Capítulo setenta y seis: Infectados y humanos.

Min Yoongi.

—Cuatro semanas después.

—¡No, así no se agarra el machete! ¿¡Acaso quieres cortarte los dedos o la cara!? —La voz de la "maestra" frente a mí, me hace levantar mi vista del libro que traigo entre mis manos.  Hoy, el patio principal se ha convertido en un campo de tiro y entrenamiento para niños y jóvenes que no saben usar armas. Además de que el cielo está despejado y el sol en su punto más alto, todo el lugar está repleto de gente; Algunos están cultivando, otros alimentando a los animales, y luego estoy yo, que está sentado en una de las bancas cerca de los niños leyendo un libro que me he encontrado en la biblioteca. 

—Perdón, maestra Nancy...—Dice la pequeña niña que no ha de sobrepasar los diez años de edad. La maestra suspira acercándose a ella para después hincarse y acariciar su mejilla —. No volverá a ocurrir, lo prometo.

—Y eso lo sé, debes entender que soy dura con todos ustedes porque no quiero perderlos allá afuera por una distracción. ¿Cómo crees que tus papás se sentirán si no regresas? —La niña termina por asentir, y la maestra vuelve a explicarle cómo se agarra el machete. Pronto, la pequeña lo logra, y Nancy voltea a verme con una sonrisa, que rápidamente le correspondo con un asentimiento de cabeza —. Yoon, mi hora de entrenamiento con los niños está por acabar, recuerda que te toca esta semana enseñarles a los adolescentes —Dice acercándose a mí para tomar asiento a un lado. 

—Lo sé, ¿No quieres hacerlo por mí? —Pregunto haciendo un puchero, mientras cierro mi libro con el separador que me ha dado Gabriel —. Un chico parece que está enamorado de mí, ¡Y no se me separa nunca!

—¿Crees que me importa? —Dice mirándome con recelo, por lo que yo le suelto un suave golpe en el hombro —. Tranquilo, todos en el refugio sabemos que tienes un precioso novio, llamado Jimin y ese chiquillo que te persigue no creo que pueda hacer algo para que te separes de él. 

—Sólo yo puedo decirle precioso...—Digo mirándola con "enojo", por lo que ella ríe. 

—Sabes que son como mis pequeños hijitos adorados, Yoongi. Más Jimin, que se ha esforzado demasiado por aprender inglés con mi hermano Siwon —Yo asiento, mirando hacia el frente con una pequeña sonrisa boba en mi rostro. Pero ésta pronto se borra cuando veo a todos los niños practicar hasta el cansancio, con sus caritas serias y sin algún rastro de inocencia. 

Ellos deberían estar en una escuela aprendiendo historia o alguna otra materia, y no utilizando armas para poder sobrevivir. 

—Es duro, ¿No?  Ver a todos esos niños con armas así de peligrosas cerca de ellos —Dice, después de soltar un suspiro —. Desde que llegué aquí, me he dado la tarea de entrenar a los niños que llegan al refugio. Y ahora, estoy agradecida que me ayudes con los entrenamientos, pero te necesito neutro ante esto, porque sabes que ese maldito grupo de asesinos nos busca ahora más que nunca, y ellos deben estar preparados para los muertos, o para los vivos. 

—Lo sé, Nancy —Digo mirándola, para después levantarme después de soltar un pequeño suspiro —. La hora ya ha acabado, me toca. 

—Si necesitas ayuda, me hablas, ¿Sí? —Dice levantándose también. Yo asiento, para después ver como se adelanta para terminar con el entrenamiento de niños y llevárselos de ahí. Pronto, puedo observar que los chicos comienzan a llegar, saludándome y sonriéndome levemente. 

Y por último llega ese chiquillo, de cabellos azules desteñidos con una sonrisa socarrona en el rostro. 

—Hola, maestro Min —Dice con un extraño tono, y al mismo tiempo sonriéndome una vez que llega. ¿Qué tendrá, dieciséis años? Dios, necesito a Jimin aquí. 

