Capítulo uno: La visita inesperada.

Park Jimin

1 de diciembre, 2019.

Por segunda vez desde que me encuentro sobre el marco de mi ventana, suspiro melancólico al oír la suave música de algún adorno navideño cerca de mi casa. Percibir el ruidito de la canción, me es un indicador para saber que oficialmente las fiestas de diciembre han llegado; y aunque mamá ya me había contado que todos los vecinos estaban preparándose para las celebraciones, no puedo evitar sentir un poco de tristeza por no saber cómo es realmente esta celebración con todos esos colores de las esferas, de los regalos y de...todo en general.

Con esta navidad, es el vigésimo segundo año de mi vida en el que no conozco nada del mundo y de sus festividades como tal por el defecto con el que nací; la ceguera permanente.

"—Doctor... ¿Está seguro que su defecto no puede tratarse? —Escucho a mi madre con la voz totalmente quebrada a un lado de mí. Yo me encuentro sentado, nervioso y triste por haber escuchado a mi mamá llorar de esa manera.

No había día en el que ella no estuviese triste. A pesar de tener tan sólo once años de edad, sabía por qué mis padres estaban tan preocupados por mi ceguera.

Según mi papá, yo sería una carga para toda su vida. Una noche cuando ellos pensaron que dormía, se me ocurrió la grandiosa idea de ir hasta su cuarto para enseñarles que me había aprendido el camino de mi habitación hasta la suya sin tocar la pared, y lo escuché de él mismo mientras que mi madre sólo lloraba y se preguntaba qué estaban pagando para que yo 'saliera enfermo'.

—Lamentablemente no hay un tratamiento para la ceguera...tal vez si hubiese sido por un accidente podríamos hacer algo, pero su niño nació así y aún no hay operaciones que demuestren que la ceguera de nacimiento se puede erradicar...lo siento.

Desde ese momento supe que yo estaba siendo un estorbo para ellos."

— ¡Jimin! ¿Qué te he dicho de sentarte en la esquina de la ventana? —Exclama una voz detrás de mí con preocupación. Es la voz de mi madre y de no ser porque la reconozco perfectamente, podría haberme caído por el susto al estar tan metido en mis pensamientos recordando mi pasado —. Bájate ahora mismo de ahí, además ya te dije que te pongas cubre-bocas si vas a abrir la ventana, ¿Qué no te da miedo enfermarte por el frío que está haciendo?

— No creo que pueda pasarme algo, mamá. No he estado tanto tiempo aquí sentado y veme, estoy entero —Contesto con obviedad, bajando lentamente del marco de la ventana para poder voltear hacia a la dirección de donde proviene su voz —. ¿Cómo está papá? Supongo que viniste para contarme algo de él, ¿Cuándo regresa de su viaje?

— No me ha contestado el teléfono, supongo que debe de estar muy ocupado —Dice casi sin ganas antes de soltar un suspiro triste. De repente, puedo sentir su presencia demasiado cerca de mí, por lo que yo levanto la mano para asegurarme. Y en efecto, ella se encuentra muy cerca de mi espacio personal, y antes de que pueda bajar mi mano, ella la toma para que me pueda acercar hasta su cuerpo. Pronto siento sus manos en mis brazos y seguido en mi cara, por lo que rápidamente me incomodo ante su tacto —. No has querido bajar a comer...estás muy delgado.

— Sabes que estas fechas no me gustan, mamá. Después comeré algo, no me gusta pasar a la sala cuando apesta a pino navideño y celebraciones americanas —Contesto soltándome de su agarre para poder caminar rápido hacia mi cama y sentarme. Después de tanto tiempo viviendo aquí, el mapa de mi casa ya se encuentra trazado en mi cabeza para no chocar con algo o caerme de las escaleras, y así evitar un golpe no deseado contra el piso o los muebles —. ¿Vas a salir hoy?

— No, sólo venía a decirte que tu primo Chanyeol está aquí, en Corea. Me llamó para decirme que vendría a visitarnos hoy...

