89 - Hyunjin celoso
Félix
— ¿Por qué lo dejaste? Digo si eras muy cruel como profesor, pero en parte te gustaba eso... ¿Lo hiciste por mí? — pregunté sin separarme de él.
Este negó rápidamente.
— Quiero centrarme en mis investigaciones, mirar ciertos negocios en los que pienso invertir, cuidar a Eunchae y a ti — comenzó a explicar mientras acariciaba con unas de sus manos mi mejilla.
No me importaba las miradas curiosas de las personas que pasaban y decían cosas innecesarias.
— Sabes que te apoyaré y estaré ahí para ti si lo necesitas — dije con sinceridad.
Claramente me va a hacer mucha falta no verlo en los pasillos o en clase, pero no lo puedo obligar a nada.
— Lo mismo digo, pero no hagamos de esto un drama, se hace tarde, pero me gustaría conocer a tus amigos un rato, si no te incomoda — dijo.
Me alejé de sus brazos y agarré su mano con seguridad.
— Estaba esperando que lo pidieras — dije feliz.
Caminamos hacia el ascensor y no dude en aprovechar esos instantes para abrazarlo y robarle alguno besos un tanto juguetones los cuales parecían volverlo loco. El elevador se detuvo y lo, guíe hacia el apartamento de Jisung y Minho, el cual abrí con mi llave de repuesto.
— Hola, chicos — saludé de inmediato al ver a la parejita y a Sunno comer pizza mientras miraban televisión.
Jisung se levantó de inmediato y me abrazo.
— Pensé que te quedarías follando — me susurro al oído haciéndome sonrojar.
Si supieras que ya lo hemos hecho en el auto se muere.
— Por cierto, deja que los presente yo soy Jisung el mejor amigo de Félix, lo adoro un montón así que si lo haces llorar de nuevo te corto en pedacitos comenzando con tu amiguito — amenazó Jisung primeramente antes de seguir hablando — El rubio precioso y sexy es mi novio, se llama Minho y el pelirrojo es mi hermano Sunno y faltaría que te presente a Seonghwa... — Hyunjin interrumpió a Jisung.
— Lo conozco muy bien — murmuro con cierta molestia — Mi nombre es Hwang Hyunjin es un gusto conocerlos — expuso el chico a mi lado.
Espero que se lleven bien.
— ¿Y trabajan o estudian? — pregunto Hyunjin a los chicos mientras Minho le ofrecía una cerveza.
Me sorprendí al ver que mi novio, aceptaba la bebida sin prejuicio alguno cuando antes de conocerlo era un refinado que nada más disfrutaba de un buen vino.
— Yo estudio sistema, Jisung idiomas y Sunno derecho aunque esté apenas está comenzando la carrera, es menor que nosotros — explico Minho.
Hyunjin coloco su mano en mi pierna y me sonrió con tranquilidad, pero me sentí mal cuando vi la mirada de Sunno.
— ¿Y usted? Digo en internet dice su profesión, sus diplomados, títulos y reconocimiento, pero me gustaría saber ¿Qué hay detrás de la imagen que muestra? — cuestionó Jisung.
Sé que lo hace por protegerme, pero exagera un poco.
— Quiero ser sincero porque me gustaría llevarme bien con ustedes porque son importantes para la persona que quiero — admitió mientras me suavizaba su toque en mí pierna — Ahora mismo mi vida es un caos por mis padres, no son los padres comprensivos que quisiera, tengo a mi cuidado a una de mis primas y probablemente la adoptaré, ya no soy un adolescente ni quiero serlo por eso quiero luchar por lo que quiero — dijo sin dejar de mirarme.
Sentí ese revuelto en el estómago del que todos hablan alguna vez.
— Esperemos que no te quedes en las palabras — exclamó Sunno con molestia.
Dias después
Termine mis clases y ayude a las chicas de grupo comunitario a repartir volantes para encontrar hogares a los perritos abandonados. Mi papá me ha escrito varias veces hoy para mandarme fotos de como está decorando un bautizo de un niño de un hijo de una chica con mucho dinero, indudablemente le está quedando todo genial porque mi padre siempre ha sido más talentoso que mi madre aunque a ella le duela aceptarlo.
Me despedí de las chicas y me fui a la casa de Hyunjin para verlo un rato desde que regresamos no hemos hablado mucho porque mis clases me han abrumado con algunos trabajos y él tiene que resolver varios temas de negocios. Las chicas no dejaban de rumorear cosas falsas de la razón por la que Hyunjin se fue lo cual me molestaba un poco, pero me quedaba en silencio para evitar problemas.
Detuve la moto y la estacione, me dirigí a la puerta de la casa y no dude ni un segundo en tocar el timbre, me abrió la señora Giselle con una sonrisa amable y me dejó pasar.
— ¡Félix! — grito la pequeña feliz al verme.
La saludé con la mano tratando de respetar su espacio personal.
— Es un gusto verlo joven, el Sr. Hwang en este momento no se encuentra tuvo que salir de imprevisto para una reunión — me avisó Giselle.