—Bien, empecemos con la clase —Digo ignorando su extraña forma de hablarme —. Ya saben, vamos a seguir con las pistolas Glock. Tienen sus campos de tiro, POR FAVOR, no se pongan a jugar o si no saldrán a correr para darle toda la vuelta al refugio, ¿Oyeron bien? Recuerden no usar más de tres cartuchos, así que tiren bien. 

Todos asienten, por lo que rápidamente toman sus pistolas para comenzar a disparar segundos después de mi orden. Pero pronto, puedo sentir la mirada del niño en mí. 

—¿Sucede algo, joven Felix? —Pregunto, acercándome y mirándolo con la mejor seriedad que se me ocurre, pero él sonríe negando con la cabeza —. Ponte a disparar, o serás el primero en salir a correr por el refugio. 

—Me va a acompañar, ¿No? No puedo salir solo, son las reglas de Gabriel —Pregunta con un tono "dulce" pero que me hace hacer una mueca sin querer —, ¿Pasa algo, maestro Min? 

Alguien líbreme de aquí, por favor.

—No sé qué intenciones tengas, Felix. Pero créeme que yo no soy el indicado para ti, soy más grande que tú en todos los sentidos y no creo que tu papá sea feliz de verte conmigo. Además, yo tengo novio y lo amo muchísimo como para meterme con un niño como tú.

—No eres taaan grande, tengo dieciséis. 

—Y yo veinticinco, así que cálmate —Ordeno, para después darme la media vuelta y tomar mi lugar en donde pueda ver a todos, pero la mano de Felix tomándome del hombro. 

—Hazme caso, Min. Cuando quiero algo, lo consigo, ¿Oíste? —Dice con una pequeña sonrisa —. Y tú, en serio me gustas mucho. Desde que te presentaste ante el refugio completo...y no me importa tu noviecito, yo puedo darte más placer del que él te da...Además, yo veo muy feliz a Jimin con Siwon, ¿Por qué no los dejas ser felices y vienes conmigo? 

—¡Mi amor! —La voz de mi novio detrás de mí me hace sonreír, y mirar a Felix con victoria. 

El niño solo mira de mala gana a Jimin, para después regresar a su campo de tiro y empezar a disparar sin siquiera mirarnos. 

—Jiminie...hola —Digo, tomándolo de la cintura para depositar un pequeño beso en sus labios —, ¿Terminaste tu clase de inglés? 

—¡Sí! Por eso vine, ¿Cómo van tus alumnos? —Pregunta separándose de mí, para voltear a verlo, así que yo aprovecho para tomarlo de la cintura y acercarlo a mí. 

—Bien, supongo. Aún no han logrado dar todos los tiros con precisión —Digo, acariciando su cintura. 

—Bien, sólo vine de paso. Tengo que ir a ayudar a descargar el camión de provisiones que acaba de regresar, Nancy me dijo que me extrañabas, así que vine —Dice con una sonrisa tierna —. Yo también te extrañé, a pesar de habernos visto en la mañana —Y antes de que diga algo más, lo miro con curiosidad antes de que volver a besarlo con ternura —. Yoonie...tengo que irme y tú debes de cuidar a tus alumnos. Nos vemos en la noche, ¿Sí? Te amo, no lo olvides. 

—Yo te amo más, mi amor. 

Y para cuando él se va por el otro lado, en la entrada del edificio puedo ver a Nancy recargada en la pared. Ella rápidamente me guiña el ojo, antes de que despedirse con la mano y desaparecer dentro del edificio. 

Gracias, maldita sea. 

La hora de término del entrenamiento llega, por lo que antes de que el niño molesto se me acerque, salgo disparado de ahí para poder encontrarme con Namjoon y Jungkook. Por suerte, Felix no me sigue, así que me dispongo a buscarlos en donde habíamos quedado con más tranquilidad. 

Cuando llego a la sala de enfermería, puedo notar que están los dos ahí esperándome. Hoy es el día en que le quitarán los puntos a Jin, y Taehyung por fin podrá salir de su habitación. 

—¿Cómo están los chicos? —Pregunto una vez que llego, captando su atención. 

