sus caderas con su punzante falo bien abrigado en su interior mientras este gozaba de aquel cielo compartido.

Esa bella estampa era una falacia, una mentira que lo carcomía por dentro pero que como un masoquista atesoraba pues sabía que sería lo más cercano que estaría de tener a Taichi Yagami como tanto deseaba.

Continuará...

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