¿Quién dijo que esto sería fácil? Me siento como un niño buscando atención... sé que no puedo comportarme de tal forma, pero todo esto es muy difícil para mí.
— ¿Te quedarás verdad? Estoy muy aburrida y triste aquí sola — admitió Eunchae mientras bajaba la cabeza.
Me hizo recordar a una parte de mí que pensé que tenía enterada, aún recuerdo cómo me dolía quedarme solo porque mis padres tenía que ir a trabajar todo el tiempo, si tuve los lujos, pero me sentía solo... bueno eso fue hasta que conocí a BangChan y nos hicimos amigos.
— Tengo una mejor idea ¿Qué te parece si salimos? — le propuse.
La pequeña asintió de inmediato con emoción.
— Bueno ve a cambiarte — le pedí ella no me hizo esperar y salió apresurada a cambiarse.
— Le escribiré a Hyunjin para que sepa — le avisé a la señora Giselle.
Saque mi celular y escribí.
"Voy a llevar a Eunchae un rato a la calle ¿Puedo?"
"Si, pero lleva a mi chófer"
"Está bien"
Esa fue la pequeña conversación que pareció congelar mi indiferencia por un minuto, creo que me estoy volviendo ansioso por cosas innecesarias.
Cuando era pequeño mi padre solía dedicarme un día libre de cada semana y llevarme a lugares donde cocinaban padre e hijo, recuerdo esos días con emoción porque así comenzó a surgir un talento que no creía posible y al mismo tiempo disfrutaba de tener la atención y cariño de alguien que no fuera BangChan o sus padres, ya que cuando mi madre tuvo a los gemelos el poco interés que tenía hacia mí se desvaneció.
— ¿Aquí se cocina? — pregunto Eunchae mientras entraba al restaurante que estaba ambientado de una forma muy familiar y moderna.
"Sé un chef por un día" es la frase que caracteriza a este tipo de lugares donde puedes cocinar lo que quieres comer teniendo la sensación que eres el mejor en lo que haces.
— Es más que eso, podemos divertirnos preparando lo que queramos comer y tendremos un traje de chef y un gorro — dije feliz mientras pagaba la entrada con el dinero que me había consignado mi padre a mi tarjeta.
Una mujer se me acercó para entregarme los uniformes con los gorros, le entregué a la Eunchae el suyo para luego comenzar a colocarme el mío.
— Quiero hacer un pudin gigante de chocolate con otros dulces — exclamó Eunchae con felicidad.
Ella ama el chocolate y yo amo verla feliz.
— Seguro nos quedará genial, ven vamos — le pedí mientras entrabamos a la cocina donde teníamos asignado el lugar 3.
Que consistía en un pequeño puesto que contenía todo lo necesario para cocinar los que quisiéramos, a nuestro alrededor había padres con sus hijos llevando en alto el concepto de este tipo de lugares.
— Quiero un número de chef bonito... Podría ser la reina chef y tú el príncipe chef porque claro Hyunjin es el rey — me explico ella con mucha lógica.
Me reí por la ternura e inocencia que cargaba su pensamiento, adoro esta niña.
— Como usted diga mi reina chef — dije siguiéndole la corriente.
Comenzamos a elegir nuestros ingredientes para seguir paso a paso las instrucciones para hacer un excelente pudin.
— Sabes Eunchae yo siempre venía con mi padre a este tipo de lugares y amaba pasar las tardes con él porque podíamos hacer un desastre de la cocina y no tener que limpiar después — me reí antes de tirarle un poco de harina su cabello.
La pequeña hizo lo mismo con mi cabello y yo está dispuesto a repetir la acción, pero una voz no interrumpió.
— Hola, mi hija Garam y yo nos preguntábamos si podíamos unir a ustedes, es que no sabemos nada de cocina y solo hacemos un desastre — exclamó un hombre mucho más alto que yo con una barba perfectamente cortada al igual que su cabello negro.
Se veía un poco mayor, pero sin exagerar, se veía atlético y con facciones muy atractivas.
— ¿Eunchae te molestaría? — le pregunté a la pequeña.
Y ella miró al hombre y luego miro a la chica y de inmediato negó.
— Amo tu camisa, yo también veo ladybug todo el tiempo — dijo Eunchae con emoción.
Las dos se sentaron juntas y comenzaron a hablar de ese programa de televisión mientras hacían figuras de colores.
— Mi nombre es Félix — me presenté haciendo que el hombre saliera de su burbuja de pensamiento.
Él me ofreció su mano y la tomé con amabilidad.
— Soy Yeosang, tu disculpa que me interrumpa tu momento con tu hija es que realmente estaba dañando el día porque soy asco en la cocina y mi hija no dejaba de pensar en su madre la cual se fue con quién sabe quién — comenzó a explicar el hombre con tal rapidez que tuve que colocar mi mano en su hombro para tranquilizarlo.
Se veía nervioso y preocupado por su pequeña.
