Capítulo treinta y siete: Not Today.
Min Yoongi.
No sé en qué momento me había aferrado fuertemente de la mano de Jimin para que él no me soltase. Y parecía que tampoco quería hacerlo, pues su fuerza se igualaba a la mía. Parecía que en cualquier momento nuestras manos terminarían fracturas, pero no estaba dispuesto a que por alguna circunstancia él soltara mi mano.
—Hay una salida por la parte de atrás de esta plaza, pero cuando bombardearon la ciudad se cayó un pedazo tapándola. Sin embargo, podemos salir si escalamos los escombros y brincamos para el otro lado —Dijo Ragnar casi susurrando, mirándonos de vez en cuando a nosotros y luego hacia la horda de infectados de afuera —. No es difícil, sólo deben caer con cuidado para no lastimarse un tobillo o cortarse con los vidrios.
Todos asintieron, sin embargo, Jimin estaba tratando de saber qué decían, por lo que rápidamente le expliqué lo que haríamos. Al principio no parecía estar de acuerdo, sin embargo, terminó aceptar con un suspiro resignado.
Ragnar comenzó a correr entre los escombros que había en el lugar, por lo que uno por uno fue siguiéndolo y tratando de no asomarnos demasiado. Cualquier movimiento podría alertar a los infectados y lo que menos quería ahora, era ser devorado por un mutante.
Tomé fuertemente de la mano a Jimin y comencé a correr, jalándolo conmigo para que no quedase atrás y que pudiéramos llegar rápido hacia el lado donde nos estaba llevando Ragnar. Y unos minutos después, llegamos a lo que parecía ser el inicio de un segundo piso, pero totalmente destruido y lleno de escombros.
—Mucho cuidado, chicos. Suban uno por uno, yo los cuidaré —Dijo Ragnar mirando detrás de nosotros para cuidarnos —. Tengan cuidado con los vidrios, no se ven, pero podrían cortarse las manos o las rodillas.
El primero en subir fue Jungkook, seguido de KyuHyun quien estaba siendo tomado de la mano por él para que no se quedase atrás. Se llevaron mucho tiempo, pues apenas y con la poca luz de afuera se notaban las puntas de los vidrios incrustados en los pedazos de techo. Finalmente llegaron al agujero que había en la pared, así que Ragnar dio la orden de que subieran los demás.
Hoseok ayudó a subir a Taemin, pues era quien aún estaba herido y necesitaba de otra fuerza externa para no hacer un esfuerzo de más. Cuando llegaron junto a los chicos, Jin dejó que nosotros subiéramos primero para que así Jimin no se tardara tanto.
Ya podía ver, pero decía que no distinguía formas, así que lo mejor sería ayudarlo a que nos se lastimase.
—Bien, vamos a subir despacio, ¿Sí? —Susurré y Jimin asintió, agarrándome con fuerza para no caer. Comenzamos a subir lentamente, poniendo atención a donde iba a pisar Jimin o donde iba a poner sus manos. Me importaba más él.
Pero yo no me di cuenta dónde puse mi mano. Un vidrio penetró la palma de mi mano, por lo que solté a Jimin e intentando taparme la boca para no gritar.
—¡¿Estás bien!? —Susurró Jimin agarrándome del hombro, pues sólo solté un gemido de dolor.
—¿Te encuentras bien, Yoongi? —Preguntó Ragnar desde abajo, por lo que sólo asentí apretando mis labios y volviendo a tomar la mano de Jimin para seguir subiendo.
Pronto mi palma comenzó a doler y a arder, puesto que seguramente el vidrio seguía ahí y seguía cortándome. Pero tenía que llegar hasta arriba, por Jimin.
Finalmente llegamos. Jungkook tomó a Jimin y yo rápidamente me miré la herida. El vidrio estaba ahí y mi mano estaba toda ensangrentada.
—Debemos curarte eso o te vas a lastimar más, ven —Dijo Hoseok acercándose a mí y bajando su mochila de su espalda para sacar una venda, para después volver a cerrar su mochila y volvérsela a colgar —. Te quitaré el vidrio y te vendaré la mano. En el avión haremos la desinfección, ¿Sí? —Yo asentí extendiendo mi mano con todo el dolor del mundo. Mi mano libre la puse en mi boca, para no gritar y llamar la atención.
