Capítulo veintiuno: Copos de nieve.

Jung Hoseok

Un día más tarde, el grupo completo terminó por instalarse cómodamente por todo el edificio, ya que, se suponía que debíamos de "salir al siguiente día para seguir avanzando", pero gracias a un inconveniente ya no pudimos hacerlo, por lo que la única opción fue permanecer un tiempo indefinido, ¿La razón? En la noche de ayer, se juntó una enorme horda de infectados en una de las calles cercanas al edificio, así que Jin optó por ordenarnos que debíamos quedarnos más tiempo aquí. 

Lo único por lo que debemos preocuparnos por el momento es que no se acabe la comida o los suministros médicos, si no tendremos qué salir y es lo que menos quiero.

Ahora mismo son exactamente las nueve de la mañana, y lo único que me tiene de buen humor es observar por uno de los ventanales el comienzo de la caída de la nieve en la ciudad; oficialmente el invierno ha llegado y a pesar de las circunstancias, mi época favorita del año está aquí. 

—¡Hoseok! ¿Qué no tienes frío? Está helando y tú sin chamarra, te vas a enfermar—Exclama Taemin entrando al departamento. Tiene la nariz roja y se encuentra manteniendo el cierre de su chamarra hasta su cuello. Yo sonrío al verlo tiritar de frío y niego con la cabeza en respuesta a su pregunta, por lo que él suspira y sólo se acerca a mí para extender su mano, donde sostiene una bolsa de color verde con algo dentro —. Jin nos manda esto, son sándwiches para que desayunemos. Dice que encontró mucha comida en el departamento donde se quedó.

—Jin es tan buena persona —Contesto, tomando la bolsa mientras me levanto del sillón donde me encuentro para dejarla sobre la mesa del minicomedor. Luego volteo a verlo —. ¿Puedes ir a levantar a Jungkook? Yo iré a despertar a Jimin.

—¡Oh, no! Jungkook te tira patadas mientras duerme, la otra vez que traté de despertarlo en una de las cabañas donde nos quedamos, casi me rompe las costillas —Dice, haciendo una mueca de disgusto, yo río bajito —. Si Jungkook me golpea, te mataré Jung Hoseok, ¿Lo oyes bien?

—Sí, sí. Podrás matarme cuantas veces quieras —Contesto volteando los ojos, mientras me acerco a la habitación donde se encuentra Jimin. Una vez ahí, lentamente abro la puerta, asomando primero mi cabeza y después mi cuerpo completo. 

Observo el pequeño bulto en la cama entre todas las cobijas. Sólo se puede ver su cabello y como respira tranquilamente. Y no sé por qué, pero no quiero despertarlo, pues se ve cómo un pequeño bebé durmiendo. Sin embargo, tengo que hacerlo ya que debemos desayunar lo que Jin nos ha mandado.

—Jiminie... —Susurro acercándome hasta él, sentándome en la orilla de la cama para comenzar a moverlo suavemente, ya que no quiero asustarlo —. Hey...Jiminie, ya es hora de que despiertes, son las nueve de la mañana y debes desayunar algo.

Después de un rato, Jimin comienza a removerse bajo las cobijas y lentamente su cabeza sale de entre ellas. Sus ojitos adormilados es lo primero que se asoma por las sábanas, luego el resto de su cara, por lo que sonríe y luego bosteza.

—Hola —Murmura tallándose los ojos —, ¿Qué me vas a hacer de desayunar? —Dice riendo.

—Jin nos hizo el desayuno, vamos para que sepas qué es —Lo tomo de la mano y trato de levantarlo, pero se niega jalándome hacia él. De repente, mi cabeza queda en su pecho y río tratando de quitarme apoyando mis manos a cada lado de sus costados. 

Pero vaya que él si es fuerte, pues me termina aprisionando con sus brazos, como si yo fuera un pequeño peluche.

—Eres como un oso, calientito y suave —Dice riéndose y abrazándome con más fuerza —. Vamos a quedarnos todo el día aquí, no tengo ganas de levantarme. Además, el colchón es demasiado suave y no he terminado de descansar por completo.

