Capítulo treinta y cuatro: Karma.
Min Yoongi.
Mi vista se posa en los doctores frente a mí vestidos con trajes especiales, quitándome la ropa y cambiándola por una bata de color amarilla. Todos hablan en noruego y de vez en cuando me voltean a ver, apuntando cosas que no lograba identificar en sus bitácoras y entrando y saliendo de la habitación.
No parece un hospital, a diferencia de uno normal, este tiene dos ventanas; una sellada por fuera por medio de una reja y la otra que parece de un vidrio muy difícil de romper y que tiene agujeros por donde seguramente los doctores te hablan para no entrar directamente hacia la habitación. Y por último, dentro, sólo hay una camilla, donde me encontró acostado y una silla completamente blanca.
Por alguna razón bueno las palabras no salen de mi boca, por lo que suponía que me encontraba sedado. Lo último que recordaba, era como el militar de mi grupo me escoltaba hacia la azotea, donde seis militares llegaron a atarme de manos e inyectarme algo en el brazo, después, había despertado aquí, en una extraña habitación con luces de baja densidad.
Después de incontables minutos donde luché por hablar, por fin las palabras comenzaron a arrastrarse fuera de mi boca. Era como si estuviera muy cansado y me estaba haciendo desesperar, pues las oraciones que estaba formulando en mi mente estaban siendo entrecortadas.
—¿Qué...qué p-pasa? —Pregunté mirando a los doctores, pero parecieron ignorarme —. Hey, l-les estoy ha-hablando.
Uno de ellos se acercó a mí sin decir nada y sólo pasó una luz sobre mis ojos, que hizo que instantáneamente los cerrara por el ardor.
—¡Explíquenme q-que sucede! —Cuando las palabras comenzaron a salir de mi boca con más fluidez, pude levantar el tono de mi voz y ahora sí, todos me hicieron caso.
—¿Cuál es tu nombre, jovencito? —Preguntó uno de los doctores más viejos de ahí.
—Min Yoongi. —Contesté con cierta desconfianza —. ¿Pueden explicarme qué está p-pasando? —Pregunté tratando de pararme, pero rápidamente me di cuenta que no logré hacerlo ya que mis manos y pies habían sido esposados a los cuatro puntos de la camilla.
¿En qué momento lo hicieron que no me di cuenta? Seguramente mi cuerpo estaba demasiado sedado como para sentirlo.
—Estás en cuarentena, Min Yoongi. Te hemos hecho un lavado de estómago por la cantidad de sangre que ingeriste, pero no sabemos si el virus ya está dentro de ti —Tragué saliva en cuanto el doctor dejó de hablar e inconscientemente mi vista se tornó borrosa —, ¿Puedes explicarnos qué sucedió hace tres días, cuando fuiste a la descontaminación, por favor?
—¿¡Tres días!? —Pregunté exaltado, sintiendo mi respiración agitarse con fuerza. ¿Estuve inconsciente tres malditos días? —, ¿Dónde están mis amigos? ¿Saben que estoy aquí? Quiero verlos, ahora.
—Primero debes decirnos todo lo que recuerdes, después podremos llamar a tus amigos para que vengan. El oficial Ragnar ya les avisó tu situación y están en espera de tu recuperación, claro, si es que el virus no te ataca primero.
—Bien...El día que fuimos a la descontaminación, transcurrió normal al principio. Maté unos cuantos infectados como orden sin problemas, hasta que llegamos a un pasillo donde tuvimos que separarnos en pequeños grupos para que nos tardáramos tanto —Observé como los demás doctores comenzaron a escribir mientras yo hablaba, así que suspiré y seguí hablando —. La última habitación que revisé, había un pequeño niño que seguramente no pasaba de los ocho años de edad. Pensé que estaba vivo...
—¿Por qué pensaste eso? No es complicado identificar un infectado.
—Lo sé, pero este niño...no parecía serlo. Estaba sentado en la esquina de la habitación y parecía mover sus hombros, como si respirase. Incluso...me habló.
Todos en la habitación dejaron de escribir para voltear a verme como si estuviera loco, así que por primera vez en mi vida me sentí sofocado por tantas miradas hacia mí.
—¿Puedes repetir eso de nuevo, por favor?
—El niño me habló. Estaba lleno de sangre y pensé que estaba lastimado. Traía entre sus manos un botiquín de emergencias y recuerdo lo que me dijo...
—¿Y qué fue?
—"Creo que me lastimé un poquito...¿Crees que es grave?". Luego, me sonrió y segundos después su mandíbula se cayó de su lugar. Grité, pero me brincó encima y ahí fue donde caí al suelo. No pude defenderme, mi arma salió volando de mis manos y con trabajos estaba tratando de que no me mordiese la cara, pero me escupió segundos después. Pensé que moriría, pero el militar al mando llegó hasta donde estaba y le disparó. Por último me ataron de las manos en cuanto llegaron por mí y desperté aquí, es todo.
—¿No hay nada más que quieras agregar? —Preguntó el doctor y negué —. Bien, estamos haciéndote estas preguntas porque trajeron el cuerpo del niño que te atacó para examinarlo y sucede que encontraron un tipo de "mutación" en su cuerpo.