Hoseok con mucho cuidado tomó la punta del vidrio y rápidamente lo sacó de la herida, haciéndome morder la mano con fuerza mientras ahogaba mis gritos en ella. Ardía como la mierda y parecía que mi mano se iba a caer.
Antes de que siguiera sangrando, Hoseok rápidamente vendó mi mano hasta que sólo se notaron unas pequeñas manchas de sangre. Pero al menos ya no se ensuciaría más la herida y podría apoyarme para poder bajar aunque me doliese demasiado.
—¿Estás bien, Yoongi? —Preguntó Jin en cuanto subió junto a Elena. Su cara denotaba preocupación por mi mano vendada y mi cara seguramente de dolor.
—Sí, Hoseok ya me quitó el vidrio, pero duele mucho —Dije con una mueca.
—En el avión te curaré la herida, ¿Sí? —Dijo sonriéndome para mostrarme tranquilidad. Oí como Ragnar comenzó a subir, por lo que Elena y Jin le hicieron un poco de espacio para quedar junto a nosotros. No tardó mucho, pues él traía guantes de cuero y pudo subir con rapidez; Y cuando estuvo frente a nosotros, sólo asomó su cabeza hacia el agujero por donde saldríamos.
—Bien, hay cinco infectados de ese lado. Bajaré yo primero para matarlos y les daré la señal. Del otro lado también hay escombros, así que la caída es de menos de cincuenta centímetros. Sólo deberán ayudar a KyuHyun para que no se lastime, ¿Está bien?
Todos asentimos menos Jimin y KyuHyun, así que tuvimos que traducirles lo que él había dicho para que pudieran salir hacia el otro lado.
Unos segundos después, Ragnar salió y sólo pude oír el su débil caída en los escombros, pues bajó sosteniéndose de lo poco que quedaba de pared para no hacer ruido y la nieve amortiguó bastante el ruido. Una vez que estuvo del otro lado, comenzó a correr, matando a los infectados más cercanos y así, para no llamar la atención de los que estaban en la otra calle.
Ragnar volteó hacia nuestra dirección, haciéndonos una señal con las manos de que comenzáramos a bajar.
Lo hicimos otra vez en el mismo orden y así fue más rápido, pues Jungkook pudo tomar entre sus brazos a KyuHyun para que este no se cayera. Sin embargo, cuando llegó mi turno, sólo me quedó suspirar y aguantarme el horrible dolor que mi mano me estaba causando.
¿Por qué todo lo malo me tocaba a mí?
Una vez que pasé al otro lado, ayudé a Jimin a bajar. Sin embargo y por suerte, esta vez él lo hizo más rápido. Agradecía que la luz de la luna pudiese iluminar un poco para que Jimin pudiera salir.
Esta vez nuestro pequeño grupo no se tardó en salir. Fueron unos cuantos minutos hasta que salió Jin al final, limpiándose las rodillas por el polvo y sonriendo hasta bajar con nosotros.
Pero esto no había sido nada, teníamos que pasar la calle por donde los infectados se encontraban y perderlos, pues era bastante obvio que nos lograrían ver.
—Vamos a tener que correr, es la única escapatoria —Dijo Ragnar asomándose levemente hacia la calle donde todos los infectados estaban concentrados —. Correríamos un par de calles más hasta llegar a las pistas clandestinas, el único problema son los mutantes, jamás había visto uno...
—Esas mierdas también estaban en Corea. Son muy difíciles de matar y tienen una fuerza increíble —Dijo mirándolo con miedo —. Uno de ellos nos lanzó un auto para matarnos.
—Puta madre, vamos a tener que correr el doble de rápido para poder escapar, pero me preocupa KyuHyun, ¿Corre a la misma velocidad de ustedes?
—No, alguien siempre debe de cargarlo ya que se cansa muy rápido —Dijo Jungkook acariciando su cabeza.
—Bien, haremos esto —Dijo Ragnar agachándose frente a KyuHyun —. Yo cargaré a KyuHyun, pero ustedes deberán cubrirme hasta llegar a las pistas, ¿Entendido?
Ragnar le extendió los brazos a KyuHyun y este miró a Jungkook, como pidiéndole permiso. Jungkook sólo asintió con gracia y sólo se acercó a Ragnar para que lo pudiese cargar. Cuando lo tuvo fuertemente sostenido, Ragnar nos miró a todos como repasando el plan con la mirada.
—¿Qué vamos a hacer? —Preguntó Jimin acercándose a mí para tomar mi brazo. Estaba temblando, seguramente por el frío y estaba en busca de calor.