— ¿¡Es en serio?! ¡Habérmelo dicho antes, mamá! —Exclamo con felicidad, volteando hacia su dirección para que pueda notar mi sonrisa sincera —. ¿A qué hora vendrá?

—Dijo que llegaría en la tarde, así que necesito que te arregles. Tu ropa limpia ya está colgada y acomodada en juegos combinados en el armario —Finaliza con un tono suave, y pronto puedo escuchar sus pasos alejándose hacia la puerta, pero de la nada escucho como se detiene de nuevo —. ¿Y, Jimin?

— ¿Sí, mamá?

— Al rato necesito que me acompañes al súper-mercado. Sería bueno que saliéramos para respirar un poco de aire fresco, ¿No crees?

— Está bien, me parece perfecta la idea. ¿También podrá ir mi primo? Así me sentiré más seguro —Pregunto volteando hacia donde se supone que se encuentra mi puerta, y finalmente mi mamá hace un sonido con su garganta en forma de aprobación, para luego salir y dejarme completamente solo en mi habitación.

Una vez que me he asegurado que ella ya no se encuentra aquí, me decido por caminar hasta mi armario y tantear toda mi ropa y vestirme con algo para no pasar frío en la calle.

¿Uno abrigo estaría bien con mis botas? Lo más seguro era que sí. Después de todo, la idea de vestir "correctamente" no estaba en mi estilo de vida. Mi apariencia era lo de menos, pues ni yo mismo podía verme frente a un espejo.

La llegada de la tarde ha sido el punto más emocionante de mi día hasta ahora. Después de casi dos años de la partida de mi primo —mi favorito, de hecho —, hoy por fin está de regreso. ¿Y por qué estoy tan emocionado? Porque nuestro lazo familiar es aún más fuerte que una simple etiqueta de "primos"; desde que tengo memoria, Chanyeol y yo fuimos inseparables, y más por el simple hecho de llevarnos dos años de diferencia en nuestra edad.

Después de todo, él me aceptó de la manera más inocente desde que llegué al mundo.

De repente, el timbre suena y mis piernas comienzan a temblar de la emoción en cuanto oigo cómo la puerta es abierta por mi mamá, y segundos después, escucho la eufórica voz de mi primo dentro de mi casa.

— ¡Jiminie! —Exclama Chanyeol, por lo que yo volteo hacia la dirección de su voz con emoción, sonriendo en grande y esperando a que él se acerque. Y por fin siento su presencia frente a mí, por lo que antes de que pueda decir algo, él me abraza con todas sus fuerzas sacándome un poco el aire.

Parece que ha estado haciendo ejercicio. Su fuerza aumentó desde la última vez que me abrazó.

— ¿Cómo has estado, primito? —Pregunta soltándome. Y yo rápidamente comienzo a buscarlo por medio del sonido de sus pasos, pero me calmo al sentir cómo el otro lado del sillón se hunde levemente por su peso. Luego, su brazo pasa por encima de mis hombros, lo que me hace sentir avergonzado por la repentina muestra de cariño frente a mi mamá.

—B-bien, casi no he salido de mi habitación... —Contesto con clara vergüenza en mi voz, y él únicamente ríe abrazándome más fuerte. Dios, seguramente mis mejillas están sonrojadas, qué pena —. ¿Y tú, qué tal te fue en Alemania?

—Cansado y divertido... ¡Los alemanes son un poco escandalosos! Pero bueno, pude firmar el contrato con la disquera que les platiqué hace unos años. ¡Podré mandar los trabajos de mis artistas a otro continente! Estoy seguro que esta oportunidad traerá más riqueza a mi empresa. Qué bueno que mi mejor amigo y yo fuimos elegidos para esta tarea, si no, seguramente el jefe de la disquera me hubiese comido vivo por la seriedad con la que se toma todo. ¡No lo vi sonreír ni una sola vez estos dos años que estuve trabajando allá! ¿Pueden creerlo?

—Pensé que habías viajado solo... —Dice mi madre, por lo que rápidamente me doy cuenta que se encuentra sentada frente a nosotros gracias al sonido de su voz.

