Capítulo 5

La sala entera es el fondo del océano y yo solo soy capaz de escuchar las olas rasgando la arena, abatiendola y volviendola a formar. 

Completamente helada, incapaz de reaccionar, con el cerebro decidiendo si respirar o mantener mi habilidad de habla funcional, nada tiene sentido para mí, de haber conocido antes a Thomas lo recordaria, sería capaz de recordarlo, lo recordaría  incluso si pasaran díez vidas. 

-Investigaremos más al respecto y continuaremos la junta en otro momento- sentenció un Tom pálido, tan sorprendido como yo, sabiendo que era mejor darnos espacio para razonar las cosas antes de seguirnos acribillando-Harrison ve a casa y descansa un poco-. 

-P-pero ¿hay mucho que eriguar?- adjunto sorprendido el rubio, indeciso si debía cerrar su laptop y obedecer a Tom o desobedecerlo e investigar-. 

-No puedes dar buenos resultados si ni tu mismo  estas bien, ve descansa un poco y despues vuelve a trabajar, lo mismo para ti Samantha...- Tom hablaba con torpeza, sus palabras no coordinaban con lo que pasa en su cerebro que tanto como yo buscaba una explicación - James, tu vas a tomar el cargo de Harrison por hoy- dijo por último antes de recargarse con vagancia sobre el respaldo de su silla de cuero negro, dándole un trago a su vaso de whisky-. 

-Sí señor- asintió James, acariciando el hombro de Fere antes de darle un beso en el pómulo izquierdo a la impactada pelinegra para despues levantarse hasta ir con Harrison que desenfundo su tablet dudoso para entregarsela  al castaño-. 

-B-bueno...amm- Harrison estaba completamente fuera de juego, levantándose sin saber que decir mirando como Tom se inclinaba sobre su silla para darle otra mirada a la botella de whisky- gracias Tom, espero poder encontrar todo lo que se me ha pedido-. 

-No, no esperes, hazlo, no estás aquí en base de "esperos"- respondió Tom moviendo la silla para levantarse e ir a buscar la botella de whisky-. 

-Por supuesto que no, tu ya me conoces- respondió el rubio mirándome con preocupación-. 

  Harrison conocía más a Tom que yo, sin embargo no necesitaba conocerlo de años para saber que estaba intentando ahogarse en alcohol. 

-Ven, tienes que ir a casa y calmarte un poco, todo va a estar bien- le aseguro James a la pelinegra que me miraba asustada negada con la cabeza, con miedo de dejarme en medio de la guerra- ella va a estar bien, en esta casa es la prioridad de todos, no te preocupes, estará bien- aclaró James  cuando la pelinegra negó con la cabeza escupiendo palabras intangibles- ¿Tom...crees que podría ir a dejarla a casa?- pregunto a lo que Tom respondió asintiendo con la cabeza con las mejillas llenas de alcohol-. 

Tom se estaba haciendo daño y me hubiese gustado poder ser  la cura, me hubiese gustado abrazarle, quitarle el alcohol de los labios a besos y el dolor a abrazos, sin embargo ya nos habíamos hecho demasiado daño y no me correspondía a mi ser la que demostrara esa clase de actos. 

Sin embargo me quedé en la estancia mirando su belleza incluso cuando se destruía en alcohol hasta que todos se fueron, a excepción de Samantha que se quedó en su silla, con los pies arriba de la mesa jugando con su encendedor eléctrico que soltaba un pequeño sinsineo conforme lo abría y lo cerraba. 

Tres vasos más solo confirmaban mis teorías, Tom llenaba el vaso hasta el punto de derramar el líquido por los bordes me veía de reojo antes de girarse y tomarse todo el líquido de  un trago, donde de vez en cuando el whisky solía escapar por los bordes de sus labios, así como  el eludía verme. 

-Tom- mi mente, mi voz y mi cuerpo me traicionó, llamándolo incluso  cuando prefería no hacerlo y cuando me arrepentí al instante al ver como sus ojos se despegaron del vaso para verme con adolorido-. 

Tom espero que volviera a hablar, que tuviera una petición o un regaño, por lo que el se vio obligado a hablar antes de que yo. 

-¿Puedo ayudarte en algo ___?- respondió ronco por las cuerdas vocales dañadas por el alcohol-.

-No, me temo que no- respondí por último saliendo de su oficina, no sin antes escuchar la risa sarcástica Samantha y su "Te vas a arrepentir de eso despues" -.

