14 - "Después de todo solo somos unos niños traviesos"

Normalmente me levanto tarde los domingos pero lo que me dijeron mis hermanos me puso a pensar mucho, estaba preocupado.

La cafetería abre tarde los domingos así que decidí preparar algo simple con las frutas, tres Macedonias de frutas porque en mi habitación no tengo implementos para cocinar algo estructurado.

— Pensé que habías dejado la cocina — murmuró un soñoliento Minhyuk.

Para todos es difícil identificar quién es quién pero para mí es fácil porque noto fácilmente sus diferencias, Minhyuk tiene lunares en su cuello y Soobin tiene las orejas más grandes.

— Lo estoy intentando de nuevo pero con calma — respondí mientras le entregaba uno de los vasos.

Mi hermano no dudó ni tres veces y comenzó a comer, al parecer ya estaba mejor que ayer, no se veía tan pálido.

— Estéticamente un 10 y de sabor también, no pierdes el toque — me halagó.

Sonreí, me da gusto no arruinar la comida como lo hacía antes.

— Tu cama es muy incómoda — se quejó el otro gemelo que apenas se levantaba.

Soobin siempre ha sido la mente malévola y Minhyuk su cómplice, con él es difícil tratar porque apoya siempre que mi madre se comporte mal conmigo, mientras que Minhyuk
parece tolerarme.

— El piso también lo estaba y yo no me quejo — exclamé con fastidio.

A mí me tocó darles mi cama mientras yo dormía en el frío piso, últimamente no estoy durmiendo nada.

— Deberías conseguirte un novio así se te quita la cara de culo — dijo Soobin.

Me reí falsamente, él cree que un novio es la solución a todo por eso tiene más novias de lo que puedo contar.

— Me voy a conseguir 5 — dije con sarcasmo.

Mi madre dijo que llegaba por los gemelos en la noche así que me toca convivir con ellos, le mandé mensajes a Jisung para que supiera que no le iba a escribir porque pasaré la tarde con mis hermanos.

— Vamos al gimnasio un rato — pidió Minhyuk.

Asentí y caminamos en busca de ese lugar, me sorprendí lo lleno que estaba, normalmente los domingos estaba vacío. A lo lejos reconocí a Chaewon y le hice señas para que se acercara.

— Hola Lee ¿Ellos son tus hermanos? — dijo.

Su vestimenta deportiva y algunas gotas de sudor que resbalaban por su cara demostraban que acababa de hacer ejercicio, mis hermanos parecían embobados con la belleza de la chica de cabello zanahoria.

— Hola Chaewon, si ellos son los gemelos, el es Minhyuk y el Soobin — presenté a mis hermanos que parecían estar sin palabras.

Le pegué sutilmente a Soobin para que dejara de babear.

— Es un gusto conocerlos chicos, su hermano habla bastante de sus travesuras — resaltó Chaewon.

Los gemelos me miraron mal ¿De que querían que hablara si se la pasan haciendo travesuras? Aunque hoy estaban tranquilos y eso asusta.

— Te ves mejor ¿Todo bien con el imbécil del otro día? — pregunté.

Se veía más animada y eso me gusta.

— Todo genial, ya eso es tema olvidado, por cierto esta semana no tenemos actividades en el grupo porque las chicas siguen con muchos trabajos y parciales pero igual piensa alguna idea para recaudar fondos, me tengo que ir ahora, nos vemos luego — se despidió amablemente.

Les pegué en la cabeza an mis hermanos que parecían estar en modo pendejo.

— Dejen de babear que Chaewon nunca se metería con unos niños de 15 años — me burlé.

Le entregué mi tarjeta al encargado para que dejara entrar a mis hermanos y a mí, me entregaron las llaves de los lugares donde podemos guardar nuestra ropa.

Sentía que mis piernas temblaban, ya estaba muy agitado mientras los gemelos seguían los ejercicios sin esfuerzo, creo que ya estoy viejo.

— Voy a bañarme primero antes de irnos así que sigan con lo suyo — avisé antes de dirigirme a las duchas.

Guardé mi ropa en donde correspondía, cerrando bien con llave antes de coger una toalla para tapar mi virilidad, para mí suerte las duchas estaban solitarias al parecer la gente que viene prefiere ducharse en su habitación.

Me quité la toalla y abrí la llave para comenzar a sentir el agua fría recorrer mi cuerpo, toqué con curiosidad las perforaciones en mis pezones, se han vuelto muy sensibles al tacto lo cual es incómodo cuando me coloco ropa ajustada pero eso no significa que me dejen de gustar al contrario me encanta, mi cuerpo ha cambiado en estos tres años, ya no soy el chico delgado que se escondía detrás de la ropa que lo hiciera ver más grueso. Ahora en definitiva tengo más masa muscular sin exagerar, mi abdomen no es marcado pero si relativamente plano, me gusta así y sin olvidar el tatuaje en mi cadera que me hace sentir atrevido.

Me gusta mi cuerpo y realmente eso me encanta, luego de unos minutos salí de la ducha y me coloqué la toalla después de secar mi cabello con esta.

Me dirigí a dónde estaba mi ropa y qué sorpresa me llevé cuando vi que no había ropa, solo quedaba una pequeña nota.

"Después de todo solo somos unos niños traviesos"

Debí esperar algo así de ellos ¿Por qué sigo siendo ingenuo? Creo que tengo fe de que algún día cambiarán. Sin ninguna vergüenza caminé en medio del gimnasio con sólo la toalla tapándome, la gente me miró con atención pero lo ignoré y seguí mi camino hacia mi habitación.

— ¿Acaso nunca han visto a un hombre en toalla? — cuestioné cuando unas chicas tomaban fotos.

El Félix del pasado hubiese llorado por este tipo de vergüenza mientras mi yo del presente ve esto con indiferencia.

— Sr. Lee ¿Sabe que es en contra del reglamento estar semi desnudo por los pasillos? — cuestionó una familiar voz detrás de mí.

Me volteé con fastidio y miré aquel hombre de ojos azules.

— Si cree que me gusta ir por ahí sin ropa se equivoca, es solo cuestión de una travesura de mis hermanos así que si me disculpa iré a mi habitación a vengarme de esos niños — dije con una falsa sonrisa.

Aquel hombre me miró de arriba a bajo con una mirada juzgadora que no me gustó para nada.

— Espere — me detuvo — ¿Es de desviados hacer perforaciones en un lugar tan vulgar o es usted muy básico? No me responda creo que ya sé la respuesta — dijo con superioridad.

Miré que no hubiera nadie en el pasillo y me acerqué a aquel hombre homofóbico.

— Seré desviado o vulgar como me quiera llamar pero al menos disfruto más que usted, apuesto que su mal genio se debe a que su prometida no le da ni una mano con su problemita— dije antes de agarrar discretamente el miembro de mi profesor por encima de la ropa — O tal vez solo lo tiene pequeño — dije antes de soltar aquel bulto.

Me fui, dejando a mi profesor en shock, tal vez estaba asqueado porque un hombre lo había tocado pero en su cara de podía ver su enojo también.

Era mentira, por lo que podía sentir en ese bulto había algo para nada pequeño pero no iba a perder oportunidad de burlarme de ese imbécil.

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