—Vamos a correr hacia las pistas de aterrizaje. Correremos un poco, ¿Está bien? Debes poner tu máximo esfuerzo...Sé que tus piernas aún están un poco lastimadas, pero...
Jimin no me dejó terminar, pues puso su mano en mi hombro y me sonrió.
—Estoy bien, podré hacerlo —Dijo con tranquilidad y yo le devolví la sonrisa —, sólo, no me sueltes.
—Claro que no, vamos a prepararnos —Tomé su mano con fuerza y comenzamos a caminar en cuanto todos lo hicieron.
Jin iba al principio, siendo ahora el líder del grupo y nosotros debíamos cuidar a Ragnar y KyuHyun, quien era el más importante ahora.
—¡Vamos! —Susurró Ragnar dando la orden y sólo pude oír mi corazón retumbar en mis oídos.
Jin comenzó a correr, cruzando con rapidez la enorme calle hacia el otro extremo. Y por más increíble que pareciese, Ragnar le siguió el ritmo, aunque llevase a KyuHyun y una mochila en su espalda.
Todos tuvimos que poner el mismo esfuerzo, pues oí un enorme alarido que hizo retumbar los vidrios de un auto cerca de mí.
Los mutantes ya nos habían visto...y habían alertado a toda su horda.
—¡Sigan corriendo y no se detengan! —Gritó Ragnar, por lo que la curiosidad me ganó y volteé hacia atrás.
Mala idea.
La maldita horda ya nos estaba siguiendo y pude notar antes de voltearme, como los mutantes iban a la misma velocidad que los infectados.
No eran rápidos, pero sí demasiado fuertes.
—¡Cuidado! —Gritó Hoseok cuando volteó. Rápidamente jalé a Jimin hacia mí, pues una camioneta se impactó a un par de metros donde Jimin y yo íbamos a pasar.
Un segundo auto cayó cerca de nosotros y sólo pude oír el grito de Elena, pues casi era aplastada por este. Mierda, si no corríamos más rápido, íbamos a terminar siendo aplastados.
—¡Vamos a perderlos en la próxima calle! —Gritó Ragnar, mientras corría a la par de Jin. Sin embargo, ya no pudo seguir hablando, pues una oleada de autos comenzaron a caer, haciéndonos ir cada vez más lento, pues nuestros camino estaba siendo obstruido por los autos.
Y ahora me daba cuenta. No querían aplastarnos con los autos, sólo querían que quedáramos atrapados y sin salida. Mierda, era demasiado inteligentes.
Pero dejaron de aventar autos, por lo que me quedé desconcertado y aún así, seguí corriendo a la par de los chicos para no atrasarnos.
—Mierda, Yoongi —Dijo Jimin quejándose —, m-mi pierna...
—Tranquilo Jimin, ya no falta mucho —Pero le estaba mintiendo. Sinceramente no sabía cuánto faltaba para poder llegar —, ¡Ragnar, c-cuánto falta! —Grité entre jadeos, pues había comenzado a cansarme un poco por el peso en mi mochila.
—¡Sólo unas cuantas calles más, cuatro para ser exactos! —Gritó sin voltearme a ver. Bien, no faltaba mucho, pero lo que más me preocupaba era Jimin.
—¡Mierda! —Gritó Taemin comenzando a bajar la intensidad de su velocidad. Estaba agarrándose fuertemente el abdomen...su herida.
—¡Necesitamos detenernos, Taemin está sangrando! —Gritó Hoseok alarmado, viendo con Taemin sufría.
—¡No podemos detenernos, ya les llevamos demasiada ventaja! ¡Falta poco, vamos! —Gritó Ragnar sin detenerse, por lo que tuvimos que hacerle caso.
Sin embargo, un par de calles después, Taemin cayó al suelo.
Todos tuvimos que detenernos. Entre Elena y Hoseok tomaron a Taemin, quien estaba perdiendo la conciencia y que se notaba bastante cansado. Su playera blanca ahora estaba roja por la sangre y de su labio escurría un pequeño hilo de sangre.
Y pronto, oí a los infectados doblar la calle.
—¡Vamos! —Gritó Jin corriendo a la velocidad de Hoseok y Elena, quienes llevaban a Taemin casi inconsciente en cada uno de sus hombros.
—Jimin, te voy a soltar, necesitamos comenzar a dispararles a los infectados para poder ganar ventaja, ¿Puedes correr tu solo?