Yo ya me arrepentía por mucho, no me arrepentia de haberlo conocido pero si por haberme enamorado de él, sabiendo que es intentar lo contrario sería imposible, porque si lo conociera seis veces me enamoraría siete y ahora yo no podia ayudarlo, ni el podia ayudarme no sin que alguno saliera indefinidamente herido. 

Mis pies encontraron camino hasta mi habitacion donde la cama era asediada por Thomas y Matilde completamente desparramados sobre ella, Thomas abrazaba su conejo con su brazo sano mientras le daba la espalda a Mati mientras que ella se extendía a rienda  suelta dándole una que otra patada al chino. 

Aún no eran ni las 7:00 am y Tom ya se estaba ahogando en alcohol.

Sin nada que hacer busque la manera de hacerme hueco entre los dos infantes que al sentir mi presencia se recorrieron hasta que Thomas me abrazó por la cintura y Matilde subió casi todo su cuerpo por mi hombro. 

-¡____ despierta!- como era de costumbre los niños se levantaron puntuales para comenzar saltar sobre la cama y a golpear mi rostro suavemente- ¡esta muerta! ¡le pegaste muy duro animal, la mataste!- le recrimino molesta Mati a Thomas  que dejó de saltar sobre la cama para arrodillarse a mi lado he intentar abrir con sus dedos mis párpados conforme me hacía la  desentendida-. 

-¡Ay no! ¡¿Qué haremos?!- preguntó el infante severamente preocupado-. 

-¿Haremos? apestas a manada- repuso la castaña siendome casi imposible aguantar la risa-.

 -¡Ya se! ¡Hay que electrocutarla! ¡Así es como se revive a los muertos!- sugirió el rubio y comencé a replantear mi broma-. 

-Mmm...va, yo se como hacer eso y despues electrocutamos a la bruja- sugirió Matilde con emoción-. 

-¡Va! ¡Apruebo ese plan!- pude sentir el entusiasmo del infante en la manera en que se paro de la cama para volver a saltar-. 

-Ya estas Barrabás- respondió Matilde con la intención de correr hasta la puerta para ejecutar su plan, dejándome sin más opción que dejar de lado mi broma-. 

-¡Alto ahí dueto de piojos traviesos!- grite asustandolos conforme usaba las partes sanas de mi brazos para tomarlos de la cintura haciendo que ambos soltaran un grito de sorpresa- ¿Ahora que están planeando?-. 

-Nada- aseguró la castaña acomodándose su flequillo recto sobre los ojos antes de cruzarse de brazos con superioridad-. 

-Revivirte a ti y electrocutar a la bruja- respondió el rubio echando de cabeza los planes de la castaña que le dedico una mirada matadora antes de propinarle un pellizco- ¡Oye!-. 

-De acuerdo miren- comencé a decir colocandome de cunclillas entre los dos niños que me miraron inexpresivos- yo, yo se que la bruja ¡digo! Keyslee...no nos cae bien...sin embargo si está aquí es por algo y ustedes no pueden andar por allí haciendole travesuras-. 

- Es por un bien común ___- esta vez repuso Thomas con seguridad-. 

-Simon que si, nosotros somos...niños de negocios y tenemos que negociar nuestro espacio...ahora si hablamos del clima, está ligeramente nevado sin probabilidades de que nos alcances ¡Corre Thomas!- gritó la castaña corriendo empujandome ligeramente hacia atrás para empezar a correr detrás del rubio no sin antes estrellarse con el marco de la puerta, cayendo de bruces contra el suelo-. 

-¡Matilde! ¿estas bien pulga?- la infante ni siquiera me tiempo de alcanzarla, se levantó presurosa del suelo sosteniéndose la nariz mientras se quitaba el flequillo castaño de los ojos con la  otra mano antes de salir corriendo detrás de Thomas-¡Matilde, pulga traviesa nada de travesuras!-. 

Sin embargo no hubo respuesta por parte de la niña dejándome preocupada, para empezar por el hecho de que no había sido capaz de ver el marco de la puerta, haciéndose daño y por mucho que estuviera de acuerdo con ellos, sabía que meterse con Keyslee era el equivalente a meterse a la boca del diablo. 

-Ma-til-de- respondí levantándome del suelo en busca de los dos escurridizos niños, apenas llegue a la escalera cuando la duda lleno mi cerebro. 

En primera instancia ¿porque Keyslee estaba aquí? 