—¿Entonces significa que me creen?
—En efecto, Min Yoongi. No eres el único que ha dado un testimonio así, había una chica en cuarentena que también nos dio sus testimonio cuando la atacaron fura del refugio, sobre infectados que hablaban. Lastimosamente ella murió la semana pasada, así que lo dejamos como mentira, pero ahora tú nos dices lo mismo y creo que vamos a mandar a estudiar el cuerpo con detenimiento.
—¿Y podré salir de aquí?
—No, no puedes hacerlos hasta que no seas una amenaza para el refugio.
—¡Pero sobreviví tres días! Todos los infectados que vi se convertían en un día y medio o incluso a los minutos...ya pasé esa fase, ¿No?
—Sí, pero primero te vamos a someter a estudios hasta estar cien por ciento seguros de que el virus no está dentro de ti. ¿Qué crees que sucedería si te soltamos y en unas horas comienzas a sentir los primeros síntomas del virus? Tus amigos estarían en peligro.
Me quedé callado unos segundos sin saber qué decir. Tenía razón, no estaba seguro si el virus no vivía dentro de mí ahora.
—Tus amigos podrán venir a verte hoy, ya que están preocupados. Pero no podrán entrar, te verán desde afuera por su seguridad —Yo asentí —, estarás siendo monitoreado las veinticuatro horas del día por si surge algún problema y estarás siendo sometido a experimentos y pruebas para ver si tu cuerpo está bien, ¿Quedó claro?
—O sea, ¿Seré una rata de laboratorio? Prácticamente estarán experimentando conmigo.
—Como desees verlo, Min Yoongi.
Todos los doctores comenzaron a salir en completo silencio, guardando sus bitácoras y perdiéndose en el pasillo de afuera. El último doctor que salió, volteó a verme una vez más, para luego cerrar la puerta y sellarla por fuera.
Maldita sea, estaba bien, yo me sentía sano. ¿Cómo era posible que me creyeran una amenaza? Ni siquiera había presentado síntomas en tres días...eso era una ventaja, ¿No?
No sé en qué momento el tiempo había pasado tan lento; La habitación me estaba volviendo loco y lo único que podía oír era el molesto ruido de la máquina a mi lado que marcaba mis latidos. Estos eran lentos, casi con pereza, que incluso que daban ganas de pararme y desconectar todo para poder descansar.
Además, la maldita camilla era demasiado incómoda y la calefacción estaba apagada. Esto era una celda, no una habitación común y corriente.
—¡Está haciendo demasiado frío aquí! —Grité mirando hacia el techo. Sabía que me podían escuchar y estar siendo observado seguramente por varios doctores me estaba poniendo nervioso e incómodo —, ¡Si no me mata el virus, lo hará el frío!
Suspiré rodando los ojos, moviendo mis muñecas para adormecer un poco el dolor en estas; Estar esposado dolía y mucho, sentía que mis muñecas se iban a separar con el frío metal alrededor de ellas.
—¡¿Pueden quitarme estas malditas esposas, por favor!? —Exclamé comenzando a moverme con salvajismo, tratando fallidamente de quitármelas. El ruido del metal chocando contra la camilla, me estaba aturdiendo, sin embargo, tenía la esperanza de que estas se rompieran.
—¡Yoongi! —Oí una voz que reconocí al instante, así que volteé rápidamente hacia la ventana, encontrándome con todos los chicos. Estos me miraban confundidos e incluso asustados, seguramente por mi extraño comportamiento para quitarme las esposas —, maldita sea, al menos estás bien.
—Jin, sácame de aquí, por favor —Rogué, mirándolo con cierta triteza en mis ojos.
—No puedo hacerlo, lo siento... —Dijo suspirando —. Sólo podemos estar aquí unos cuantos minutos. Después vendrán por nosotros.
—¿Cómo estás, amigo? —Preguntó Hoseok con tristeza en sus palabras.
—Cansado y con un dolor horrible en mi cabeza debido al maldito ruido que hace esta máquina —Dije señalándola con mi cabeza —, ¿Dónde está Jimin y Taemin?
—Taemin está internado en el hospital de nuevo y a Jimin ya lo dieron de alta, así que ahorita viene, lo va a trasladar Ragnar para que no camine tanto —Dijo Jungkook, quien tenía entre sus brazos a KyuHyun. Él me miraba con confusión, sin saber por qué estaba aquí adentro.
—¿Por qué no sales, Yoongi? Quítate esas pulseras de las manos que ya se atoraron en la camilla y sal para que te pueda dar un abrazo —Dijo KyuHyun agarrándose de la reja —. No estuviste en tres días y todos te hemos extrañado mucho.
Sentí como mi corazón se oprimió y sonreí aguantándome las ganas de llorar.
—¿El refugio está bien? —Pregunté acomodándome sobre la incómoda camilla.
—Sí, tristemente murieron mil personas. Ya pudimos regresar a nuestro hogar, pero no es lo mismo sin ti —Dijo Hoseok haciendo un puchero.