—Si me sueltas, me acostaré a tu lado —Digo haciéndole cosquillas. Jimin comienza a reír y me suelta, así que trato de acomodarme junto a él mientras suelto un suspiro de cansancio —. Tienes razón, deberíamos dormir todo el día. Al menos yo no pude dormir muy bien, estuve alerta por los infectados que se arremolinaron en la otra calle —Digo con pesar, volteándome hacia su dirección mientras apoyo mi codo sobre el colchón y mi mentón sobre mi mano derecha para mirarlo mejor —. También, afuera ya está nevando, cuando me desperté sentí un poco más de frío y me di cuenta de que nevó seguramente desde la noche, porque ya hay montoncitos de nieve por toda la calle.

—Quisiera ir a ver la nieve o al menos tocarla —Contesta sonriendo —. Lástima que no podamos salir a disfrutar el invierno. 

—Lo sé, hoy antes de que vayamos a dormir, tendremos qué tapar todas las ventanas, sino no podremos encender velas para iluminarnos un poco —Digo después de soltar un suspiro, acariciando la piel de su brazo cercano a mí.

—¿Por qué velas? ¿No encienden las luces? —Pregunta confundido. 

—Ya no hay electricidad, dice Jin que, en la madrugada, las luces de la calle se apagaron de repente. Luego comprobamos en la mañana que ningún interruptor funciona —Contesto con una mueca en la cara —. A partir de hoy tendremos qué iluminarnos con velas o linternas. 

—Esto es una pesadilla... ¿Y los infectados están fuera del edificio? 

—No están cerca del edificio, pero me dijeron que no debemos hacer tanto ruido si estamos abajo. De todos modos, Jin tapó todas las entradas con muebles y sólo dejó la del estacionamiento como salida de seguridad, por suerte no dejaron autos y fue muy fácil revisar si había infectados rondando por ahí.

—Entonces no nos iremos hoy, ¿verdad?

—No, al parecer no. Tendremos que esperar a las indicaciones de Jin hasta que al menos se hayan ido la mitad de los infectados. Mientras tanto puedes relajarte un poco, pero no demasiado porque en cualquier momento podemos volver a salir corriendo.

Jimin asiente acercándome aún más a mí, hasta que su cuerpo queda pegado junto al mío. Tiene sus manos frías y lo único que hace es meterlas en el bolsillo de mi sudadera para poder calentarlas al menos un poco, así que yo río en respuesta por su acción.

Realmente Jimin es hermoso. Cada detalle de su cara, cada facción que tiene lo hace ver demasiado perfecto. ¿Cómo es posible que algunas personas lo dejen de lado? Él merece todo el amor del mundo.

—Hobi, ¿Te puedo decir algo y no te ríes? —Pregunta tímido.

—Claro, dime —Contesto acariciando su cara suavemente.

—¿Puedo...besarte de nuevo? —Yo abro mis ojos con asombro y veo como sus mejillas comienzan a tornarse más rojas de lo que ya están. Y sin contestarle, acerco mis labios a los suyos lentamente para después juntarlos y comenzar a moverlos.

El beso ha comenzado siendo lento, ambos disfrutando de cada movimiento con el paso de los segundos, pues Jimin sabe mover sus labios de una manera especial, pero se nota que no era tan experimento en esto. Seguramente es de sus primeros besos y eso me hace sentir muy feliz. 

Finalmente, me separo lentamente con una sonrisa y reí suavemente, haciendo que Jimin me imitara y se tapara la cara con ambas manos.

—¿Ahora sí ya quieres ir a desayunar? —Pregunto jugando con su cabello.

—Sí, quizá ya me dio un poco de hambre —Contesta, por lo que yo me levanto de la cama y busco su nueva chamarra que encontré en uno de los armarios del departamento la noche anterior. Y unos minutos más tarde, cuando él ya se la ha puesto y termina de ponerse sus botas, salimos de la habitación juntos.

Cuando llegamos a la sala, lo primero que veo es a Taemin riéndose fuertemente mientras que Jungkook está en el suelo, sobándose la cabeza y manteniendo su ceño fruncido.