-¡Matilde se que eres la mente maestra de todo y te juro que si tu haces algo yo te voy a cocinar junto a las zanahorias!- amenace intentando meter un poco de miedo en alguien que a tan temprana edad había visto de todo, en alguien que había vivido en la calle sola tanto tiempo y ya no podría sentir miedo de nada-¡Matatena!- tanto la castaña como el rubio se habían esfumado cual fantasmas dejándome fuera de juego-. 

-¿Se te perdió tu séquito?- su voz viajo por mi ser tan rápido instalando en mi piel un temblor, habló con tanta suavidad que me sorprendió que despues de tanto alcohol aun fuera capaz de ser una perfecta melodía-.

-¿A ti se te perdió tu botella?- acuse falsamente, lo cierto es que nisiquiera parecía ebrio, con su ropa y su camisa bien arreglada, su cabello bien peinado y su capacidad de mantener el equilibrio más que yo, aun estando sobria- ¿Has visto a Thomas o a Matilde?-. 

-No, de hecho quiero hablar con ambos, pero primero quería hablar contigo- informo, reacomodando su muleta por debajo de su axila-. 

-¿Querías hablar con ellos?- estaba atónita, los  niños querían a Tom indudablemente, pero no precisamente por su gran capacidad de mantener charlas con ellos y alimentar sus fantasías-.

-Si... estoy enterado de lo que le hicieron a Keyslee, mira que llegar al punto de saber a que era alérgica a la pimienta y llenar su cama de ella, fue un plan bastante inteligente, sin embargo no puedo permitir que dichas acciones se repitan- anuncio Tom-. 

-Son solo niños y si le hacen esas travesuras a Keyslee es porque alguna razón les debió haber dado o ¿como explicas el hecho de que no le hacen ese tipo de cosas a nadie más?- sabía que la rubia en cuestión era  mortífera y que lo mejor era mantenerla a cien metros de distancia de los niños, sin embargo mi piel y mi sangre ardían en celos por tener que hablar de ella con Tom-. 

-Mira, me costo mucho convencerla de  que esas ronchas fueron a causa de un error en los productos de limpieza con el que se lavaron las sábanas, me salio caro ¿se lo merece? tal vez si, yo se que Keyslee no es la clase de persona que toleraría Matilde, Thomas o tú- dijo Tom hablando cauteloso como si esperara que pudiera frenar el fuego latente de Mati que atraía tanto a Thomas- pero si lo vuelven hacer yo no tendre excusas... si ellos vuelven a atacarla, ella lo hará tambien...y me temo que sus ataques no serán tan inofensivos como los suyos-. 

-Esta bien...pues habla con ellos- respondí vencida, sabía que Tom tenía razón y sus advertencias eran reales, no podia permitir que cayeran en manos de la rubia letal- sin embargo la duda prevalecia en mi- ¿te puedo hacer una pregunta?- pregunte como la primera vez que nos encontramos en la luna a tan altas horas de la madrugada, con dos botellas de agua en la mano, un dibujo impregnado de recuerdos y cicatrices sobre la piel-.

-Ya la hiciste- respondió como aquella vez, soltando una pequeña sonrisita acallada-. 

Como aquella vez, solo que esta vez llevábamos cuchillas afiladas en las manos, heridas sangrando recuerdos y cicatrices abiertas sobre la piel.

-¿Qué hace Keyslee aquí?- pregunté al fin y la sonrisa de Tom se borro, relamiendo sus labios para escoger con cuidado sus palabras-. 

-Yo se lo pedí- dijo sin más, dejándome más confundida que al inicio de la pregunta- me es necesario tenerla aquí-. 

-Necesario...- necesitar, más que a mí, más que a cualquiera-. 

-Por otro lado, necesitas saber otra cosa- informo un tanto agobiado, nervioso y preocupado-. 

-Dime, por favor- pedí sin voz, pedí incapaz de permanecer cerca suyo, al mismo tiempo sin quererme separar de su lado-. 

-Es Danielle...ha despertado, emocionada por la nueva oportunidad que le dio la vida...que le diste tu, se está recuperando rápidamente, sus terapias van de maravilla- Tom hacía pausas de vez en cuando, intentando alargar lo que era más que obvio, más que inevitable- los doctores valoran que es cuestión de semanas para que su recuperación se la suficiente, como para que pueda salir- como para que pueda tomar a Thomas y llevárselo lejos de mi...-.  

Mi sombrerero valiente a un mar de distancia de mi.

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Muchas gracias a todas por leer y por el apoyo, yo me encuentro bien, algo cansada pero bien, las quiero muchisimo ❤

Disculpen las faltas ♥

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