Capítulo sesenta y tres: Jung Hoseok.

ATENCIÓN: 

Capítulo que podría herir a más de uno. 

Respeten la trama de la historia. 

















Min Yoongi.

La noche ya ha caído, y los seis nos encontramos caminando en completo silencio por una de las calles de la ciudad. Todo parece tan vacío y silencioso, que incluso me mantiene alerta hasta el sonido del aire chocando con las hojas de los árboles. 

La base no está lejos de nosotros, y por ende, decidimos dejar la camioneta lo más cerca posible en caso de tener que huir con rapidez. Ahora mismo, Jin está al mando, y a su lado está Namjoon, cargando una gran pistola, igual que la de Jin. 

Si no mal recuerdo, se llama AK-47. 

—Escóndanse —Ordena Jin en cuanto llegamos al final de la calle. Rápidamente saco mi pistola de su lugar, para dejarla en mis manos y tenerla cargada en el momento necesario. Puedo observar que Jin y Namjoon están planeando algo, pero no puedo oír de los susurrantes que son. 

—Hay antorchas alumbrando la calle de al lado. Es imposible que pasemos sin que nos vean —Dice Namjoon —. Lo mejor será que vayamos de uno en uno. Podemos rodear la calle y entrar por medio de la maleza. Pero...tenemos que quitar a esos tres guardias en la puerta. Podemos escalar la barricada y matarlos, pero sólo pueden ir dos. 

—Yo voy —Contesta Hoseok. 

—Entonces te acompaño —Dice Jungkook, por lo que yo asiento. 

—Tengo una idea —Dice Taehyung mirándonos —. Estoy seguro que vi algunos infectados tres calles atrás. Iré por ellos, y los usaremos para distraer a los centinelas. 

—Iré contigo —Digo, por lo que Taehyung asiente levantándose —. Vamos a ejecutar ya el plan, antes de que sea más tarde. 

—Chicos, tengan cuidado. Hoseok y Jungkook se van a preparar para matar a los guardias y cuando los infectados estén captando la atención de los centinelas, los cuatro vamos a saltar la barricada. 

—Vamos, Yoongi —Dice Taehyung una vez que Jin ha dejado de hablar. Él comienza a correr, así que yo también los hago, prestando atención a todos lados para ver si hay algún infectado cerca. 

¿Por qué cuando los necesitamos, nunca aparecen? 

—¿En dónde los viste? —Pregunto mientras corro a su lado. 

—En la otra...calle, sí —Dice con dificultad, pues nos encontramos corriendo lo más rápido que podemos para no atrasar nuestro rescate —, por aquí, vamos. 

Yo lo sigo en silencio, tratando de no hacer tanto ruido con mi respiración. 

—Ahí, mira...—Dice Taehyung deteniéndose, poniendo su mano en mi pecho, para esconderme entre los escombros de lo que pareció ser una casa. 

—Taehyung...es una maldita horda —Le digo en un susurro, nervioso. Yo había pensado que serían a lo mucho diez...pero son decenas de infectados concentrados en el inicio de una avenida, caminando de un lado a otro —. Son demasiados...¿Y si hay mutantes escondidos ahí? 

—¿Quieres salvar a Jimin? —Pregunta Taehyung, levantándose de su lugar para comenzar a caminar directo a la horda. Y no pienso dejarlo solo, así que también me levanto en un suspiro para comenzar a seguirlo.

Al principio no parecen notarnos, pero en cuanto Taehyung comienza a gritar, la adrenalina en mi cuerpo se enciende como una flama, creándome pequeños escalofríos al ver a tantos infectados voltear a vernos para comenzar a gruñir. 

—¡Hey! —Grita Taehyung, extendiendo sus manos en el aire haciendo más alboroto —. ¡Por aquí, vamos! ¡Síganme! 

—¡Vamos, idiotas! —Grito de igual manera, a pesar de que me tiembla un poco la voz. 

Y en poco tiempo, Taehyung y yo nos encontramos corriendo de regreso, aunque sin perder la horda de vista, que cada vez parecen ser más. Pronto puedo observar la calle donde los chicos están, y Jin, al vernos, hace una expresión de miedo.

