Capítulo setenta: Exquisito.

Min Yoongi. 

Mi corazón está acelerado, y claramente puedo escuchar mis latidos retumbar fuertemente en mis oídos. Presiento que, en algún momento, los infectados lograrán oírme solamente con el sonar de mis pulsaciones, y eso hace preocuparme bastante.

Todos están esperando a que mi plan comience, pero me siento asustado a pesar de que ya he hecho esto antes; A esto jamás podré acostumbrarme

—Vamos, no tenemos todo el día —Susurra Jungkook, por lo que asiento empuñando mi navaja. 

El plan era sencillo; Acercarnos sigilosamente a los ocho policías y militares, y enterrarles nuestras armas detrás de su cabeza, donde se encuentra el único espacio libre entre su casco y su piel putrefacta. Sin embargo, nosotros sólo somos cinco, y corríamos el riesgo de que el resto nos interceptara antes de que pudiésemos hacer algo al respecto. 

—Vamos —Susurro, para después hacer una seña con mis manos y caminar con la espalda encorvada con rapidez entre los autos para que los demás infectados no logren vernos. Mis manos tiemblan levemente, pero en cuanto estamos a unos cuantos metros de los infectados, me detengo escondiéndome detrás de un auto volcado y calcinado por el fuego —. No se alejen demasiado, y no dejen que los cuerpos caigan al suelo porque harán demasiado ruido. 

Los demás asienten, volviéndose a levantar para seguir caminando en completo silencio hasta el primer infectado que tengo en frente de mí. 

Mierda, aquí vamos. 

Con mucho cuidado, tomo por el hombro a uno de los infectados, por lo que este gruñe tratándose voltear. Pero antes de que lo haga, lo tomo con fuerza, pasando uno de mis brazos por su torso y enterrándole mi cuchillo en la nuca con mucha presión para alcanzar su cerebro con el filo, haciendo que éste deje de moverse y sus piernas dejen de funcionar. 

Rápidamente observo que los demás se dispersan del pequeño grupito que habíamos hecho, para tomar a un infectado diferente y hacerle lo mismo que le hecho al que tengo agarrado con fuerza para que no caiga. Pero el maldito es tan pesado que me tiembla el brazo y hace que no pueda sacarle el cuchillo de la cabeza. 

—¡Sigan! —Muevo los labios sin gritar, cuando Taehyung me observa que estoy peleando con el infectado muerto en mis manos. Una vez que las rodillas del muerto impactan contra el suelo, por fin puedo soltarlo, para después sacar por fin el maldito cuchillo de su cráneo y seguir con el siguiente. 

Pero para nuestra mala suerte, uno de ellos voltea cuando Jungkook accidentalmente deja caer a uno de los muertos en seco, haciendo que el plástico de su casco se estrelle contra el suelo. 

—Mierda...—Susurro, oyendo con el infectado comienza a gruñir con fuerza alertando a los más cercanos a él. 

Sólo quedan dos militares y un policía con casco, sin embargo, detrás de ellos vienen más infectados normales, por lo que gruño tomando el machete de mi cinturón. Mi cuchillo no me va a servir. 

Jungkook y Jimin se adelantan a los primeros dos infectados militares, tomándolos de la ropa para voltearlos y poder hacer que se hinquen en el piso, enterrándoles después su cuchillo en la nuca. 

A la mierda...—Susurro corriendo hacia el último policía, tomando impulso para agarrar fuerza e impactar mi machete en el cuello del infectado con toda la brutalidad. Y logro mi cometido; Arrancarle la cabeza y mandársela lejos de su cuerpo. 

Los siguientes infectados son fáciles de matar, puesto que no tienen ninguna protección en su cuerpo que me haga más difícil el trabajo. Y para cuando Charlotte mata al último infectado, con señas les ordeno que nos escondamos detrás del tanque que hemos usado como escondite. 

—Drago, ven aquí —Ordeno en voz baja cuando hemos terminado de matar a todos los infectados. El Pastor Alemán rápidamente sale detrás de un auto, moviendo la cola, por lo que rápidamente saco una croqueta de mi bolsillo para dársela. 

Durante estos meses, habíamos descubierto que nuestro perro es más inteligente de lo que creímos, por lo que pronto supimos que, a cambio de darle órdenes en nuestras misiones, él merecía una croqueta como regalo. 

Busca —Ordeno, por lo que Drago rápidamente se levanta de su lugar para comenzar a olfatear el aire y de vez en cuando debajo de los autos. Luego, observo que brinca una de las vallas, para después sentarse frente a la puerta y mirarnos sin hacer ruido. 

No había ningún infectado o mutante cerca. 

—Vamos nosotros —Ordeno comenzando a caminar con rapidez hacia las vallas, por lo que rápidamente los demás me siguen hasta donde es nuestro último punto; Las puertas del centro comercial. Volteo una última vez hacia atrás, buscando algún infectado que nos haya visto, pero a ver que no es así, brinco la valla, para después esconderme y esperar a que todos la brinquen también. 

Jungkook es el último, y cuando llega hasta nosotros, asiente. Es hora de entrar. 