—No, necesitaba viajar con un compañero de mi empresa, así que me llevé a mi mejor amigo. ¿Recuerdas a Min Yoongi, el chico que lleva siendo mi amigo desde la secundaria? Él es bastante serio, y me ayudó mucho para que el jefe de la otra disquera firmara el contrato.

—Oh, ni me lo recuerdes...ese muchacho no me cae bien —Responde mi mamá con claro fastidio en su voz —. Ese malcriado no puedo verlo ni en una pintura. ¡¿No recuerdas cómo trató a mi niño en una fiesta por el aniversario de tu empresa?!

—Mamá...eso fue hace cinco años... —Contesto avergonzado por sus palabras, y mi primo sólo ríe seguramente porque me he encogido de hombros.

—Tranquila, tía. Él ya es otra persona y es bueno. Conmigo al menos sí lo es y fue la mejor decisión el habérmelo llevado a Alemania —Dice mi primo con un tono feliz en su voz —. Además, no creo que lo pueda ver en un tiempo...Se fue a tomar unas vacaciones en la isla Jeju después de tanto trabajo. Tal vez venga para la cena de año nuevo de la empresa, no lo sé.

— ¡Que se quede ahí entonces y no vuelva! No quiero verlo otro año cerca de mi hijo para burlarse —Exclama mi mamá junto con un suspiro lleno de fastidio, haciendo que Chanyeol ría suavemente y yo me esconda más en mi lugar —. Por cierto, tengo que ir a hacer las compras del súper, ¿Te gustaría acompañarnos?

— ¡Me encanta la idea! Mi camioneta está afuera, podemos ir en ella si gustan —Propone Chanyeol, y yo soy el primero en asentir después de la vergüenza que he pasado al recordar la humillación que me hizo pasar su "mejor amigo" —. Además, me gustaría comprar algunas cosas para el día de la cena.

Para ser exactos, Min Yoongi es un riquillo más de la ciudad de Seoul con el poder suficiente para creer que todo el mundo debe de respetarlo y obedecer a sus caprichos sin sentido.

No sé cómo Chanyeol puede ser su amigo si incluso a él lo ha tratado mal.

Finalmente, entre risas y recuerdos de Alemania por parte de mi primo, los tres nos dirigimos al súper mercado para terminar de comprar las cosas para la cena de navidad. Mi familia está acostumbrada a tener cenas enormes con decenas de sus conocidos y familiares cercanos. Y este año, toda la comida sería preparada por mi mamá.

— ¿Cuántas personas invitarán este año a la cena, tía? —Pregunta Chanyeol cuando escucho cómo las puertas del súper-mercado se abren para dejarnos pasar, y con mucho cuidado de no chocar con alguien, comienzo a menear suavemente mi bastón entre mis manos contra el suelo para hacerme paso entre los enormes pasillos (Al menos para mí) junto a mi primo, quien amablemente me tiene agarrado de un brazo para no perderme.

—Se supone que serán unas treinta personas. Este año la familia Choi no podrá venir porque se irán de vacaciones a Italia. Por eso será menos gente que el año pasado —Contesta mi mamá, por lo que yo estoy atento a su conversación —. Sí vendrás esta vez, ¿verdad?

—Sí, tengo que estar con Jimin para que no se sienta solo, ¿Te parece la idea? —Pregunta Chanyeol después de apretar suavemente mi brazo, así que yo asiento en respuesta con una pequeña sonrisa en la cara —. Además, este año no saldré con mi mejor amigo porque ni siquiera está cerca, así que... —Pero rápidamente Chanyeol se calla, por lo que yo volteo hacia la dirección de su cara con clara confusión.

Sin embargo, de repente oigo un grito de chica que me hace abrazarme a mi primo por el sonido tan estruendoso. Nunca había escuchado gritar a alguien de esa manera, tan asustada.

— ¡Alguien ayude a mi papá! —Grita con terror la chica, que, a mi parecer, no se encuentra muy lejos de nosotros. Rápidamente, Chanyeol me suelta y por inercia comienzo a buscar a mi mamá. Por suerte logro encontrarla, así que ella me toma con fuerza para no soltarme. Tengo miedo, y no sé qué está pasando.