—¿¡Qué demonios?! —Exclama Jin en un susurro en cuanto llegamos a ellos —, ¡Son demasiados!

—Crucemos la calle, ¡Vamos! —Exclama Namjoon, viendo como la horda se acerca cada vez más. Los seis rápidamente lo hacemos, importándonos poco que los centinelas puedan llegar a vernos. 

—¡Hay sobrevivientes afuera! —Escucho claramente a uno de los hombres que se encuentran en los muros. Mierda, espero que no alerten a nadie adentro. 

—Tenemos la orden de matar a cualquier sobreviviente. Lo sabes, Nicholas. ¿A dónde se fueron?

¡Vienen infectados, disparen! —Puedo oír una tercera voz, y todos los infectados que nos venían siguiendo, comienzan a voltear a los disparos que vienen de la base. Rápidamente la horda se dirige hacia ellos, por lo que a nosotros nos ignoran por completo y eso nos da la ventaja de cruzar la otra calle para acercarnos a la puerta principal, donde los tres guardias también se encuentran disparando. 

—Jungkook, Taehyung, su turno —Ordena Jin, por lo que ellos dos asienten acomodando sus rifles hacia ellos. Los dos disparos suenan con fuerza, pero se terminan perdiendo entre los demás disparos enemigos. 

Los dos primeros guardias caen muertos en cuanto el disparos toca sus cabezas, por lo que el tercero trata de huir, pero Jungkook es más rápido, disparándole de nuevo para derribarlo. 

—¡Corran! —Exclama Namjoon, haciendo que todos comencemos a movernos entre los escombros y los autos para que no nos alcance ningún disparo. Y por suerte, logramos llegar a la entrada, donde los centinelas ya no pueden hacernos daño. Sin embargo, los infectados están cada vez más cerca de la base, por lo que Jin y Namjoon nos hacen subir las barricadas con cuidado para que no logren hacernos daño. Gracias a que ellos nos dan soporte con sus manos para subir, el trabajo es cada vez más rápido. 

Los primeros dos en subir son Taehyung y Hoseok, seguido de Jungkook y yo. Ahora sigue Jin, y por último Namjoon, quien a pesar de estar abajo, logra subir un poco por la barricada y luego, entre Jin y yo lo ayudamos a subir antes de que dos infectados se le abalancen encima. 

—Sigamos —Ordena Jin, mirando hacia abajo donde están un par de escaleras. 

Dentro de la base no hay gente. Sólo uno que otro guardia caminando a lo lejos con sus largas armas en las manos. Pero al oír los disparos, todos se disipan, subiendo a los muros para saber qué está pasando. 

—Su turno —Dice Jin mirándonos a Hoseok y a mí —. El líder debe de estar ahí —Dice, señalando una casa de dos pisos, con barricadas de madera afilada por todos lados —. Alice dijo que la casa más protegida, es donde él se esconde. Nosotros nos vamos a encargar de los guardias y los centinelas, ¡Vamos! 

Puedo oír todos los malditos disparos afuera, y no quiero ni imaginarme lo que les podría pasar a los chicos por cubrirnos. 

Los gritos de los civiles me perturban, pero ahora mi única misión es buscar a Jimin y a Vernon. Realmente no tenía una idea de cómo era el líder de este grupo, pero por lo que Jin me había dicho, sería muy fácil de reconocerlo. 

Cabello blanco, fornido y con una cicatriz en la cara. 

El lugar donde nos hemos metido es bastante amplio y tiene pinta de todo, menos de casa. Las ventanas están tapadas con puertas de metal, y lo único que hay, son estantes con muchas cajas de metal y municiones. 

—Ahí debe de estar —Susurra Hoseok, viendo hacia las escaleras del segundo piso —. Pero también hay una puerta en el piso. Puede ser el sótano...iré a ver allá arriba, hay luz...

—¿Luz? —Pregunto mirando hacia arriba. Y sí, tiene razón. No es de una vela, sino luz de una lámpara —. Puede ser de algún generador eléctrico. ¿Estarás bien si vas solo? 