Drago se acerca a nosotros, por lo que le doy otra croqueta antes de movernos con rapidez hacia las puertas entre-abiertas con algunas cintas de policía, que por suerte podemos esquivar antes de entrar al centro comercial totalmente a salvo. 

—Tienen media hora para buscar todo lo que necesiten. Luego nos veremos en la entrada del centro comercial para regresar por dónde venimos, ¿Está bien? —Digo, cuando nos hemos escondido en un local de lo que pareció ser de helados. Todos asienten, para después mirar a Charlotte —. Jimin, Charlotte y yo iremos juntos. Ustedes dos se llevarán a Drago, ¿Sí?

—Sí, me parece bien —Dice Jungkook levantándose —. Vamos, Tae. 

—Mucho cuidado en el segundo piso y en el tercero. Hay lonas blancas tapando las escaleras junto con algunas camillas vacías, pero llenas de sangre y por lo que vi, ocuparon este lugar para los heridos, así que no hagan ruido porque no sabemos que hay detrás de esas lonas. 

Ellos dos asienten, llevándose a Drago, para después desaparecer de nuestra vista cuando doblan el pasillo. Así que yo volteo a ver a Jimin y Charlotte. 

—Vi unas tiendas de ropa para chica, ¿Quieres que te acompañemos? —Pregunto observándola, y ella niega. 

—No quiero ir sola —Contesta levantándose —. Pero, quiero que ustedes aprovechen también su tiempo y podamos irnos lo antes posible. Si necesito ayuda lo pediré, ¿Sí? 

Los dos asentimos, por lo que pronto salimos de ahí para acercarnos a la primera tienda que vemos. 

Y cuando menos nos damos cuenta, el tiempo pasa rápidamente en lo que escogemos ropa y lo que Jin nos ha pedido en la lista. Por suerte, la mayoría lo encontramos en diferentes tiendas.

Aunque, el único problema es que solamente nos faltan algunas cosas en la lista, y que solamente se encuentran en el maldito segundo piso. 

—¿Crees que Jungkook y Tae hayan encontrado lo que les tocó en su lista? —Pregunta Jimin, una vez que los tres ya nos encontramos juntos fuera de la tienda de ropa para niño.

—No lo sé, espero que sí —Contesto mirando mi lista —. Vamos a terminar la lista. 

—¿Tenemos que subir? —Pregunta Charlotte, por lo que yo asiento —. Mierda, no quiero. 

—Puedes quedarte aquí, pero estarías indefensa —Digo, pero Jimin me toma del hombro con suavidad. 

—Puedo quedarme con ella, Jungkook y Taehyung también deben de estar arriba y podrás terminar la lista con ellos —Y aunque me sonríe con tranquilidad, no puedo evitar hacer una mueca.

¿Por qué él se tenía quedar con ella? 

—Sí, no hay problema...—Digo con el tono más tranquilo que puedo, y funciona, ya que Jimin asiente con una pequeña sonrisa —. Iré rápido, ahora vuelvo. 

Sin voltear atrás, troto hacia las escaleras eléctricas que alguna vez funcionaron, para subirlas con cuidado de no hacer ruido en el intento hasta llegar al pasillo donde están las tiendas que necesito.

Tiendas de electrónica, de medicina y deportiva. Para mi mala suerte, no hay mucha luz debido a las lonas que tapan casi todo el lugar, así que suspiro una última vez antes de entrar a la primera tienda que tengo en frente. 

Necesito baterías para nuestras linternas. 

Y aunque el lugar es bastante pequeño, puedo encontrar lo que necesito, así que pronto salgo de ahí para caminar hacia la otra tienda de medicamentos. Sin embargo, en esta son tan pocas las cosas que hay, que simplemente me dispongo a tomar las pocas cajas de pastillas que parece que nos van a ayudar. Después de todo, Jin me ayudaría después a identificar si nos servían para algo o no. También tomo unas cuantas jeringas, algodón, alcohol y vendas, así que poco a poco mi mochila se va llenando.

Pronto, sólo queda un pequeño espacio para lo que necesito; Rodilleras, coderas y todo lo necesario para evitar mordiscos de los infectados en zonas descubiertas del cuerpo. 

Pero el movimiento de algo me hace detenerme en medio del pasillo, cuando veo que algo se esconde en el bloque de piedra que soporta el piso donde me encuentro. Rápidamente saco mi pistola, tragando saliva y acercándome lentamente hacia donde vi que esa cosa se escondió. 

Quizá sea un infectado.

—Mierda...—Susurro viendo como mis manos comienzan a temblar cuando logro ver la sombra de lo que se esconde detrás. Y antes de que pueda disparar, esa cosa se me abalanza encima, golpeándome la mano para hacer que suelte la pistola y después, siento un golpe con algo de madera en la cabeza que me hace caer y sentirme abrumado por un momento.

Un sobreviviente. 

—¡No...! —Trato de gritar, pero él me pone su mano sucia en mi boca antes de que pueda hacer algo y con su cuerpo me inmoviliza. Observo cómo el hombre sonríe, mostrándome sus dientes amarillentos...y con sangre.

