81 - Yo también quería ese beso

Felix

Pensé que ahora sería más fácil dormir, pero olvidar a alguien no es un día para otro, no será fácil. El resto de mi clase de la semana corrieron con normalidad, no me encontré a Hyunjin lo cual me hacía sentir tranquilo no estoy preparando para verlo aunque para él no es significativo lo que pasó entre nosotros yo sigo queriendo cada parte de él aunque mi mente me obligue a sacarlo de mi corazón.

Guarde mis cosas y me fui para el aeropuerto necesito ir a casa antes de terminar deprimiéndome en este lugar, cuando regrese me tocará hacer muchos trabajos pendientes, pero no me importa ahora solo quiero resolver los otros problemas de mi vida.

El viaje en avión se me hizo eterno, tenía mucha hambre, pero no tenía dinero para comprar comida, cuando regrese tengo que volver a involucrarme en las actividades del grupo comunitario que sean pagadas porque no puedo depender toda la vida de Jisung y Minho. Aún le debo dinero a Seonghwa y no tengo de dónde caerme muerto.

Me bajé del avión y apenas tuve mi equipaje en mis manos salí del lugar para encontrarme a un pelirrojo que llamaba mucho la atención por la forma tan sensual en la que su cabello se movía con la brisa.

— Necesito mucha comida — fue lo primero que dije cuando nuestros ojos se encontraron.

Me sonrió y me fue inevitable ignorar lo bien que se veía.

— ¿Semana difícil? — preguntó mientras guardaba mis cosas en el auto.

Nos subimos al auto y de inmediato comenzó a conducir.

— Es difícil estar lejos de ustedes... si los tuviera cerca sería más fácil lidiar con todo — murmuré con melancolía.

Seguro Jisung no dejaría que me rebajará tanto por el amor.

— Supongo que las cosas con el tipo que te gusta no salieron bien — dijo.

Este tenía la mirada en el camino, se veía tranquilo aparentemente, pero lo conozco lo suficientemente bien para notar como aprieta el volante y mueve su pierna con ansiedad.

— Nada bien — susurré.

Jisung estaba ayudando a un amigo de la universidad aprender francés mientras Minho
vigilaba sin disimular sus celos.

— Ven conmigo — me pidió Sunno mientras me arrastraba al cuarto donde dormiré.

Me sorprendí al ver un montón de golosinas, papitas y demás dulce.

— Dijiste que tenía hambre así que mientras estabas hablando con Jisung fui a comprar algunas cosas — dijo mientras escondía sus manos en sus bolsillos.

Adoro a este chico no sé que sería de mi estómago sin él.

— Me casaré contigo si sigues así — dije enérgico antes de apresurarme a abrir una bolsa de papitas.

Este se sentó a mi lado y abrió una bolsa de gomitas azucaradas.

— Me preocupo por ti, no dudes en pedirme lo que necesites yo... — lo interrumpí me lance sobre él.

Lo abracé, necesitaba esto, en sus brazos me siento seguro, él me hace sentir que todo va a estar bien y no importa cuál es mi decisión en la vida él me va a apoyar.

— Me harás llorar, gracias por no dejarme solo por entenderme aunque no diga mucho — no quiera separarme, pero me sentí avergonzado cuando note en la posición que estábamos.

Yo estaba encima de él, sus manos estaban en mi cintura para evitar que resbalará, nuestros rostros están a centímetros y puedo sentir su mirada en mis labios.

— Siempre me arrepentiré de no besarte en el hospital — confesó con cierta burla inocente.

Me acerqué más a él y sonreí al recordar aquel día, pasaron cosas horribles, pero él estuvo para mí y si no hubiese sido por mis padres nos hubiésemos besado.

— Yo también quería ese beso — confesé.

Nuestros rostros se comenzaron a acercar, cuando nuestros labios se rozaron sonreí con nerviosismo, al principio los dos teníamos miedo nuestros labios se comenzaron a unir lentamente, los dos deseábamos esto hace tiempo, mis manos subieron a su rostro, quería sentir más su toque.