— ¿Ahora qué sucedió? —Pregunto aguantándome la risa.

—Esté idiota me despertó, pero no de una buena manera —Dice Jungkook levantándose mientras señalaba a Taemin —. ¡Me picó las costillas con el palo de la escoba! Estaba recostado en el sillón dándole la espalda así que por la impresión me di vuelta, cayéndome y golpeándome la cabeza contra el suelo, ¡Y se sigue riendo él muy maldito!

Escucho una risita que pronto se vuelve carcajada, así que volteo a ver de quién es. Jimin está carcajeándose y Jungkook lo mira mal en respuesta, pero luego suspira comenzando a reír al darse cuenta de que Jimin no es consciente de su mirada "matadora".

Yo también termino riendo, ya que me imagino todo lo que ocurrió.

—Hay que desayunar, Jin nos preparó sándwiches —Digo aun riendo. Yo me siento en la primera silla vacía que encuentro y jalo a Jimin para que tome asiento en la silla que estaba al lado mío; Él tante el respaldo y después la jala para poder sentarse. Segundos después llega Taemin y Jungkook, quien lo golpea en su brazo en forma de venganza por lo que hizo unos momentos antes.

— ¡Yo escojo primero! —Exclama Jungkook agarrando el primer sándwich que ve. Yo tomo dos sándwiches, uno para mí y el otro se lo entrego a Jimin. 

A pesar de conocernos un poco mejor, todavía se siente un silencio incómodo entre nosotros y, por lo tanto, no se puede comer a gusto.

— ¿Por qué no nos conocemos mejor? —Pregunto mientras trago un pedazo de sándwich —. Digo, llevamos dos semanas estando juntos y hay cosas que me gustaría saber de ustedes, así que... ¿Quién empieza?

—Yo también quería hablar sobre eso con ustedes —Dice Jungkook dejando su sándwich a un lado suyo —. Que empiece primero Taemin, ¿No?

—Bien, ¿Qué quieren saber de mí? —Pregunta Taemin con una sonrisa.

— ¿Cómo era tu vida pasada? —Pregunto.

—Pues, antes de que todo esto pasara vivía completamente solo en un departamento en Daegu, ubicado en una de las zonas más importantes. No tenía pareja y a mis padres dejé de verlos desde hace más de cinco años, pues se enteraron de que mi orientación sexual no era "normal" — Dice con una sonrisa triste —. Soy bisexual, cuando mis padres se enteraron mi mamá me llamó monstruo y mi papá me golpeó hasta casi dejarme inconsciente. Pensaron que así se me quitaría mi "enfermedad", pero cuando supieron de mi primer novio en la universidad me corrieron de la casa. Mi novio de ese entonces me dejó quedarme en su casa, pero debido a que tuvimos algunos problemas nos separamos y comencé a buscar trabajo —Dejo mi sándwich de lado y escucho atentamente a Taemin —. Perdí mi último año de universidad así que cuando generé ingresos en el trabajo que estaba volví a retomar ese año.

— ¿De qué trabajabas? —Pregunta Jimin.

— Trabajaba en una tienda de discos —Dice con una sonrisa —. En fin, cuando me gradué de la universidad una aerolínea muy importante me contrató por mi gran desempeño. Al poco tiempo después de que conseguí un buen departamento y de que mi sueldo fuera muy bueno, mis padres me encontraron, me rogaron que los perdonara por lo que me habían hecho y que por favor los ayudara a pagar la enorme deuda que mi padre había generado, por apostar con un mafioso. Obviamente no cedí y dos años después me enteré de que mataron a mi padre, lo último que supe de mi madre fue que se volvió a casar a los seis meses después de lo sucedido con mi padre y se fue de Corea.

— ¿Y no te importó la muerte de tu padre? —Pregunta Jungkook confundido.

—Claro que sí, me presenté el día de su funeral...pero mi madre me pidió que me retirara y me culpó de su muerte por no haberlo ayudado —Vi como a Taemin se le cristalizaron los ojos y bajó la cabeza con una pequeña sonrisa, quitándose una lágrima que se había escapado de uno de sus ojos —. Decidí que lo mejor era olvidarme de mi "familia" y comencé a hacer mi vida por mi cuenta. Así conocí al señor Kim.