—Haré lo que pueda para que ayudes a Taemin —Dijo soltándome para comenzar a correr solo y por primera vez, esquivando con agilidad los autos abandonados frente a nosotros y uno que otro escombro en el suelo.
Observé como Jin se detuvo, por lo que yo también lo hice para sacar mi pistola ya apuntar hacia los infectados. Los disparos silenciosos de nuestras armas comenzaron a impactar en los cuerpos de los primeros infectados de la horda. Y agradecía bastante que mi puntería había mejorado, pues ahora sí la mayoría de mis disparos iban directo hacia sus cabezas.
Pronto una tercera pistola se unió. Era la de Jungkook, quien disparaba ágilmente, pero hacia los mutantes que había llegado.
Observé como los chicos ya habían tomado bastante ventaja, así que les hice una seña a los chicos para que los alcanzáramos. Pronto llegamos a la par de los demás y yo volví a tomar de la mano a Jimin para seguir corriendo.
—¡Ahí está la entrada, vamos! —Gritó Ragnar señalando un par de rejas abiertas —, ¡No se detengan, disparen a todo lo que se mueva, sin excepción!
En cuanto llegamos a la entrada. Busqué rápidamente la forma de cerrarla. Lo único que encontré, fue una cadena, así que con toda la fuerza que tenía, cerré las dos rejas para después ponerme la cadena y que esta al menos nos diera unos minutos para poder salvarnos.
—¡Disparen! —Observé cómo solo habían ocho guardias, pero rápidamente comenzaron a caer gracias a Jin y Jungkook. Sin embargo, comenzaron a salir más del avión y pronto se volvió una oleada de disparos.
Antes de que pudiesen darnos, rápidamente nos escondimos entre los autos abandonados o las cajas de metal regadas por el suelo.
—Escóndete y no levantes la cabeza, ¿Sí? —Le ordené a Jimin, quien rápidamente se escondió al oír los disparos sin silenciador de los guardias. Una vez que estuve listo, me levanté de mi lugar, comenzando a disparar y por suerte, matando a uno de los guardias.
Sólo quedaban cinco y estaban siendo un maldito dolor de culo, pues cuando les disparaban, estos rápidamente se escondían.
Pero poco a poco fueron cayendo. Hasta que sólo quedó uno.
—¡Vamos, ahí vienen los infectados! —La cadena que puse en las rejas rápidamente se rompió, dejando pasar a los infectados hambrientos hacia las pistas.
Comenzamos a correr hasta el avión y antes de que el guardia pudiera correr, Ragnar lo tomó del cuello y en un movimiento rápido le puso su pistola en la sien.
—¿Quieres morir a manos de los infectados o nos vas a ayudar a prender esta mierda? —Amenazó Ragnar, por lo que el guardia asustado sólo asintió. En lo que Ragnar revisaba que el guardia no tuviese armas, nosotros nos encargamos de que los infectados no llegasen hasta nosotros —, ¡Vámonos, suban!
Ragnar empujó al guardia hacia dentro y comenzamos a retroceder sin dejar de disparar, hasta que oímos como el avión fue encendido y cuando estuvimos dentro, la compuerta de este se cerró.
Observé por la ventana como los infectados comenzaron a rodear el avión y luego, montones de fuertes golpes comenzaron a sonar en el metal de este. Eran los mutantes quienes golpeaban con ferocidad el avión y al mismo tiempo lo hacían tambalearse.
—¡Vamos Ragnar o los mutantes tirarán el avión! —Gritó Jin entrando en desesperación. Pero al parecer pensaba tardarse más, pues el avión no se estaba moviendo para escapar y sólo podía oír los fuertes golpes de los mutantes en el metal.
No pude contenerme más, así que corrí hacia la cabina donde el guardia y Ragnar estaban encendiendo todos los comandos del avión con desesperación.
—¡Unos segundos más, Yoongi! —Gritó Ragnar terminando de ponerse su cinturón de seguridad —, ¡Vayan a sentarse y pónganse los cinturones, ahora!
Asentí corriendo a mi lugar de nuevo. Todos ya se encontraban sentándose en los asientos laterales del avión, pero con cara de miedo por los horribles golpes que parecían cada vez más fuertes.
—¿Ya te pusiste el cinturón, Jimin? —Pregunté sentándome a un lado de él, observando como él lidiaba con abrochar su cinturón. Cuando me puse el mío, me atravesé un poco hacia él, poniéndole rápidamente el cinturón para que estuviese más seguro.
