Capítulo setenta y uno: Caníbales.
Min Yoongi.
Nuestros pasos apresurados es lo único que se escucha en las escaleras de metal hacia los estacionamientos. Tengo miedo de voltear hacia arriba, pues sé que cientos de infectados nos están siguiendo, y yo soy el último de todos de nuestra pequeña fila que hemos hecho para bajar.
Todo está tan malditamente oscuro, que no logro distinguir cuándo demonios van a acabar las escaleras, y también temo que abajo esté igual de infestado que aquí.
—¡Por allá! —Grita Taehyung, quien va hasta el frente de nosotros. Por fin las escaleras han terminado, y el primer estacionamiento ha aparecido frente a nuestros ojos. Pero rápidamente, el olor putrefacto de aquí abajo me hace taparme la nariz para no vomitar con lo que tenemos en frente.
Cientas de personas se encuentran tiradas en el piso, muertas. No parecen haber sido mordidos, pues lo único que puedo ver, es que les faltan extremidades y sus cráneos están perforados; Incluso algunos están partidos a la mitad. Un maldito corte perfecto...que no pudo haber sido obra de algún infectado o mutante.
—Dios, voy a vomitar...—Murmura Charlotte tapándose la parte de la boca y la nariz, en un intento por retener el vómito. Sin embargo, no hay tanto tiempo, pues claramente puedo oír que los infectados vienen bajando, quitándonos la poca ventaja que teníamos sobre ellos.
—¡Sigan! —Exclamo, sacando mi pistola para poder tenerla cerca a pesar del maldito olor tan horrible.
Todos volvemos a correr, siendo levemente alumbrados por la linterna que trae Jungkook en sus manos. Pero no es suficiente, pues hay bastantes autos estrellados por todos lados, al igual que más cuerpos regados que nos hacen tropezar.
Y de pronto, un crujido de vidrios, hace que Jungkook se detenga, apagando rápidamente la linterna por seguridad y Drago chilla, por lo que rápidamente Charlotte le acaricia la cabeza para tranquilizarlo.
—Mierda... —Susurro tomando a Jimin de la mano, para escondernos detrás de un auto junto con los demás.
Estábamos tan cerca de salir de ahí.
—Por ahí...—Susurra Jungkook señalando una salida, donde claramente puedo ver luz. Yo asiento, mirando a todos quienes ya están listos. Y una vez que nos levantamos, comenzamos a correr directo a la salida, que no está tan lejos como parece.
Claramente oigo el ruido de pisadas humanas, y eso hace aumentar mi velocidad para no ser alcanzado; Estamos a tan solo unos metros de salir, y así podría ser más fácil matar a los que nos estén siguiendo en plena luz del día, pero un grito sale de la boca de Taehyung, y después cae al suelo en seco, soltando su pistola y tratando de tocar su muslo con las manos temblorosas; Su pierna ha sido perforada por un cuchillo, haciendo que su sangre comience a manchar rápidamente su pantalón.
—¡Taehyung! —Exclama Jungkook, regresando hacia él para poder tomarlo de un brazo para hacer que se pare. Pero él se niega, tratando de detener la hemorragia de su pierna lastimada.
Rápidamente volteo a todos lados, tratando de ver de dónde vino ese maldito cuchillo; Y cuando menos me lo espero, una chica sale corriendo de entre las sombras, gritando como una maldita enferma y levantando un cuchillo sobre su cabeza. La esquivo rápidamente, haciendo que ella caiga al suelo y por ende, comienza a gritar de nuevo como si estuviese haciendo un berrinche demasiado estruendoso.
—¡Mierda, cállate! —Exclama Jimin, jalándome hacia él para después dispararle a la cabeza de la chica sin ningún remordimiento. Pronto oigo más pasos, y me alerto cuando Jungkook le arranca el cuchillo del muslo a Taehyung, para después tratar de cortarle la circulación con el cinturón que anteriormente traía puesto.
Dos hombres más salen de la oscuridad, con enormes machetes ensangrentados directo hacia nosotros. Luego, tres más salen, igual con armas blancas dispuestos a cortarnos alguna extremidad.
—¡Disparen! —Exclamo, por lo que Jimin, Charlotte y yo comenzamos a disparar a todos los hombres y mujeres que comienzan a salir tratando de matarnos. Mientras tanto, Jungkook ha levantado a Taehyung, quien, a pesar de seguir gimiendo de dolor, camina con su pierna sana, siendo ayudado por Jungkook.
Rápidamente dejo de disparar, tomando a Taehyung del espacio de su brazo y axila, para que él se apoye contra mi cuerpo y así poder salir con más rapidez.
—¡Vámonos! —Grito, jalando a Taehyung hacia la salida, donde el maldito sol choca contra mis ojos una vez que salimos de ahí con ayuda de los disparos de Charlotte y los de Jimin. Por suerte, no hay infectados en la salida, pues todos parecen haberse ido por el ruido de los vidrios rotos de la entrada del centro comercial.