— Tranquilo lo estás haciendo bien, tener hijos no es fácil bueno al menos eso dice mi padre, la pequeña que ves ahí es Eunchae y la adoro mucho, pero a este paso solo tendré hijos adoptando porque las mujeres no me gustan para nada — admití mientras volvía mi atención al pudin.
Estaba mezclando las claras de huevo sin dejar de mirar a las chicas porque no quería que Eunchae estuviera incómoda.
— Pensé que era tu hija, perdón a veces suelo ser un entrometido — se disculpó el hombre rápidamente.
Es raro, digo soy muy joven para tener hijos, pero supongo que a la distancia me veo alguien un poco más adulto creo.
— No tienes que disculparte por todo lo que dices — dije.
— Perdón... no osea digo mejor no digo nada soy un caos por eso mi mujer me dejo — exclamó este.
Le pasé la mezcla al hombre y este me miró sin entender.
— Todos somos un caos, créeme que detrás de esas supuestas vidas perfectas hay secretos así que respira y trata de pensar positivo — dije tratando de aconsejarlo.
Este sonrió y comenzó hacer lo que le pedí.
— Estuvo muy delicioso — exclamaron las pequeñas con emoción luego de devorar varios
pedazos del pudin.
Resultó que hicimos demasiado así que pedí que lo envolvieran en dos partes para que Yeosang y su hija llevarán y Eunchae también llevará para Giselle y Hyunjin.
— Todo gracias a ustedes que son unas excelentes chefs — las halague.
Me gustaba ver a Eunchae así, no había parado de hablar con su nueva amiga.
— Lastimosamente se está haciendo tarde y nos tenemos que ir — aviso el hombre adulto a mi lado.
Ambas niñas se pusieron triste a escuchar esto así que de inmediato se me ocurrió una idea.
— Tranquilas, Yeosang y yo intercambiaremos números para que ustedes se puedan reunir de nuevo y jugar otro día ¿Les parece? — propuse.
Las chicas asintieron de inmediato.
— ¿Papá podemos ir la próxima vez al parque? Quiero mostrarle a Eunchae el lugar donde siempre juego — exclamó Garam con felicidad.
Garam es una niña más pequeña de estatura que Eunchae, pero al parecer la diferencia solo es de altura porque tienen la misma edad.
— Claro cariño, pero tenemos que ver si los padres de Eunchae se lo permiten — explico Yeosang.
Sé que Hyunjin no se negara, lo convenceré.
— Exacto, pero les prometemos que se volverán a ver — dije.
Salimos del lugar agradeciéndole a los trabajadores por limpiar nuestro desastre, saque mi celular para llamar al chófer de la Hyunjin, pero Yeosang me detuvo.
— Yo los llevo — dijo amablemente.
No me negué porque las pequeñas estaban emocionadas hablando de unas muñecas que tenían en común.
En el camino no las pasamos cantando música de diferentes bandas de pop para complacer a las niñas, lo cual fue muy gracioso porque ninguno de los dos se sabían la letra y nuestra pronunciación en inglés apestaba, pero lo hacíamos por ver a las niñas felices.
— Es aquí — avisé.
Nos bajamos del auto, las chicas se despidieron y le pedí a Eunchae que entrara a la casa mientras yo intercambiaba número con Yeosang.
— Ahora tengo tu número — dije feliz al pensar que Eunchae volvería a pasar una tardes amigable con su nueva amiga.
Él se acercó a mí para qué le entregará su celular.
— Y yo tengo el tuyo — expuso con la misma felicidad que yo — La pasé genial, eres más joven que yo, pero realmente sabes que decir para hacer sentir bien a alguien me hiciste olvidar del drama con mi ex esposa y... estaba pensando que podríamos salir el sábado — propuso.
El sábado tengo algunos trabajos de la universidad, pero podría sacar tiempo.
— Claro, solo tengo que ver si a Eunchae le dan permiso de... — él me interrumpió.
— Lo de las niñas sería otro día, digo tú y yo solos — me explico.
Me iba a negar, pero alguien se me adelantó.
— Félix... — me llamo Hyunjin acercándose a nosotros, me volteé para mirarlo y me sorprendí al ver que se veía molesto — ¿Quién es este? — cuestionó molesto.
Sus miradas me hicieron sentir incómodo.
— Yeosang, es un hombre que conocí hoy cuando salí con Eunchae, su hija y tu princesa se volvieron amigas — explique antes de decir lo que tenía que decir — Yeosang él es Hyunjin, mi novio — dije con tranquilidad.
Hyunjin coloco su mano en mi cintura para acercarme aún más a él.
— Es un gusto, es tarde nos vemos otro día — dijo Yeosang con incomodidad por culpa de la mirada asesina de Hyunjin.
Se fue y nosotros entramos a la casa, le entregué el pudin a Giselle y me senté al lado de Eunchae la cual estaba emocionada casi gritando lo que había hecho hoy.
— ¿Le diste tu número al papá de Garam? — pregunto Eunchae con ilusión.
Asentí y sentí una mirada asesina por culpa de mi acción.
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