—Gracias —Dijo cerrando sus ojos con fuerza cuando un golpe más fuerte hizo tambalear el avión. Si no fuera por el cinturón, hubiésemos salido volando de nuestro lugar. Era como si mil elefantes se estuvieran estrellando en el metal para poder entrar.
—¡Vámonos! —Gritó Ragnar y pude oír como los motores comenzaron a retumbar por fuera y el avión comenzó a moverse hacia delante. Pero estaba tan asustado por los malditos mutantes, que lo único que pude hacer, fue cerrar mis ojos y aferrarme al asiento, en un intento desesperado por dejar de sentir los horribles tambaleos del avión por lo golpes.
Si no nos apurábamos, los mutantes iban a tirar el avión.
Me quedé unos segundos en silencio, hasta que los golpes pararon. Abrí los ojos y miré por la ventanillas, observando como el avión ya había comenzando a tomar velocidad y todos los infectados junto con los mutantes se habían quedado muy atrás.
El avión pronto despegó, haciéndome soltar todo el aire que había retenido durante largos minutos para después sentir ese alivio que estaba esperando. Y antes de que el avión pudiese alejarse más, volví a mirar por la ventana.
Las pistas ya estaban infestadas de infectados. Calculaba más de cien, quienes estaban concentrados en enormes grupos, seguramente comiéndose a los guardias que habíamos matado minutos atrás.
—¿Estás bien, Jimin? —Pregunté volteándolo a ver. Jimin estaba jugando con sus manos como siempre, pero en cuanto hablé él me volteó a ver con una pequeña sonrisa.
—Sí, sólo estoy un poco cansado —Dijo con una sonrisa, pero esta pronto desapareció cuando su mirada se dirigió a mi mano vendada —, dile a Jin que te cure, no puedes tener la mano así de lastimada, ¿Y si se te infecta?
—Le diré que lo haga cuando sea seguro poder quitarnos los cinturones, ¿Está bien? —Dije tratando de calmarlo y él asintió con un poco de preocupación.
Observé por la ventanilla de nuevo, viendo como ya llevábamos demasiados metros de altura que hacia abajo ya no se veía nada más que oscuridad.
—Chicos, ya pueden quitarse los cinturones —Dijo Ragnar entrando a la zona de carga del avión —. Me encargué de que el guardia que está manejando el avión no pueda comunicarse con el refugio de Oslo ni dar una señal de alerta al de Estados Unidos. Si lo hace, lo amenacé con tirar el avión, se nota que es nuevo y que le tiene mucho miedo a la muerte.
—Pero no tirarás el avión, ¿Verdad? —Preguntó Hoseok un poco nervioso.
—Podría hacerlo, pero KyuHyun debe vivir muchos años más —Dijo Ragnar con una sonrisa que me hizo estremecer. Este maldito está loco...pero me cae muy bien —. Bien, el viaje durará ocho horas, vamos a Washington DC. Y por cierto, van a tener que suplantar la identidad de los guardianes que venían a cargo del avión.
—¿Y cómo haremos eso? —Preguntó Jin con confusión.
—En el avión siempre hay uniformes de repuesto. Van a tener que ponérselos y cuando lleguemos, yo hablaré con los encargados que nos estén esperando. Así podremos entrar al refugio sin preocupación alguna.
—¿Y KyuHyun? —Preguntó Jungkook —. No creo que sea muy creíble el hecho de ponerle un uniforme cuatro veces más grande de su talla haciéndolo pasar por Guardia, ¿Verdad? KyuHyun no va a engañar a nadie.
—Ya se me ocurrirá algo, además, KyuHyun viene armado —Dijo Ragnar con una sonrisa —. Descansen unas cuantas horas y Jin, trata de curar a Taemin y Yoongi, yo estaré en la cabina supervisando al idiota para que no nos delate —Ragnar volvió a sonreír una vez más, hasta que desapreció por la puerta de la cabina en completo silencio.
No sé qué mierda nos esperaba en Estados Unidos, pero sólo deseaba que en el refugio de Washington DC no nos trataran como malditas ratas de laboratorio.
O que al menos nos dejaran investigar qué era lo que realmente tramaban los militares, antes de que seguramente mandaran la señal de alerta de que un avión de cargar había sido secuestrado por un grupo de chicos con bastante información de más.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top