—Sí, no te preocupes. Estaré bien —Dice separándose de mí para comenzar a subir las escaleras con sigilo, por lo que yo también me acerco hacia la puerta en el piso. Rápidamente me hinco frente a ella y con mi mano abro la puertecilla de metal que parece ser un poco pesada. Pero gracias a que las bisagras de esta no rechinan, puedo abrir en total silencio. 

Hay escaleras hacia abajo, y también hay luz. 

Antes de bajar, observo hacia atrás de mí, verificando que no hay nadie. Y cuando estoy seguro, comienzo a bajar las escaleras en completo silencio, tratando de no crear demasiado ruido con las escaleras de madera. 

Todo es tan silencioso, y al terminar de bajar las escaleras, dos enormes estantes me impiden ver hacia el frente, por lo que camino unos cuantos pasos más, mirando de nuevo hacia arriba, y luego, apuntando mi pistola hacia el frente cuando cruzo los estantes. 

Mi corazón siente un vuelco de emoción al ver a Jimin. Él está ahí, vivo. 

Él se encuentra atado de pies y manos en la esquina de la habitación. Sus ojos están vendados y puedo ver que tiene una herida bastante fea en su labio inferior y otra en su pómulo derecho. 

Sin poder evitarlo corro hacia él, hincándome en el suelo para poder abrazarlo con fuerza. Él rápidamente me empuja como pueda, al no poder ver quien está frente a él. 

—Jimin, soy yo...—Susurro en su oído, y él se queda quieto, comenzando a respirar con fuerza, para después soltarse a llorar. 

—E-estás vivo... —Solloza, por lo que yo rápidamente le quito la venda de los ojos para que pueda verme. Y él llora más fuerte, escondiendo su cara en mi pecho —. Yoongi, perdón...tenías razón, la tuviste siempre... 

—¿Te hicieron algo? —Pregunto, bajando mi arma para poder desatarle las manos, y él niega. Pero al ver la fuerza con la que lo han atado, decido cortar las cuerdas con mi navaja. Cuando sus manos quedan libres, él se lanza a abrazarme, por lo que yo también lo hago, besando la coronilla de su cabeza —. Eres un idiota, Jimin. Te odio tanto...creí que te habían hecho algo. 

—Lo siento, no debí creerle a Vernon...—Dice cuando me suelta, para que pueda terminar de cortar las ataduras de sus pies —. Me traicionó, Yoongi. Dio la ubicación de nuestra base para que lo soltasen...pero lo mataron en cuanto supo que a su novia también la asesinaron. Por eso pudiste entrar a la base, no hay tanta seguridad.  Hay muchos guardias aquí, pero se fueron a nuestra base para matar a todos. Luego, iban a regresar para matarme a mí...¿Dónde están los chicos? Dime por favor que vinieron contigo...

—Sí, lo hicieron. Dios, los demás del grupo se quedaron allá... —Digo ayudándolo a levantarse —. Te odio tanto, Park Jimin. 

Y antes de que él pueda decir algo, lo beso. Mis labios buscan desesperadamente los suyos que me hacen tomarlo con fuerza de las caderas para acercarlo a mí, sintiéndolo por fin. 

Mi alma ahora sí puede descansar, y el peso en mis hombros desaparece cuando sus manos toman mi cara para profundizar más nuestro beso que tanto anhelé desde que supe que este maldito idiota se había escapado. 

—Vámonos, debemos de huir antes de que los demás regresen —Le digo, separándome lentamente de él para mirarlo a los ojos. Él asiente, tomando mi mano para comenzara subir las escaleras con rapidez. 

Pero dos disparos me hacen detenerme. Vinieron de esta casa. 

Hoseok. 

Rápidamente corro escaleras arriba, jalando a Jimin para que él me siga y podamos subir las escaleras donde Hoseok despareció. Sólo hay dos habitaciones, y la única que se encuentra abierta tiene la silueta de alguien dentro.

Con mucho sigilo caminamos hacia ella, y antes de que la persona pueda salir, le apunto, así que voltea. Es Hoseok, está bien y solamente tiene cara de asustado. 

—Casi me dispara en la cara...—Dice apuntando al hombre que se encuentra en el piso con la mitad de la cabeza llena de sangre y con un hoyo de bala en ella. 

—¿Y el líder? —Pregunto, pero él niega sin saber.