— ¿Lo quieres mucho? —Pregunta de nuevo Jimin y Taemin asiente.

—El señor Kim me crió como su hijo. Él es muy importante en el mundo de los negocios así que me contrató como uno de sus pilotos personales. Cuando lo conocí él era muy serio, pero hice algo por él y eso casi me hizo parte de su familia —él sonríe y de un mordisco se acaba su sándwich, para después seguir hablando —. Su hija menor sufrió un horrible accidente y quedó en coma por más de medio año. Cuando el señor Kim y su esposa llegaron al hospital después de que se enteraran de lo ocurrido, el doctor les informo que su hija necesitaba una transfusión de sangre lo más rápido posible y si no la recibía moriría. Al principio el señor Kim y su esposa se sometieron a estudios para ver si su sangre era compatible con la de su hija, pero ninguno de los dos compartía su tipo de sangre. Estaban tan desesperados buscando un donador que me ofrecí. Recuerdo que estaba escuchando como todo un chismoso afuera de su despacho y al principio le molestó que hubiera escuchado todo lo relacionado a su hija, pero al final mi sangre fue compatible con la de ella y logre ayudar a que sobreviviera.

— ¿Es por eso que te aprecia tanto? —Pregunto y él asiente.

—Haberle salvado la vida a su hija fue lo mejor que pude haber hecho. El señor Kim y su esposa estuvieron tan agradecidos conmigo que comenzaron a llenarme de regalos y de tanto cariño que pronto me sentí parte de su familia...pero sucedió todo esto, el día que me habló, me dijo que si quería ir con él al refugio en donde se encuentra ahora. Acepté, pero cuando menciono que el viaje que realizaríamos hasta llegar al refugio sería en barco me negué rápidamente; Le tengo un miedo horrible a los barcos. Luego me contó que Hoseok habló con él sobre lo de Jimin y me pidió que fuera yo quien los llevara a Noruega...recuerdo que el último día que lo vi, lloré mucho por las palabras que me dijo —Él sonríe, se nota que está aguantándose la ganas de llorar —. "Taemin, quiero que salves la vida de esos chicos y que los lleves a salvo a Noruega. Sálvalos, así como lo hiciste con mi hija". Y aquí me ven, ayudándolos a sobrevivir para que lleguemos juntos a Noruega.

Taemin termina de hablar con una sonrisa nostálgica, misma que me contagia a mí y al resto de los chicos. Realmente la vida de Taemin ha sido dura y que ahora este ofreciéndola por tres desconocidos, es una gran valentía.

Yo estoy por decir algo, pero la puerta principal del departamento es tocada con algo de fuerza, así que me levanto para ir a abrir y ver quien es. Cuando lo hago, la cara de Jin es lo primero que veo, pues se nota preocupado y alarmado.

—Necesito que estén todos abajo en cinco minutos —Dice rápidamente, asomando su cabeza para ver a los chicos, quienes han dejado de comer para observar a Jin con preocupación —. Es muy importante y necesito que vean lo que está sucediendo.

Asiento y Jin se va hacia otro de los departamentos. Yo cierro la puerta y camino rápidamente hacia los chicos, quienes ya se están levantando, tomando sus chamarras para salir.

— ¿Qué crees que esté sucediendo? —Pregunta Jungkook, cerrando el cierre de su chamarra.

—No lo sé, esperen... —Camino hacia el ventanal de la sala y trato de asomarme hacia la otra calle, pero no logro observar nada —. Debemos bajar para ver que está sucediendo, vamos.

Tomo de la mano a Jimin y Taemin abre la puerta para poder salir. Noto como la gente que se encontraba anteriormente dentro de sus departamentos también comienza a salir y a los pocos segundos de que los chicos y yo saliéramos siento una extraña mirada sobre nosotros.

Es Yoongi y viene solo. Se ve molesto y en cuanto me ve frunce más su ceño, pero luego nos pasa de largo y observo como baja rápidamente las escaleras.

¿Y ahora qué demonios está sucediendo? 

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