Capítulo treinta y nueve: Corre.

Min Yoongi.

—¿Tienes hambre, Yoongi? —La voz de Jin hace que mi vista regrese hacia él. Desde hace unos cuantos minutos me he perdido viendo la naturaleza cubierta de blanco frente a mí, que no me he dado cuenta de que los chicos llevan varios minutos hablándome —, ¿En qué tanto piensas? Es la segunda vez que te pregunto si tienes hambre.

—Yo... —Dijo frunciendo el ceño para después suspirar y sonreír levemente —. En nada interesante, sólo estaba mirando los pinos llenos de nieve. Si tuviera una cámara, les tomaría fotos hasta acabar con el espacio de almacenamiento.

Jin sólo ríe tendiéndome la mano para que me pare de la roca donde me encuentro sentado y tomo su mano rápidamente, para quedar junto a él y poder comenzar a caminar hacia la fogata improvisada que Jin y Ragnar han hecho.

—¿Cómo estás de tu mano, Yoongi? —Preguntó Elena mirándome con una sonrisa en la cara. Todos se encuentran alrededor de la fogata, mirándome con curiosidad.

Desde hace tres semanas nos encontrábamos viviendo en una de las zonas más altas del bosque. Después de escapar del refugio, tardamos unos cuantos días en encontrar un lugar seguro en dónde ningún infectado estuviese rondando por ahí y por suerte encontramos una cabaña libre de muertos putrefactos.

Sin embargo, entre más lejos de las ciudades, más difícil era conseguir comida, por lo que, lo único que pudimos hacer, fue comenzar a cazar y hacer patrullajes por el bosque para encontrar algo que nos pudiese servir.

—Cazamos unos cuantos conejos. No es mucho, pero al menos podremos sobrevivir hoy y mañana —Dijo Taemin dejando caer una bolsa frente a nosotros llena de los conejos que Hoseok y él habían traído —. También revisamos las trampas y ningún infectado se ha acercado por aquí, estamos seguros.

—No he visto un infectado desde hace una semana, ¿Será por el frío? —Dijo Jungkook frotando sus manos en frente del fuego —. El viento ha comenzado a ser más fuerte y el frío también.

—Posiblemente, en el refugio me enteré que el virus se debilita con el frío. Hacían experimentos en los laboratorios con infectados que atrapaban y luego los sometían a diferentes pruebas —Dijo Taehyung saliendo de la cabaña. Ese chico era bastante serio con todos, menos con Jimin, así que de vez en cuando hablaba con nosotros.

—Y por eso también casi te matan, tonto —Dijo Namjoon ayudándole a Taemin a preparar la carne de conejo mientras miraba a su hermano con recelo —. Pero supongo que esa información es bastante buena, podríamos ir a buscar municiones sin el riesgo de que se nos abalance un infectado encima.

—¿Y Jimin? —Pregunté mirando a Taehyung. Él volteó a verme con una expresión fría y con la cabeza señaló hacia la cabaña —. Iré a verlo, ahora regreso.

—Lo mejor sería que no lo molestaras, estaba durmiendo cuando vine con ustedes.

—Bueno, quiero asegurarme de que está bien —Taehyung suspiró y desvió la mirada hacia los demás, así que caminé hacia la cabaña metiendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta.

¿Qué demonios le pasaba a ese chico? Desde que Jimin y él se habían reencontrado, no quería soltarlo para nada. Y lo hizo aún más cuando se enteró que entre Jimin y yo había algo más que amigos, por lo que, sin razón alguna, comenzó a tratarme más indiferente, y si podía, no me dejaba estar con Jimin.

Suspiré entrando a la habitación de Jimin, quien se encontraba dormido debajo de todas las cobijas. La noche anterior le había tocado guardia, por lo que toda la tarde se la había pasado aquí.

Sin moverlo mucho, me recosté a su lado en completo silencio. Observé su cabello por detrás y sus leves movimientos cada que respiraba; Se veía tan cansado que ni siquiera se movió un poco cuando me tapé con las cobijas y me acurruqué a un lado de él.

Cerré los ojos por un momento, pero los volví a abrir cuando Jimin comenzó a moverse.

—¿Eres tú, Yoongi? —Dijo con la voz ronca después de soltar un suspiro cansado.

—Sí. Sigue durmiendo, sólo vine a hacerte compañía.

Jimin se volteó y abrió los ojos, dibujando una sonrisa en sus labios y segundos después se estiró un poco.

—¿Cómo estás? —Pregunté con una sonrisa.

—Muy cansado, pero con hambre —Dijo haciendo un puchero —. Tus facciones comienzan a ser más claras...eres bastante pálido —Dijo soltando una risita —. Tu cabello está muy largo.

—El tuyo también, deberías cortártelo, ¿Quieres que te preste mi cuchillo?

—Estúpido... —Dijo mientras reía. Amaba ver sonreír a Jimin, poco a poco lo hacía más seguido y me alegraba verlo un poco más apegado con nosotros.