—Fue con su grupo para matar a los de nuestra base...—Dice Jimin mirando a Hoseok, quien rápidamente me suelta para abrazarlo —. Qué bueno que están aquí, o si no, jamás me lo perdonaría. 

—Eres un tonto, Jiminie...—Dice Hoseok abrazándolo con fuerza —. Vámonos, antes de que regresen y nos vean aquí. 

Los tres salimos de ahí con rapidez, no sin antes fijarnos afuera lo que está pasando. Aún están todos vivos, pero hay bastantes infectados dentro de la base. Como la puerta quedó desprotegida a matar a los guardias, seguramente pudieron entrar con facilidad. 

—¡Vamos! —Exclamo tomando la mano de Jimin, para comenzar a correr hacia donde está Jin, no sin antes disparar a unos cuantos infectados que se encuentran cerca. 

—¡Cuidado! —Grita Jin, segundos después de que un par des disparos impacten contra el bote de basura a un metro de mí. Jimin rápidamente mue suelta, escondiéndose detrás de un auto y haciéndome señas para que lo siga junto con Hoseok. 

Los dos rápidamente nos escondemos junto con Jimin, y yo rápidamente asomo mi cabeza hacia la dirección de los disparos. En el muro, hay tres personas disparando, una chica y dos chicos. 

Los disparos no se detienen. Así que Hoseok y yo nos miramos una vez antes de levantarnos y comenzar a disparar hacia las personas allá arriba. Pero ninguno les da, pues tiene donde esconderse; Sin embargo, uno de ellos cae cuando un gran disparo retumba en el aire. Es Jungkook, quien ha disparado limpiamente a la cabeza de la chica. 

Sólo quedan ellos dos, y los infectados dispersos por el patio del lugar, tratando de atacar a los chicos, y algunos más estrellándose en el muro para tratar de alcanzar tontamente a los dos sobrevivientes. 

—¡Jin, cuidado! —Grita Hoseok, disparándole a un infectado que ha tratado de sorprenderlo saliendo debajo del auto donde él se encuentra escondido junto con Jungkook. 

Y mientras él le ayuda a Jin, vuelvo a disparar hacia los enemigos, que por suerte, uno de mis disparos le da en el hombro a uno de los hombres, dándome tiempo para volverle a disparar y ahora sí matarlo. Así que sólo queda uno, que no dura tanto, ya que otro disparo le impacta en el cuello, por lo que él mismo se resbala de su lugar para caer en el grupo de infectados que hay abajo. 

Aún hay civiles corriendo por todos lados, por lo que mi pequeño grupo se junta una vez que hemos acabado con la amenaza más grande. Sin embargo, ni Jin ni Namjoon pueden hablar, pues más infectados comienzan a entrar por la puerta y entre ellos, puedo oír un fuerte rugido. 

Mutantes, mierda. 

—¡Vámonos por atrás! —Grita Namjoon indicándonos con las manos que nos demos vuelta, así que todos comenzamos a hacerlo, para dejar atrás al maldito mutante que está golpeando con fuerza el muro para tirarlo. 

Y frente a nosotros, hay un mirador que podemos saltar y poder escapar de ahí, por lo que rápidamente nos acercamos, subiendo de uno en uno. Por suerte, cuando el último sube, el mutante entra, pero ya estamos demasiado lejos de él que ni siquiera nos nota. Simplemente comienza a revisar el lugar, oliendo con fuerza para después destruir todo a su paso. 

El piso no está muy lejos, por lo que podemos bajar sin lastimarnos y correr directo hacia la maleza del bosque para poder refugiarnos ahí por un momento y poder descansar después de todo lo sucedido. 

—Mierda, Jimin. Ven aquí que te voy a dar un puñetazo en la cara —Gruñe Taehyung, acercándose peligrosamente hacia él. Pero es detenido por Jungkook, así que yo tomo a Jimin de la mano para ponerlo detrás de mí —. No juegues, Yoongi. Deja que le demos la golpiza de su vida y luego lo perdonaré. 

—Nadie va a golpear a nadie de aquí, ¿Oyeron? —Dice Jin, mirándonos —, ¿Te encuentras bien, Jimin? —Pregunta más tranquilo, así que Jimin asiente —. Ven aquí, estúpido niño.