—M-mamá, ¿Qué pasa? —Pregunto con la voz entrecortada.

—No sé...el padre de la chica de la nada se desmayó. Tu primo fue a ayudar, pero al parecer no reacciona el hom... ¡Chanyeol, cuidado! —Grita mi madre, agarrándome con fuerza del brazo para comenzar a moverme hacia donde se escuchan los gritos y las voces de la gente. Pero en lo único que yo me concentro es en no tropezarme con mis propios pies por la rapidez con la que estoy siendo jalado —. Chan, ¿Estás bien? Vámonos de aquí, que su familia se encargue...

Sin embargo, a pesar del ruido de la gente, oigo como alguna persona está tosiendo con fuerza y al mismo tiempo como si algún líquido estuviese derramándose. Es tan asqueroso, que mi cerebro rápidamente conecta las piezas; una persona está vomitando.

— ¡Alguien llame a una ambulancia! — Exclama mi primo, y de repente un extraño olor a fierro oxidado se hace presente en el ambiente, al igual que un olor nauseabundo que me hace taparme la nariz con rapidez.

Pronto siento la mano de uno de mis familiares tomar la mía y arrastrarme de regreso por dónde venimos. Y supongo que es mi madre al oír su voz tan cerca.

— Agh, ese señor te ensució... —Dice mi mamá con enojo.

— No se preocupes, tía...el hombre se veía muy mal.

— ¿Qué pasó, Chan? —Pregunto con curiosidad, notando que el olor asqueroso viene de la ropa mi primo.

— Un hombre se desmayó frente a nosotros y quise ayudar porque su hija entró en pánico o yo que sé. Traté de levantarlo, pero despertó y de la nada comenzó a vomitar sangre y algo negro...por eso me ensucié. Qué bueno que no estaban cerca, sino se hubiesen ensuciado como las demás personas.

— Cuando lleguemos a casa te puedes dar un baño. Te prestaré ropa de tu tío, ¿Está bien?

— Ah, no se preocupe, tía. Los pasaré a dejar a su departamento y luego me iré al mío para cambiarme y bañarme. Por accidente me corté con un cuchillo en la mañana y debo llegar a desinfectar la herida por lo que acaba de pasar con el señor. No sé qué enfermedad tenga, pero más vale prevenir.

— ¿Estás seguro? Puedo curarte en mi casa... —Vuelve a insistir mi mamá —. ¡Dios, Chanyeol! ¿¡Por qué no te pusiste nada en ese dedo!? Más te vale que llegues a tirarte una botella de alcohol en la herida, ¡¿Qué tal si ese hombre tiene alguna enfermedad incurable?!

— ¡Mamá, tranquila! —Exclamo apretando suavemente su brazo para que baje la voz. Pronto, sé que hemos llegado a la camioneta de Chanyeol por el ruido de la alarma, así que rápidamente levanto mi bastón para poder quitarle los seguros y hacerlo más pequeño para que no estorbe.

—Tía, estaré bien. Sólo es una herida pequeña... —Dice Chanyeol tratando de calmar a mi mamá —. Si me siento mal iré al doctor, no pasa nada.

Y después de su pequeña discusión, los tres regresamos a casa por lo sucedido dentro del súper-mercado. Durante el camino nadie habla de los que ellos vieron y treinta minutos después mi primo nos deja a mamá y a mí en la puerta de nuestra casa.

—Vendré en los próximos días para ayudarlos a preparar la cena —Dice mi primo a lo lejos, por lo que sé que no se ha bajado de su camioneta —. ¡Cuídate mucho, Jiminie!

Segundos después, el ruido del motor me indica que ahora sí se ha ido, por lo que yo me apoyo en mi mamá y juntos entramos a la casa en silencio. Sin embargo, hay algo que me tiene nervioso; ¿De verdad mi primo estaría bien después de lo sucedido? Por lo que tenía entendido, su herida se llenó de lo que el hombre vomitó, y seguramente se le iba a infectar por ser reciente.

¿Y si se enferma? Sólo espero que no sea nada grave.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top