2.
Descansar era algo demasiado especial para ambos, porque era de las pocas veces que dejaban de lado sus deberes como pilares y se dedicaban a ver el cielo y las nubes.
Solían escoger un árbol que diera sombra, se sentaban uno junto al otro, a veces en silencio, otras platicando sobre cualquier cosa, pero juntos.
Cuando podían, se buscaban.
Cuando coincidían o lo planeaban, llevaban el almuerzo para compartirlo.
—¡Delicioso!
—Sabía que te gustaría.
Sus hombros rozándose cuando poco a poco se acomodaban para ceder al sueño. Uzui quitándose los adornos para que Rengoku no se lastimara si se quedaba dormido en su hombro. Rengoku enlazando su meñique con el de Uzui como muestra de cariño.
Eso bastaba para los dos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top