Nuestros labios se separaron en busca de aire, pero nuestros rostros aún seguían pegados, abrí los ojos y él me miraba con ternura sus manos acariciaron mi mejilla hasta llegar an mis labios.

— Tu corazón es de él yo lo sé, pero solo hoy déjame atesorar este recuerdo solo para nosotros cuando salgamos de este cuarto seguiremos siendo amigos porque eso nunca va a cambiar, pero ahora quiero probar un poco más de lo que me perdí por ser un pendejo — me dijo mientras su dedo rozaba mis labios lentamente.

Tome su mano que antes acariciaba mi rostro y entrelace nuestros dedos.

— Tal vez en la otra vida este momento es más largo, tal vez nos deseamos con intensidad y no nos separamos — comencé a decir casi en un susurro antes de unir nuestros labios de nuevo.

Esta vez con intensidad y desespero, sin esperarlo cambio la posición de nuestros cuerpos, ahora él estaba encima de mí y ya sus labios no estaban encima de los míos, comenzaron a bajar a mi cuello lentamente.

— ¿Por qué se siente tan bien? — pregunté nervioso de lo que estaba pasando.

Mi corazón se sentía acelerado y mi reputación incontrolable.

— Porque llevamos tres años tratando de ignorar que ambos nos gustamos — Susurró en mi oído logrando enrojecer mi rostro.

Agarré su rostro y lo acerqué más a mí.

— ¿Por qué no me dejas elegirte a ti? Contigo siempre estoy bien, seguro y amado, me gusta eso siempre ha gustado, pero siempre me lanzas a los brazos de alguien más — dije frustrado.

Amo a Hyunjin demasiado, pero estoy cansado de estar detrás de él.

— Porque yo nunca soy tu elección, estoy ahí cuando estás en tus peores momentos y eso te gusta, pero cuando estás feliz nunca me buscas — unió nuestras frentes — Cuando amas a alguien no importa si estás bien o estás mal, lo buscas, eso es amor lo que tú sientes por mí es algo diferente, estoy ahí en el momento que más vulnerable estas y eso es lo que te tiene confundido, te gusta la atención que te doy, pero no estás enamorado de mí, si lo estuvieras dejaría de ser tu segunda opción, dejaría de ser la persona que buscas cuando algo sale mal con la persona que amas — expuso.

Baje mi mano hasta su cuello y sonríe siendo consiente que él tenía toda la razón.

— Me molesta que me conozcas mejor que yo mismo, desde que te conocí sabes como volverme loco con tus palabras ¿no te cansas de ser tan sabio? — me burle mientras lo acercaba más a mí — Llegara el día que alguien vuelva tu mundo un desastre y ese día me tendrás a mí para decir palabras sabias — exclame con determinación.

Creo que eso lo necesitaba, es difícil explicarlo, pero besar a Sunno fue mucho mejor de lo que pensé, somos amigos y nos queremos lo suficiente para saber que ya tuvimos nuestro momento, ahí acabó la historia de lo que pudo haber pasado, paso nos besamos y me encanto aún siento la sensación en mis labios.

— Si no hubiésemos sido cobardes está historia sería diferente — sonreí con burla antes de tocar la puerta de la casa de mi padre.

Es momento que solucione las cosas con él.

— Hijo — exclamó sorprendido al verme.

Me dejó pasar, estaba aún con traje pero su ropa está desordenada supongo que se durmió en el sofá por lo hinchado que se ven sus ojos.

— Antes que diga cualquier cosa perdón mil veces perdón, me sentí como una basura a darte la espalda se me cayó la cara de vergüenza y decepción al darme cuenta de mi error, soy un mal padre... — lo detuve.

Cerré la puerta y lo abracé. Lo amo y sé que no es perfecto, pero es mi padre.

— Perdóname por mentirte yo actúe mal también — acepte.

Mi madre nunca ha estado para mí, siempre ha sido así, pero mi padre es todo lo que tengo y no lo perderé.

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