—Cállate, no querrás que los monstruos detrás de las lonas te escuchen, ¿Verdad? —Dice casi en un susurro —. Veo que tienes una mochila llena de cosas, ¿Para quiénes son? No creo que seas el único que vino aquí...Estás invadiendo territorio enemigo, pequeño. Este centro comercial ya está ocupado por mi grupo en el estacionamiento...pero no me llevaré tus cosas, sino a ti. 

¿Qué mierda?

—¡Q-qué? —Digo entre balbuceos ahogados, tratando de hablar, pero él vuelve a reír suavemente como un maniático. 

—Hace tanto tiempo que no podemos salir de aquí...y los humanos que entran a este lugar sirven para que podamos seguir viviendo...y tu piel, se ve exquisita, primor. 

Mierda, tengo encima de mí a un maldito caníbal.

—¡No, dé-jame! —Vuelvo a tratar de decir, pero él niega volviendo a levantar su mazo improvisado de madera para volverme a golpear. 

—Tendré que bajarte calladito hasta nuestra guarida, no quiero que todos esos muertos nos oigan...parecen ser muy peligrosos, porque la última vez que vi a uno de ellos, se mueven muy raro, ¿Sabías? Creo que todavía pueden correr...

Siento miedo, por lo que comienzo a temblar al no poder moverme por el peso de este hombre, obviamente más pesado que yo. Y cuando vuelve a levantar el mazo para golpearme con él, una patada en su cráneo lo hace estrellarse contra la pared, dejándome libre, pero en shock total. 

Me iban a comer. 

Jungkook está frente a mí, y Taehyung rápidamente me ayuda a levantarme, por lo que yo levanto la mochila para poder salir de ahí. 

—¡No! —Grita el hombre, mientras sonríe con locura —, ¡NO, NO, NO, NO! ¡NO PUEDEN IRSE, NO, NO NO! 

—Mierda, ¡Cállate! —Grita Jungkook levantando al hombre de sus ropas para comenzar a zarandearlo, pero éste no se calla, simplemente comienza a reír desenfrenado agarrando con fuerza a Jungkook. 

Y pronto, oigo los gemidos lastimeros detrás de las lonas. Drago comienza a chillar, y me pongo nervioso cuando sale corriendo hacia las escaleras eléctricas.

—¡TODOS VAMOS A MORIR! ¡BENDITOS SEAN LOS MUERTOS QUE TENDRÁN SU FESTÍN! ¡JA,JA,JA! —Grita con fuerza, por lo que volteo hacia la lona, donde las sombras de los infectados comienzan a verse junto con sus manos que están aventando la lona —. ¡VAMOS A MORIR, POR FIN!

—Vámonos, ¡Ya! —Grito, en cuando el primer infectado aparece debajo de la lona, arrastrándose rápidamente para poder salir de ahí y detrás de él vienen más. Pero el maldito hombre no suelta a Jungkook, así que, en un momento desesperado, Taehyung le dispara en el cráneo, volándole parte de la cabeza y haciendo un manchadero de sangre. 

Frente a mí, comienzan a salir decenas de infectados, que rápidamente se abalanzan al cuerpo del hombre loco que quedó atrás. Sin embargo, al ver que comenzamos a correr, los demás infectados comienzan a seguirnos. Y después de todo, ese hijo de puta tiene razón, hay algunos que corren. 

No a la velocidad de nosotros, pero sus piernas torpes se mueven con más rapidez que la de los demás. 

—¡Corran! —Grita Jungkook, bajando las escaleras, con nosotros detrás de él—, ¡¿Dónde está Jimin y Charlotte!?

Pero al oírnos, Jimin, Charlotte y Drago salen por el otro lado del pasillo, asustados de escuchar todo el alboroto de arriba. 

—¡No vamos a salir! ¡Nos tienen rodeados! —Grita Charlotte, señalando la puerta principal con las manos temblorosas. Y el color se me va de la cara cuando cientos de infectados están golpeando los vidrios y tratando de entrar por la pequeña abertura donde nosotros llegamos —. Esos jodidos vidrios no van a aguantar.

No puedo pensar en un plan, pues por todos lados nos tienen rodeados; Los infectados del segundo piso han comenzado a aventarse de los barandales en un intento por llegar a nosotros, estrellándose en el suelo y creando salpicaderos de sangre. Y el resto, está bajando las escaleras torpemente.

Estoy entrando en pánico, y no sé qué hacer. 

—¡Vamos a los estacionamientos! ¡Saldremos por allá, hay menos infectados de ese lado! —Exclama Jimin, comenzando a disparar a los infectados que están acercándose. 

Pero ¿Y si el enfermo está diciendo la verdad y su grupo está en los estacionamientos esperándonos?

A la jodida mierda todo, tenemos que salir de aquí. 

—¡Vámonos a los estacionamientos! —Exclamo, y pronto siento la mano temblorosa de Jimin entrelazarse con la mía, así que la tomo fuertemente para jalarlo y que empiece a correr junto a mí —, ¡Disparen, A TODO LO QUE SE MUEVA SIN TITUBEAR! ¡Larguémonos de aquí!


¿

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top