Ahora que veía mejor, era muy fácil para él ayudar a los demás con las guardias. Y aunque aún no podía ir de cacería con nosotros, ayudaba bastante en nuestro refugio improvisado.

—¿Quieres ir a comer? —Pregunté acariciando su mejilla y él negó con una sonrisa.

—Tengo ganas de quedarme aquí, ¿Te puedes quedar conmigo? —Dijo suavemente mientras cerraba los ojos. Se notaba que quería seguir durmiendo, así que sólo reí suavemente.

—Puedo quedarme sí así lo quieres —Dije tomando su mano más cercana a mí, entrelazando mis dedos con los suyos.

—Estás helado...

—Está haciendo mucho frío afuera, si sales, te pones tu chamarra porque de verdad que está helando afuera —Dije con una pequeña sonrisa y él asintió —. Oye, Jimin...

—¿Qué sucede? —Preguntó con voz adormilada.

—¿Puedo besarte?

—¿Por qué me lo preguntas en vez de sólo dármelo? —Dijo después de una sonrisa.

—No quiero hacerte sentir incómodo.

—Puedes hacerlo... —Sonreí y lentamente me acerqué a él, sintiendo su respiración cerca de la mía, que suavemente comenzó a agitarse. Y finalmente acorté más la distancia, rozando mis labios contra los suyos buscando que Jimin buscara rápidamente los míos con mis toques.

Tomé entre mis manos su cara y cerré mis ojos, dejando que nuestros labios se unieran levemente, sin ningún movimiento de parte de los dos. Pero Jimin lo hizo, comenzó a mover sus labios debajo de los míos con delicadeza y así supe que tenía autorización para continuar besándolo.

Todo fue lento, sin desesperación.

Pero nuestro ambiente fue cortado bruscamente cuando la puerta se abrió y luego, Jin entró con la cara deformada por la angustia.

Rápidamente me separé y me incorporé sobre la cama, observándolo con cierta confusión.

—¿Qué sucede, Jin? —Pregunté haciendo que Jimin también se incorporara tallándose los ojos.

—Oímos alaridos muy feos. Fue muy lejos, pero eran exactamente iguales a los de los mutantes que vimos la otra vez  —Dijo con rapidez —. Deben venir para acá, así que tenemos que huir antes de nos encuentren.

—¿Crees que...? —Pregunté, y Jin asintió con frustración.

—Sí, lo más seguro es que nos olieron. Y no creo que vengan solos, así que lo mejor será que huyamos antes de que anochezca y sea más difícil salir de aquí. No podemos quedarnos porque seguramente llegarán hasta aquí y nos pondríamos en riesgo. Vamos, junten todas sus cosas para poder irnos lo antes posible.     

No quería dejar la cabaña, ahí me sentí seguro de toda la mierda que nos estaba acechando.

Pero sin embargo, era necesario, ya que nuestra vida estaba en peligro ahora que sabíamos que había mutantes en el bosque.

—Es un récord. Estuvimos tres semanas en la misma cabaña sin ser perseguidos por infectados —Dijo Jungkook, haciendo reír un poco a KyuHyun y a Jimin —, ¿Hacia dónde iremos ahora?

—¿Por qué no salimos del bosque? Estaría bien ir por municiones, se nos están acabando al igual que la comida. Los conejos que cazamos sólo nos durarán hoy y mañana, después tendremos que buscar obligatoriamente —Dijo Namjoon, quien normalmente hacía los planes junto con Jin y Ragnar.

—Concuerdo con Namjoon, deberíamos salir del bosque —Dijo ahora Ragnar, por lo que Jin terminó por asentir cargando su pistola.

Gracias a que habíamos estado en paz unas cuantas semanas, Ragnar y Jin nos habían ayudado a mejorar nuestra puntería, por lo que ahora era menos complicado disparar y atacar con los cuchillos. Realmente me había servido bastante, pues ahora podía disparar sin fallar tantas veces.

—Bien, entonces vámonos ya, antes de que anochezca —Dijo Jin comenzando a caminar, por lo que todos comenzamos a caminar detrás de él, formando nuestro círculo donde KyuHyun, Jungkook y Jimin quedaban en medio para poder protegerlos.

—Ya saben, no separen por nada del mundo y si es posible, traten de usar la menor cantidad de balas. Es mejor matar con su cuchillo —Dijo Jin sin voltearnos ver —. Pararemos en un lugar seguro al anochecer, ¿Está bien?

Pero antes de poder responder, un par de rugidos guturales y estruendosos sonaron en eco por los árboles del bosque, haciéndonos detener y mirar detrás de nosotros.

Esta vez se habían oído más cerca...

—No hay que detenernos, vamos —Dijo Ragnar volteando hacia el frente, tratando de caminar un poco más rápido.

Esperaba que los mutantes no estuvieran tan cerca...de verdad, esperaba que no nos encontraran...    


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top