Jin lo abraza, así que pronto Namjoon se une para también abrazar a Jimin. 

Lo único que puedo oír de parte de todos es "eres un idiota", "me hiciste llorar del miedo", por lo que pronto puedo escuchar los sollozos de Jimin.

—Lo siento mucho, chicos —Dice Jimin haciéndonos una reverencia, algo que desde hace un año no he visto en ninguno de nosotros, mientras se quita las lágrimas de la cara —. Debí confiar en ustedes y no en Vernon. Él me traicionó y ahora muchos de los hombres de líder Daniel están en nuestra base matando a todos...pensaron que ustedes estarían ahí, y me amenazaron con traerme la cabeza de alguno de ustedes para que me doliera...

—Lo importante es que estás vivo —Dice Jungkook con una sonrisa —. Deberíamos movernos de aquí, están llegando muchos infectados y pronto nos van a oler. 

Sin embargo, cuando nos comenzamos a mover, puedo oír que las hierbas se mueven con rapidez. Y creo que todos también lo escuchan, ya que también voltean. Pero todo el maldito bosque está a oscuras, y no puedo divisar nada. 

—¡Corran! —Exclama Jin, cuando los gruñidos de algún animal escondido logran oírse. Rápidamente tomo la mano de Jimin, para jalarlo hacia mí y comenzar a correr como Jin lo ordenó. 

Pronto puedo oír las patas del animal chocar contra las ramas de los árboles, y para cuando vuelvo a voltear, todo pasa en menos de un segundo. 

Mi cara se deforma por el susto, y grito soltando a Jimin para correr de regreso. El animal —que parece ser un lobo negro infectado — brinca desde el tronco de un árbol, abalanzándose contra el hombro de Hoseok, enterrándole sus garras en los brazos y tirándolo de espaldas al suelo. 

—¡No, suéltame! ¡AYUDA, POR FAVOR! —Grita con dolor, y puedo observar cómo la sangre brota de la herida. Sin importarme nada, comienzo a dispararle al animal, consiguiendo que Namjoon patee al lobo y cuando suelta a Hoseok, puedo acabarme todo el cartucho en su cuerpo hasta que deja de moverse. 

No quiero voltear, no puedo. 

Pero lo hago; Jin y Jimin están tratando de detener la hemorragia, y Hoseok está tirado con lágrimas en sus ojos, sollozando y temblando del miedo al ver tanta sangre mancharle la ropa con rapidez. 

—Mierda, no, no, no...—Maldigo, acercándome hacia él para tratar de ayudar, pero no puedo hacer nada, pues Jin está tapándome con su cuerpo impidiéndome hincarme a un lado de Hoseok.

Lo han mordido, y sé en qué terminará. 

—¡Levántenlo! —Grito, en cuanto oigo los gemidos de los demás infectados acercarse. Las jodidas lágrimas no me dejan ver, así que trato de que estas no me nublen la vista para cuando Jin levanta a Hoseok del suelo, a pesar de que está gritando por el dolor. 

Y cuando me doy cuenta, todos estamos corriendo de nuevo hacia donde dejamos la camioneta, esquivando, matando y empujando a cada infectado que se nos cruza en frente. 

Necesito abrazar a Hoseok, y detener por un momento el tiempo para poder ayudarle. Para curarlo y decirle que todo estará bien, que sólo fue la mordida de algún animal vivo y que no le va a trasmitir el virus. 

—¡Vamos, no se detengan! —Grita Jin, pero sólo puedo oírlo en eco. Todo a mi alrededor es confuso, y siento que mis piernas comienzan a flaquear. 

—Yoongi, no me hagas esto —Oigo a Jimin, para después tomarme de la mano y jalarme, haciéndome entrar en razón de nuevo. Observo rápidamente hacia el frente; Hoseok viene en los brazos de Jin, y este no ha parado de llorar y gemir del dolor. 

Siento cómo mi corazón se oprime, junto con todos mis órganos interiores, y aunque siga corriendo, los sollozos de mi boca no paran de salir. 

Mi mejor amigo se va a morir, y no podré hacer nada al respecto...





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top