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Shivering

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Era capaz de recordar ese momento casi a la perfección

era capaz de recordar como se sentía dormir en una pieza

era capaz de recordarlo aun cuando ya no fui capaz de replicarlo

y mis noches pacificas estaban contadas,

de una en una

de dos en dos

de tres en tres 

y de repente nada

Solo esa sensación, de querer quedarte en la cama, hecha ovillo, 

intentando engañar al sueño 

Había dedicado parte de mi vida desde la muerte de mis padres a sobrevivir en una casa cada vez más vacía. 

Con mis recuerdos dañados

Había convertido a mi familia en mis enemigos, les di voz y cara,

los use para atacarme, lo cierto es

que ya no recuerdo el color de los ojos de mamá,

cafés, verdes o azules.

 No recuerdo ni su cabello,

castaño, rojizo, platinado, rizado o lacio

Ojalá haber conservado una foto...

No recordaba como era la voz de mi hermano, 

todas las veces que me hablaba en sueños, parecía una persona completamente diferente

Ojalá poder escucharle una vez más...

Me gustaba creer que recordaba a papá un poco más, 

 con el cabello negro, barbilla pronunciada y esas gruesas gafas negras sobre sus ojos,

no me importaba el no poder recordar el color de sus ojos, 

lo cierto era que nunca los observe mucho

sin embargo me hubiese gustado poder conservar mis recuerdos de él

los reales

no los que me dije a mi misma

para no perder la cabeza

en este mundo que se sentía tan inmenso

cuando yo solo era

y sigo siendo 

un animal tembloroso, a punto de morir

—Tom— mis sentidos, siendo representados por mi voz lo llamaron, haciéndome abrir los ojos de golpe, como niño que recién despierta de una pesadilla—.

Estaba en su habitación, acostada en su cama, justo de su lado, con sus sabanas y frazadas encima, debían de ser alrededor de las nueve la noche ya que el sol que usualmente se colaba por las ventanas se encontraba ausente, tenía la boca seca y los labios partidos, mis ojos aun estaban pesados conforme intentaba acostumbrarlos a la poca luz.

Tom estaba sentado en una silla a mi lado, inclinado sobre el lado derecho de la cama, con los antebrazos recargados sobre la blandezca cama donde se había quedado dormido, sus pestañas castañas se veían aun más largas, sobre su barbilla y su boca comenzaban a haber rastros de vello facial. 

—Tom— lo llamé una vez más, en un tono más tranquilo, sentía que había dormido cien años, tenía el cuerpo acalorado y la espalda adolorida— Tommy— lo llamé nuevamente—.

Esta vez el castaño se levanto de golpe cuando coloque mi mano en su cabello, completamente asustado, lo vi abrir sus ojos de par en par, dando rápidas miradas a la habitación antes de enfocarse en mí. 

—Ángel, despertaste— respondió aliviado, un tanto entusiasmado, se levanto de la silla con fuerza y esta por poco cae al suelo— estas bien, estas bien— se había sentado en la orilla de la cama, colocando su mano en mi mejilla antes de inclinarse y dejarme varios besos en los labios, cortos, largos, desesperados y esperanzados—. 

Se había cambiado de ropa, ahora llevaba un pantalón liso en negro y una camisa blanca con los primeros botones desabrochados y las mangas arremangadas, se veía pálido, ojeras comenzaban a nacer debajo de sus ojos y su cabello estaba enmarañado.

¿Había algo que le había quitado el sueño?

Tenía muchas preguntas e intente ponerlas en orden en una lista conforme sentía a Tom pegado a mis labios.

—Esto pica—solté de repente una vez se separo de mí, Tom alargo una sonrisa al ver como pellizcaba y tiraba suavemente de su naciente bigote— ¿ahora te dejarás crecer la barba?—

—¿Te gustan los hombres con barba y bigote?— preguntó juguetón, me acomode sobre la cama, dándole la oportunidad de que se sentará mejor sobre esta—. 

—¿Llamas a esta pelusa bigote?—me burlé una vez más de él sentada sobre la cama, tenía la misma ropa y el cuerpo entumecido—. 

Tom alargo una risa negando ligeramente con la cabeza antes de volver a dejar un beso sobre mis labios. 

—Me gustas tu, barbón— respondí al fin su pregunta sintiendo mi estomago arder, pase mis dedos por su cabello, a diferencia de lo que parecía este se desenredo al instante, entre mi dedo corazón y mi meñique—.

—Es asqueroso, me afeitare inmediatamente— dijo y pude sentir su aliento caliente sobre mis labios otra vez—.

—No, me gusta— pedí, honestamente me gustaba Tom en todas sus versiones, afeitado, sin afeitar, peinado, despeinado, bien vestido o en pijamas—.

Simplemente disfrutaba del castaño mismo, 

de quien era

de quien fue

de quien podría llegar a ser

—¿Por qué estoy aquí?— pregunté una vez pasadas las risas, Tom que había colocado sus manos en mi cintura ahora las movía hacía mis muslos, donde dejaba suaves caricias por encima de las cobijas, mientras enfocaba su vista en el suelo para evitar verme a los ojos— Tom—. 

—Te desmayaste cuando estábamos con la mamá de Thomas—se obligo a hablar—. 

Mi cuerpo entro en alerta total apenas recordé lo ocurrido, Matilde había salido corriendo y no fui capaz de ir tras suyo. 

—¡Matilde!— Me puse de pie sobre la cama, intentando saltar a Tom para ir en busca de la castaña, Tom me lo impidió colocando sus manos sobre mi cintura, levantándome antes de que siquiera tocara el suelo—.

—Tranquila— dijo y sin hacer uso de fuerza me dejo nuevamente sobre la cama— ella esta bien, fuimos por ella tan pronto salió—. 

—¿Dónde esta?— me senté ahora en el medio de la cama, Tome me imito, sentándose justo enfrente de mí—¿Qué pasó con Thomas y Danielle?—.

—Ella esta en el área de juegos con Fere, Thomas esta con Danielle en algún lado de la casa...—la felicidad de Tom había bajado de golpe, ahora más bien triste, desanimado, comenzó a arrancar las pelusas de la cama—.

—¿Qué tienes?— pregunté intentando poner tres de mis dedos debajo de su barbilla, incitándolo a verme a la cara— estoy contigo ¿Qué pasa?—.

Tom me miro unos segundos, dejándome mantener mi mano en su mentón, alargó un suspiro largo, me tomó la mano, dejando un beso sobre mis nudillos antes de ponerla en su regazo donde volvió a bajar la mirada.

—Estuviste inconsciente mucho tiempo, no despertabas, me estuve muriendo de preocupación— mantenía su mirada fija en mis manos—. 

—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?— me atrevía preguntar, con temor a la respuesta—.

—Díez minutos, después por la medicina te dormiste cinco horas—. 

Él misterio, mis huesos adoloridos, su cansancio, todo se definía allí. 

—¿Saben porque me paso eso?— pregunté y desde mi lugar pude ver como Tom se relamió los labios—.

—Fue por la impresión, el doctor vendrá en unos días, te extraerá algo de sangre y te hará unos estudios— dijo y levanto la mirada—.

Me vio a los ojos 

y sonrió 

—Tranquila, confía en mi, por favor—.

incluso cuando podía sentir como mentía

no pude evitar creer en él 

y sonreírle   

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Shivering: shiver es la acción que tiene un animal cuando esta apunto de morir, es como temblar de pavor, estremecerse pero en un punto extremo.

Perdón por el capitulo tan corto y soso, mañana mismo intentaré escribir uno más largo :·3