—Espero que pueda salir lo antes posible de aquí. Es muy incómodo estar acostado con las extremidades esposadas a la camilla y con la habitación más helada que nada.
—Oh mira, ahí viene Jimin —Rápidamente mi vista se posó en el cabello café de Jimin, quien venía caminando con cierta lentitud agarrado del brazo de Ragnar. Llegaron hasta ellos y Ragnar me volteó a ver con una pequeña sonrisa forzada.
—¿Dónde está Yoongi? —Preguntó Jimin buscándome. Rápidamente Jin lo hizo extender sus manos y tocar la reja, ahora sí, parada hacia mi dirección —, ¿Puedo pasar?
—No, Jimin. Yoongi debe estar dentro de la habitación por su seguridad... —Dijo Jin y Jimin rápidamente cambió su cara a una de tristeza —. Está frente a ti, háblale.
—Hola Jimin —Dije con una pequeña sonrisa y él instantáneamente sonrió.
—Creo que nuestro tiempo aquí acabó. Sólo se quedará Jimin y Ragnar. Cuídate mucho, Yoongi, por favor —Dijo Jin con tristeza en su voz. Yo asentí mirándolos como uno por uno se fueron despidiendo hasta desaparecer al otro lado del pasillo.
—Te tenemos una buena noticia, Yoongi —Dijo Ragnar sonriendo —. El doctor que atiende a Jimin ha programado su operación para la vista para dentro de tres días. Su salud mejoró bastante y ya es posible que lo operen sin recibir alguna infección no deseada en su cuerpo. Su pierna está tardando en sanar, pero para dentro de una semana estará completamente recuperado e incluso podría correr como antes, sólo es que la herida se cierre por completo.
—¿¡De verdad!? ¡Eso es fantástico! Es la mejor noticia que he recibido hoy, ¿Cómo te sientes, Jimin?
—¿Están hablando de mi operación? Si es así, estoy muy emocionado, pero asustado —Dijo con cierta pena en su voz. Por alguna extraña razón lo notaba más relajado y el color rosa de sus mejillas había aparecido de nuevo.
—Oye, Ragnar...¿Cómo es que sabes de la operación?
—Estos tres días hemos hablado acerca de todo lo que ha sucedido mientras Jimin se encontraba en el hospital. Ya sabe que ustedes van a trabajar, que es lo que puede suceder en la operación y sus desventajas. También ya estoy enterado de la operación y me sé un poco de la historia de cada uno, incluso de lo que pasó allá en Corea. Sólo fue para fines de la salud de Jimin, nada personal.
—Bueno, eso me tranquiliza un poco. ¿Sabes cuándo podré salir de aquí?
—No, no lo sé. Eso yo no lo manejo ya que no está en mi campo, lo siento.
—Bueno...¿Al menos podrían venir a decirme cómo se encuentra Jimin después de su operación? No podré verlo, así que al menos quiero saber el resultado final.
—Claro que sí, yo vendré a verte y te estaré informando acerca de lo que esté pasando afuera. Tú no te preocupes, cuidaré de los chicos lo mejor posible —Ragnar sonrió y yo lo imité, para después voltear a ver a Jimin y suspirar. A pesar de no poder verme, tenía su cara dirigida directamente hacia mí, como si de verdad pudiera verme.
—¿Y tú, cómo te sientes? —Preguntó Jimin frunciendo levemente su ceño.
—Bien, Jimin. Estoy muy cansado y parece que me cayó un elefante encima, pero estoy tranquilo, gracias por preocuparte, Jiminie.
Ragnar observó su reloj y después suspiró, tomando suavemente el brazo de Jimin, así que rápidamente él se dio cuenta y bajó la cabeza, sabía que ya era hora de irse.
—Ya se acabó el tiempo, es hora de irnos —Dijo Ragnar con tono de tristeza y asentí.
—Estaré fuera lo más pronto posible, Jimin. Sé fuerte y espero que tu operación salga de maravilla —Dije con una pequeña sonrisa y él asintió.
—Cuando salga de mi operación, lo primero que haré es venir a verte y no me importa, voy a entrar —Dijo con una sonrisa, por lo que lo imité soltando una risita en el proceso —. Sé fuerte Yoongi, saldrás de aquí.
—Lo sé, Jimin. No me rendiré tan fácil y ya te prometí algo. No te voy a dejar solo.
Jimin asintió separándose lentamente de la reja, como si no quisiera hacerlo. Tomó el brazo de Ragnar y él se despidió con la mano, no sin antes regresar su cara hacia mí.
—Quiero que salgas de aquí con vida, ¿Sí? —Murmuró Jimin y luego sonrió, haciendo que sus mejillas se tornaran de un leve color rojo.
Oh mierda, de verdad extrañaría a Jimin. Yo necesitaba estar a su lado cuando lo operasen y ahora estaba encerrado en esta maldita habitación esposado y con riesgo de muerte por virus.
Y ahora mismo, sentía mis mejillas calientes de tan solo pensar lo ridículamente cursi que me estaba volviendo y que ahora mismo, los doctores que me vigilaban estaban viendo como me avergonzaba.
Creo que he merecido mi lección, ya déjame en paz,maldito karma estúpido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top