Jungkook y yo vamos ayudando a Taehyung a caminar, pero puedo notar que está perdiendo mucha sangre, ya que poco a poco su cuerpo se vuelve cada vez más pesado y su piel más pálida de lo normal.
—¡NO, ATRÁPENLOS! ¡NO LOS DEJEN IR! —Oigo el grito de una mujer detrás de nosotros, por lo que volteo rápidamente sin dejar de correr torpemente por el peso de Tae en mis hombros; Son demasiados caníbales los que estaban ahí adentro, pues han salido diez más del estacionamiento.
—¡Ya no tengo balas! —Exclama Charlotte, sin dejar de correr junto a nosotros.
—¡Yo sólo tengo una! —Exclama Jimin, por lo que yo rápidamente saco mi pistola del cinturón de mi pantalón, para lanzársela después. Y de nuevo, los disparos vuelven a sonar; Sólo son cinco, pues mi pistola ya no contaba con muchas balas y la de la pistola de Jimin fue el último tiro antes de que los caníbales que quedan y los infectados que nos han oído, comiencen a seguirnos.
—Déjenme...—Balbucea Taehyung, a punto de cerrar sus ojos, yo entro en pánico —. Les dará tiempo de correr.
—¡No! ¿¡Estás loco!? —Exclama Jungkook, agarrándolo con más fuerza para que no caiga. Pero es muy tarde, Taehyung se vuelve tan pesado que de un momento a otro cae al suelo, gritando por el dolor y, por ende, hace que Jungkook y yo nos tropecemos —. Mierda, levántate Tae...
Rápidamente Jungkook saca su pistola, y los últimos cinco caníbales caen al suelo con un tiro limpio en sus frentes. Mierda, es demasiado ruido aquí afuera.
—¡Váyanse! —Grita esta vez, por lo que Drago simplemente se acerca a Taehyung para sentarse a su lado y chillar por el miedo al ver que no se levanta —, ¡Váyanse ya! Les daré tiempo...
—¡No quiero! ¡No te dejaré! —Exclama Jungkook, tratando de levantarlo por segunda vez —. ¡No me iré sin ti!
Y el nerviosismo ataca mi cuerpo cuando cientos de infectados están cada vez más cerca de nosotros, gimiendo y gruñendo con fuerza. Mierda, no otra vez...
—Mierda...—Dice Jimin, agarrándose el cabello con frustración para mirar al cielo y después exhalar —. Yo tampoco pienso irme si tú no vas con nosotros, ¡Taehyung, has un esfuerzo más!
Lentamente cierro los ojos, suspirando con pesar. Yo tampoco me iré si Jimin no viene conmigo, y a pesar de que Charlotte podría irse sin importar qué, ella también se queda, sacando su machete, lista para pelear.
—Tae, por favor...vamos —Susurra Jungkook, tomándolo de su brazo para pasarlo por su hombro y hacer que levante la mitad de su cuerpo. Yo me acerco rápidamente para ayudarle a levantarlo fallidamente, pero de pronto, cientos de disparos me hacen cerrar los ojos y apretar las manos.
Pero ninguno nos toca.
Cuando volteo, me doy cuenta de que hay dos hombres con una M16 en sus manos, disparando a todos los infectados que están más cerca. Luego, una enorme camioneta negra se estaciona bruscamente cerca de nosotros; Ahí, la puerta trasera se abre, por lo que salen dos hombres y una mujer, corriendo hasta nosotros.
—No les haremos nada —Dice la chica levantando las manos para indicarnos que no tienen armas. Rápidamente observan el estado de Taehyung, y su mirada se vuelve de susto —. Si quieren sobrevivir, vámonos de aquí antes de que los zombies nos maten a todos.
Sin embargo, ninguno se mueve, por lo que ella suspira inquieta.
—¡Confíen en nosotros! Ayudaremos a su amigo o morirá aquí afuera junto con ustedes, vamos —Sin pensarlo dos veces, Jungkook y yo levantamos a Taehyung, quien está quedando inconsciente. Todos seguimos a esas personas que nos han ayudado, y cuando todos estamos adentro, la camioneta arranca con violencia, haciendo chirridos con las llantas y atropellando a los infectados que se encuentran cerca.
Luego, nos alejamos de ahí con velocidad. Siento miedo cuando veo que cada vez nos vamos alejando más y más de nuestro camino, así que sólo cierro los ojos respirando profundo para poder tranquilizarme y después mirar a la chica que está ayudando a que Taehyung deje de perder más sangre.
—Su amigo estará bien, en nuestro refugio podremos limpiarle la herida antes de que se infecte...tranquilos, están a salvo.
Sólo quiero que ayuden a Taehyung, para poder volver con Jin y Nam antes de que piensen que estamos muertos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top