—Sólo estamos esperando a que salgan —Dice Jungkook, con cierta emoción en su voz —. No nos dejaron pasar, así que por eso estamos aquí afuera. 

Quiero decir algo, pero rápidamente soy interrumpido por las puertas que se abren. Y de ellas, sale Jin y Taehyung. Jin camina solo y parece que no le ha pasado nada, pero Taehyung viene recargado en un par de muletas. 

—Sólo las usaré esta semana, no se preocupen —Dice Taehyung con una sonrisa —. ¿Cómo están? Seguramente me extrañaron. 

—Yo sí...—Dice Jungkook, antes de acercarse a novio y abrazarlo con cuidado de no tirarle las muletas. Jin pronto llega con Namjoon quien es recibido con un beso que me hace mirar a otro lado. 

—Me siento excluido aquí...—Digo suavemente, por lo que los cuatros me miran con diversión —, ¿Qué es lo gracioso? 

—Tú estuviste con Jimin en la misma cama, nosotros no podíamos porque yo tenía que quedarme en el sillón de su cuarto para estar con él —Dice Namjoon, entrelazando su mano con la de Jin. 

—Sí, Yoongi, cállate mejor. —Dice Taehyung con burla, por lo que yo solamente ruedo los ojos, divertido. 

Parece que ellos no piensan dejar de darse amor, por lo que sonrío, dejando que ellos sigan en lo suyo, volteando hacia la ventana para perder mi vista en el patio principal. Y ahí es donde me doy cuenta de que todos los guardias están corriendo hacia la entrada principal con armas entre sus manos y algunos otros metiendo gente al edificio con desespero. 

—¿Qué está pasando? —Digo volteándolos a ver, para después correr hacia el otro extremo de la sala y asomarme por la otra ventana. Casi no se ve, ya que ésta está tapada por el muro del edificio A. Sin embargo, cuando por fin logro ver que hay, la sangre se me hiela por un momento; Hay tres camiones estacionados a la mitad de la calle, y al parecer no hay ningún conductor dentro. Pero cuando menos me lo espero, a uno de estos le explota la puerta de la caja de carga, dejando salir de éste muchos infectados.

¿Cómo demonios no lo escuché?

Así sucede con los otros dos, a los cuales también les explota la puerta trasera dejando que salgan más infectados de éstos. 

—¿Qué sucede? —Pregunta Namjoon, acercándose. Y pronto se da cuenta de lo que está pasando, por lo que me mira con nerviosismo —. Mierda, vamos. 

—¿Qué sucede? —Pregunta Jin acercándose, pero Namjoon lo detiene. 

—Quédate con Taehyung, por favor. —Dice, tomándolo de las manos. Jin termina por asentir, mirándonos a todos —.  Jungkook, necesito que vayas con nosotros, seguramente Gabriel necesitará nuestra ayuda. 

Pero yo me adelanto, puesto que estoy muy nervioso. Jimin estaba cerca de las puertas principales descargando los suministros que habían traído en la mañana. 

Lo único que me faltaba para que se cagara mi día. 

Pronto oigo disparos, segundos después, gritos. La adrenalina comienza a consumirme, por lo que siento que bajo las escaleras con tanta rapidez que no me doy cuenta en qué momento ya me encuentro fuera del edificio, buscando a la única persona que me importa, Jimin. 

—¡Yoongi! —Grita Nancy, acercándose a mí para entregarme una pistola. Rápidamente me aseguro de que tenga las balas suficientes para después quitarle el seguro y correr junto a ella hacia la puerta. 

Y ahí está Jimin, disparándole a un par de infectados corredores que tratan de acercase a él en un intento fallido por morderlo. 

—¡Jimin! —Grito, captando su atención, pero pronto disparos enemigos me hacen tirarme al suelo con él debajo de mí. Rápidamente lo abrazo contra mi pecho, escondiéndonos detrás de unos contenedores de basura que se encuentran cerca. 

Mierda, sé qué es lo que sucede; El otro grupo nos encontró. 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top